lunes, 6 de enero de 2014

Muchos besos y hasta siempre :)

¡Hola queridas/os lectores! xD.

Siento haber tardado tanto en escribir este ultimo capítulo, pero creo que ha sido un poco porque daba pena terminar con todo esto, pero bueno, por fin he terminado la historia de Alison :) La verdad es que se me hace raro...
Empecé a escribir esto en Diciembre de 2011, ¡y estamos a Enero de 2014!, parece mentira que haya pasado ya tanto tiempo.

La verdad es que cuando empecé a escribir esta historia tenía pensado dejarla de escribir en unos días, porque la verdad es que yo soy de dejarlo todo a medias, pero por primera vez he terminado lo empezado, y supongo que si he terminado de escribir esta historia es por vosotras, que me habéis leído.

Sobre todo a aquellas que han comentado en todas o casi todas las entradas, que habéis sido solo dos, pero la verdad es que ya es suficiente como para motivarte a terminar con lo empezado.
Pero también ha sido gracias a todas esas que han visitado el blog, que aunque no han comentado han hecho que las visitas subiesen, y las que han votado en las encuestas.
Incluso también a aquellos que han leído la historia a pesar de que yo no les permitiese hacerlo (si, Ruben, si estás leyendo esto va por ti, ¡pero espero que no lo estés leyendo porque no te dejo >.<!).

En fin, solo decir que si he terminado de escribir esta historia a lo largo de estos dos años ha sido porque vosotros me habéis leído.

Porque si os soy 100% sincera a mi la historia no me gusta.
Alison me cae mal >.<, y estuve pensando seriamente en hacer que al final de la historia acabara sola... Porque para mi no se merece a Nick, pero bueno u.u.
A Leslie en la primera parte de la historia la amaba, pero en la segunda parte la he cogido un poco de tirria, y creo que se nota porque la he sacado mucho menos, hehe.
Pero bueno, si es cierto que he hecho personajes a los que he amado y sin duda mi favorito es Harry (y creo que se nota cuando escribo la historia ¿no?). Y Ryan también me encanta <3, creo que Harry y Ryan son mis dos favoritos.
En fin, pero a pesar de que ni si quiera yo he aguantado a muchos de mis personajes les tengo cariño igualmente, porque he pasado 2 años con ellos, pensando en que les iba a pasar, moldeando sus personalidades y les tengo cariño a todos... Incluso a la pesada de Alison.

Ya para despedirme solo quiero decir que muchísimas gracias por haber leído mis historia, y por haberme dado ánimos en estos comienzos como escritora de pacotilla.
Ahora me voy a tomar un descanso con esto de escribir y a preocuparme por otras cosas, pero voy a empezar a pensar una historia mejor que esta (lo cual no será muy difícil), y tal vez en unos meses me tengáis escribiendo aquí de nuevo.

En cualquier caso os dejo mi blog http://flotaconunlibro.blogspot.com.es/, en el que si escribo cada poco tiempo, y tal vez cuando tenga pensada una historia y esté dispuesta a empezar a escribir de nuevo os avise por ahí. Por ahí o por mi twitter @NeryRadioactive.
Por cierto, si tenéis twitter sería guay que me lo dejarais por un comentario y así os sigo :D

En fin, ¡muchos besos y hasta siempre!

Epílogo: Capítulo 49.

5 meses después...
-El edificio de Mike está al lado del mío, pero tengo pensado pedir un cambio y tal vez me lo concedan... Igualmente estoy muy feliz ¡el campus es enorme y la gente muy amable!- comentaba Leslie al otro lado del teléfono.
Harry y yo íbamos en su coche nuevo, había estado ahorrando todo el verano para poder comprarlo, y ahora se ofrecía para llevarme a todos lados para poder utilizarlo, cosa que a mi me venía de perlas.
Ahora que había conseguido un trabajo en una tienda de vídeo juegos estaba ahorrando para poder independizarse ya que ha decidido desechar los estudios y empezar a ganarse la vida. En cambio Alice, su novia, se fue a una muy buena universidad en Carolina del Norte, y Harry y ella están intentando llevar una relación a distancia. Hablan por teléfono todo el tiempo, y él intenta ir a verla todas las semanas y asegura que en cuanto consiga suficiente dinero se mudará para estar con ella.
Leslie había conseguido entrar en la misma universidad que Michael, que por cierto ahora eran una pareja feliz y perfecta como antes. Michael y Leslie se fueron el mes de Julio entero a pasar unas vacaciones juntos y regresaron más enamorados que nunca.
Por otro lado yo había conseguido suficiente nota para estudiar periodismo en la universidad que quería y ahora iba camino de mi campus a instalarme.
-Nos alegramos mucho, Leslie.- respondía Harry.
Teníamos el manos libres en el coche para poder hablar los tres a la vez. Harry aparcó el coche en la entrada y yo en seguida salí emocionada no sin antes despedirme de Leslie.
-¡Ya hemos llegado!- dije ilusionada.- Después hablamos Les, ¡te quiero mucho!
Di la vuelta al coche abriendo el maletero y al rato Harry estaba a mi lado ayudándome a sacar las maletas.
-¿Solo una caja?- preguntó Harry extrañado.
-Si, en esta llevo las cosas más importantes, el resto me las traen mis padres mañana.- dije y Harry asintió.
Saqué las tres maletas más una mochila. Harry cogió mi caja y dos de las maletas y me ayudó a subirlas.
La universidad era tal y como me imaginaba. Un gran edificio con césped y árboles alrededor, alumnos novatos como yo subiendo sus maletas, algunos emocionados y otros inseguros y despistados, mientras los veteranos andaban por ahí con seguridad, los más bohemios estaban en el césped sentados con sus guitarras, y los jugadores de fútbol super populares se hacían pases mientras algunos novatos les reconocían, el fútbol en las universidades es muy importante...
Eso me hacía pensar en Ryan, no sabía mucho de él ya que ya no nos hablamos, pero me comentaron que le habían dado una beca por el fútbol y ahora estaba en una de las mejores universidades del país, tal vez Harvard, Stanford o Princeton... En cualquier caso me parecía perfecto, todas esas universidades están muy lejos de Florida, y así me aseguraba no volver a verle la cara en bastante tiempo.
De Deryck era casi del que menos sabía. Michael me contó que había vuelto a California por las vacaciones, pero supuse que luego volvería para seguir estudiando, además, creo que aun salía con Cassie... Ni idea, la verdad es que no he vuelto a hablar con él desde la última vez...
Harry y yo subimos las escaleras hacia mi habitación. Yo ya había estado hace unos días llevando algunas cajas, pero aun quedaba muchas para que me pudiese instalar a gusto en la que ahora sería como mi casa.
La verdad es que tenía ganas de empezar, la universidad era algo completamente nuevo, con gente nueva, profesores nuevos, nuevo ambiente, y estudiando algo que me gustaba, era como el comienzo de una nueva etapa que me moría por descubrir.
El edificio donde estaba la habitación que me habían asignado tenía los pasillos largos, con un baño común al fondo para todos los alumnos de esa planta. Cogí la llave de mi habitación que tenía en el bolsillo de la chaqueta y abrí la puerta. Me encantaba mi habitación. Era muy pequeña, ya que es individual, pero me gustaba. Tenía una ventana al fondo que alumbraba toda la habitación, mi cama a la derecha, un armario al lado y un pequeño escritorio en frente con una mini-nevera, todo lo que necesitaba un estudiante universitario.
-Ya eres oficialmente universitaria ¿no?- dijo Harry.- Solo te hace falta una sudadera hortera con el logotipo de la universidad.
-¡Ya la tengo!- dije sacando una sudadera de una bolsa y mostrándosela.
Harry se echó la mano a la frente...
-Oh dios mío... No te la pongas en mi presencia.
Yo me reí y en seguida me la puse por encima de mi camiseta.
-Yo creo que me favorece.- dije mirándome en el espejo.
-Estás mona.- dijo Harry.- Anda, dame un abrazo.
Me acerqué a Harry y le abracé todo lo fuerte que pude. Me daba pena porque ahora le vería muchísimo menos.
-Ey, me espachurras...- dijo Harry sin dejar de abrazarme.- No te pongas así, nos veremos una vez al mes por lo menos, y hablaremos por teléfono y skype siempre que podamos.- continuó al notar que a mi se me escapaban unas lagrimitas.
-Si lo sé...- dije secando mi mejilla.
-Que llorona eres.- dijo esbozando una sonrisa y apartándose despacio de mi.
Yo le golpeé el brazo y me reí también. Da igual lo mucho que hablase por teléfono o skype por Harry, iba a echar de menos sus abrazos, sus tonterías, nuestras tardes comiendo chuches, y el hecho de que estuviese ahí siempre disponible para mi.
-Siempre voy a estar disponible para ti, eh.- dijo como leyéndome la mente y yo sonreí.
-Venga, vete antes de que te rapte y no vuelvas a ver a tu familia.- dije empujándole fuera de mi habitación.
Harry se rió de nuevo.
-Está bien, está bien. ¿Nos vemos el fin de semana que viene?- preguntó.
-Claro.- contesté.

Había estado como una hora entera colocando las cosas en mi habitación. Llené los armarios de ropa, las estanterías de libros, las paredes de fotos y recuerdos, decoré el pequeño escritorio, dándole a todo mi toque personal. Y cuando todo parecía en orden y a mi gustó comenzó a sonar mi móvil.
-¿Si?- contesté rápidamente sin mirar quien llamaba.
-Soy yo.- dijo la voz de Nick al otro lado del teléfono y enseguida sonreí.
-¿Ya has llegado?- pregunté.
-Si, ¿y tu?- contestó Nick.
-Si, ¿en que edificio está tu habitación?- pregunté deseando que fuera en el mismo que la mía.
-En el tercero.- contestó Nick.
-¡Yo también!- dije sonriendo.
Fui hacia la puerta de mi habitación para echar un vistazo al pasillo, y entonces vi a Nick de espaldas, aun con el teléfono en la mano, metiendo una caja en su habitación, que está enfrente de la mía, a patadas. Yo sonreí, Nick era, y es un desastre de chico.
-¿En que habitación estás?- decía Nick que no me había visto, mientras entraba en su habitación, dejando las cajas por el suelo de su cuarto.
Cerré la puerta de mi cuarto y entré en la habitación de Nick, que miraba por la ventana de espaldas a mi todavía.
-En la tuya.- contesté a la vez que colgaba el teléfono y cerraba la puerta de la habitación de Nick.
Nick se giró encontrándome allí, y sonrió.
-Que rápido me has encontrado.
-Estoy en la habitación de enfrente.- dije señalando hacia la puerta.
-Eso lo mejora todo.- respondió Nick.
Entonces puso su mano en mi cintura, yo pasé la mía alrededor de su cuello y nos fundimos en un beso.
Me esperaba un año perfecto, en la universidad perfecta, con mi chico perfecto.
Hace un año jamás creería que ahora estaría en la universidad que quería, besando al chico que tanto he detestado siempre, a Nick Carter.
Pero bueno, creo que es hora de dejar de pensar en el pasado, coger una nueva página, y empezar a escribirla, dibujarla y colorearla desde cero.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Capítulo 48.

La lluvia caía aquella mañana, y yo como siempre era la única que había traído paraguas. Caminábamos los tres juntos, como siempre, hacia el instituto. Harry a mi derecha con las manos metidas en los bolsillos y la capucha de su chaqueta puesta, Leslie iba delante, dejando que la lluvia empapara su pelo, y pisando charcos sin preocuparse, a Leslie le encantaba la lluvia. Yo saqué de mi mochila mi paraguas lila y lo abrí, Harry enseguida se arrimó a mi para cubrirse también con el paraguas.
-¿Podrías dejar de saltar en los charcos? Me estás salpicando...- dijo Harry a Leslie.
-¿Desde cuando eres tan aburrido? Tengo botas de agua nuevas,- dijo Leslie señalando sus brillantes botas rojas.- tendré que estrenarlas a lo grande ¿no?
Harry puso los ojos en blanco y no dijo más.
-Déjala que salte, hoy está de celebración o algo ¿no? ¿Cuando pensabas contarnos que tenías una cita con Michael?- pregunté.
Leslie se sonrojó y se puso a mi lado.
-Ahora. Ayer tuve una cita con Mike.- anunció.
-¿Si?- dijo Harry.
-¡Si!- confirmó Leslie.- Hemos algo así como vuelto.- dijo sonriendo.
-¿¡En serio!?- dije contagiándome de su sonrisa.
-No es cien por cien oficial, ¡pero si!
-¡Eso es genial, Leslie!- dije sacudiéndola.
-Si, lo sé.
-Yo ayer le presenté a mi madre a Alice.- comentó Harry.
-¿En serio? ¿Tu presentándole a tu madre una chica?- dijo Leslie sin creérselo.
-Ya os he dicho que con Alice voy en serio.
-No nos lo has dicho.- dije.
-Pues os lo digo ahora. Y el fin de semana que viene iré a cenar a casa de Alice para conocer a sus padres...
Leslie y yo nos reímos juntas al imaginarnos la situación. Harry vestido con una corbata, sentándose junto a la familia de Alice y haciendo comentarios educados, sería todo un show.
-No os riáis.- dijo Harry cruzándose de brazos.
-Está bien, está bien.- dijo Leslie parando de reír despacio.- Es genial Harry.
-Si bueno... A mi no me hace mucha ilusión, estoy nervioso. ¡Pero no quiero hablar de ello!- dijo antes de que soltáramos más comentarios.
-Yo ayer fui a casa de Nick.- dije entonces.
Harry y Leslie se quedaron en silencio esperando a que continuara.
-Fui para que hiciéramos las paces, y me dijo que lo pensaría... Espero que hoy me de una respuesta.- dije.
Harry pasó una mano por mi hombro dándome ánimos, y Leslie apoyó su cabeza en el otro, metiéndose junto a Harry y yo debajo del paraguas.

Entré en clase y me dirigí a mi sitio, no había ni rastro de Nick. Tampoco apareció a segunda hora, ni después del almuerzo, ni a última hora tampoco. Asumí que no tendría mi respuesta hasta el siguiente día con suerte, así que me fui a casa un poco decaída.
Harry me había invitado al cine esa misma tarde, cosa bastante rara en Harry, ya que el casi nunca invita a nada. Supuse que querría hacerme pasar una buena tarde para que no pensara demasiado en Nick.
Lo que Harry no sabía es que no había un lugar en el mundo que me recordara más a Nick que el cine, pero no le dije nada.
Llegamos al cine para ver una película de zombies que a Harry le gustaba, yo odio las películas de zombies, pero acepté verla ya que era Harry quien invitaba, y como mínimo podía elegir la película.
Paseamos buscando nuestra sala con las palomitas y refresco en las manos, mientras yo me preguntaba si Nick estaría en algún sitio del cine trabajando en ese preciso momento. Tal vez si me encontraba a Nick me daría una respuesta y sabría por fin si podíamos ser amigos, si aun me odiaba, o si aun me quería.
Nos sentamos en nuestras butacas para ver la película. La sala estaba completamente vacía, normal, la película tenía pinta de ser una basura, nadie pagaría para ver una película de zombies de serie B, excepto Harry, claro.
-Tengo que ir al baño.- dijo Harry dejando las palomitas y su refresco en el asiento continuo al mío.
-Pero date prisa, que ya casi va a empezar la película.- susurré, y en seguida me sentí estúpida, ¿por qué susurraba? No había nadie más en la sala.
Harry sonrió ya que también se había dado cuenta.
-Vengo en seguida.- dijo en tono normal y yo asentí.
Me quedé completa y absolutamente sola en la sala de cine, pasaron cinco minutos y las luces se apagaron indicando que iba a empezar la película. ¿Qué narices hacía el tonto de Harry en el baño que tardaba tanto? Me preguntaba a mi misma.
Suspiré pensando que tendría que ver el principio de esa mierda de película sola.
Entonces la letras de Universal pictures aparecieron en la pantalla, después la pantalla en negro con unas letras blancas que anunciaba "Steven Spielberg presenta", algo no cuadraba, Steven Spielberg no podía haber hecho una película de serie B... Entonces todo cobró sentido cuando apareció el título de la película "Regreso al futuro". Parpadeé varias veces pensando que no era posible. Entonces alguien se sentó a mi lado, pero no era Harry.
Nick puso una mano en mi labios para que no dijera nada, pero lo cierto es que no podía hacerlo, no entendía nada, y estaba sin palabras. Entonces simplemente acercó sus labios a los míos y me besó, mientras Marty Mcfly salía disparado contra una estantería y murmuraba " Wouh, esto si que es guay".
En ese momento supe que definitivamente aun me quería.
---------------------------------------------------------------

Hasta aquí el capítulo :D Espero que os haya gustado ^^ El siguiente ya es el epilogo y termino la novela.
La verdad es que no estoy muy contenta con el resultado de estos últimos capítulos, no sé porque :S Espero que a vosotras os gusten más de lo que me gustan a mi. En fin, el epilogo es muy corto, así que espero tenerlo dentro de poco, hasta entonces  ¡muchos besos!

domingo, 1 de diciembre de 2013

Capítulo 47.

De nuevo estaba plantada en frente de la casa de Nick, dispuesta a arreglarlo todo, o pasar página. Quería decirle que me perdonara, pero no tenía demasiadas esperanzas.
Me había prometido a mi misma que no lloraría, que sería una charla calmada, y si me rechazaba me iría de allí y seguiría adelante.
Subí las escaleras de su porche, y me acerqué a la puerta, que se abrió justo en ese momento, dejando paso a Tyler y Chris.
-¡Hola Alison!- dijo Tyler sonriente.
-Hola chicos, ¿está vuestro hermano en casa?- dije.
-Si- dijo Chris mientras quitaba las cadenas de la bicicleta que tenían en la puerta.-, si quieres puedes pasar, y hablas con él.
-¿No se enfadará?- pregunté incómoda.
-A lo mejor finge estar enfadado, pero en el fondo se alegrará de verte.
Yo sonreí aunque dudaba que Nick se alegrara de verme.
-Está en su cuarto.- dijo Tyler empujándome para que entrara en su casa.
-Dile que nosotros te hemos dejado entrar, y que nos llevamos su bicicleta.- siguió Chris.
-Vale... Gracias.- dije aun algo incómoda.
-¡De nada!- dijo Tyler y cerró la puerta de su casa, dejándome dentro.
El salón estaba ordenado, y la casa silenciosa. La madre de Nick estaría trabajando. El olor a café que provenía de la cocina me hacía recordar las mañanas que solíamos pasar en su casa.
Caminé insegura hacia el pasillo. Aun no tenía muy claro que le iba a decir a Nick. Unas notas de guitarra se escuchaban al fondo del pasillo, dentro de la habitación de Nick.
Di dos toques a su puerta, y la música dejó de sonar.
-¿Desde cuando llamáis a la puer...?- dijo Nick mientras abría, pensando que eran sus hermanos.- ¿Qué haces aquí?
-Tus hermanos me han dejado entrar.- contesté.
Nick llevaba una sudadera negra, su vaqueros desgastados y sus converses negras. Agarraba la guitarra que tanto le había costado conseguir con su mano derecha, la misma guitarra con la que me había tocado mi canción favorita.
-¿Y qué quieres?- dijo, y sonó más amable de lo que esperaba.
-Hablar.
Nick se giró y se sentó en su cama, dejándome pasar. Me senté a su lado, demasiado insegura de mi misma.
Me miró esperando a que hablase, y yo solté un suspiro para relajarme.
-Solo quería pedirte perdón, otra vez, pero esta vez más en serio. He sido una gran estúpida contigo, y no me he dado cuenta hasta ahora. No te pido que volvamos juntos, a pesar de que me gustaría, pero al menos quiero que me perdones... ¿Qué me dices?
Él me miró, con sus preciosos ojos claros.
-No lo sé Alison... Dame tiempo.- respondió.
-Está bien- dije levantándome para irme, no quería ser pesada.
Él se levantó para acompañarme a la puerta.
-Y entonces... ¿Eso es todo?- me preguntó Nick.
-Emmm... Bueno no, te he escrito una carta.- dije sacando un papel doblado de mi bolso.
Él lo cogió extrañado, y yo hice una media sonrisa.
-No vemos en clase.- dije antes de que él pudiese decir nada acerca de la carta.
Abrí la puerta saliendo de allí, y dejándolo mirando aquel papel que había escrito la noche anterior.
Nick:
Sé que esto de la carta es bastante raro, pero muchas veces me es más fácil decir lo que siento por medio de un papel y un bolígrafo. 
Estos últimos días me he dado cuenta de muchas cosas. Lo he dejado con Ryan, porque me he dado cuenta de que era un verdadero capullo. Pero no solo eso, hace unos días hablé con Harry y me hizo abrir los ojos.
Me he dado cuenta que me he comportado horrible, he estado jugando contigo sin darme cuenta, incluso diría que he jugado a tres bandas. Pero ahora que te he perdido me he dado cuenta de lo realmente importante que eres para mi, de hecho eres el único que realmente me importa.
Sinceramente me da igual lo que diga la gente, si soy una pija egocéntrica que no pega para nada contigo, me da lo mismo. Si tu me quieres me la igual lo que piense la gente.
Por eso quiero que me perdones, porque si no estás conmigo siento como que nada ha merecido la pena.
Esto es un poco como "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". Ahora que no estamos juntos me he dado cuenta de lo muchísimo que significabas, y significas para mi.
Cada momento juntos, cada vez que reíamos hasta quedarnos sin respiración, cada vez que me cogías de la mano, y jugábamos a un beso que nunca llegaba.
Me doy cuenta que te quiero a ti con todo incluido: Tu sonrisa, tu pelo revuelto, tus ojos, tus manos, tus celos, tus enfados, tus zapatillas destrozadas, tus bromas y tonterías, y esa manera única que tienes de hacerme feliz con solo tu presencia.
Lo eras todo para mi, Nick, lo digo muy en serio, y ahora que no te tengo es como si mi corazón estuviese muerto, sigue funcionando, pero los latidos han dejado de tener sentido.
Nada está mal, pero nada está bien tampoco.
Entenderé perfectamente que no quieras saber nada más de mi, y lo respetaría y te dejaría tranquilo, pero espero que por lo menos podamos ser amigos.
No sé, no se me da bien escribir estas cosas, solo quiero que sepas que aun te quiero, independientemente de lo que sientas o decidas hacer.
Un beso, Alison.

Una hora más tarde estaba en casa, sin poder sacarme a Nick de la cabeza. Esperaba que me perdonase, y que todo volviese a ser como era antes. Pero prefería no pensar demasiado en ello.
Estaba sentada en las escaleras del jardín trasero cuando Mike se sentó a mi lado.
-¿Qué te pasa?- me preguntó.
-Nada, ¿por qué?- respondí.
-Últimamente estás como ausente...
-Si, lo sé.
-¿Es por algún tío?- preguntó.
Yo suspiré.
-Si... Pero es mi culpa, he sido un poco estúpida.
-Siempre eres estúpida.- bromeó y yo esbocé una sonrisa.
-Más estúpida entonces.
-Pero eres una estúpida genial, apuesto a que todo se arregla. Ese chico no te puede dejar escapar, eres única.
Volví a sonreír.
-¿Y tu qué? ¿Cómo te va todo?- pregunté.
-Lo he dejado con Andy, mi novia... Bueno, ahora ex novia.
-¿Y eso?- pregunté.
-No sé, supongo que no estaba enamorado.
En ese momento sonó el timbre.
-¿Esperas a alguien?- pregunté.
Mike asintió con una sonrisa y fue a abrir la puerta.
Miré a través de las cristaleras que daban al salón desde el patio quien llamaba al timbre. Era Leslie.
-Alison, me voy que tengo una cita... Volveré tarde.- dijo Mike y yo entré al salón.
Leslie sonreía, y Mike le cogió la mano y la guió hasta la puerta.
-Luego me cuentas.- articulé con los labios para que solo Leslie me entendiese, y ella asintió.
-----------------------------------------------------------------------

Un poco corto el capítulo, pero es que ya estoy llegando al final. Creo que solo quedan 3 capítulos para terminar :)
Así que nada, muchos besos y hasta pronto!

sábado, 16 de noviembre de 2013

Capítulo 46.

Estaba sentada en una camilla, con los ojos fuertemente cerrados, mientras una máquina mortífera se acercaba peligrosamente a mi cuello.
-Voy a empezar.- dijo el tatuador y yo apreté la mano de Harry.
-¡Me estás clavando las uñas!- soltó él que estaba sentado a mi lado.
Había decidido empezar desde cero, y olvidar todo el rollo de Ryan y Deryck. Y lo primero que debía hacer para ello era deshacerme de ese maldito tatuaje con el nombre de Deryck que me había hecho el verano pasado, tatuandome otra cosa encima, para que no se notara.
Harry trataba de darme tema de conversación para que no pensara demasiado en la aguja que me inyectaba tinta en el cuello, pero aun así el continuo pinchazo no pasaba desapercibido.
La puerta de la tienda de tatuajes se abrió al rato y entró Leslie cerrando su paraguas. Habíamos quedado los tres para que me hicieran compañía mientras me hacían el tatuaje.
-Llego tarde.- dijo mientras se acercaba para ojear como iba mi tatuaje.
-Lo hemos notado.- dijo Harry.
-¿Te duele?- me preguntó ella.
-No, me hace cosquillas ¿a ti que te parece?
-Vale fierecilla...- dijo soltando una risita y sentándose en una butaca libre.- Yo también quiero un tatuaje...- comentó Leslie mirando un catálogo.
-Yo estaba pensando en hacerme uno nuevo.- dijo Harry.
Siempre que Harry pisaba una tienda de tatuajes acababa con otro nuevo por su cuerpo. Una vez entramos para preguntar los precios ya que Leslie tenía curiosidad y Harry acabó tatuándose "Fuck It" en el brazo, otro día fue a acompañar a una de las muchas chicas con la que ha estado ha tatuarse un corazón y él terminó tatuándose un tribal por el resto del brazo, y otro día simplemente paseaba por la calle, pasó por delante de un estudio de tatuajes y decidió que se iba a tatuar una calavera pequeña.
-¿Qué os parece si me tatúo una serpiente?- dijo.
-¡No! Que horrible, las serpientes dan mal rollo...- dije.- Además no tiene ningún significado para ti.
-¿Como que no?- dijo indignado.- Significa que soy fiel a la casa Slytherin.
-Y que eres un friki, también.- dijo Leslie.
Harry le dedicó una sonrisa irónica a Leslie.
-¿Por qué no nos tatuamos algo los tres en plan super amigos?- dijo Leslie.
 -¿Cómo que?- dijo Harry que parecía que le gustaba la idea.
Leslie frunció el ceño pensando y Harry hizo lo mismo.
-¿Qué os parece las iniciales de nuestros nombre? - propuse.
Leslie asintió.
-Pero en élfico, que si no es muy soso.- aportó Harry.
-¿Ves como eres un friki?- dijo Leslie riendo.

Al rato mi tatuaje del cuello estaba terminado. Me puse delante un espejo para ver el resultado, y era perfecto. Un pequeño dibujo de la sombra de un pájaro y bajo su ala ponía "Fly", me simbolizaba a mi siendo libre... Lo sé, suena super cursi, pero me encantaba.
Ahora era Harry el que estaba en la camilla tatuándose las iniciales de los tres en élfico, Leslie esperaba emocionada su turno, observando fijamente como tatuaban a Harry, y yo mientras intentaba mentalizarme de que en un rato me volverían a clavar esa dichosa aguja esta vez en la muñeca, todos habíamos decidido que el tatuaje sería ahí.
Harry y Leslie hablaban animadamente y yo me quedé en la butaca junto a los catálogos pensando en Nick. Quería arreglarlo con él, pero lo veía bastante complicado. Nick me había dejado claro que no me quería, que lo nuestro era imposible y también me dijo que me fuera con Ryan... Y yo lo hice. No me perdonaría jamás, y no me extraña.

Una hora más tarde salíamos de la tienda de tatuajes. Leslie miraba emocionada su tatuaje ya que era el primero, yo me quejaba del dolor y Harry nos comentaba que éramos unas pesadas.
Después fuimos a comprar chucherías, como siempre hacíamos.
-¿Cómo te va con Alice?- preguntó Leslie a Harry.
Harry en seguida se sonrojó como un idiota, y Leslie y yo nos hicimos miradas cómplices al ver su reacción.
-Bien.- respondió.
-¿Y estáis en plan serio?- pregunté yo.
-¿Como que en plan serio?- dijo él.
-Que si tenéis una relación estable, ya sabes, como novios y esas cosas...- dijo Leslie.
-Ah... Si, más o menos.- respondió con cautela.
-¡Que monos!- dije yo.
-¡Estas adorable así Harry!- dijo Leslie zarandeándole el brazo.
Harry nos miró como si estuviésemos locas.
-¿Así como?- dijo recuperando su tono normal.
-Así como...- empecé a decir.
-¡Enamorado!- concluyó Leslie y yo asentí.
Harry abrió la boca para responder pero Leslie le cortó.
-¡No digas que no estás enamorado!
Harry cerró la boca.
-Venga, háblanos de Alice, ¿cómo surgió el amor?- pregunté.
-Que incómodo es esto...- dijo Harry rascándose la nuca.
-¡Cuéntanoslo! Y con detalles... Por favor.- dijo Leslie.
-Pues como me daba clases particulares, hablábamos y eso. Fin.- respondió rápidamente.
-¿A eso lo llamas detallado?- dije con los ojos en blanco.
-Si.- dijo encogiéndose de hombros.- ¿Y vosotras que? Contarme algo.
-¿Intentando cambiar de tema?- preguntó Leslie.
-Si.- respondió.
-Está bien... Cambiemos de tema, pero otro día nos lo cuentas.- dijo señalándole amenazadoramente con el dedo.
Harry asintió.
-¿Que tienes pensado hacer tu respecto a Nick?- me preguntó Leslie.
Ya le habíamos contado todo lo que había ocurrido con Deryck y Ryan a Leslie.
-No sé... Intentaré hablar con él, y si no, pasaré página.- respondí.
---------------------------------------------------------------------

Hasta aquí el capítulo :D Siento no haber escrito antes, pero de verdad es que no tengo tiempo.
Os dejo una foto del tatuaje de Harry, Les y Alison.
Intentaré tener el próximo capítulo para la semana que viene ^^ ¡Un beso!

miércoles, 30 de octubre de 2013

Capítulo 45.

Mirándolo por el lado positivo ya no tenía que pensar que iba a ponerme para la dichosa fiesta de Ryan. Volvía a estar soltera, y en el fondo me daba incluso un poco igual, tal vez no estaba enamorada de Ryan, porque en cuanto lo dejamos en seguida pensé en Nick, y también un poco en Deryck.
El Sábado por la tarde había quedado de nuevo con Deryck para unas clases particulares, y había pensado que tal vez debía de darle otra oportunidad , ya que lo de Ryan no había salido para nada bien y para Nick yo no significaba absolutamente nada. Tal vez si volvía con Deryck, Nick se daría cuenta de que me quiere, ¿no se dice que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes?, pues eso. Aunque por otro lado ya había estado con Ryan y parecía que a Nick le había dado igual... Claro, porque yo no significaba absolutamente nada para él, lo olvidaba.
No sé.
No entendía nada.
Ni yo misma me entendía.
Se supone que quería a Ryan, pero ahora que lo hemos dejado siento que me da un poco lo mismo. ¡Era un capullo! ¡Me alegro de no estar con él! A pesar de que me hubiese gustado que lo nuestro saliese bien.
Entonces tal vez al que de verdad quería era a Deryck. Él me ha tratado bien durante todo este tiempo, y también tiene ganas de volver conmigo. Él es un amor de chico, y sin duda es perfecto para mi.
Si, decidido. Volvería a intentarlo con Deryck.

Deryck llegó a mi casa alrededor de las seis, con un libro de Historia en la mano, lo que él no sabía es que yo no tenía ninguna intención de dar clases ese día. Hoy se arreglaría todo y todo volvería a ser como era en verano.
-Creo que deberías repasar la parte de Napoleón Bonaparte en Francia, seguro que te entra en el próximo examen.- decía Deryck cuando entrábamos en la habitación.
Le veía más animado que de costumbre, lo decía todo con una sonrisa, como si de verdad le entusiasmase la idea de estudiar a Napoleón.
-Si, tal vez...- dije cogiendo el libro de sus manos y fingiendo que lo ojeaba mientras me sentaba en la cama. Él se sentó a mi lado.
-Lo he dejado con Ryan.- comenté sin levantar la mirada del libro.
Ya le había comentado a Deryck que había vuelto con Ryan y pareció extrañado y me dijo que me veía bien con Nick y por eso le parecía raro, pero no habíamos vuelto a hablar del tema.
-¿En serio? ¿Por qué?- dijo pareciendo algo más interesado. La pregunta era: ¿Le interesaba porque se consideraba mi amigo, o le interesaba porque le gustaría ser más que un amigo?
-Me he dado cuenta de que no le quería... Es un verdadero capullo.- contesté.
-Si, bueno...- dijo encogiéndose de hombros.
-Y he pensado que a lo mejor si no quería a Ryan era porque a lo mejor quería a otra persona.- dije levantando la mirada del libro y mirándole a él.
-A Nick.- dijo él.
-No sé... No.- dije negando a la vez con la cabeza.
Dejé en libro a un lado.
-He pensado que tal vez podríamos...- estaba nerviosa, el corazón me latía a mil por hora.- volver a intentarlo.- dije.- Como una pareja, de nuevo.
Él se quedó en silencio y yo esperé durante un segundo, intentando leer su expresión, o esperando a que dijera algo, pero como no lo hizo me empecé a acercar a él dispuesta a besarle.
Puse mi mano en su mejilla y empecé a cerrar los ojos. Él puso su mano encima de la mía y la apartó. Abrí los ojos.
-No, espera. Tengo novia.- dijo y mis ojos se abrieron como platos.
-¿Qué? ¿Desde cuando? ¿Quién?
-Cassie, la conociste en la fiesta ¿recuerdas? Empezamos hace una semana.
Oh, claro que la recordaba. Era esa chica que andaba detrás de Deryck, y a él también le gustaba, o eso decía.
Suspiré.
-Solo sales con ella para ponerme celosa.- solté con rabia.
Deryck se rió.
-¿Sabes? He estado detrás tuya todo este tiempo, te he pedido otra oportunidad un millón de veces, no podría ni contar la de veces que te he dicho que te quería, que estaba enamorado de ti, y ahora que sigo adelante ¿me sueltas que quieres que volvamos? Piensas que solo lo hago para ponerte celosa, y sé que odias oír esto, pero ya no se trata de ti.
-¡Si que se trata de mi, porque me quieres a mi, no a ella!- dije furiosa.
Deryck negaba con la cabeza.
-¡Admítelo!- continué.
-Admito que antes si se trataba de ti, antes te quería a ti, ANTES, ahora ya no, Alison.
Me quedé en silencio, mirando al suelo, con los puños cerrados, apretados con fuerza, se me clavaban mis propias uñas en la manos.
-Mírate, pareces una niña pequeña.- dijo Deryck suspirando.- Mejor me voy a casa... Ya nos veremos cuando se te pase.
Deryck se levantó, y yo me quedé quieta donde estaba.
-Vete, me da igual.
Y sin añadir nada, se fue.

Una hora más tarde estaba en casa de Harry dispuesta a desahogarme. Lo necesitaba, necesitaba hablar con alguien, que me apoyara y me dijera que tenía razón.
Harry estaba tumbado en su cama mirándome, mientras yo daba vueltas por la habitación y le explicaba lo ocurrido.
Escuchó en silencio todo el tiempo, sin soltar ningún comentario sobre mi ruptura con Ryan y esperando a que dejara de hablar.
-... ¡Y ahora Deryck me dice que no se trata de mi! ¡Se supone que él está enamorado de mi! ¿Por qué mierdas me rechaza y se va con la Cassie esa?- andaba de un lado para otro, hablando en voz alta, parecía una histérica.- ¿Verdad que Ryan es un cabrón? ¿Verdad que Deryck es un mentiroso y en realidad me quiere?
-Vale, no voy a decir que te avise sobre lo de Ryan...
-Lo estás haciendo.- dije molesta.
-Lo sé.- respondió.
-Bueno, vale, ¡tenías razón sobre eso! ¿Pero y lo de Deryck?
-¿Sabes que? Yo siempre he sido un hijo de puta con las tías, pero en el fondo yo nunca las hacía crearse expectativas falsas, ellas sabían perfectamente que a mi no me gustaban, que solo quería divertirme.- dijo.
-¿Y que tiene es que ver con Deryck y yo?- pregunté enfadada.
-Porque ahora te miro a ti y me doy cuenta de que eres peor de lo que yo he sido en toda mi vida.- respondió con naturalidad.
-¿Estás diciendo que soy una guarra que lo intenta con todos los tíos?
-Realmente tu no quieres a Deryck,- dijo ignorando mi pregunta.- solo quieres que todo el mundo sepa que es tuyo, o que lo fue una vez, te gusta saber que eres la única que puedes volverlo loco. Y respecto a Ryan él es igual que tu, no te quiere, solo estaba jugando contigo, te quiere solo porque no estás disponible, le gusta sentir que puede hacerte ir con él siempre que quieras, y tu como una tonta le hacías caso.
-¿Estás insinuando que soy una tonta y también una cabrona?
-Soy tu mejor amigo, y yo te quiero a pesar de todo, pero si.- dijo encogiéndose de hombros.
Yo me volví a quedar en silencio.
-Luego tienes a Nick, que lo ha dado todo por ti y tu le has tratado como una mierda, admítelo.- continuó.- Ya te has dado cuenta de que Ryan no te quiere, y al final te darás cuenta de que Deryck tiene una nueva vida sin ti, y cuando te des cuenta de que Nick te quería y era el chico perfecto para ti, él ya no estará esperándote.
Oh dios mío... Harry tenía razón. He dejado que Ryan jugase conmigo como quisiera, he jugado con Deryck como he querido, y no me he dado cuenta de lo que realmente tenía hasta que lo he perdido, que era Nick.
Me senté en el borde de la cama de Harry y sin querer empecé a llorar.
-Oh... No llores, sabes que no sé me da bien consolar a la gente que llora.- dijo Harry sentándose al lado mío.
Yo continué llorando, no podía evitarlo. Joder, era cierto, ¿cómo podía haber sido tan estúpida? ¿cómo podía haber dejado escapar a Nick?
-Está bien, lo siento, lo siento, no lo decía en serio, me he pasado.- dijo Harry para que dejase de llorar.
-No, no...- dije entre llanto.- Tienes razón, tienes toda la razón, la he cagado muchísimo. Gracias.
-¿Por qué?
-Por serme sincero.- dije intentando secar mis lágrimas.
Harry esbozo una sonrisa.
-De nada.,- dijo sentándose detrás de mi, rodeándome la cintura con su brazos, apoyando su cabeza en mi hombro y abrazándome por la espalda.- pero no llores...

----------------------------------------------------
¡Fin del capítulo! Siento haber tardado tanto en publicarlo, pero voy a intentar volver a publicar un capítulo a la semana, a ver si puedo ^^
¡Comentar porfi! Y gracias por leerlo :)

lunes, 14 de octubre de 2013

Capítulo 44.

A la semana siguiente Nick me había ignorado en todas las clases, no le había pillado ni una sola vez mirándome. A veces intentaba entablar una conversación banal con él, sin malos rollos, solo como dos compañeros de clase, pero no había manera.
No entendía porque por el simple hecho de que lo hubiésemos dejado no pudiésemos ser amigos.
Un día fingí haber olvidado el estuche en mi casa para que me prestara un bolígrafo en un intento desesperado de que me hiciese caso, ni si quiera me respondió, solo lanzó un bolígrafo hacia mi mesa y continuó ignorándome.
Así que finalmente me había hartado, si él me ignoraba yo le ignoraría mil veces más.
Empecé a hacer lo mismo que él, dejé de intentar hablarle, y de mirarle en clase.
Bueno, admito que cuando parecía despistado le echaba un par de miradas, pero solo para asegurarme de que él no me mirase a mi.
Nick había empezado a hablar más de lo necesario con Lizzie Blackley, una chica de la clase de al lado. No es que me molestase... es decir, no debía molestarme ya que no estábamos juntos, pero aun así me molestaba.
Empezaba a pensar que era una celosa posesiva.

Con Ryan me relación iba bien. No tan bien como me iba con Nick ni con Deryck, pero iba medianamente bien. Con Nick y Deryck tenía un montón de cosas en común, y las conversaciones salían solas, pero con Ryan no, con él... ¡me moría de aburrimiento! y no conseguía entender porque, es decir, somos la pareja perfecta, no deberían pasarnos esas cosas.

El Jueves por la tarde había convencido a Ryan de que quedásemos en su casa. Tenia todo planeado para pasar una buena tarde con él. Había alquilado algunas películas del vídeoclub, entre ellas algunas de mis favoritas que seguramente Ryan no hubiese visto, y luego algunas de esas típicas que seguro que le gustarían a él.
Llamé al timbre y él abrió la puerta y me dedicó una sonrisa que yo le devolví.
Se había puerto su chaqueta roja y negra de los Atlanta Falcons, y le quedaba realmente bien. Me acerqué y le di un beso, olía a colonia y su pelo a champú, podía quedarme ahí eternamente.
-Pasa.- dijo cuando nos apartamos, haciéndose a un lado y cerrando la puerta detrás de mi.
-¿Qué tal el día?- le pregunté mientras me quitaba la chaqueta y la dejaba en el perchero.
-Muy bien.- respondió.- Ve al salón, voy a coger algo de beber.
Caminé hacia el salón y me senté en el sillón y esperé hasta que Ryan vino con dos vasos se cocacola.
-He traído algunas pelis.- dije ilusionada.
-Ah...- comentó él dejando los vasos sobre la mesa.
Yo me levanté y rebusqué las películas en mi bolso.
-Mira,- comencé.- A mi me apetece ver esta, Four Rooms, de Quentin Tarantino.
-Otra.- dijo él sin dejarme que le explicara de que iba.
-Está bien...¿Trainspotting?- dije sacándola de mi bolso.
Él negó con la cabeza.
-¿American History X?
-Tampoco.
-Seguro que te gustan.- dije.
-Es que tus películas siempre son un muermo.- dijo.- ¿No has traído ninguna normal? ¿Batman? ¿Piratas del caribe? ¿Transformers?
Todas comerciales, pensé.
-Esas ya las has visto ochenta veces...
Él se encogió de hombros.
-Son entretenidas.
-No estaría mal que vieras alguna de las que yo te recomiendo.
Él soltó un sonoro bostezo.
-Está bien...- dije suspirando.- ¿Avatar o Spiderman?- dije sacando las dos del bolso. Sabía que al final acabaríamos viendo una de esas.
-Spiderman, que es más corta.- contestó.

Cuando la película terminó Ryan estaba dormido.
Joder, si lo sé pongo una de las que yo quería ver y así no tenía que tragarme por millonésima vez Spiderman... Al final la acabaría detestando, y eso que no me disgustaba.
-Despierta...- dije moviendo su hombro.
-¿Ya ha terminado?- preguntó con la voz ronca.
-Si.
-Bien, ¿qué hora es?
-Las nueve y media.- contesté echando un vistazo al reloj.
-Genial, en un rato vienen John y los demás.- dijo levantándose del sofá.
-¿Qué? Creí que estaríamos solos.
-Y lo hemos estado, dos horas solos.- contestó recogiendo los vasos de la mesa.
-Si, dos horas en las cuales te has dormido.- dije molesta.
-No haberme puesto una película.
-¡Pero si al final hemos visto la que tu has dicho!
Ryan caminó hacia la cocina ignorándome.
-Le he dicho a John y Andy que traigan a sus novias, así no te aburres.
Como si con sus novias no me aburriese.
-Que considerado.- contesté irónica.
Él puso los ojos en blanco.
-Joder... ¿Ya te has enfadado?- dijo suspirando.
-¡Pues si!
-No hay quien te tenga contenta. Ya he estado contigo viendo tus malditas películas, incluso el otro día fingí que me interesaba lo que me estabas contando por teléfono.- dijo.
-¡Yo siempre me intereso por tus cosas, y voy a verte a todos tus partidos!- dije cada vez más enfadada.- ¡Y soporto ver como todas esas animadoras tontean contigo!
-¿Y qué quieres que yo haga?
-Que me hagas más caso a mi y menos a ellas.
-Joder, Alison, ya deberías saber que si eres mi novia te tienes que aguantar, no pienso cambiar por ti. Así que acostúmbrate.
Me quedé en silencio pensando. A lo mejor él tenía razón, no podía cambiarle...
Entonces sonó el timbre y Ryan fue a abrir la puerta sin más.

Se me había pasado el enfado, pero no por eso iba a fingir que me caían bien las novias de los amigos de Ryan.
-¿Y donde te compraste esa camiseta?- me dijo Abbie al rato.
-Emmm... No estoy segura, en un puesto de la playa me parece.- dije.
-Ya decía yo que parecía de mala calidad.- contestó.
Lo que yo decía... Eran inaguantables.
Ryan y sus amigos hablaban riendo y comentaba los últimos partidos de fútbol, siempre hablaban de lo mismo.
Me levanté para ir a la cocina a por hielo cuando vi que no quedaba, así tenía una excusa para no soportar a Abbie y Joannah.
Abrí el congelador y empecé a buscar el hielo.
-¿Cómo te va con Alison?- escuché preguntar a Joannah.
Los encontré y cogí mi vaso que había dejado junto al grifo.
-Normal.- contestó Ryan.
Puse un hielo en mi vaso.
-¿Ya no es tan estrecha como antes?- preguntó Andy y los demás se rieron.
Dos hielos.
-No, ya no, pero sigue siendo una pesada.- contestó Ryan.
Me quedé parada.
-¿Y porqué no la dejas?- preguntó Abbie esta vez.- Bianca estaría muy interesada en empezar contigo, ya lo sabes.
-Es verdad, tío ¿por qué no la dejas?- dijo John.
-Alison está mucho más buena que Bianca, no me lo podéis discutir. La dejaré en cuanto me trabaje un poco más a Krista.- dijo Ryan.
Esperé un minuto, y dejaron de hablar de mi. Volví a salón como si no hubiese escuchado nada.

Ya era tarde. Había estado todo el tiempo pensando en lo que había dicho Ryan. "Sigue siendo una pesada", "La dejaré en cuanto me trabaje un poco más a Krista".
No quería hacer el papel delante de todos, y ser la comidilla del instituto durante toda la semana, por eso había fingido no haberlo escuchado, para no quedar todavía más en ridículo.
John, Abbie, Andy y Joannah se fueron al fin, y me quedé a solas con Ryan.
-¿Quiéres que te lleve a casa? ¿O te quedas a dormir?- preguntó mientras recogía el salón.
-No, puedo volver a casa sola.
-¿Seguro?- dijo pasando un mechón de mi pelo por detrás de mi oreja y acariciándome la mejilla.
-Claro.- contesté.
Él me dio un beso, un beso sin prisa, un beso suave. A veces Ryan podía ser adorable. Pero yo me aparté y él me miró extrañado.
-Se acabó Ryan.- dije.
-¿Qué?- dijo sin comprender.
-Que se acabó. No me gustas, nunca me has gustado, sigues siendo el mismo pesado que eras antes, solo salgo contigo porque estás bueno, pensaba dejarte en cuanto me trabajase un poco más a... Deryck para volver con él.- improvisé, diciendo lo que él había dicho de mi.
Él esbozó una media sonrisa.
-Nos has escuchado ¿no?
-Mejor dicho, sigues siendo el mismo cabrón que eras antes.- continué ignorándolo.- Tu tienes la culpa de todo... Por tu culpa Nick me odia.
-No me eches la culpa de tus errores... Yo no te he obligado a nada.
Cogí mi bolso y mi chaqueta, no tenía ganas de discutir.
Además, él tenía razón, había sido mi culpa, por haberme creído sus mentiras, pero ya no volvería a tropezar con la misma piedra.
Abrí la puerta de casa de Ryan para irme y no volver jamás.
Harry tenía razón cuando dijo que ese gilipollas volvería a hacerme daño.