miércoles, 9 de enero de 2013

Capítulo 20.

Nick Carter era un pijo, un niño mimado y consentido, incluso más de lo que era Ryan.
Apostaba lo que fuera a que su padre era el típico que nunca tenía tiempo para estar con sus hijos, pero eso si, le compraba todo lo que él pidiese. Seguramente Nick fuera hijo único, y tendría una enorme habitación para él solo, en su enorme casa con jardín y piscina de la zona más pija del barrio. Tendría un coche carísimo, y tal vez incluso tuviese una moto.
Pero Nick Carter era peor que aquel estereotipo de chico pijo de instituto ¿Y por qué era peor? Él no salía con ninguna chica, ninguna era suficientemente buena para él, rechazaba a todas. De vez en cuando tenía algún rollo pasajero con alguna chica cualquiera, pero obviamente él no se enamoraba de ninguna, y en cambio todas se enamoraban de él. Era incomprensible, por eso nunca me calló bien.

A pesar de todo eso ahora mismo estaba vestida y preparada para que Nick Carter llamara a mi puerta, y me recogiera en su coche de lujo para después ir a su casa.
No sabía que pensar, ni si quiera sabía que es lo que hacía. Era Domingo por la tarde, Nick había sido encantador el Sábado conmigo, después de haber comido pizzas juntos en mi casa.
Y ahora yo iba a ir a su casa, iba a tener una segunda cita con Nick sin haberlo casi planeado. Probablemente ahora yo solo fuera uno de sus rollos pasajeros más, por qué si no ¿qué iba a querer él de mi?
Ni si quiera yo sabía lo que quería de él. Simplemente dejaría que las cosas pasaran. Tal vez él solo me invitó a su casa para compensar que le invité a pizzas. Yo misma le dije que le quería conocer, y probablemente solo haríamos eso, conocernos un poco más. Por que lo cierto era que yo no sabía mucho más sobre Nick, además de que era un pijo insoportable y de vez en cuando adorable.

Sonó el timbre, Nick estaba esperando en mi puerta. Tras dar algunas vueltas durante unos segundos por el pasillo intentando convencerme de que iba a ir a la casa de ese chico que tanto he detestado durante toda mi vida abrí la puerta convencida. Él esbozó una sonrisa encantadora.
-Hola.- dije sonriendo también.
-¿Estás lista?- dijo mientras se colocaba el cuello de la chaqueta.
-Claro.- dije saliendo de mi casa y cerrando la puerta detrás de mi.- Y bien ¿cuál es tu coche?
-Oh, ese precioso rojo de ahí. Es descapotable, así que espero que no te importe despeinarte.- dijo con naturalidad.
¡Como si tener un descapotable fuera lo más normal del mundo! Me giré buscando su coche.
-Oh genial... No lo veo...- dije.
-Ahí.- dijo señalando a un lugar donde no había ningún coche.
-Ahí solo hay una cutre bicicleta.
-MI bicicleta.- dijo fingiendo estar indignado.
-¿Es una broma?- pregunté sin entender muy bien.
-¿Crees que es una broma?- dijo mientras sacaba una llave de su bolsillo y empezaba a sacar el candado de la bicicleta roja que estaba enganchada a una farola.
Se ve que no estaba de broma.
-¿Qué ha pasado? ¿Tu padre te ha quitado el coche por ir a demasiada velocidad con él y te has tenido que conformar con esta bicicleta o que?
-Pues lo cierto es que no. No todos tenemos la suerte de tener un coche.
Se ve que su padre era más estricto de lo que pensé y no le compraría un coche hasta que empezara la universidad o algo parecido.
-Está bien...
-Bueno ¿subes a mi descapotable?- dijo indicando con una mano su bicicleta.- Sabes como subir para que vayamos los dos ¿no?
-Claro.
Solía ir con Leslie, Harry o mi hermano en la misma bicicleta cuando era más pequeña.
Nick se sentó en el sillín, y yo puse mis pies en dos cosas que había en las ruedas traseras de la bicicleta, quedando de pie, después coloqué mis manos en los hombro de Nick y el empezó a pedalear.
No veíamos como esa típica pareja de película o fotografía que iban juntos en su bicicleta alegremente, solo que no éramos pareja.
Pensé que se dirigiría hacia la zona donde vivía Ryan, que era una de las partes más ricas, pero no lo hizo, se dirigió hacia la dirección contraria. Por allí se iba a una zona del barrio algo más pobre, y pasando esa zona estaba la parte más lujosa de mi barrio. No conocía a nadie de esa zona ya que los jóvenes que viven allí normalmente iban a institutos privados, pero se ve que Nick era le excepción.
No podía creer que viviese allí, sabía que tenía bastante dinero, y que era un pijo y todas esas cosas, pero no pensé que viviera precisamente en esa zona.
Cuando estábamos por la zona del barrio más pobre se paró.
-¿Por qué paras?- pregunté mientras veía como él se bajaba despacio de la bicicleta. Tal vez se hubiese pinchado una rueda.
Miré a mi al rededor, seguramente Alex Black no viviría muy lejos de aquí.
-Hemos llegado.- dijo mientras sacaba el candado de su bolsillo y enganchaba la bicicleta a una farola.
-¿Cómo?
-Que hemos llegado.- repitió sin mirarme, atento a la cerradura del candado.
-Ya, si te he oído a la primera.- dije sin comprender demasiado.
-¿Entonces por qué preguntas?- dijo como si fuera tonta.
-¿Vives aquí?- pregunté perpleja.
-Si.- contestó. Parecía molesto.- ¿Qué pasa? ¿No es suficientemente bueno para ti? Joder Alison, sabía que eras una niña pija y mimada, pero no pensé que lo fueras tanto...
-Un momento... ¿Pija y mimada yo? Aquí el pijo eres tu, perdona.- dije y él se empezó a reír.
-Pues no soy yo el que vive en una casa de dos pisos enorme. Venga Alison, mi casa es del tamaño de tu salón ¿y soy yo el mimado?- me dijo molesto.
-Está bien, no entiendo nada...
-Soy yo el que no entiende nada...
-Vale, lo siento... Es solo que no pensé que vivieras aquí.
Él se quedó en silencio mirándome.
Estaba equivocada con Nick. No era ningún niño mimado, de hecho era todo lo contrario, y yo había metido la pata de manera exagerada.
-¿Entonces quieres entrar?- dijo rompiendo el silencio.
-Claro.- contesté.
Ahora si que estaba interesada en entrar en su casa, y en saber más de él. Todo lo que creía conocer de él era mentira. Tal vez incluso fuera un chico adorable, humilde y romántico...
Su casa era de un solo piso, con un pequeño porche y patio.
Caminamos juntos hacia la puerta de su casa y la abrió.
-Pasa.- dijo ahora más calmado.
Yo pasé.
La entrada daba directamente al salón, era acogedor. Su casa debía de estar vacía en esos momentos porque no se oían ruidos. En cambio si que había desorden. Había juguetes por todo el suelo, y sobre la mesa un bol de palomitas medio vacío y algunos vasos vacíos.
-Vaya... Esto estaba ordenado cuando salí. Mis hermanos han debido de estar en casa. Siento el desorden, después les mataré.- dijo él con una mano en la frente mientras miraba el caos que habían formado y yo me reí.
-No sabía que tuvieses hermanos.
El se sentó en el sofá, después de tirar al suelo algunos cochecitos de juguete que había dejado alguno de sus hermanos ahí, después me senté a su lado.
-Tengo dos hermanos pequeños.- contestó.- Se supone que hoy estarían en casa de mi padre, pero se ve que han estado por aquí.
-¿Tus padres está divorciados?- pregunté.
-Si, esta es la casa de mi madre. Yo y mis hermanos vivimos con ella y vamos a visitarle los fin de semanas o las tarde libres.
-Vaya lo siento, un divorcio no tiene que ser fácil.
-Es igual. Mis padres no se llevan mal del todo y se separaron cuando yo era muy pequeño. Por cierto, tu tienes un hermano ¿no?
-¿Cómo lo sabes?- dije sonriendo.
-Dudaba que los vídeo juegos de ayer fueran todos tuyos.- respondió con una sonrisa.
-Touché.
-¿Quiéres ver mi cuarto?- preguntó.
Me levanté del sillón a modo de respuesta y Nick me empezó a guiar por su casa.
-Hace poco me cambié de habitación, antes la compartía con uno de mis hermanos, pero ahora es solo mía.- comentó ilusionado.
Entramos en su cuarto. Era pequeño pero realmente bonito. Tenía la cama individual pegada a la ventana, el escritorio al lado, una estantería en frente de la cama y el armario al lado.
El cuarto estaba decorado en blanco y negro. En la pared tenía colgado un corcho lleno de fotos suyas con gente que no conocía y algunas con alguno de sus amigos del instituto haciendo el idiota, además de los logos de algunos grupos famosos.
Me fijé en su estantería, tenía una púa de una guitarra guardada cuidadosamente dentro de una cajita.
-¿Tocas la guitarra? - pregunte.
-La tocaba, hasta que tuve que vender la guitarra para ahorrar para la universidad.- dijo.
Definitivamente estaba del todo equivocada respecto a todo sobre Nick.
-Estoy sorprendida.- dije mirándole.
Él esbozó una sonrisa.
-¿Por qué?- preguntó.
-No imaginaba que fueras así, supongo que no te conocía bien...
-¿Y ha sido una sorpresa para bien o para mal?
-Adivínalo.- respondí y entonces hice algo que jamás pensé que fuera hacer.
Le besé. Al principio el se quedó parado, sorprendido, pero en seguida reaccionó y comenzó a mover sus labios al compás de los míos, despacio, calculando cada movimiento. Él puso una mano en mi mejilla sin dejar de besarme.
-¡Mira lo que hemos cogido Danny!- dijo la voz de un niño mientras abría de golpe la puerta de la habitación. Nick y yo nos separamos al instante.
Me giré y me encontré con un niño mirándonos con los ojos muy abiertos.
-¡Tyler cuantas veces te he dicho que no entres sin llamar!- dijo Nick.
-Perdón Danny...- dijo Tyler mirando al suelo.
Otro chico algo más mayor apareció detrás de Tyler.
-¿Que ha pasado?- dijo y después me miró.
Tyler se empezó a reír.
-¡Se estaban besando, Christian! Danny besando a una chica... Ha sido repugnante.- dijo sin parar de reír. Christian hizo lo mismo.
-Esta bien, callaros idiotas, me dejáis en vergüenza. Alison, ellos son Christian y Tyler, mis hermanos y ella es Alison.
-¿Sois novios?- dijo Tyler.
-Deja de preguntarle cosas Tyler o si no después no nos dejará usar su bicicleta.
Tyler puso una mano en su boca para no decir más.
Yo sonreí, su hermanos eran adorables. Nos quedamos todos en silencio.
-¿Por qué te llaman Danny?- le pregunté a Nick rompiendo el silencio.
-Es mi segundo nombre, en casa me llaman siempre así.
-Está bien, Danny, mira lo que Chris ha cogido del videoclub... ¿A que no adivinas lo que es?- dijo Tyler mientras arrastraba a Nick hacia el salón. Yo les seguí disfrutando del momento familiar.
-No sé... Que difícil.- dijo con tono irónico.- ¿Una película tal vez?
-¿Se lo has dicho?- dijo Tyler a Chris molesto.
-¡Se lo has dicho tu imbécil! Del vídeoclub solo se pueden coger películas.- contestó Chris.
-Ups...
Tyler tenía que tener aproximadamente siete años, y Chris tendría trece o catorce. Los dos tenían el pelo moreno, Tyler tenía los ojos azules al igual que Nick y Chris los tenía de color miel. Tyler era completamente igual a Nick, en cambio Chris era algo más diferente, pero seguía teniendo los mismos rasgo que el resto de los hermanos Carter.
-Íbamos a preguntarte si veías la película con nosotros...- continuó Chris.
-Alison también se puede quedar...- dijo Tyler timidamente mirándome. Yo sonreí.
-Pues claro que se va a quedar.- dijo Nick.- Bueno, si quiere, claro.
-Por su puesto. ¿Que película es?
-Regreso al futuro, hemos cogido las tres películas porque no sabíamos cual de las tres ver.- dijo Chris.
-Nos encanta Regreso al futuro.- recalcó Tyler.
-Es cierto.- dijo Nick.- Y bien, ¿permitimos que elija Alison?- dijo mirando a sus hermanos.
-Vale, pero yo me elijo este sillón.- dijo Tyler corriendo a sentarse.
-Yo también quería ese sillón...- dijo Chris molesto y los dos empezaron a pelearse por el sitio entre risas.
-Entonces ¿cuál eliges?- dijo mirándome.
-La primera, el resto podríamos verlas otro día, y continuar lo que hemos dejado a medias...- respondí.
Nick sonrió ampliamente.
-Me parece perfecto.

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¡Hola de nuevo! He tardado un poco más de lo que acostumbro a tardar en publicar el capítulo, pero es que normalmente suelo empezar a escribir un capítulo cuando alguien comenta en el capítulo anterior, pero como nadie comentó en el anterior pues lo fui dejando hasta ahora :)
Bueno, solo espero que no me hayáis dejado de leer ^^
Y nada más que decir, espero que os haya gustado el capítulo. Muchos besos y hasta el próximo capítulo, se os quiere :D