lunes, 15 de julio de 2013

Capítulo 35.

Entré de nuevo en mi cuarto con Leslie detrás.
-¿Estás bien?- pregunté cuando cerramos la puerta.
-Si...- murmuró.- La verdad es que me imaginaba que esto podía pasar, no importa.
Leslie se sentó de nuevo en mi cama, yo sabía que no estaba bien, pero decidí no darle importancia al tema hasta más adelante, porque ahora teníamos otras cosas de las cuales preocuparnos.

A la mañana siguiente Leslie parecía más feliz, y propuse acompañarla a su casa antes de ir al instituto para que hablase con su madre y que Leslie faltara al instituto, ya que a pesar de que estaba con más animo que ayer, tampoco se encontraba lo suficientemente bien para ir a clase.
El timbre sonó cuando ya estábamos listas para salir. Había prestado a Leslie una camiseta que ella misma me regaló cuando fuimos a un concierto de Mayday Parade, y se llevó en una bolsa la ropa que traía puesta.
Me apresuré a abrir la puerta pensando en que probablemente sería Harry, ya que no le había avisado de que iría más tarde a clase.
Y cuando abrí la puerta efectivamente Harry esperaba en el umbral.
-Otra vez llegas tarde...- murmuró bostezando.- Solía ser al revés, tu me recogías a mi porque yo me dormía.
-Si, es que...- comencé a decir.
-Es ese Nick, que es muy mala influencia.- dijo seriamente.
-¿Qué?- dije olvidando lo que iba a decir.
Harry esbozó una sonrisa.
-Es broma, Nick me cae bien ¿que te pareció la sorpresa de San Valentín? Yo le ayud...
En ese momento Leslie bajó las escaleras y apareció detrás mía.
-¿¡Leslie!?- dijo mirándola con la boca desencajada.- ¿Qué hace aquí?- dijo mirándome esta vez a mi y hablando en un tono más bajo como si ella no pudiese oírle.

Caminamos los tres juntos, como en los viejos tiempos mientras Leslie y yo poníamos a Harry al día de todo lo que había pasado. Incluso compramos una bolsa enorme de chuchería y no la íbamos pasando conforme andábamos tal y como hacíamos antes.
-No me creo que hayas vuelto.- dijo Harry mientras abrazaba por la espalda a Leslie y después le alborotaba el pelo.- Pensé que te habíamos perdido...- dijo fingiendo lágrimas.
-Yo también te he echado de menos sexy Mccain.- dijo Leslie sonriendo.
Harry se puso en el medio de Leslie y yo y entrelazó los brazos de ambas con los suyos.
-¿Entonces volvemos a ser una pareja de tres?- dijo sonriendo.- Ah no... Lo olvidaba, ahora Ali está con Nick... Maldito Carter.
Yo di un empujón a Nick y los tres reímos.

Al cabo de unos minutos llegamos a casa de Leslie. Ella dijo que fuéramos a clase, que ella hablaría con su madre a solas y nos llamaría esa misma tarde para contarnos que había pasado.
Nos despedimos de ella con un largo abrazo y Harry y yo fuimos camino al instituto.
-Por cierto, ¿cómo fueron las clases particulares con Alice?
-Geniales, la mejor experiencia de mi vida.- dijo él.
-¿En serio?- dije sonriendo.
-¡Pues claro que no! Fueron un coñazo...
-Pues no entiendo porque... Alice es encantadora, seguro que te ayuda mucho.

Había pasado varias horas, el día había surgido con normalidad, no había tenido mucho tiempo de estar con Nick ya que hicieron desdobles en las clases para ayudar con los exámenes y no habíamos coincidido en ninguna clase.
A última hora me dirigí a la sala de castigados como siempre.
-¿Te ibas sin mi?- dijo Nick que me había alcanzado por detrás.
-Pues si,- dije.- me voy a la sala de castigados y normalmente lo hago sin ti...- dije.
-Si, es cierto. He estado pensando en ello.- dijo mientras me cogía la mano.
-¿Y a que conclusión has llegado? ¿Qué los castigos son una mierda?
-Si, y que Ryan también lo es.- dijo.
-Bueno, ya sé que no os lleváis muy bien... ¿A donde quieres llegar?- dije mirándole mientras seguíamos andando con calma hacia la sala de castigados.
-No quiero que vayas al castigo.- sentenció.
-No me queda otra...
-¿Por qué no hablas con algún profesor? Llevas todo el jodido año castigada, yo creo que ya es hora de que te quiten el castigo. Además, no me hace ni puta gracia que te quedes a solas con Collins.
-¿Por qué?
-¿Estás de coña? Ese tío va detrás de ti, por no hablar de que te trae regalitos por San Valentín y de que te castigaron porque os estabais liando en la sala de profesores.- dijo Nick intentando parecer calmado.
-Para empezar, Ryan y yo no nos liamos en la sala de profesores, estábamos robando exámenes porque él me obligó, y lo segundo ¿qué pasa? ¿es que no confías en mi?
-En ti si, en quien no confío es en él.- dijo más tranquilo.
-Pues te va a tocar hacerlo porque yo tengo que ir al castigo...
Nick suspiró y continuó andando a mi lado cuando un chico de primer curso llamado Sebastien, que vivía dos casas junto a la mía, pasó por su lado y cayó al suelo. Me quede mirando a Nick sin comprender, Nick le había hecho la zancadilla, o al menos eso había parecido desde mi perspectiva. Entonces Nick se agachó para ayudarle a recoger todas las cosas que se le habían caído, entonces comprendí que el chico se había tropezado él solo. Hasta que Nick cogió la botella de cocacola que se le había caído a Sebastien, la abrió como si nada, y se la echó a Sebastien por encima, y después soltó una carcajada, mientras un grupo de alumnos se juntaban a su alrededor y algunos reían y otros tenían la misma expresión que yo.
-¿Te has vuelto loco?- le dije a Nick molesta mientras me agachaba para ayudar a Sebastien.
Nick ya no se reía si no que miraba a una profesora que se acercaba rápidamente.
-Nick Carter, ¿se puede saber que ha sido esto?- dijo la profesora mientras ayudaba a Sebastien como yo.
-No sé...- dijo Nick esbozando una sonrisa socarrona.- Me pareció divertido.
-¿Que le pareció divertido? Pues a ver que divertido le parece quedarse castigado toda la semana.- dijo mientras señalaba la sala de castigados.
-Pues perfecto...- dijo Nick en voz baja.
La profesora empezó a echar a todo el mundo que miraba al rededor y después se marchó a avisar a los profesores de guardia que Nick también estaría castigado.
Nick tendió una mano a Sebastien ayudándolo a levantarse, y este se la tendió con desconfianza.
-Ey...- dijo Nick al chico.- Lo siento de verdad.- busco en su bolsillo y saco un billete de diez dolares.- Toma, para que te compres otra cocacola, y lo que te de la gana.- dijo.
-Gracias...- murmuró Sebastien sin entender muy bien y se marchó deprisa.
Nick se giró para mirarme sonriendo.
-Listo, ya no os quedáis solos.

Entramos en la sala de castigados discutiendo.
-Eres realmente idiota, pobre chico ¡¿Te imaginas la vergüenza que habrá pasado?!- dije molesta.
-¡Ya le he pedido perdón, y le he pagado una cocacola y todo! Además lo he hecho por ti...
-¿Por mi? No, lo has hecho por ti, porque eres un maldito celoso.
-¿Es que tu no estarías celosa?- dijo el molesto también.
-Pues no, para empezar porque Ryan y yo solo somos amigos... Bueno, ni si quiera somos amigos, ¡nos llevamos mal casi todo el tiempo!- dije.
-¿Y como piensas que empezó lo nuestro, listilla? Yo no te soportaba y mira al final. ¿Como se que no va a pasar lo mismo con el Ryan este?
Me quedé un segundo callada, tenía razón...
-Pues porque con él ya pasó, y lo dejamos, y ahora estoy contigo, y te quiero a ti, y punto. Deja de darle vueltas.- dije suspirando.
-¿Que has dicho?- dijo sonriendo de repente.
-Que dejes de darle vueltas.- dije sentándome en una mesa con los brazos cruzados.
-Antes de eso.
-Que... que te quiero.- dije.
-Dilo otra vez.- dijo con una sonrisa socarrona.
-Que idiota eres.- dije sonriendo ahora también.
-Solo quería confirmarlo.- dijo acercándose a mi.- Yo también te quiero.
Y me empezó a besar. Yo, que estaba aun sentada sobre la mesa entrelacé mis piernas a su cintura, y él me cogió en brazos y nos apoyamos en la pared.
-Por favor, iros a un hotel...- dijo Ryan que acababa de entrar tirando su mochila al suelo y sentándose.
Nick me dejó en él suelo y suspiró.
-Siempre jodiendo, eh...- dijo mirando a Ryan.
-Si, bueno, me alegra que te joda... Ya te puedes ir.
-Lo cierto es que me quedo.- dijo Nick sonriendo y sentándose también.
Ryan cambió su cara.
-¿Te han castigado?- dijo molesto.
-Si, ¿te jode?
-Pues un poco, no es que me apetezca soportarte.
-Me alegro entonces.- dijo Nick de nuevo sonriendo.
Yo suspiré, deseando que se callaran. Tampoco a mi me apetecía tener que soportar a los dos discutiendo.
-Y bien ¿qué tenemos que hacer?- dije.
-Me han dicho que tenemos que quitar todos los carteles y mierdas varias de San Valentín que hay colgados por todo el instituto.- respondió Ryan.
-Genial.- dijo Nick levantándose.- Tu quitarás los del piso de arriba, y Alison y yo los del piso de abajo
-No me apetece ¿porque me tiene que tocar a mi un piso entero?- dijo Ryan levantándose perezosamente.
-Eres un tío duro, sé que podrás, confío en ti.- dijo Nick dándole una palmadita en el hombro y después cogiéndome la mano y saliendo de clase.
Ryan nos siguió con normalidad.
-Las escaleras están por ahí.- dijo Nick señalándolas al ver que Ryan no las subía.
-Creo que prefiero pasar rato contigo Carter, eres muy graciosillo, no lo pasaremos bien.
Nick suspiró y dejó de insistir ignorándolo.

Estuvimos quitando carteles por veinte minutos, pero cuando parecía que no había más encontrábamos otra fila entera. Y para colmo Nick y Ryan no paraban de lanzarse pullas el uno al otro.
-Mira Collins, ¿verdad que se parece a ti?- dijo Nick enseñándole una un papel publicitario en el que aparecía un hombre gordo equipado para jugar a beisbol que había cogido del suelo.
-¿Y en que coño se parece?- dijo Ryan.
-En todo, incluso juega a beisbol, como tu.
-Que gilipollas eres... Yo no juego a beisbol.
-¿En serio?- dijo Nick tirando el papel a la basura.-¿No eras el super capitán del equipo al que todos adoran?
Ryan sonrió.
-Es cierto que soy capitán, y que todos me adoran, pero no es beisbol, es fútbol americano. Se ve que eres tan idiota como pareces.
-Todos esos deportes son iguales...- dijo Nick excusándose.- Además, esas chaquetas que tanto te pones son de beisbol, gilip...
-Cállate.- dijo Ryan.
-No me da la gana.- dijo Nick.
-Que te calles un segundo, imbécil.- respondió Ryan.
Nick se calló y ambos fueron automáticamente hacia la puerta de la sala de profesores y apoyaron sus cabezas en ellas escuchando.
-¿Que coño hacéis?- dije hablando por primera vez desde todo ese rato, en el que había decidido no intervenir.
-Shhhhh.- dijeron los dos a la vez.
Yo suspiré y me quedé en silencio.
Entonces la puerta de la sala se abrió y ellos se despegaron de la puerta corriendo.
-¿Y que te parece si la próxima vez pegamos un cartel aquí?- dijo Ryan disimulando mientras una profesora salía.
-Si, si, genial, es un sitio muy visible.- contestó Nick fingiendo estar muy interesado en la puerta.
La profesora giró la esquina y ambos dejaron de disimular.
-¿Lo has oído?- dijo Nick sonriendo.
-Si, de hecho no lo habríamos escuchado si no fuera por mi.- dijo Ryan con una sonrisa sobrada.
-¿Qué habéis escuchado?- dije ahora con curiosidad.
-Sabemos donde están lo exámenes finales.- dijo Nick sonriendo.
-¿Y que?- dije esperando lo peor.
-Pues que los vamos a robar.- dijo Ryan.
-¡No! La última vez que hicimos eso nos pillaron y ahora estoy castigada, estudiáis y punto.
-Venga Ali... Estudiaremos, pero solo lo que entra. ¡No quiero estudiarme todo el libro de historia!- dijo Nick. Yo suspiré.
-De todos modos vais a hacer lo que os de la gana... Pero no os pienso ayudar.- dije y ellos sonrieron.

Unos minutos después yo me encontraba apoyada en las taquillas mientras Nick y Ryan se intentaban poner de acuerdo en como conseguir la llave de no sé que clase, y finalmente pusieron en práctica su plan.
Nick llamo a la puerta de la sala de profesores y segundos después abrió el profesor de guardia que sujetaba un café.
-Profesor, la puerta de la sala de castigados se ha atascado, y necesito coger mi mochila.
El profesor suspirando se dirigió hacia la sala de castigados con Nick mientras murmuraba algo como "Claro, eso es porque sois unos delincuentes y no paráis de dar portazos".
Ryan que estaba detrás de unas taquillas para que el profesor no le viera, justo antes de que se cerrara la puerta metió el pie haciendo que no se cerrara, y entró con tranquilidad en la sala a buscar la llave.
Segundos después salió con ella en la mano.
-La tengo.- dijo conforme y cerrando la puerta después.
-Os van a pillar, nunca aprendes...- dije.
-Si tengo suerte pillarán solo a tu novio y tal vez incluso le expulsen.- dijo sonriendo.
-Pues te delataría, y os expulsarían a los dos. Una mancha en tu expediente, seguro que a tu padre no le gustaría.- dije.
El padre de Ryan era muy estricto, pero él era perfecto en todo casi todo el tiempo, así que siempre le tenía contento.
Nos quedamos unos segundos en silencio.
-Oye... Gracias por el regalo de San Valentín, y eso, fue todo un detalle.
-Ya... Una lástima que nos interrumpieran.- comentó, pero sin parecer triste ni nada.
Nick y el profesor llegaban desde el final del pasillo.
-No sé que habrá pasado, cuando yo intenté abrir no se podía.- decía Nick.
-Pues la próxima vez inténtalo más y no interrumpas.- dijo el profesor y se metió en la sala de profesores.
Nick sonrió y Ryan también.
-¿La tienes?
-Por supuesto.- dijo mostrándosela.

Llegamos a la sala donde estaban los exámenes. Ryan introdujo la llave en la cerradura, abrió la puerta y se metió dentro. Era un pequeño almacén de archivos, no más grande que un cuarto de escobas, con dos archivadores pegados a la pared y una estantería a un lado, había hueco para dos personas como mucho.
Nick entró también.
-Alison, entra.- me dijo.
-No...
-Venga entra, si te ven ahí fuera sola sospecharán.- dijo y tiró de mi mano para que entrase.
Entonces cerró la puerta.
Ryan que estaba mirando en un archivador se giró de golpe.
-¿Has cerrado la puerta?- dijo.
-Es evidente que si.- dijo Nick.
-Dios mío daros prisa, esto da claustrofobia.- dije yo.
-La llave está fuera, imbécil.- dijo Ryan empujando a Nick y acercándose a la puerta.- Más te vale que se abra por dentro.
Ryan movió el picaporte, pero la puerta no se abría.
-Estamos jodidos por tu culpa, Carter.
-¡No soy yo el imbécil que ha dejado la llave fuera!
-¡Tampoco soy yo el gilipollas que cerró la puerta!
-Dios, callaros. Está claro que los dos sois idiotas. Ahora si dejáis de discutir y pensamos una forma de salir se agradecería.- dije yo.
-Está bien...- dijo Nick intentando mantener la calma.- Solo hay que llamar a alguien y que nos abra desde fuera, no es muy difícil.
-Viene alguien.- dijo Ryan y los tres nos quedamos en silencio.
El carrito del conserje, que estaba fregando los pasillos se oía tras la puerta. Se paro justo en frente. Sonó la cerradura, y la llave.
-Ya se han dejado la llave puesta...- murmuró el conserje para si mismo y siguió su camino.
Aguantamos unos segundos más en silencio.
-¡Ahora si que estamos jodidos!- estalló Ryan.
-¿Qué hacemos? ¡No nos pueden descubrir aquí! ¡No puedo estar más castigada!- dije alterada.
-¡Yo tampoco!- contestó Ryan.
-Es vuestra culpa, os lo advertí y ni caso.- dije cada vez más agobiada por el poco espacio.
-¿Y tu que coño haces?- dijo Ryan a Nick.- ¿Quieres ayudar a pensar?
-Estoy buscando el maldito examen. Ya que hemos venido que al menos sirva para algo.- Nick rebuscó un poco y en seguida los sacó.- Aquí están, una copia de cada asignatura. Esto es oro, lo podría vender y forrarme.- dijo sonriendo.
-¡Como puedes pensar en eso ahora!- dije.
Nos quedamos unos segundos todos en silencio.
-¿Por qué no llamas a Mccain?- dijo Ryan.- Él robó los exámenes el año pasado y no le pillaron... Seguro que puede conseguir la llave y sacarnos de aquí.
-Tiene clases particulares ahora.- respondí.
-Fracasado.- dijo Ryan y le di una patada. -Tranquila...
De nuevo nos quedamos en silencio.
-Si nos llevásemos los suficientemente bien con un profesor como para que nos sacara de aquí sin castigarnos.- dije.
-No existe un profesor así.- dijo Nick.
-Deryck.- dijo Ryan sonriendo.
-No.- dije simplemente pensando en nuestra última conversación y en lo incómodo que sería llamarle.
-¡Ni de coña!- dijo Nick.
-¿Que? ¿Por que no? ¡No tenemos otra opción!- continuó Ryan.
-Ya tengo que soportarte a ti, como para soportarle también a él.- dijo Nick.
-No te gusta la competencia porque no te ves capaz, eh. Es cierto, Alison no durará mucho contigo, tiene mejor gusto que eso.- dijo Ryan sonriendo.
-No hables de mi como si no estuviera, y menos para decir gilipolleces.- dije.- Le voy a llamar.
-¿No dijiste que no?- dijo Nick.
-¡No tenemos otra opción!- concluí sacando mi móvil.
No quería llamarle, pero no me quedaba otra si quería salir. Si alguien podía sacarnos de allí ese era Deryck.
-¿Si?- su voz sonaba ronca. Hacía mucho que no hablaba con él por teléfono.
-Deryck... Soy Alison ¿estás ocupado?- dije.
-Depende.- dijo aclarándose la voz. O había estado fumado mucho últimamente, o estaba resfriado o se acababa de despertar.
-Verás, es que nos hemos quedado encerrados en la sala donde guardan los exámenes accidentalmente, y me preguntaba si podrías conseguir la llave y sacarnos de aquí... Por favor.
-Ya... Accidentalmente.- dijo suspirando.- Estaré allí en un rato.
-Gracias gracias gracias.- dije sonriendo y colgamos el teléfono.
-Solucionado.- dijo Ryan.
Nick se quedó cruzado de brazos apoyado en el archivador del fondo.

Diez eternos minutos más tarde escuchamos la cerradura y finalmente Deryck nos abrió la puerta.
-Voy a omitir eso de preguntaros como coño habéis acabado aquí, pero esta es la última vez que os ayudo en una cosa como esta.- dijo frotándose la frente.
-¡Libertad!- dijo Ryan estirándose.
-Muchas gracias Deryck, en serio. Te debo mil...- comencé a decir pero en seguida me arrepentí. Eso fue lo que dije la última vez que hablamos.
-Si, si, mil favores.- dijo Nick saliendo el último de la sala.- ¿Nos podemos ir ya?
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¡Por fin tengo el capítulo! Por si no habéis leído la última entrada que escribí (que acabo de borrar) ahí os contaba el motivo por el que no había escrito capítulo estas semanas, y es que mis padre se han empeñado en llevarme al pueblo toda la semana y allí no tengo Internet.
Luego os contaba más cosas, pero ahora ya no tiene sentido que os las cuente ya que por fin he escrito el capítulo.
Es un poco más largo para compensar, y nada, espero que os guste.
Intentaré escribir capítulo la semana que viene si no me llevan de nuevo a mi pueblo.
Y nada más que decir, muchos besos y comentar plis!