viernes, 7 de junio de 2013

Capítulo 33.

Me desperté a la mañana siguiente y miré el reloj, ya era casi la hora de comer. Me giré y vi a Nick durmiendo a mi lado.
-Despierta.- dije dándole un beso.
Este abrió los ojos despacio y después sonrió. Se estiró y se quedo sentado en la cama.
-¿Qué hora es?- preguntó.
-Un poco más de la una.- respondí.
-¿Tan tarde?
-Si...
-Me debería de ir...- dijo suspirando.
-¡No! Quédate un poco más.- dije abrazándole por la espalda y dándole besos en el cuello. Él sonrió.
-Pero solo un poco...- y se giró para empezarme a besar.
Estábamos de nuevo tumbados en la cama besándonos sin tregua, él estaba encima mía y ambos en ropa interior ya que habíamos dormido así, hasta que oíamos que la puerta de mi casa se abría y mi perro, Scofield empezaba a ladrar.
Ambos nos separamos y nos quedamos expectantes.
-¿No se supone que tus padres no vendrían hasta mañana?- preguntó Nick.
-Se supone... Tal vez hayan cambiado sus planes.- dije y me levanté en seguida.- Métete en el armario.
Le empujé, abrí la puerta hasta que él se metió y la cerré de golpe.
¿Qué hacían aquí mis padres? ¿Por qué no me avisaron de que llegarían antes?
Corrí por mi cuarto metiendo debajo de la cama las prendas de ropa de Nick que había tiradas por el suelo, y después me apresuré a vestirme. Cogí mi pantalón del pijama y me lo puse deprisa, pero mis padres ya estaban subiendo por la escalera y la puerta se abrió entonces.
-¡Oh, eras tu!- dije al ver entrar a Mike, mi hermano, por la puerta.
-¿No te alegras de verme? ¡No te veo desde navidad!- dijo y se acercó a abrazarme.
-Si, si, me alegro mucho...- dije algo más tranquila de que no fueran mis padres.
Pensé en decirle a Nick que saliera, porque me daba igual que Mike supiera que había pasado la noche con él, pero decidí no hacerlo, para ahorrar el momento incómodo a todos.
-¿Te acabas de despertar?- dijo al ver mi cama desecha.
-Si... Y ahora me iba a duchar, por eso estoy en sujetador.- dije.
-Ya... ¿Por qué será que no me lo creo?- dijo alzando una ceja, yo le miré extrañada.
-¿Y por qué no te lo crees?- dije ofendida.
-No por nada.- Mike empezó a andar hacia mi cama y tiró de la manga de la camiseta de Nick que se veía por debajo de la cama.- ¿Ahora usas ropa de tío?- dijo riéndose.
-Ja-ja que gracioso... Pues si. Es cómoda, y deja de ser tan mal pensado.
Mike se empezó a pasear por mi cuarto.
-¿Dónde está escondido? ¿No me lo vas a presentar?- dijo mirando detrás de la puerta.
-Que pesado eres, que no hay nadie. Y vete, me quiero duchar.
Mike me ignoró y abrió la puerta del baño de mi cuarto y después la cerró al ver que no había nadie.
-Pobre chico, con todos los sitios donde le podías esconder y le has tenido que meter en el armario, que está lleno de tu ropa desordenada y además da lugar a chistes fáciles.- dijo Mike y entonces suspiré al saber que definitivamente nos iba a descubrir.
Mike abrió la puerta de mi armario y allí estaba Nick.
-Encantado,- dijo Mike estrechándole la mano.- Soy el hermano mayor de Alison.
-Igualmente.- dijo Nick algo avergonzado y saliendo de su escondite.- Soy su novio.
-Ahora como hermano mayor tuyo que soy tengo que regañarte.- dijo Mike mirándome.- Pero no lo haré. Solo quiero que sepas que estoy muy desilusionado, yo que tenía pensado pasar una tarde de hermanos y ver contigo alguna serie como Sobrenatural, Prison Break, o Zack y Cody... Pero te encuentro aquí con un chico. Estoy muy decepcionado. Pero no te preocupes por mi, invitaré a algún amigo, vosotros seguir a lo vuestro.
En ese momento un chico de la edad de Mike más o menos entró en la habitación.
-Dice Luck que si no vamos a usar la piscina que podríamos vaciarla y meter unos skates, yo le he dicho que no, pero no me hace caso, además no importa que haga frío, una fiesta no es una fiesta sin piscina ¿no?
-¿Con que una tarde de hermanos no?- dije buscando mi camiseta y Nick hizo lo mismo.
Mike se rió y en cuestión de segundos otros cinco chicos irrumpieron en mi cuarto.
-Eh, Mike, ¿dónde dejamos la bebida?
-Joder, como está esta.- dijo uno mirándome.- ¿No me la presentas?
-Asthon, es mi hermana, así que cuidadito. Y tu ponte la camiseta de una vez.
Nick entonces la encontró y me la dio.
-Entonces, ¿ibas a hacer una fiesta y no pensabas avisarme de que ibas a traer a tu ejercito de amigos?- dije molesta.
-Bueno, estamos en paz. Tu no dijiste que traerías a tu novio.
-Es que yo no tengo que avisarte de nada, se supone que estás viviendo en la universidad ¿por qué tienes que hacer la fiesta aquí?
-Tenemos piscina. Y papa y mama no estaban, así que tenía que aprovechar.
Llegaron dos chicos más, uno de ellos era Deryck.
-La gente empezará a venir a la once.- dijo Deryck.
Nick me miró al reconocerle y yo suspiré. Después Deryck me miró y sonrió.
-Ey, Alison, ¿te quedarás a la fiesta?- después se fijó en que Nick estaba a mi lado poniéndose la camiseta y le cambió la cara pero no dijo nada.
-No creo. ¿Os podéis largar de mi habitación?- dije molesta.
-Si, si...- dijo Mike empujando al resto para que salieran y el se quedó el último.- No te enfades, Ali.- dijo y me revolvió el pelo.
-Pero la próxima vez avisa...
-Hecho.- sonrió y me dio un beso en la cabeza y después se unió al resto de sus amigos y cerró la puerta de mi cuarto dejándome sola con Nick finalmente.
-Siento esto...-dije.
-No importa, tu hermano es simpático.- dijo y sonrió.
-¿Te quedas a comer?- pregunté.
-No... Te dije que me tenía que ir. Pero nos vemos el Lunes.- dijo y me besó.
-Está bien.- dije suspirando.- Te quiero.
-Y yo a ti.- dijo con una sonrisa.

La tarde fue un aburrimiento. Tenía toda la semana plagada de exámenes, así que tenía que estudiar bastante y no salí de mi cuarto nada más que para comer. De vez en cuando oía a mi hermano con sus amigos armando jaleo, que se fue aumentando según pasaban las horas, y por la noche aun más cuando llegaron los invitados y pusieron la música.
Suspiré y cerré mi libro de historia, no podía estudiar. Una canción de Skrillex sonaba a todo volumen desde el piso de abajo y la gente no paraba de gritar.
Me asomé a la ventana y pude ver a un montón de chicas y chicos en la piscina ¿cómo podían estar en la piscina? Yo me estaba muriendo de frío a pesar de que llevaba mi amado pijama de los teletubbies.
Decidí tomarme un descanso y bajar a cenar algo. Me acerqué a mi armario para cambiarme de ropa, pero después lo pensé mejor ¿por qué tenía que cambiarme de ropa? Estaba en mi casa, y si quería bajar a la cocina en pijama lo haría.
Abrí la puerta y en seguida vi a un montón de gente que estaba por el pasillo de mi casa, pero nadie me prestaba atención. Cerré la puerta de mi cuarto para asegurarme de que nadie entraba y después bajé las escaleras.
La fiesta era un descontrol ¿en qué estaba pensando Mike? ¿Es qué se creía que estaba en Resacón en las Vegas o Project X?
Pero a mi me daba igual, él sabría lo que hacía, si algo malo pasaba no pensaba cubrirle.
Fui hacia la cocina que estaba llena de gente bebiendo y bailando y me acerqué a la nevera y cuando la abrí descubrí que estaba completamente vacía, solo quedaba una botella de leche y un bote abierto de mostaza, la gente había arrasado con la nevera y no quedaba nada.
Suspiré y cogí una bolsa de doritos que había sobre la mesa, estaba a la mitad, pero algo tendría que cenar.
Subí las escaleras esquivando a la gente que bailaba y vi a un chico bastante borracho con las zapatillas llenas de barro subiéndose al sillón.
-Si quieres hacer el ridículo bailando sobre el sillón al menos quítate las zapatillas y no ensucies, imbécil.- dije realmente molesta.
Este se bajó, pero no se quitó las zapatillas, ni se volvió a subir al sillón, así que supuse que había decidido no hacer el ridículo.
Después subí de nuevo las escaleras hacia mi cuarto y me encerré a estudiar.
Me senté en la cama y volví a abrir el libro de historia mientras me metía un dorito en la boca.
Entonces recordé que tenía que hacer un trabajo muy largo para el Lunes, y no le había empezado. Cogí mis apuntes y me empecé a agobiar, no me daría tiempo ni de broma a hacerlo en un día y poco, pero mi nota final dependía de ello, así que intenté concentrarme al máximo y empecé a hacerlo.

Solo habían pasado diez minutos cuando alguien abrió la puerta de mi cuarto y entró sin avisar.
-¡No se puede entrar, la fiesta es solo fuera!- dije molesta.- Ah... Eres tu, vete igualmente.- continué al ver que era Deryck.
-Te he traído algo de cenar.- dijo Deryck cerrando la puerta.
Vi que llevaba una caja con pizza en la mano, y yo me moría de hambre, así que tras meditar medio segundo dije:
-Está bien, puedes quedarte.- me levanté y cogí la caja.- Te adoro, me moría de hambre.- dije mientras mordía una porción de pizza.
-Si, lo sé, te vi abajo buscando en la nevera. Por cierto, me encanta tu pijama.
Yo sonreí, aun recordaba como el verano pasado Deryck se había reído de mi pijama de los teletubbies.
-Que gracioso eres.- dije irónicamente.
-Es parte de mi encanto.- dijo él.
-¿Encanto? Tu no tienes de eso, excepto cuando traes pizza, ahí tienes un poco.- dije aunque sabía que era mentira, Deryck tenía razón, sus tonterías y su costumbre con picarme formaban parte de su encanto, pero no pensaba decírselo.
-Ambos sabemos que eso es mentira.- dijo con una sonrisa, como si pudiese leerme la mente.- ¿Qué hacías?
-Un trabajo que tengo que terminar para el Lunes...
-¿Y como vas?
-Mal, no llevo ni una página.
-¿Quieres que te ayude?- preguntó.
-No, me vale con la pizza, pero gracias. Puedes ir a la fiesta, te doy permiso.
-Gracias por el permiso, pero voy a pasar. Hay una tía muy pesada fuera que no me deja en paz, además disfruto de tu compañía más que de la fiesta.
Yo me quedé mirándole mientras cogía otra porción de pizza, analizando su palabras. Él mientras empezó a ojear mis apuntes.

Habían pasado tres horas, la fiesta no había terminado pero yo ya tenía casi terminado mi trabajo.
Estaba sentada en el suelo, con mi ordenador portátil sobre las rodillas escribiendo todo lo que me dictaba Deryck, que estaba sentado en mi silla girando ligeramente, mirando mis apuntes, libros y otras anotaciones que habíamos hecho, seleccionando frases del resumen.
-Y ya.- dijo Deryck.
-¿Ya? ¿En serio?- dije levantándome y mirando los apuntes que tenía en la mano.
-Si, hemos escrito sobre todos los puntos... Eso merece por lo menos un nueve.- dijo a la vez que se levantaba de la silla y se estiraba.
Yo sonreí conforme, parecía mentira que lo hubiese terminado en una noche.
-Muchas gracias Deryck, en serio.- dije y le di un abrazo.- Te debo mil favores.
-Me conformo con uno.
-¿Cuál?
-Deja de sonreír.- dijo.
-¿Por qué?
-Por que me enamoras.

----------------------------------------------------------------
¿Que os ha parecido? ¡Dejarme un comentario, plis! En cuanto dejéis un comentario empiezo el siguiente capítulo ^_^ Muchos besos y gracias por leer.