sábado, 1 de junio de 2013

Capítulo 32.

Cuando sonó el timbre que indicaba el final de la clase me acerqué a hablar con Nick. Tenía que descubrir si él me había enviado esa flor, y de no ser así tenía que descubrir quien había sido.
Nick estaba hablando con su amigo Greg, así que me quedé parada esperando a poder quedarme a solas con él, entonces nada más me acerqué Nick se despidió de Greg y se acercó a mi.
-¿Nos vamos?- dijo simplemente.
-Si, hoy no voy a ir al castigo, por un día no creo que pase nada, diré que me encontraba mal.- dije mientras caminamos hacia la salida, pensando en que haríamos algo especial por la fecha.
-Genial.- dijo Nick cogiéndome de la mano.
-¿Recibiste mi flor de Cupido?- pregunté mirando las cuatro flores que tenía en la mano.
-Si.- dijo cortante y cuando pasamos junto a una papelera tiró las cuatro flores.
-¿¡Por qué has hecho eso!?
-No te alteres, llevo la tuya en la mochila.
No entendía porque hacía eso, todas esas flores se las habría enviado chicas con ilusión, y él simplemente las había tirado a la basura. Luego pensé en mi flor, que tal vez estaría mejor en la basura, que entre todos esos libros aplastada. Decidí dejar el tema aparte.
-¿Me has mandado tu esta?- dije mostrándole la flor que venía sin nombre.
-No te he mandado ninguna.- dijo algo borde.
-¿Por qué?
-¡Pues porque es una chorrada eso de las flores!
-¡Lo será para ti!- dije soltándole la mano algo molesta.
-Pues si, lo es, lo acabo de decir.- dijo mirándome enfadado.- Y tu eres una maldita infantil, enfadándote por una estúpida flor.
-Pues si tan infantil soy no sé que haces conmigo.- dije y me fui dejándole allí.
Tenía ganas de llorar, pero no iba a hacerlo. Caminé deprisa hacia casa. Ni si quiera sabía porque me había molestado tanto, tenía razón, solo era una estúpida flor. Tal vez simplemente esperaba que tuviese un detalle conmigo en San Valentín, pero ya no tendría nada. Ni una tarde romántica, ni una cena, ni nada. Seguramente no le vería hasta el lunes, y puede que ni si quiera el lunes hiciéramos las paces.
Llegué a casa, me encerré en mi cuarto y me tiré en la cama. Vi encima de la mesa un sobre que llevaba dentro las entradas para el concierto que le había comprado a Nick para dárselas hoy, pero ya no se las daría.
Cerré los ojos y me quedé dormida, no quería despertar hasta que San Valentín hubiese terminado.

-Ali... Despierta.
Abrí los ojos despacio, y vi a mi madre.
-¿Cuánto he dormido? ¿Qué día y hora es?
Mi madre se rió un poco.
-Tranquila, tranquila, no has dormido mucho. Son las seis de la tarde, y sigue siendo San Valentín.- dijo mi madre y yo hice lo mismo, a pesar de que yo quería lo contrario.
-Me voy a trabajar.- dijo mi madre andando hacia la puerta de mi cuarto para irse.- Por cierto,- dijo parándose.- hay un chico muy guapo esperándote en el salón.- después de decir eso me dedicó una última sonrisa y salió de mi cuarto.
¿Que había dicho? ¿Un chico? ¿Nick había venido a pedirme perdón?
Me levante de la cama y me eché un vistazo en el espejo. Mi pelo no era lo mejor del mundo, pero se podía arreglar con un peine rápidamente, el problema era mi maquillaje, tenía toda la sombra de ojos corrida.
Me llevó unos minutos arreglarlo y después salí deprisa hacia el salón.
Se me había pasado el mal humor, Nick había venido para estar conmigo, para que hiciéramos las paces, era adorable.
Llegué al piso de abajo y fui hacia la puerta del salón. Coloqué la mano sobre el pomo de la puerta y borré la sonrisa de mi cara, tenía que hacerme un poco la dura para que Nick se esforzara en que le perdonara. Cuando pensé que mi cara lucía lo suficiente enfadada abrí la puerta.
-¿Y esa cara?- dijo Ryan que miraba una foto mía de pequeña que había sobre la mesa esbozando una sonrisa.
-¿Qué haces aquí?- dije sin tener que fingir la cara de cabreo.- Y no toques nada.
-No te enfades.- dijo dejando la foto donde estaba.- Pues resulta que tenía ganas de verte hoy,  pero no te has presentado al castigo y decidí venir a verte.
Yo crucé los brazos enfadada mientras el paseaba por el salón.
-¿No está tu novio?- dijo mirando hacia el pasillo.
-No... Y tu tampoco deberías de estar, no creo que a mis padres les hiciera gracia, así que vete.
-Todo lo contrario, tu madre ha sido muy amable, me ha dicho que podía quedarme cuanto quisiera.- dijo sonriendo.- ¿Vamos a tu habitación?- dijo caminando hacia ella sin esperar mi respuesta.
-No.- dije siguiéndole, pero me ignoró.
Llegamos a mi cuarto y Ryan se quedó mirándolo.
-Está casi igual a como lo recuerdo.- dijo.- Bueno, antes había una foto nuestra justo aquí.- dijo señalando un marco de fotos donde ahora había una foto con Harry.
-Sigue estando, debajo de esa.- dije suspirando y sentándome en la cama.
-¿En serio?- dijo abriendo el marco y quitando la foto con Harry y dejando a la vista la mía con él.
-Si, me dio pereza quitarla.
En la foto salía dándome un beso en la mejilla. No la sacamos en navidad, yo llevaba su chaqueta suya que me quedaba bastante grande y un gorro que me había comprado esa misma tarde con un pompon. Él me estaba abrazando por detrás y dándome un beso en la mejilla.
-Me gusta esta foto.
-Si bueno, ¿qué haces aquí entonces?
-Te he traído algo.- dijo rebuscando en el bolsillo de su chaqueta.
Sacó una cajita de color blanca con un lazo negro y me la dio.
Yo la cogí , en la caja ponía mi nombre, la abrí despacio. Dentro había un collar precioso, con una cadena de plata fina y un colgante de una clave de sol y fa que formaban un corazón. Ryan me conocía bien después de todo, sabía que solo me gustaban los collares de plata, que fueran sencillos, y así era ese exactamente.
-Vaya...- dije sin palabras.- No tenías porque...
Él me quitó en collar de las manos, después me apartó el pelo del cuello y me lo empezó a poner. Yo me quedé en silencio.
-Deberías hacer algo con ese tatuaje...- comentó.
-¿Como qué?
-Es pequeño, podrías poner algo encima.- dijo.
Cuando terminó de ponerlo me giré y me fui a mirarme al espejo.
-Te queda bien.- dijo.
-Gracias, en serio.
Ahora sentía que estaba en deuda con él, ya no podía comportarme como una borde, porque el había tenido un gran detalle conmigo.
-¿Quieres que veamos una peli o algo?- pregunté.
Él sonrió.
-Claro.
Bajamos de nuevo al salón y le enseñé la estantería donde tenía las películas y le dije que escogiera una mientras yo hacía las palomitas.
Fui a la cocina y metí un paquete de palomitas en el microondas, y mientras se hacían preparé bebidas para ambos, entonces sonó el timbre.
Dejé los vasos sobre la mesa y fui a abrir la puerta.
Entonces allí me encontré a Nick, con un ramo de tulipanes rojos en la mano, los tulipanes eran mi flor favorita.
-Nick...- dije mirándole con una leve sonrisa.
-Siento lo de antes Alison, fui un estúpido.- dijo mirándome arrepentido y dándome el ramo.
Yo lo cogí sonriendo, ¿cómo no le iba a perdonar? Entonces Ryan apareció detrás mía y la cara de Nick cambió.
-¿¡Qué cojones hace este aquí!?- dijo Nick alterado.- ¿¡Discutimos una vez y ya le invitas a tu casa!?
-Será que me prefiere.- dijo Ryan.
-Cállate Hannah Montana.- dijo Nick y ambos empezaron a encararse.
-Venga Nick, no te pongas así.- dije apartándolos.- Solo íbamos a ver una película y ya.
-Ah, entonces tengo que irme para no molestaros ¿O como va la cosa? Se supone que es San Valentín.- continuó Nick.
-Que si, niñato, que ya me voy.- dijo Ryan.- Alison, ¿nos vemos el Lunes? Aun me debes una película con palomitas.- dijo mirando a Nick que según hablaba Ryan parecía más molesto.
-Claro.- dije.
-Bien, pues hasta entonces.- dijo y se fue.
Nick entró y cerró la puerta.
-¿Qué ha sido eso?- dijo aun molesto.
-No te enfades, en serio. Se ha presentado aquí hace un rato y...
-¿Y tu le dejas entrar?
-Es que me regaló un collar, ¡y no le iba a echar después de eso!- dije en mi defensa.
-¿Que te regaló un collar?- dijo cada vez mas cabreado. Entonces dirigió la vista hacia mi cuello, de donde colgaba, después suspiró.
-¡Pero no significa nada!
-Ya...- dijo dando vueltas por el salón tratando de calmarse.
-Lo siento...- dije y le di un beso.
-Está bien...- dijo más tranquilo.- No hablemos más de eso.
-De acuerdo. Has traído tu guitarra.- dije con una sonrisa viendo que la llevaba colgada de un hombro.
-Si... Había pensado en tocarte una canción.- dijo despacio.
-¿En serio?- dije ilusionada.
-Si, en un rato ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta?
-Claro.

En un rato estábamos en un parque no muy lejos de mi casa que me encantaba porque estaba lleno de cerezos, y los cerezos no son muy comunes por aquí, así que era genial. Nos sentamos en el césped y Nick sacó su guitarra.
Yo le miré y el empezó a tocar las primeras notas de una canción que reconocí en seguida, Far Away de Nickelback, era mi canción favorita.
-This time, this place, misused, mistakes...- y empezó a cantar la canción.
Estaba sorprendida, porque era realmente bueno, además de que tocaba muy bien la guitarra también cantaba bien, y eso es algo que yo no sabía. Tenía lo voz ronca, pero sonaba limpia y con esa canción quedaba perfecto.
-...hold on to me and never let me go.- dijo terminando la canción al cabo de unos minutos.
Yo le miré sorprendida.
-¿Que tal?- preguntó.
-Genial.- dije aun sorprendida.- Es mi canción favorita.
-Si, lo sé.- dijo sonriendo.
-¿Cómo lo sabes?
-Me lo dijo Harry.- dijo y yo sonreí.

Caminamos por el parque de la mano y al final volvimos a mi casa. Era un poco tarde, pero no importaba, mis padres no vendrían a dormir porque tenían planeado ir a un balneario por San Valentín y quedarse todo el fin de semana, así que no teníamos prisa.
-¿Tu hermano tampoco esta?- preguntó Nick cuando entrabamos.
-Que no pesado.- respondí ya que me había estado insistiendo en que si molestaba se iba todo el camino de vuelta.
-Vale, vale.
-Ven, vamos a mi cuarto, tengo una cosa para ti.- dije pensando en las entradas y cogiendo antes el ramo que Nick me había traído.
Subimos las escaleras y paré antes en el baño para llenar un jarrón de agua y poner las flores en él.
Después fuimos hacia mi cuarto y abrí la puerta. Estaba oscuro, así que dejé el jarrón encima del escritorio y después busqué el interruptor y encendí la luz.
Entonces vi que mi cuarto estaba lleno de globos flotando de color rojo, y del extremo de la cuerda de cada uno de ellos colgaba una foto de Nick y mía o algún mensaje como ''It's you, and nobody else''.
-Oh dios mío,- dije mirando cada foto y cada mensaje.- Esto es lo más bonito que han hecho por mi.
-No es un collar de plata...- dijo Nick mirándome.
-Claro que no, esto es mucho mejor.- le miré y él sonrió.- ¿Cuándo lo has preparado?
-Me ayudó Harry antes de que llegase, y cuando fuimos al parque él se coló por la ventana y lo puso todo. Por cierto, deberías poner rejas, podrías colarse cualquiera.
Yo sonreí y le besé.
-Tendré que darle las gracias a Harry.- dije entre beso y beso.
-Yo también tendré que hacerlo.
Fuimos hacia mi cama y en cuestión de segundos ya tenía sus manos en mi cuerpo. Mis dedos se enredaron en su pelo y su lengua se introdujo en mi boca. Nada más existía en mi mente, solo él y yo. Era plenamente consciente de que la mano de Nick subía por mi torso y de que hacía un rato que yo le había quitado la camiseta. Un segundo más tarde estaba sentada a horcajadas sobre él y nos besábamos de nuevo. Sus dedos me desabrochaban el sujetador que se unió a nuestras camisetas en el suelo, y poco a poco el resto de la prendas. Me sentía bien, no estaba nerviosa si no todo lo contrario.
-Sabes que te quiero ¿verdad?- dijo Nick.
-Lo sé, yo también lo hago.
Y entonces simplemente pasó.
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Por fin tengo el capítulo :D
En serio, siento haber tardado tanto en escribirlo D: Intentaré tardar menos la próxima vez.
Dejarme un comentario diciendo que os ha parecido plissssssssssss.
Se os quiere mucho y gracias por leerme n.n