Aquella tarde retomaría las clases particulares con Deryck, habíamos quedado en un rato en mi casa.
Yo estaba un poco picada con Deryck, porque llevaba un tiempo pasando de mi. Antes intentaba besarme, quería verme, y cuando nos veíamos me hacía mucho caso y yo siempre le rechazaba, pero ahora no ¿qué le pasaba?
Quería ponerle un poco celoso, para que me hiciera caso. No es que me gustase, pero éramos amigos, ¿por qué pasaba de mi? Me sentía frustrada con ese tema y la verdad es que no me gustaba demasiado pensar en ello... ¿ya no le gustaba a Deryck?
Aun quedaba un rato hasta que llegase, así que cogí mi teléfono y decidí llamar a Ryan para ver que hacía, y tal vez quedáramos por la noche, como solía hacer con Nick.
Siempre quedaba con Nick por la noche, porque el trabajaba por la tarde y no tenía tiempo, pero después siempre nos veíamos, y los fin de semanas también. Luego hablábamos durante sus descansos por teléfono y el me contaba spoilers sobre las películas que se acababan de estrenar en el cine y él ya se sabía de memoria.
Ryan no me cogía el teléfono. Suspiré y volví a llamar.
Nada.
Nick siempre me cogía el teléfono a la primera.
Hice un último intento.
-¿Si?- dijo la voz de Ryan al otro lado del teléfono, yo sonreí conforme.
-Soy yo.- dije y me tumbé en la cama boca arriba mientras hablaba con él.
-Si, lo sé ¿qué quieres?- preguntó.
-Nada, solo hablar un rato.
-¿Quién es? - se oía la voz de una chica al otro lado del teléfono.- Alison.- contestó Ryan sin tapar el auricular.- ¿Qué quiere? Dile que estás ocupado.
-¿Quién es esa?- pregunté molesta.
-Abbie.- contestó Ryan. Abbie era la novia de John, el mejor amigo de Ryan.
-¿Estás con tus amigos?- pregunté esperando que no estuviesen Ryan y la tal Abbie solos.
-Si, muchos del equipo, de cervezas en mi casa.- contestó.
-¿Y esta noche estás libre?- pregunté.
-Que va, saldremos juntos de fiesta.
-Oh... Yo me quedaré en casa.- dije esperando a que me invitase a ir con ellos.
-Bien, pues... diviértete.- contestó él.
Yo me quedé en silencio... ¿Por qué no me invitaba? Soy su novia, lo normal es que me invite.
-Igualmente.- dije al fin.
-Ah, y no hagas planes la semana que viene, tenemos que ir a la cena esa que te dije.
-Es verdad.- dije algo más feliz.
-Bien, pues nos vemos el Lunes.- dijo finalmente y colgó.
Dejé el móvil sobre la mesilla de noche, junto a mi cama, y me quedé unos segundos mirando al techo, pensando...
¿Qué me pondría para la dichosa cena?
Una hora más tarde el timbre sonaba. Bajé las escaleras a prisa para recibir a Deryck y abrí la puerta.
-¡Hola!- dije esbozando la mejor de mis sonrisas y dándole un abrazo que él me devolvió.- ¿Qué tal todo?- y me hice a un lado para dejarle pasar.
-Genial ¿y tu?- dijo pasando.
-Muy bien, aunque se te echa en falta en el instituto.- dije de forma natural mientras me adelantaba e iba subiendo las escaleras.
-¿Si? ¿Me echas de menos?- preguntó subiendo hacia mi cuarto a mi lado.
-No, que va, yo no, yo te veo siempre que quiero... Pero algunas chicas si, supongo.
Llegamos a mi cuarto y Deryck ocupó en seguida una de las dos sillas que había frente a mi escritorio.
-¿Qué quieres que repasemos?- preguntó.
-Emmm... No sé.- eché un vistazo a mis libros de texto.- Historia mismo.- dije al ver que era el libro que tenía más a mano.
-Bien, pues empecemos.- dijo Deryck abriendo el libro y yo suspiré.
Deryck hablaba sin parar, explicándome todo sobre los antiguos pensadores, y no sé que... Me lo sabía todo de memoria, no sé porque lo estudiábamos, prefería que viéramos una película, o escucháramos música mientras hablábamos sobre algo intrascendente.
También me apetecía hacer eso con Ryan, simplemente ver una película o pasar un buen rato, pero no, siempre que nos veíamos acabábamos o en la cama o viendo un partido de fútbol que solo le gustaba a él o con los tontos de sus amigos que hablaban de chorradas mientras yo me quedaba en el sofá callada... Era así.
Con Nick no, nos gustaban las mismas cosas, pero siempre acabábamos viendo alguna película rara y debatíamos que nos había parecido.
Recuerdo que un día con Nick habíamos quedado por la noche, y él se quedó a mi casa a dormir. Eran las cinco de la mañana, los dos estábamos entre las sábanas en ropa interior, después de una sesión de sexo, riendo, haciéndonos cosquillas, hasta que decidimos que nos apetecía jugar a Dragones y mazmorras, el juego de mesa. Fuimos al garaje de mi casa, rebuscamos entre un montón de cajas y después de que Nick se riera de mis fotos de pequeña que estaban en un álbum entre toda esa chatarra que guardábamos, lo encontramos y estuvimos jugando, o más bien intentándolo ya que siempre acabábamos en risas y besos, hasta que amaneció y nos quedamos dormidos.
Suspiré, no me sacaba a Nick de la cabeza.
-Debido a su característico empirismo analítico...- decía Deryck.
-¿Podemos tomar un descanso?- dije dispuesta a ocupar mi mente y pasar un buen rato con Deryck.
-Solo han pasado quince minutos.- dijo algo molesto.
-Si, lo sé... Pero es que estoy aprendiendo mucho, mi cerebro está saturado.- improvisé.
Deryck suspiró soltando el bolígrafo.- De acuerdo.
Yo sonreí, y me levanté de la silla a buscar algún cd para poner mientras hablábamos, como hacía con Nick. Mierda, de nuevo pensaba en él.
-Voy a hacer una llamada mientras tu descansas, cuando acabe seguimos.- dijo sacando su móvil del bolsillo y saliendo de mi habitación sin darme tiempo a protestar.
Genial, pasaba completa y absolutamente de mi.
Me tiré en la cama de nuevo, mirando al techo... Últimamente hacía mucho eso. Pensé en Ryan, en lo perfecto que era, o que se suponía que era. Después pensé en Deryck, que me había querido y yo le había rechazado. Luego de nuevo en Nick, siempre en Nick, en lo imperfecto que era y lo perfecto que me parecía a mi.
-----------------------------------------------------------
Sé que es muy corto, pero el siguiente será más largo, lo prometo :)
Como ya he empezado el instituto escribiré cada mas tiempo ¡lo siento!, pero bueno, intentaré sacar algún rato libre para escribir.
No queda mucho para que acabe la novela y he pensado (si os apetece), en escribir otra sobre Harry y Alice, porque son una pareja que me gusta mucho y tengo algunas ideas.
También he pensado en escribir otra novela con personajes diferentes que también tengo levemente pensada, no sé, decirme que os apetece más y lo hago.
La verdad es que Alison me tiene bastante harta, no es un personaje al que tenga mucho cariño, pero voy a intentar darle un buen final, sinceramente tengo ganas de acabar la novela.
Si no os hace ilusión ninguna de las dos ideas anteriores posiblemente escriba una novela de la famosa boyband One Direction en otro blog que tengo http://onedirectionmysmile.blogspot.com.es/, y abandonar este.
No sé, decirme en los comentarios n_n
En fin, de nuevo muchas gracias por leerme, sois geniales ¡besos!
sábado, 28 de septiembre de 2013
sábado, 14 de septiembre de 2013
Capítulo 42.
Miré mi armario indecisa, sin saber que ponerme.
Normalmente me ponía unos vaqueros ceñidos, con mis zapatillas converses, y alguna sudadera de esas super cómodas, calentitas y bonitas. Pero ya no lo hacía. Desde que salía de nuevo con Ryan no.
Quería verme los suficiente femenina, unas converses y una sudadera no impresionarían a Ryan. Él tenía otro estilo.
Normalmente le gustaban las chicas que vestían como Leslie el año pasado, pero Leslie también había cambiado. Si antes siempre usaba faldas con sandalias y muchos accesorios desde que empezó a salir con Alex vestía con ropa oscura, bonita si, pero no era como estaba acostumbrada a verla. Pero desde que Leslie lo dejó con él poco a poco volvía a su estilo normal, una mezcla entre su yo de antes y su nuevo estilo que formaban una nueva Leslie segura de si misma, diferente y guapísima.
Rebusqué entre el armario y encontré un conjunto de Leslie que me había prestado y nunca se lo llegué a devolver porque olvidé que lo tenía, y seguramente ella también.
Leslie llevó esa misma ropa el último día de clase del año pasado, justo antes de irnos de vacaciones y justo antes de que yo conociera a Deryck. Parecía que habían pasado siglos de aquello, y realmente había sido hacía menos de un año.
Decidida, lo cogí y me lo puse (Click para ver la ropa de Alison/Leslie), seguro que a Leslie no le importaba y a Ryan le encantaría.
El timbre sonaba. Le había dicho a Harry y Leslie que no me viniesen a buscar para ir al instituto, que ahora me llevaba Ryan en coche, como en los viejos tiempos.
Cuando les conté a Leslie y Harry que había vuelto con Ryan no pareció hacerles mucha gracia.
-Tu sabrás lo que haces.- me dijo Harry bastante picado.- Pero ese gilipollas te volverá a hacer daño.
Yo miré a Leslie esperando un poco de apoyo. Ella estaba tirada en el sofá mirando su móvil, luego levantó la vista y me miró.
-Harry tiene razón.- dijo ella y yo suspiré.
-No tenéis ni idea... Ryan ha cambiado.
-Nick era un buen tío.- comentó Harry ignorándome.
-Es cierto.- contestó Leslie.
-¡Pero si a ti te caía mal!- le dije a Leslie.
-Si, antes, pero era guay contigo. Las apariencias engañan... Ryan parece majo si le ves de lejos pero...
-¡Cállate!- dije molesta.- Ryan es genial.
-Nick era genial.- continuó Harry.
-¿Pues si tanto te gusta Nick porque no te casas con él?- le solté.
-Está bien, está bien.- dijo Leslie en tono reconciliador.- Haz lo que quieras Alison, nosotros te apoyamos.
-Gracias.- respondí sin estar agradecida realmente.
-¿Tu qué tal con Alice?- le preguntó Leslie a Harry para cambiar de tema.
A Harry no le caía nada de bien Ryan, no le tragaba, y Ryan tampoco soportaba a Harry. Pero tendrían que aguantarse porque yo les quería a los dos.
En cambio Harry se había hecho bastante amigo de Nick en todo este tiempo, y realmente se enfadó cuando se enteró de que lo había dejado con él y estaba con Ryan. Estuvo todo el día sin dirigirme la palabra, pero finalmente se le pasó el enfado.
Bajé las escaleras para abrir la puerta, donde estaba Ryan esperando.
Ya llevábamos mes y medio saliendo juntos, y ahora todo el instituto se enteraría de que habíamos vuelto. Y también se enteraría Nick y yo estaba deseando ver que cara ponía cuando nos viera caminando de la mano por los pasillos.
-Hola Ryan.- dije y le besé.
Él esbozó una breve sonrisa y se dirigió a su coche que estaba aparcado en la puerta.
Se sentó en el lado del conductor y yo me senté en el del copiloto. Ryan dirigió una mirada a su reflejo en el retrovisor y se revolvió el pelo.
-Estás genial.- le dije con una sonrisa.
-Gracias.- respondió sobrado.
Esperé a que me devolviera el cumplido, pero no lo hizo. A veces Ryan era un tanto egocéntrico, pero era parte de su forma de ser y ya estaba acostumbrada.
Arrancó el coche y condujo hacia el instituto.
-Pronto haremos una cena los del equipo de fútbol, y hay que ir en pareja. Vendrás ¿no?- preguntó mirando la carretera.
-Por supuesto.- respondí. Soy la novia de Ryan, el capitán del equipo, obviamente tenía que ir a esa cena de jugadores de fútbol y sus tontas novia animadoras.
-¿Qué ropa te pondrás?- preguntó.
-Mmmm... Tal vez un vestido morado que vi la semana pasada en Lipsy y un bolso rojo que...
-Agh, no te pongas eso.- interrumpió.
-¿Por qué?- pregunté.
-¿Es que quieres parecer Tinky Winky?- dijo con tono brusco.- Además, el morado no te queda bien, te hace parecer el triple de pálida de lo que ya eres.
-Ah...- dije desilusionada.- ¿Y entonces que me pongo?
-Yo que sé, eso es cosa tuya.- dijo aparcando el coche frente a la puerta del instituto y bajando de él.
Yo me bajé también despacio pensando distraída en que me podría poner para que le gustara a Ryan.
Él me cogió la mano esbozando una sonrisa.
-¿Vamos?- preguntó.
-Claro.- dije volviendo a sonreír.
Caminamos hacia la puerta del instituto agarrados de la mano. Ya notaba las miradas puestas en nosotros dos y la gente murmurando "Entonces es cierto que han vuelto" y cosas similares.
Entrábamos con naturalidad en el instituto, nosotros, la pareja perfecta del instituto. Todo el mundo lo pensaba.
Vi a Harry apoyado en la pared, mientras Alice a su lado cogía libros de su taquilla y se los tendía a Harry para que los sujetara. Harry la decía algo, mientras ella ponía los ojos en blanco y después sonreía. Ellos no eran la pareja perfecta, porque lo éramos nosotros. Solo había que vernos, desprendíamos glamour, Ryan era perfecto, y yo soy indudablemente guapa, no lo voy a negar.
Sonreí a Harry cuando pasé a su lado y él puso los ojos en blanco y volvió a mirar a Alice recuperando su sonrisa. Seguía molesto, pero no tenía que meterse en mis asuntos. Sé que no estaba enfadado, porque me adoraba, pero quería hacerme entrar en razón, según él.
Yo pasé del tema, ya se acostumbraría Harry a que ya no salía con Nick, tendría que vivir con ello.
Llegamos a la taquilla de Ryan y él la abrió y yo me quedé a su lado.
Tres animadoras se acercaron en seguida a Ryan.
-¡Ryan!- dijo una rubia llamada Amber que iba a mi clase y no me caía nada de bien.
-Hola chicas.- dijo Ryan esbozando una sonrisa y girándose para mirarlas.
-Hemos pensado una cosa para recaudar fondos para los trajes de las animadoras.- dijo otra con el pelo castaño y muy largo llamada Bianca.- Y necesitamos tu ayuda.- continuó, pasando un dedo por el pecho de Ryan.
-¿Y que es?- dijo Ryan sin borrar la sonrisa.
-Calendarios.- dijo la otra de las chicas que no sé como se llama.
-¿Calendarios?- preguntó Ryan.
-¡Si!- continuó Bianca.- De los chicos del equipo. Hacemos una sesión de fotos de vosotros sin camiseta, hacemos los calendarios, y luego los vendemos. ¿Verdad que es una gran idea? ¿Por qué no se lo dices a tu equipo?
-Lo pensaré.- dijo Ryan sin dejar de sonreír. Le encantaba ser el centro de atención, y para esas tres chicas no existía otro que no fuera él.
-¿Quieres que te convenza?- dijo de nuevo Bianca acercándose peligrosamente a él.
¿Es que no veían que yo estaba delante? Maldita zorra ¿cómo podía ser tan guarra?
-No es necesario.- interrumpí tirando del hombro de Bianca hacia atrás para que se alejara de mi novio.
Ella se giró molesta.
-¿Quién eres tu?- dijo con una mirada altiva.
-¿Qué quién soy yo?- dije alucinada.- La que te va a arrancar los pelos como no te alejes de mi novio.
Entonces Ryan soltó una carcajada.
-¿De que te ríes?- pregunté con los ojos como platos.
-Nada, - dijo separándonos.- Solo que estás muy graciosa celosa.- Volvió a dirigir la mirada hacia Bianca y dijo-: Luego lo hablamos, Bianca.
Ella sonrió conforme.
-Claro.
Las tres arpías se giraron y se fueron cuchicheando.
-¿A ti que te pasa?- dijo Ryan volviendo a mirarme.
-¿Qué que me pasa? Que le pasa a ella, esa guarra se te iba a echar al cuello.
Él suspiró.
-Pues ve acostumbrándote. Son de mi grupo de amigos, así que tendrás que llevarte bien con ellas.- respondió cerrando su taquilla.
Ryan me acompañó después a clase. Yo cambié de tema para quitarle hierro al asunto y que no estuviese enfadado por haberle dicho eso a su "amiga" o lo que fuera.
Me apoyé en la pared justo antes de entrar y Ryan me dio un largo beso. Las miradas de todos estaba puestas en nosotros dos, la pareja del momento confirmado que efectivamente salíamos juntos de nuevo.
-Nos vemos luego.- dije.
Y entonces vi como Nick entraba en clase, pasando justo al lado nuestra. Iba rodeado por alguno de sus amigos y hablaban riéndose, sin prestarnos ninguna atención a Ryan y a mi.
-¡Eh, Carter!- soltó Ryan de repente.
Nick suspiró levantando la vista hacia nosotros dos.
-¿Qué quieres, Collins?- respondió Nick sentado sobre una mesa, rodeado de sus amigos.
Ahora si que todas las miradas estaban puestas en nosotros, en Nick y Ryan para ser más exactos.
-En realidad nada.- dijo Ryan mientras su sonrisa se ensanchaba. Y me besó, y ahora si que Nick no estaba mirando.- Me voy preciosa, nos vemos luego.- me dijo Ryan.
Todo el mundo sabía que hacía solo dos meses salía con Nick y que Ryan lo había hecho solo para restregárselo.
Me giré, mirando a Nick, y entré en clase.
Nick solo me dedicó un pequeña mueca de asco y volvió a hablar con sus amigos como si nada hubiese ocurrido.
Yo caminé hasta la última fila, hasta el sitio que compartía con Nick. Busqué a Leslie con la mirada, pero aun no estaba en clase.
El profesor entró en clase y todos se sentaron, incluido Nick que se puso a mi lado, como siempre, pero sin dirigirme ni una mirada.
El profesor empezó a explicar. No podría Nick estar sin hablarme toda la vida, y menos en esta asignatura. Teníamos que hacer prácticas de laboratorio en pareja, y no podría ignorarme. Además, yo en esta clase nunca me enteraba de nada, y acababa haciéndolo todo Nick mientras yo intentaba enterarme de algo.
En literatura en cambio, la otra clase donde nos sentábamos juntos, era Nick el que no se enteraba de nada y me tocaba a mi explicárselo.
Y de nuevo me había distraído en mis pensamientos y no me estaba enterando de nada.
-¿Cómo harías para congelar esta cerveza en un segundo?- dijo mi profesor mirándome.
¿Qué? No me había enterado de nada ¿Cómo cojones iba yo a congelar una cerveza en un segundo? ¿Y que tenía que ver eso con la química, la ciencia y esas cosas?
El profesor me tendió un botellín de cerveza que estaba frío, pero no congelado.
Dirigí mi mirada a Leslie esperando un poco de ayuda, pero está se encogió de hombros.
Di vueltas a la cerveza entre manos intentando descubrir como, pero no tenía ni idea, era imposible, no podía congelarla en segundos, y menos sin un congelador a mano.
Miré a Nick de reojo. Él me miraba también, con una sonrisa. Disfrutaba de mi sufrimiento, sabía perfectamente que no tenía ni idea de que hacer.
-Golpeala con la mesa.- dijo Nick en un susurro. Y después movió la mano en el aire disimuladamente mostrándome como hacerlo.
Yo me sentí estúpida, pero aun así le hice caso. Pero era imposible ¿cómo se iba a congelar de un golpe? Se estaba quedando conmigo.
Golpeé lentamente la botella, y esta, sorprendentemente se congeló al segundo, convirtiéndose en hielo.
Nick sonrió casi soltando una carcajada al ver mi cara de asombro.
-Muy bien Alison. - dijo mi profesor.- Esto se debe a que cuando hacemos que la cerveza sobrepase su temperatura de fusión hacemos que entre en un estado metaestable...
-Gracias.- murmuré a Nick contenta de que al fin me hiciera caso.
-Lo he hecho por mi.- dijo.- Tenemos nota conjunta, somos compañeros de laboratorio. Si tu la cagas me restan puntos a mi.
Dejó de mirarme y me sentí furiosa de repente.
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Hasta aquí el capítulo :) lo de la cerveza no me lo he inventado ---> click aquí.
Y nada más, comentar y esas cosas n_n ¡Besos!
Normalmente me ponía unos vaqueros ceñidos, con mis zapatillas converses, y alguna sudadera de esas super cómodas, calentitas y bonitas. Pero ya no lo hacía. Desde que salía de nuevo con Ryan no.
Quería verme los suficiente femenina, unas converses y una sudadera no impresionarían a Ryan. Él tenía otro estilo.
Normalmente le gustaban las chicas que vestían como Leslie el año pasado, pero Leslie también había cambiado. Si antes siempre usaba faldas con sandalias y muchos accesorios desde que empezó a salir con Alex vestía con ropa oscura, bonita si, pero no era como estaba acostumbrada a verla. Pero desde que Leslie lo dejó con él poco a poco volvía a su estilo normal, una mezcla entre su yo de antes y su nuevo estilo que formaban una nueva Leslie segura de si misma, diferente y guapísima.
Rebusqué entre el armario y encontré un conjunto de Leslie que me había prestado y nunca se lo llegué a devolver porque olvidé que lo tenía, y seguramente ella también.
Leslie llevó esa misma ropa el último día de clase del año pasado, justo antes de irnos de vacaciones y justo antes de que yo conociera a Deryck. Parecía que habían pasado siglos de aquello, y realmente había sido hacía menos de un año.
Decidida, lo cogí y me lo puse (Click para ver la ropa de Alison/Leslie), seguro que a Leslie no le importaba y a Ryan le encantaría.
El timbre sonaba. Le había dicho a Harry y Leslie que no me viniesen a buscar para ir al instituto, que ahora me llevaba Ryan en coche, como en los viejos tiempos.
Cuando les conté a Leslie y Harry que había vuelto con Ryan no pareció hacerles mucha gracia.
-Tu sabrás lo que haces.- me dijo Harry bastante picado.- Pero ese gilipollas te volverá a hacer daño.
Yo miré a Leslie esperando un poco de apoyo. Ella estaba tirada en el sofá mirando su móvil, luego levantó la vista y me miró.
-Harry tiene razón.- dijo ella y yo suspiré.
-No tenéis ni idea... Ryan ha cambiado.
-Nick era un buen tío.- comentó Harry ignorándome.
-Es cierto.- contestó Leslie.
-¡Pero si a ti te caía mal!- le dije a Leslie.
-Si, antes, pero era guay contigo. Las apariencias engañan... Ryan parece majo si le ves de lejos pero...
-¡Cállate!- dije molesta.- Ryan es genial.
-Nick era genial.- continuó Harry.
-¿Pues si tanto te gusta Nick porque no te casas con él?- le solté.
-Está bien, está bien.- dijo Leslie en tono reconciliador.- Haz lo que quieras Alison, nosotros te apoyamos.
-Gracias.- respondí sin estar agradecida realmente.
-¿Tu qué tal con Alice?- le preguntó Leslie a Harry para cambiar de tema.
A Harry no le caía nada de bien Ryan, no le tragaba, y Ryan tampoco soportaba a Harry. Pero tendrían que aguantarse porque yo les quería a los dos.
En cambio Harry se había hecho bastante amigo de Nick en todo este tiempo, y realmente se enfadó cuando se enteró de que lo había dejado con él y estaba con Ryan. Estuvo todo el día sin dirigirme la palabra, pero finalmente se le pasó el enfado.
Bajé las escaleras para abrir la puerta, donde estaba Ryan esperando.
Ya llevábamos mes y medio saliendo juntos, y ahora todo el instituto se enteraría de que habíamos vuelto. Y también se enteraría Nick y yo estaba deseando ver que cara ponía cuando nos viera caminando de la mano por los pasillos.
-Hola Ryan.- dije y le besé.
Él esbozó una breve sonrisa y se dirigió a su coche que estaba aparcado en la puerta.
Se sentó en el lado del conductor y yo me senté en el del copiloto. Ryan dirigió una mirada a su reflejo en el retrovisor y se revolvió el pelo.
-Estás genial.- le dije con una sonrisa.
-Gracias.- respondió sobrado.
Esperé a que me devolviera el cumplido, pero no lo hizo. A veces Ryan era un tanto egocéntrico, pero era parte de su forma de ser y ya estaba acostumbrada.
Arrancó el coche y condujo hacia el instituto.
-Pronto haremos una cena los del equipo de fútbol, y hay que ir en pareja. Vendrás ¿no?- preguntó mirando la carretera.
-Por supuesto.- respondí. Soy la novia de Ryan, el capitán del equipo, obviamente tenía que ir a esa cena de jugadores de fútbol y sus tontas novia animadoras.
-¿Qué ropa te pondrás?- preguntó.
-Mmmm... Tal vez un vestido morado que vi la semana pasada en Lipsy y un bolso rojo que...
-Agh, no te pongas eso.- interrumpió.
-¿Por qué?- pregunté.
-¿Es que quieres parecer Tinky Winky?- dijo con tono brusco.- Además, el morado no te queda bien, te hace parecer el triple de pálida de lo que ya eres.
-Ah...- dije desilusionada.- ¿Y entonces que me pongo?
-Yo que sé, eso es cosa tuya.- dijo aparcando el coche frente a la puerta del instituto y bajando de él.
Yo me bajé también despacio pensando distraída en que me podría poner para que le gustara a Ryan.
Él me cogió la mano esbozando una sonrisa.
-¿Vamos?- preguntó.
-Claro.- dije volviendo a sonreír.
Caminamos hacia la puerta del instituto agarrados de la mano. Ya notaba las miradas puestas en nosotros dos y la gente murmurando "Entonces es cierto que han vuelto" y cosas similares.
Entrábamos con naturalidad en el instituto, nosotros, la pareja perfecta del instituto. Todo el mundo lo pensaba.
Vi a Harry apoyado en la pared, mientras Alice a su lado cogía libros de su taquilla y se los tendía a Harry para que los sujetara. Harry la decía algo, mientras ella ponía los ojos en blanco y después sonreía. Ellos no eran la pareja perfecta, porque lo éramos nosotros. Solo había que vernos, desprendíamos glamour, Ryan era perfecto, y yo soy indudablemente guapa, no lo voy a negar.
Sonreí a Harry cuando pasé a su lado y él puso los ojos en blanco y volvió a mirar a Alice recuperando su sonrisa. Seguía molesto, pero no tenía que meterse en mis asuntos. Sé que no estaba enfadado, porque me adoraba, pero quería hacerme entrar en razón, según él.
Yo pasé del tema, ya se acostumbraría Harry a que ya no salía con Nick, tendría que vivir con ello.
Llegamos a la taquilla de Ryan y él la abrió y yo me quedé a su lado.
Tres animadoras se acercaron en seguida a Ryan.
-¡Ryan!- dijo una rubia llamada Amber que iba a mi clase y no me caía nada de bien.
-Hola chicas.- dijo Ryan esbozando una sonrisa y girándose para mirarlas.
-Hemos pensado una cosa para recaudar fondos para los trajes de las animadoras.- dijo otra con el pelo castaño y muy largo llamada Bianca.- Y necesitamos tu ayuda.- continuó, pasando un dedo por el pecho de Ryan.
-¿Y que es?- dijo Ryan sin borrar la sonrisa.
-Calendarios.- dijo la otra de las chicas que no sé como se llama.
-¿Calendarios?- preguntó Ryan.
-¡Si!- continuó Bianca.- De los chicos del equipo. Hacemos una sesión de fotos de vosotros sin camiseta, hacemos los calendarios, y luego los vendemos. ¿Verdad que es una gran idea? ¿Por qué no se lo dices a tu equipo?
-Lo pensaré.- dijo Ryan sin dejar de sonreír. Le encantaba ser el centro de atención, y para esas tres chicas no existía otro que no fuera él.
-¿Quieres que te convenza?- dijo de nuevo Bianca acercándose peligrosamente a él.
¿Es que no veían que yo estaba delante? Maldita zorra ¿cómo podía ser tan guarra?
-No es necesario.- interrumpí tirando del hombro de Bianca hacia atrás para que se alejara de mi novio.
Ella se giró molesta.
-¿Quién eres tu?- dijo con una mirada altiva.
-¿Qué quién soy yo?- dije alucinada.- La que te va a arrancar los pelos como no te alejes de mi novio.
Entonces Ryan soltó una carcajada.
-¿De que te ríes?- pregunté con los ojos como platos.
-Nada, - dijo separándonos.- Solo que estás muy graciosa celosa.- Volvió a dirigir la mirada hacia Bianca y dijo-: Luego lo hablamos, Bianca.
Ella sonrió conforme.
-Claro.
Las tres arpías se giraron y se fueron cuchicheando.
-¿A ti que te pasa?- dijo Ryan volviendo a mirarme.
-¿Qué que me pasa? Que le pasa a ella, esa guarra se te iba a echar al cuello.
Él suspiró.
-Pues ve acostumbrándote. Son de mi grupo de amigos, así que tendrás que llevarte bien con ellas.- respondió cerrando su taquilla.
Ryan me acompañó después a clase. Yo cambié de tema para quitarle hierro al asunto y que no estuviese enfadado por haberle dicho eso a su "amiga" o lo que fuera.
Me apoyé en la pared justo antes de entrar y Ryan me dio un largo beso. Las miradas de todos estaba puestas en nosotros dos, la pareja del momento confirmado que efectivamente salíamos juntos de nuevo.
-Nos vemos luego.- dije.
Y entonces vi como Nick entraba en clase, pasando justo al lado nuestra. Iba rodeado por alguno de sus amigos y hablaban riéndose, sin prestarnos ninguna atención a Ryan y a mi.
-¡Eh, Carter!- soltó Ryan de repente.
Nick suspiró levantando la vista hacia nosotros dos.
-¿Qué quieres, Collins?- respondió Nick sentado sobre una mesa, rodeado de sus amigos.
Ahora si que todas las miradas estaban puestas en nosotros, en Nick y Ryan para ser más exactos.
-En realidad nada.- dijo Ryan mientras su sonrisa se ensanchaba. Y me besó, y ahora si que Nick no estaba mirando.- Me voy preciosa, nos vemos luego.- me dijo Ryan.
Todo el mundo sabía que hacía solo dos meses salía con Nick y que Ryan lo había hecho solo para restregárselo.
Me giré, mirando a Nick, y entré en clase.
Nick solo me dedicó un pequeña mueca de asco y volvió a hablar con sus amigos como si nada hubiese ocurrido.
Yo caminé hasta la última fila, hasta el sitio que compartía con Nick. Busqué a Leslie con la mirada, pero aun no estaba en clase.
El profesor entró en clase y todos se sentaron, incluido Nick que se puso a mi lado, como siempre, pero sin dirigirme ni una mirada.
El profesor empezó a explicar. No podría Nick estar sin hablarme toda la vida, y menos en esta asignatura. Teníamos que hacer prácticas de laboratorio en pareja, y no podría ignorarme. Además, yo en esta clase nunca me enteraba de nada, y acababa haciéndolo todo Nick mientras yo intentaba enterarme de algo.
En literatura en cambio, la otra clase donde nos sentábamos juntos, era Nick el que no se enteraba de nada y me tocaba a mi explicárselo.
Y de nuevo me había distraído en mis pensamientos y no me estaba enterando de nada.
-¿Cómo harías para congelar esta cerveza en un segundo?- dijo mi profesor mirándome.
¿Qué? No me había enterado de nada ¿Cómo cojones iba yo a congelar una cerveza en un segundo? ¿Y que tenía que ver eso con la química, la ciencia y esas cosas?
El profesor me tendió un botellín de cerveza que estaba frío, pero no congelado.
Dirigí mi mirada a Leslie esperando un poco de ayuda, pero está se encogió de hombros.
Di vueltas a la cerveza entre manos intentando descubrir como, pero no tenía ni idea, era imposible, no podía congelarla en segundos, y menos sin un congelador a mano.
Miré a Nick de reojo. Él me miraba también, con una sonrisa. Disfrutaba de mi sufrimiento, sabía perfectamente que no tenía ni idea de que hacer.
-Golpeala con la mesa.- dijo Nick en un susurro. Y después movió la mano en el aire disimuladamente mostrándome como hacerlo.
Yo me sentí estúpida, pero aun así le hice caso. Pero era imposible ¿cómo se iba a congelar de un golpe? Se estaba quedando conmigo.
Golpeé lentamente la botella, y esta, sorprendentemente se congeló al segundo, convirtiéndose en hielo.
Nick sonrió casi soltando una carcajada al ver mi cara de asombro.
-Muy bien Alison. - dijo mi profesor.- Esto se debe a que cuando hacemos que la cerveza sobrepase su temperatura de fusión hacemos que entre en un estado metaestable...
-Gracias.- murmuré a Nick contenta de que al fin me hiciera caso.
-Lo he hecho por mi.- dijo.- Tenemos nota conjunta, somos compañeros de laboratorio. Si tu la cagas me restan puntos a mi.
Dejó de mirarme y me sentí furiosa de repente.
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Hasta aquí el capítulo :) lo de la cerveza no me lo he inventado ---> click aquí.
Y nada más, comentar y esas cosas n_n ¡Besos!
miércoles, 4 de septiembre de 2013
Capítulo 41.
Había pasado una semana del baile de primavera.
Las vacaciones habían empezado, lo cual significaba que no vería a Nick hasta dentro de un mes y medio. No empezábamos de nuevo las clases hasta mediados de Mayo, y extrañamente yo estaba deseando que empezaran ya, para pedir perdón a Nick y que todo volviera a la normalidad.
Le había llamado como 20 veces al día desde lo ocurrido en el baile, pero no me respondió ni una sola llamada.
Estaba harta de esta situación. Lo había hablado con Harry y Leslie, ellos no me dijeron mucho del tema, seguramente porque sabían de sobra que yo la había cagado pero mucho, y que Nick tenía toda la razón del mundo por enfadarse, pero no me lo dijeron directamente y me apoyaron todo el tiempo diciendo que todo se arreglaría y que Nick me perdonaría porque él me quería demasiado... Pero después de una semana ignorándome yo no lo veía tan claro.
Aquella tarde me decidí a ir a su casa y arreglarlo todo de una vez. Sabía que le habían dado vacaciones en sus dos trabajos, así que tenía que estar en casa.
Y allí estaba yo, plantada enfrente de su puerta intentando decidir si apretar el timbre o no.
Di un largo suspiro y finalmente lo hice.
Se oyeron pasos al otro lado. La cerradura sonaba. El picaporte se movía. Y una pequeña cabeza se asomó, era Tyler el hermano pequeño de Nick.
-Hola Tyler.- dije esbozando la mejor de mis sonrisas.- ¿Está... Danny?- dije recordando que así llamaban a Nick en su casa ya que era su segundo nombre.
-Emmmm... No sé. Voy a comprobarlo.- dijo él indeciso y después entornó la puerta.
Yo me quedé esperando y oí como Tyler daba un par de pasos.
-Es Alison.- dijo Tyler en voz un poco más baja, pero aun así yo podía oír ya que provenía del salón.
-Dile que no estoy.- dijo Nick.
De nuevo se oyeron pasos y se volvió a abrir la puerta, pero no del todo ya que si abría la puerta podría ver a Nick en el salón. Solo lo suficiente como para asomar su cabeza y poder mirarme.
-No está...- dijo tímidamente.
-¿Puedes decirle a Nick que le he oído y que si puede salir solo a hablar conmigo un momento si no es mucha molestia?- dije intentando sonar amable, pero mi tono fue demasiado brusco e irónico.
Tyler se encogió de hombros.
-Bueno...
De nuevo entornó la puerta y caminó al salón.
-Te ha oído.- murmuró Tyler.
Entonces se escuchó una carcajada de Chris, el mediano de los hermanos Carter y un suspiro de Nick.
La puerta se abrió de nuevo y está vez apareció Nick.
-¿Qué coño quieres? ¿No has notado que te estaba ignorando?- dijo bruscamente.
-Bueno, quería explicarme.- dije.
-Ya te explicaste...- dijo harto.- Y aunque lo volvieras a hacer la respuesta sería la misma, hemos terminado ¿vale?
Nick hizo un ademán de cerrar la puerta pero yo la paré.
-Espera solo un segundo, por favor.- dije.
-Que no Alison, deja de intentarlo. Lo nuestro nunca ha tenido futuro, por favor, somos completamente diferentes. Era evidente que esto iba a acabar pasando.
-No te sigo...- dije.
-¿No te da cuenta? Todo el mundo lo decía. Venga, eres una pija, que vive en una casa enorme, sin ninguna preocupación, y yo soy todo lo contrario a ti. ¿Por qué no te vas con Ryan de una vez, que es tu alma gemela?
-¿Quién decía eso?- dije molesta.
-¡Todo el instituto! Incluso mis amigos se burlaban de mi por estar saliendo contigo.
-¿Qué amigos?- dije.
-Todos, Greg, Alex...
-¡Alex!- dije interrumpiéndole.- ¿A ese le llamas amigo?- dije recordando todo lo que le había hecho a Leslie.
-¡Si! Le conozco de toda la vida, y me empecé a distanciar de todos mis amigos por tu culpa, y todos ellos tenían razón ¡Eres todo lo que siempre he criticado! Mírate,- dijo señalándome.- Ropa de marca, todas esas pulseras de plata, e incluso tu maldito coche.- dijo ahora señalándolo, que estaba aparcado justo en la puerta.- ¿Crees que encajamos?
-¡Si! ¿Por qué no? ¿No dicen que los polos opuesto se atraen?
-Si, se atraen, no lo niego, pero no se aman. A lo mejor es eso, a lo mejor es que lo nuestro solo es atracción.- dijo seriamente.
-No es eso, yo te quiero.- dije segura.
-Pero el amor es cosa de dos.- respondió él.- Y yo no te quiero.
Me quedé en silencio, sin saber que responder, él tuvo que notar mi expresión y continuó.
-Y tu tampoco me quieres, aunque digas los contrario. Deberías irte con tu querido Ryan, ya nada te lo impide.- dijo más tranquilo.
-Pues a lo mejor lo hago.- dije molesta con Nick, porque se dejara influenciar por sus amigos que decía que no encajábamos ¿que sabrían ellos? Pero sobretodo molesta porque Nick hubiese dicho eso, que no me quería.
Sin darme cuenta una lágrima cayó por mi mejilla y me apresuré a limpiarla.
-Pues que te vaya bien.- dijo sin ninguna reacción y cerró la puerta en mis narices.
Había estado toda la tarde en casa pesando en ello, y cuanto más lo pensaba más furiosa estaba.
Así que era por eso, es decir, además de lo ocurrido en el baile sus estúpidos amigos habían estado metiendo mierda sobre mi. Que si era una pija, y todas esas cosas.
Y es que esa era mi imagen en el instituto, parecía una de esas animadoras cabezas huecas aun sin serlo, solo por haber salido con Ryan...
Sabía que a Nick no le caían bien esas niñas, pero no pensé que el creyese que yo era una de ellas, él me conoce, sabe que no soy así...
Ya me daba igual, estaba harta Nick. No pensaba seguir arrastrándome, si no me quería allá él.
Así que al siguiente día decidí ir a casa de Ryan, mi alma gemela, él me entendería más que nadie.
Empezaría con Ryan de 0, y seríamos esa pareja tan perfecta que fuimos en un pasado, las chicas me volverían a envidiar por estar con el capitán del equipo de fútbol, el más guapo de todo el instituto.
Me puse el collar que me regaló por San Valentín y me dirigí a su casa.
La casa de Ryan era gigantesca, la última vez que estuve fue para la fiesta y desde entonces no la había vuelto a pisar.
No había avisado a Ryan de que iba a venir, y en seguida me arrepentí ¿y si no estaba?
No importaba ya estaba aquí y lo iba a comprobar. Subí la escaleras del porche y llamé al timbre con decisión.
La puerta se abrió y ahí estaba la madre de Ryan, no la veía desde hacía años, cuando lo dejé con él pero ella me reconoció al instante.
-¡Alison!- dijo sonriendo.- Vaya, que cambiada estás ¿qué haces aquí?
La madre de Ryan siempre me tuvo cariño, aunque si era cierto que teníamos una relación un poco frívola. Yo le gustaba para su hijo, supongo porque como todo el mundo ella también pensaba que éramos la pareja perfecta y a mi ella simplemente me daba igual, la soportaba por ser la madre de Ryan y ya.
Los padres de Ryan estaba divorciados, y su madre nunca estaba en casa, siempre de viaje y cosas del estilo, así que no prestaba mucha atención a su hijo. Su padre en cambio era muy exigente con Ryan, pero le consentía todo al fin y al cabo.
Ryan siempre iba de la casa de su madre a la de su padre todo el tiempo, con su madre en vacaciones y con su padre el resto del año, los dos están podridos de dinero, así que Ryan tiene todo lo que quiere cuando quiere.
-Hola...- dije.- Estaba buscando a Ryan ¿está en casa?
Ella sonrió.
-Si, en su cuarto. Ya sabes donde está.- dijo dejándome pasar.
-Gracias.- murmuré y caminé hacia las escaleras.
Su casa estaba casi igual que siempre, la última vez con toda la gente bailando y todo desordenado no me pude fijar detenidamente, pero ahora si. Había un montón de fotos de Ryan de pequeño por las paredes, en todas parecía un niño encantador y adorable, a pesar de que ya no lo es.
Llamé a la puerta de su cuarto.
-Pasa...- dijo la voz de Ryan desde dentro.
Abrí la puerta despacio y le vi dado la vuelta. Acaba de salir de la ducha y solo llevaba puestos los boxers azules. Se estaba quitando la humedad del pelo con una toalla que le colgaba por los hombros.
-¿Qué quieres?- dijo bruscamente. Seguía dado la vuelta y debía de pensar que era su madre.
-Hola Ryan...- dije.
Él se giró con los ojos como platos al reconocer mi voz.
-¿Qué haces aquí?- preguntó extrañado.
-Bueno...- dije tímidamente.- Nick y yo lo hemos dejado.
Él alzó una ceja.
-¿Por qué?
-Me he dado cuenta de que debía estar contigo.- dije encogiéndome de hombros.
No era exactamente la verdad, es decir, no lo habíamos dejado por eso, pero si era cierto de que me había dado cuenta de que debía de estar con él.
-¿A si?- dijo esbozando una breve sonrisa.
Me acerqué más a él, ahora más tranquila y cómoda.
-Si.- respondí poniendo una mano en su pecho.- ¿Qué te parece?
Él sonrió conforme.
-Pues perfecto.- dijo poniendo una mano en mi cintura, y entonces yo le besé.
Nuestros labios se movía a la vez, de manera fluida. Hacía mucho tiempo que no le besaba sin tener después la cabeza llena de remordimientos. Ahora solo estábamos Ryan y yo sin ningún impedimento.
Paseé la manos por todo su cuerpo semidesnudo, y él se deshizo de mi camiseta en seguida. Yo me apresuré a regresar mis labios a los suyos.
-Espera.- dijo apartándose de mi.
Yo le miré y él caminó hacia la puerta y puso el pestillo, para impedir que entrase alguien.
Y sin avisar Ryan me tumbó en la cama, él se tumbó también, inclinándose sobre mí, con su cara a pocos centímetros de la mía.
-Te dije que volverías conmigo.- dijo esbozando esa sonrisa suya.
Antes de que pudiera pensar una respuesta decente empezó a besarme y sus dedos ya habían localizado los botones y las cremalleras de mi ropa.
Ya ni si quiera pensaba a Nick, en ese momento solo existía Ryan, y el calor que desprendía su piel y me volvía loca.
-------------------------------------------------------
¡Fin del capítulo! Comentar please, intentaré tener el próximo lo antes posible ¡muchos besos!
Las vacaciones habían empezado, lo cual significaba que no vería a Nick hasta dentro de un mes y medio. No empezábamos de nuevo las clases hasta mediados de Mayo, y extrañamente yo estaba deseando que empezaran ya, para pedir perdón a Nick y que todo volviera a la normalidad.
Le había llamado como 20 veces al día desde lo ocurrido en el baile, pero no me respondió ni una sola llamada.
Estaba harta de esta situación. Lo había hablado con Harry y Leslie, ellos no me dijeron mucho del tema, seguramente porque sabían de sobra que yo la había cagado pero mucho, y que Nick tenía toda la razón del mundo por enfadarse, pero no me lo dijeron directamente y me apoyaron todo el tiempo diciendo que todo se arreglaría y que Nick me perdonaría porque él me quería demasiado... Pero después de una semana ignorándome yo no lo veía tan claro.
Aquella tarde me decidí a ir a su casa y arreglarlo todo de una vez. Sabía que le habían dado vacaciones en sus dos trabajos, así que tenía que estar en casa.
Y allí estaba yo, plantada enfrente de su puerta intentando decidir si apretar el timbre o no.
Di un largo suspiro y finalmente lo hice.
Se oyeron pasos al otro lado. La cerradura sonaba. El picaporte se movía. Y una pequeña cabeza se asomó, era Tyler el hermano pequeño de Nick.
-Hola Tyler.- dije esbozando la mejor de mis sonrisas.- ¿Está... Danny?- dije recordando que así llamaban a Nick en su casa ya que era su segundo nombre.
-Emmmm... No sé. Voy a comprobarlo.- dijo él indeciso y después entornó la puerta.
Yo me quedé esperando y oí como Tyler daba un par de pasos.
-Es Alison.- dijo Tyler en voz un poco más baja, pero aun así yo podía oír ya que provenía del salón.
-Dile que no estoy.- dijo Nick.
De nuevo se oyeron pasos y se volvió a abrir la puerta, pero no del todo ya que si abría la puerta podría ver a Nick en el salón. Solo lo suficiente como para asomar su cabeza y poder mirarme.
-No está...- dijo tímidamente.
-¿Puedes decirle a Nick que le he oído y que si puede salir solo a hablar conmigo un momento si no es mucha molestia?- dije intentando sonar amable, pero mi tono fue demasiado brusco e irónico.
Tyler se encogió de hombros.
-Bueno...
De nuevo entornó la puerta y caminó al salón.
-Te ha oído.- murmuró Tyler.
Entonces se escuchó una carcajada de Chris, el mediano de los hermanos Carter y un suspiro de Nick.
La puerta se abrió de nuevo y está vez apareció Nick.
-¿Qué coño quieres? ¿No has notado que te estaba ignorando?- dijo bruscamente.
-Bueno, quería explicarme.- dije.
-Ya te explicaste...- dijo harto.- Y aunque lo volvieras a hacer la respuesta sería la misma, hemos terminado ¿vale?
Nick hizo un ademán de cerrar la puerta pero yo la paré.
-Espera solo un segundo, por favor.- dije.
-Que no Alison, deja de intentarlo. Lo nuestro nunca ha tenido futuro, por favor, somos completamente diferentes. Era evidente que esto iba a acabar pasando.
-No te sigo...- dije.
-¿No te da cuenta? Todo el mundo lo decía. Venga, eres una pija, que vive en una casa enorme, sin ninguna preocupación, y yo soy todo lo contrario a ti. ¿Por qué no te vas con Ryan de una vez, que es tu alma gemela?
-¿Quién decía eso?- dije molesta.
-¡Todo el instituto! Incluso mis amigos se burlaban de mi por estar saliendo contigo.
-¿Qué amigos?- dije.
-Todos, Greg, Alex...
-¡Alex!- dije interrumpiéndole.- ¿A ese le llamas amigo?- dije recordando todo lo que le había hecho a Leslie.
-¡Si! Le conozco de toda la vida, y me empecé a distanciar de todos mis amigos por tu culpa, y todos ellos tenían razón ¡Eres todo lo que siempre he criticado! Mírate,- dijo señalándome.- Ropa de marca, todas esas pulseras de plata, e incluso tu maldito coche.- dijo ahora señalándolo, que estaba aparcado justo en la puerta.- ¿Crees que encajamos?
-¡Si! ¿Por qué no? ¿No dicen que los polos opuesto se atraen?
-Si, se atraen, no lo niego, pero no se aman. A lo mejor es eso, a lo mejor es que lo nuestro solo es atracción.- dijo seriamente.
-No es eso, yo te quiero.- dije segura.
-Pero el amor es cosa de dos.- respondió él.- Y yo no te quiero.
Me quedé en silencio, sin saber que responder, él tuvo que notar mi expresión y continuó.
-Y tu tampoco me quieres, aunque digas los contrario. Deberías irte con tu querido Ryan, ya nada te lo impide.- dijo más tranquilo.
-Pues a lo mejor lo hago.- dije molesta con Nick, porque se dejara influenciar por sus amigos que decía que no encajábamos ¿que sabrían ellos? Pero sobretodo molesta porque Nick hubiese dicho eso, que no me quería.
Sin darme cuenta una lágrima cayó por mi mejilla y me apresuré a limpiarla.
-Pues que te vaya bien.- dijo sin ninguna reacción y cerró la puerta en mis narices.
Había estado toda la tarde en casa pesando en ello, y cuanto más lo pensaba más furiosa estaba.
Así que era por eso, es decir, además de lo ocurrido en el baile sus estúpidos amigos habían estado metiendo mierda sobre mi. Que si era una pija, y todas esas cosas.
Y es que esa era mi imagen en el instituto, parecía una de esas animadoras cabezas huecas aun sin serlo, solo por haber salido con Ryan...
Sabía que a Nick no le caían bien esas niñas, pero no pensé que el creyese que yo era una de ellas, él me conoce, sabe que no soy así...
Ya me daba igual, estaba harta Nick. No pensaba seguir arrastrándome, si no me quería allá él.
Así que al siguiente día decidí ir a casa de Ryan, mi alma gemela, él me entendería más que nadie.
Empezaría con Ryan de 0, y seríamos esa pareja tan perfecta que fuimos en un pasado, las chicas me volverían a envidiar por estar con el capitán del equipo de fútbol, el más guapo de todo el instituto.
Me puse el collar que me regaló por San Valentín y me dirigí a su casa.
La casa de Ryan era gigantesca, la última vez que estuve fue para la fiesta y desde entonces no la había vuelto a pisar.
No había avisado a Ryan de que iba a venir, y en seguida me arrepentí ¿y si no estaba?
No importaba ya estaba aquí y lo iba a comprobar. Subí la escaleras del porche y llamé al timbre con decisión.
La puerta se abrió y ahí estaba la madre de Ryan, no la veía desde hacía años, cuando lo dejé con él pero ella me reconoció al instante.
-¡Alison!- dijo sonriendo.- Vaya, que cambiada estás ¿qué haces aquí?
La madre de Ryan siempre me tuvo cariño, aunque si era cierto que teníamos una relación un poco frívola. Yo le gustaba para su hijo, supongo porque como todo el mundo ella también pensaba que éramos la pareja perfecta y a mi ella simplemente me daba igual, la soportaba por ser la madre de Ryan y ya.
Los padres de Ryan estaba divorciados, y su madre nunca estaba en casa, siempre de viaje y cosas del estilo, así que no prestaba mucha atención a su hijo. Su padre en cambio era muy exigente con Ryan, pero le consentía todo al fin y al cabo.
Ryan siempre iba de la casa de su madre a la de su padre todo el tiempo, con su madre en vacaciones y con su padre el resto del año, los dos están podridos de dinero, así que Ryan tiene todo lo que quiere cuando quiere.
-Hola...- dije.- Estaba buscando a Ryan ¿está en casa?
Ella sonrió.
-Si, en su cuarto. Ya sabes donde está.- dijo dejándome pasar.
-Gracias.- murmuré y caminé hacia las escaleras.
Su casa estaba casi igual que siempre, la última vez con toda la gente bailando y todo desordenado no me pude fijar detenidamente, pero ahora si. Había un montón de fotos de Ryan de pequeño por las paredes, en todas parecía un niño encantador y adorable, a pesar de que ya no lo es.
Llamé a la puerta de su cuarto.
-Pasa...- dijo la voz de Ryan desde dentro.
Abrí la puerta despacio y le vi dado la vuelta. Acaba de salir de la ducha y solo llevaba puestos los boxers azules. Se estaba quitando la humedad del pelo con una toalla que le colgaba por los hombros.
-¿Qué quieres?- dijo bruscamente. Seguía dado la vuelta y debía de pensar que era su madre.
-Hola Ryan...- dije.
Él se giró con los ojos como platos al reconocer mi voz.
-¿Qué haces aquí?- preguntó extrañado.
-Bueno...- dije tímidamente.- Nick y yo lo hemos dejado.
Él alzó una ceja.
-¿Por qué?
-Me he dado cuenta de que debía estar contigo.- dije encogiéndome de hombros.
No era exactamente la verdad, es decir, no lo habíamos dejado por eso, pero si era cierto de que me había dado cuenta de que debía de estar con él.
-¿A si?- dijo esbozando una breve sonrisa.
Me acerqué más a él, ahora más tranquila y cómoda.
-Si.- respondí poniendo una mano en su pecho.- ¿Qué te parece?
Él sonrió conforme.
-Pues perfecto.- dijo poniendo una mano en mi cintura, y entonces yo le besé.
Nuestros labios se movía a la vez, de manera fluida. Hacía mucho tiempo que no le besaba sin tener después la cabeza llena de remordimientos. Ahora solo estábamos Ryan y yo sin ningún impedimento.
Paseé la manos por todo su cuerpo semidesnudo, y él se deshizo de mi camiseta en seguida. Yo me apresuré a regresar mis labios a los suyos.
-Espera.- dijo apartándose de mi.
Yo le miré y él caminó hacia la puerta y puso el pestillo, para impedir que entrase alguien.
Y sin avisar Ryan me tumbó en la cama, él se tumbó también, inclinándose sobre mí, con su cara a pocos centímetros de la mía.
-Te dije que volverías conmigo.- dijo esbozando esa sonrisa suya.
Antes de que pudiera pensar una respuesta decente empezó a besarme y sus dedos ya habían localizado los botones y las cremalleras de mi ropa.
Ya ni si quiera pensaba a Nick, en ese momento solo existía Ryan, y el calor que desprendía su piel y me volvía loca.
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¡Fin del capítulo! Comentar please, intentaré tener el próximo lo antes posible ¡muchos besos!
miércoles, 28 de agosto de 2013
Capítulo 40.
Era Sábado, todas las chicas estaban en su casa preparándose para el baile de primavera que tendría lugar en una hora y yo estaba en el salón ya preparada para irme viendo un partido de fútbol que ni si quiera me importaba.
Nos habían dado las notas justo ayer, y ya estábamos oficialmente de vacaciones, hasta el mes de Mayo, donde volvíamos a clase.
Ryan me había dicho que tenía que estar en el instituto un poco antes del baile, para que nos explicaran que teníamos que hacer. Todavía me parecía increíble que no nos dejaran asistir al baile y que nos dejaran castigados un sábado ¿de verdad eso era legal?
Decidí no quejarme mucho por ello, ya que este sería mi último y oficial día de castigo si no la cagaba, y no la cagaría. Haría lo que me mandasen y sería libre.
Nick no se había enfadado tanto porque no fuéramos juntos al baile, sé que él tenía tantas ganas como yo, y no le hacía gracia que tuviese que pasar toda la noche con Ryan, pero al fin y al cabo no era mi culpa.
Había llamado a Leslie para ver que iba a hacer finalmente, y me dijo que se quedaría en casa como si fuera otro sábado normal.
En cambio Harry iba a ir por primera vez a un baile del instituto. También hablé con él por teléfono, pero me colgó en seguida porque al parecer estaba estresado ya que no sabía anudar la maldita corbata, según me había dicho, y justo antes de colgar pude oír un grito de Harry diciendo "Mama, ¡ayúdame con esta mierda!". Nunca antes había visto a Harry así, emocionado y nervioso por algo, y mucho menos por un baile del instituto. Aunque dudo que fuera el baile lo que le ponía nervioso, lo que realmente le hacía eso era Alice, esa chica le estaba volviendo loco, pero era una locura de las buenas. El mujeriego de Harry Mccain se había enamorado.
Me levanté del sofá sin ganas y fui hacia la entrada, cogí mi bolso que estaba colgado en el perchero junto a la puerta y salí sin decir nada.
No me había vestido especialmente, solo me había puesto unos vaqueros cualquiera de mi armario, con una camiseta básica y una camisa desabrochada por encima acompañado con mis zapatillas converses.
Cuando llegué al instituto ya había algunos coches aparcados de los alumnos del último curso que ya tenían el carnet, a pesar de que todavía faltaba cerca de media hora para que empezara el dichoso baile.
Entre todos esos coches reconocí el descapotable rojo de Ryan. Él estaba ahí, con algunos de sus amigos bebiendo cerveza. Me empecé a acercar a ellos, y cuando Ryan me vio se levantó en seguida y se despidió de sus amigos.
-Ey,- dijo acercándose con naturalidad.- Vamos dentro.- dijo.
-¿Tienes prisa?- pregunté a la vez que le seguía.
-Si.- contestó simplemente.
¿Quién tiene prisa para ir a un castigo? Me pregunté a mi misma, pero no lo dije en voz alta.
Los amigos de Ryan nos miraban mientras no alejábamos, algunos sonreían y soltaban comentarios del tipo "Hasta luego, parejita". La verdad es que había tenido que estar muchas veces con ellos cuando salía con Ryan, y si, eran tan estúpidos como aparentaban.
Al rato Ryan y yo estábamos en una clase metidos. Ryan sujetaba un traje metido en una funda de plástico para que no se estropeara.
-¿Qué es eso?- dije.
-Es tu... uniforme. Me han dicho que debíamos ponérnoslo, porque haremos de camareros.
-¿En serio?- dije sorprendida.
Este año el instituto se había estirado con el baile, porque comprar unos trajes para los camareros era algo realmente extraño. De hecho era el primer año que ponían camareros, normalmente había una mesa llena de bebidas y cada uno se servía lo suyo.
-No, era broma... ¡Pues claro! Ponte el uniforme de una vez.- dijo como si fuera tonta al mismo tiempo que se quitaba la camiseta para ponerse su uniforme.
Yo suspiré.
-Gírate al menos ¿no?
El puso los ojos en blanco y se giró.
-Tampoco es nada que no haya visto ya...
-Nunca me has visto en ropa interior.- dije mientras me desabrochaba el pantalón.
-Te he visto en bikini que es lo mismo.
Me seguí quitando la ropa hasta quedarme en ropa interior y después abrí la funda del uniforme, que se cerraba con una cremallera.
-Ryan...
-¿Qué?
-Esto es un vestido.- dije sin entender muy bien.
No esperaba que el uniforme fuera un vestido, y menos un vestido así. Era rojo, de palabra de honor que al final tenía vuelo. No entendía nada, pero ese no podía ser el uniforme, debía ser el vestido de alguna de las chicas que iba al baile y se debían haber confundido o algo... No tenía sentido.
-¿En serio?- dijo Ryan a la vez que se giraba para mirarme con una sonrisa.
-Jode, ¡que te gires, imbécil!- dije a la vez que le lanzaba lo primero que veía, que resultó ser la camiseta que hace un rato llevaba puesta.
-Vale, vale.- dijo girándose de nuevo.
-¿Qué hago?- dije más calmada, admirando el vestido.
-Pues ponértelo.- dijo girándose una vez más mientras se anudaba hábilmente la corbata de su traje.
Esta vez no le dije nada, total, era verdad, ya me había visto.
Estaba harta de estar en ropa interior, así que suspiré y deslicé el vestido por mi cabeza.
-¿Me lo abrochas?- le dije a Ryan.
Él se acercó a mi sin decir nada, echó mi pelo a un lado y comenzó a subir la cremallera de mi espalda con cuidado.
Después miré mi reflejo en la ventana. El vestido era impresionante, y se amoldaba perfectamente a mi, como si lo hubiesen comprado expresamente para que yo me lo pusiera. Y con Ryan a mi lado, con un traje y la corbata azul que hacía juego con sus ojos hacíamos la pareja perfecta.
Él se giró y cogió una caja que había sobre la mesa, de la cual ni me había fijado y me la tendió.
Yo la abrí sin estar muy segura de que esperar, y allí estaban unos tacones rojos, a juego con el vestido.
-No entiendo nada...- dije.
Dudo que los profesores se hubiesen tomado tantas molestias en que los camareros estuviesen bien vestidos.
-Te mentí.- dijo Ryan.
-Explícate.
-No estamos castigados. Sabía que aunque te lo pidiese irías al baile con el inútil de tu novio. Así que me inventé esto, te compré un vestido... Y aquí estamos.- dijo calmado.
Yo empecé a balbucear sin saber exactamente que decir, estaba furiosa y a la vez emocionada y feliz de que hubiese hecho todo eso por mi.
Él no esperó que dijese nada así que habló él.
-¿Quieres ir al baile conmigo?- dijo tomándome la mano como en una película.
-¡Si!- dije sonriendo y olvidando que estaba furiosa. Él esbozó una sonrisa.
El baile había comenzado. Me había terminado de preparar, me había maquillado un poco, pero había dejado mi pelo suelto, tal y como lo traía. Ryan aseguraba que las chicas siempre estaban mal guapas con el pelo suelto.
Ryan me cogía la mano y entramos en el gimnasio donde se celebraba el baile. El enorme gimnasio estaba completamente diferente, con la música, las mesas, el escenario y el decorado no parecía que tan solo hiciese unos días que había estado allí dando mi clase de gimnasia.
La gente nos miraba al pasar, la verdad es que mi vestido era el más bonito de todos. Las chicas me miraban con envidia, por dos motivos. El primero era que estaba completamente guapa, mucho más que la mayoría de ellas, y el segundo era porque iba acompañada del chico más popular y guapo de todo el instituto.
-¿Han vuelto?- oí como le preguntaba una chica a su amiga.
Ryan y yo caminamos juntos hacia la mesa de las bebidas donde estaban sus amigos.
-Vaya, al final si que habéis venido juntos.- dijo un chico llamado James mientras daba una palmada en el hombro a Ryan.
-No pensé que lo consiguieras...- dijo otro solo para que lo oyera Ryan, pero yo también lo había oído, aunque fingí que no.
-Pues claro que lo conseguiría...- dijo Ryan como ofendido.- ¿Quieres beber algo?- dijo esta vez refiriéndose a mi.
-Claro.- dije.
Leah y Mandy, las dos chicas que acompañaban a los amigos de Ryan al baile se acercaron a hablarme.
-No sabíamos que hubieseis vuelto.- dijo Leah sonriéndome. Tenía carmín en el diente, pero no se lo iba a decir, era una estúpida animadora, y no soportaba a ninguna de ellas.
-Si, lo teníais muy escondido.- dijo Mandy soltando una risita.
Yo las dediqué una sonrisa que se notaba demasiado que era forzada, e iba a responderlas, pero vi algo que me interesaba aun más.
Deryck estaba al final de la sala hablando con las pesadas de Samatha y Sophie ¿cuando se darían cuenta esas dos lerdas que Deryck me quería a mi?, me pregunté mientras me acercaba.
-¡Deryck!- dije cuando estuve cerca y le dediqué una sonrisa.
-¡Alison! Estás espectacular.- dijo sonriéndome también.
-Gracias.- respondí y pude ver de reojo como Samantha y Sophie me fulminaban con la mirada.- ¿Quieres bailar?
-No tengo mucho tiempo, la verdad.- dijo Deryck.
Y esta vez fueron Samantha y Sophie las que sonrieron y yo las fulminé con la mirada.
-No pasa nada...- contesté.- ¿Podemos hablar un segundo en privado?
Deryck me miró extrañado.
-Claro...
Caminé de su lado alejándolo de aquellas dos.
-¿Qué haces aquí?- pregunté amigablemente.
-Venía a recoger unas cosas, como ya no voy a volver a dar clases aquí... Y como pasaba por aquí, pues me paré a saludar.
-Ah, claro.- dije sonriendo.
-¿Qué me ibas a decir?- dijo Deryck.
En realidad no lo quería decir nada, solo quería alejarle de esas dos.
-En realidad no te quería decir nada, solo quería... hablar un poco.- dije decorando la verdad.
-Bueno, pues ya hablaremos en otro momento.- dijo cansado.- Ya te he dicho que solo venía a saludar.
-Claro...- dije algo desilusionada. ¿Por qué pasaba de mi?
El baile transcurrió con normalidad. Había bebido un montón de ponche, y aunque en realidad se supone que era ponche sin alcohol ya que en el instituto solo nos servían eso, un montón de alumnos traían botellas de bebidas alcohólicas y lo vertían disimuladamente en el cuenco de ponche para hacer la fiesta más divertida. Todo esto los profesores no lo sabían, pero muchos de los alumnos ya estaban borrachos.
Vi a Harry a lo lejos, todavía no me había cruzado con él, y ni si quiera sabía que estaba en el baile, así que en cuanto le vi no dudé en acercarme a él.
Estaba de espaldas, hablando con Alice que estaba realmente preciosa. Su vestido era negro, con unos detalle en plateado por el borde y debajo del pecho y la espalda completamente al aire. Con su piel pálida resaltaba muchísimo entre la multitud, en realidad, nunca me había fijado realmente en lo guapa que era Alice.
-¿Quién soy?- dije tapando los ojos a Harry por detrás.
Él suspiró.
-Si eres otra pesada queriendo bailar conmigo la respuesta es no, ya tengo acompañante para el baile.- dijo y Alice se sonrojó.
Yo quité las manos de los ojos de Harry y le golpeé en el hombro.
-Soy yo idiota.- dije poniéndome en frente suya.
-¡Ali! Al final has venido.- dijo sonriendo.
-Pues claro, no podía perderme tu aparición por primera vez en un baile escolar.
-Es cierto, no puedes. Realmente me adoras.- dijo sin borrar la sonrisa de su cara.
-Claro que si.- dije.
La gente miraba a Harry más de lo que me miraban a mi por ir acompañada de Ryan. Él cogía la mano de Alice, y ella se sonrojaba todo el rato porque no estaba acostumbrada a ser el centro de atención ni a que uno de los chicos más populares del instituto se fijara en ella, pero sonreía cada vez que hablaba con Harry, el tenía esa capacidad para hacer sonreír a cualquiera.
-Estás genial con el traje, Harry.- comenté.
-Si, ya me lo han dicho. Tu también estás genial... Pero no tanto como Alice.- dijo mirándola y la hizo girar con sus manos aun agarradas.
Parecía que ella estaba en una nube, y él no podía dejar de mirarla.
-Está bien... Creo que me voy, tortolitos.- dije, pero ellos no me hacían caso, solo tenían ojos el uno para el otro.
Espero que después de esto Harry no tuviese la cara de decirme que no estaba enamorado.
Volví con Ryan y fuimos hacia la pista de baile. Sonaba un remix del DJ, así que bailábamos separados, pero juntos, eso que se suele hacer cuando la música es movida.
Un chico bailaba a nuestro lado desenfrenadamente, la verdad es que resultaba bastante ridículo, posiblemente hubiese bebido demás, porque si no no me explicaba el motivo por el cual bailaba de tal manera.
-Por favor, dime que nosotros no nos vemos así.- dije a Ryan sin dejar de bailar.
-Yo no, pero tu si.- dijo con una sonrisa socarrona.
-¡Yo bailo bien!- respondí indignada.
-No lo creo.
-Si que lo hago...- dije picada.
-No lo haces, y lo peor es que él baila así porque está borracho, pero tu bailas igual y estás sobria.- dijo ensanchando su sonrisa.
Entonces comenzó a sonar una canción lenta, y las parejas empezaron a juntarse, bailando pegadas. Yo hice un ademán de marcharme a sentarme, pero entonce Ryan me agarró de la cintura para que me quedase.
-¿No decías que bailaba mal?- pregunté sonriendo.
-Si, pero tal vez pegada a mi no se note tanto.- dijo cogiéndome la mano y moviéndose al ritmo de la música.
-Eres idiota...- dije a pesar de que estaba sonriendo.
Ryan puso sus dos manos en mi cintura, yo pasé mis manos detrás de su cuello y apoyé mi cabeza en su pecho, dejándome llevar por la música.
-¿Sabes que todo el mundo nos mira?- preguntó Ryan.
-Lo he notado...- dije, aunque ahora nos miraban mucho menos que cuando acabábamos de llegar.
-Eso es porque estas preciosa.- yo sonreí y le concedí el cumplido.
-Ya me lo han dicho... Es gracias a tu vestido.
-¿Te gusta?
-Me encanta. Gracias por todo, me estás haciendo pasar una noche inolvidable.- dije y le miré a los ojos.
Él puso una de sus manos en mi mejilla y seguimos mirándonos.
Estaba totalmente ausente del mundo en ese momento, solo existíamos él y yo, bailando en aquella sala llena de gente, pero aun así podía sentir como si estuviésemos solos, hasta que empecé a oír los murmullos a mi alrededor.
-Está ahí.- oí decir a una chica mientras me señalaba, que estaba a unos metros de Ryan y yo.
Entonces dirigí mi vista a la persona con la que hablaba. Nick.
Estaba ahí mirándome, me había olvidado completamente de él. Y yo estaba pegada a Ryan...
Como en un acto reflejo me separé de Ryan, pero Nick ya estaba saliendo del gimnasio, enfadado.
-¿Te vas?- dijo Ryan cogiéndome la mano antes de que saliese disparada detrás de Nick.
-Si.- contesté sin más y salí de allí.
Me recogí el vestido para poder correr y abrí las puertas del gimnasio saliendo al pasillo del instituto.
Miré a la derecha, ni rastro de Nick, solo la fila de taquillas y las escaleras vacías. Me giré hacia la izquierda y ahí estaba, apoyado en la pared. Ni me miraba.
-Castigada... ¿no?- dijo con tono irónico y algo de furia.
-Puedo explicártelo.- dije poniendo los brazos en alto en señal de paz.
-¿Explicarme que me mentiste para poder ir al baile con el idiota de tu ex con el que según tu te llevabas fatal? No, si lo entiendo.
-Es que no es eso... Yo creía que de verdad estaba castigada.- intenté explicarme.
-¿Y el vestido te lo trajo tu hada madrina?
-No, Ryan me lo dio, y yo...
-Y tu te lo pusiste, y luego bailasteis toda la noche mientras el estúpido de tu novio te esperaba.- volvió a interrumpir.
-No, luego yo pensé en llamarte, para que fuéramos juntos...- seguí algo nerviosa.
-¿Y qué pasó?- dijo ahora mirándome.
Yo me quedé en silencio, no tenía excusa, había ido al baile con Ryan y me había olvidado completamente de Nick.
-¡Que se me olvidó!- dije.- Pero no ha pasado nada, solo bailamos y punto.
-¿Qué se te olvidó? Te olvidaste de mi, y fuiste con ese gilipollas. ¡Vamos, Alison! Os vi ahí completamente pegados, estoy seguro que os habríais besado de un momento a otro.
-Bueno, pero no pasó ¿no?- dije ahora yo también enfadada.- Además, ¡solo es un estúpido baile! ¿verdad? ¡Tu mismo lo dijiste!
-Puede que fuera un estúpido baile, pero quería ir contigo. Y tu preferiste ir con el rubio ese...
-No lo prefería, yo solo...
-Ya, si lo sé, se te olvidó, fue un lapsus ¿verdad?
-Si, eso.
-Vete a la mierda.- dijo sin más e hizo un ademán de irse.
Yo le miré anonadada.
-Espera Nick, ¿qué querías que hiciera?- pregunté al borde de las lágrimas.
-Que me llamaras, que me dijeras que viniese, y lo habría hecho. Se supone que deberías de saberlo.
-Yo...- dije, pero me quedé callada, no tenía nada que decir.
-¿Sabes que? Déjalo... Esto no va a ninguna parte.- dijo suspirando.- Vete a tu baile, con tu vestido y con tu nuevo novio, pero déjame en paz.
Nick abrió la puerta y salió. Yo me quedé parada en el pasillo hasta que una lágrima empezó a resbalar por mi mejilla, y me derrumbé.
Nick tenía razón en todo. Era una idiota, jamás tenía que haberme puesto el vestido que me dio Ryan, jamás tendría que haber bailado con él. Simplemente tenía que haber vuelto a casa, llamar a Nick y pasar la tarde con él.
Pero no lo hice y ahí estaba yo, sola en el pasillo del instituto, con un precioso vestido que me hacía sentir como una mierda.
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¡Y hasta aquí el capítulo! Espero que os haya gustado mucho.
Dejarme un comentario e intentaré tener el siguiente para lo antes posible ¡Un beso!
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¡Y hasta aquí el capítulo! Espero que os haya gustado mucho.
Dejarme un comentario e intentaré tener el siguiente para lo antes posible ¡Un beso!
lunes, 19 de agosto de 2013
Capítulo 39.
Salí de clase suspirando aliviada. Por fin había terminado el último examen.
Las vacaciones de primavera se acercaban, y habíamos tenido exámenes toda la semana, así que aproveché un poco las clases particulares de Deryck y los últimos días estuvo ayudándome a estudiar seriamente.
Quise saber sobre Cassie, la chica que estaba en la fiesta y andaba detrás de Deryck y Deryck también un poco de ella, pero no me dijo mucho.
Respecto a Nick le dije que no le había cogido el teléfono el otro día porque ya estaba durmiendo, él no hizo más preguntas. Me sentía un poco mal por no haberle dicho la verdad, pero me parecía una estupidez hacerlo ya que se pondría con sus malditos celos con Deryck, al igual que con Ryan, así que como no había pasado nada malo decidí no decirle nada ni sobre la fiesta ni de mis clases particulares con Deryck a no ser que me preguntara.
En la puerta de clase estaba Nick esperándome apoyado, yo me acerqué a él con una sonrisa y le di un beso.
-Quedan pocos días para el baile de primavera.- dijo Nick.
-Si, lo sé.- contesté yo.
-¿Quieres ir?- preguntó.
-Claro, daba por hecho que iríamos.
Llevaban toda la semana anunciando el baile de primavera al cual asistían todos los alumnos del instituto. Un montón de carteles pegados en las paredes que habíamos hecho en su gran mayoría Ryan y yo debido a nuestro castigo.
A estas alturas un montón de chicos me habrían pedido ya que fuera su pareja en el baile, pero este año era diferente, todo el instituto sabía de sobra que yo salía con Nick Carter, y ni tan siquiera se molestaron en preguntármelo, salvo dos despistados que no debían haberse enterado de que iría con Nick a los cuales tuve que rechazar amablemente.
A Nick también se lo habían pedido algunas chicas que por algún motivo no sabían que iría conmigo, o por el contrario si lo sabían pero aun conservaban esperanzas. Como una tal Tiffany, que tuvo la cara de acercarse a Nick para preguntarle si la acompañaba al baile justo cuando yo estaba a su lado. Yo le lancé una mirada de odio a esa tal Tiffany y Nick la sonrió abiertamente y le dijo que lo sentía pero que no.
En estos bailes todos los chicos se morían por ir con una animadora, en especial la capitana, y las chicas morían por ir con el quarterback del equipo de fútbol que casualmente era Ryan, así que me imaginé que ya tendría pareja.
Yo fui acompañada por Ryan cuando aun salíamos juntos, pero el resto de los años iba con algún chico decente que me lo pidiese, y otros años simplemente me quedaba con Harry y Leslie en casa viendo una película ya que por lo menos Harry nunca había ido a un baile de primavera, por los mismos motivos por los que no pasaba el día de San Valentín con nadie. No quería comprometerse a nada con ninguna chica para no darla esperanzas.
Muchas chicas con las que Harry estaba fortuitamente le pedían casi desesperadas que las acompañara al baile, pero Harry siempre se negaba, incluso la vez en que Georgia Sanders, la capitana de las animadoras se lo preguntó, todo el mundo se quedó impresionado cuando Harry se negó. Así era Harry, y eso le hacía absolutamente irresistible para el resto de chicas, en cambio para mi siempre sería el idiota y adorable Harry que comía chuches y palomitas con Leslie y conmigo mientras veíamos El Diario de Noah. Definitivamente el día en el que Harry fuera a cualquier baile con alguna chica significaría que se había enamorado, pero no esperaba presenciar ese día nunca.
Cuando me quise dar cuenta Nick y yo estábamos plantados en frente de la sala de castigados, que como siempre a última hora tenía que asistir.
-¿Qué harás esta tarde?- preguntó Nick antes de que entrara.
-Comprar un vestido para el baile, para dejarte impresionado cuando me veas.- dije y él sonrió.
-Será difícil que me impresiones más de lo que me impresionas de costumbre.
-Tu espera y verás.
-Estoy desando verlo.- dijo.
-Y yo estoy deseando verte a ti con traje.- respondí dándole un beso que el correspondió.
-Entonces nos vemos mañana.- dijo él cuando nos separamos. Yo sonreí asintiendo y él se fue.
Ryan ya estaba en la sala de castigados mirándome cuando entré.
-Qué escena tan romántica.- dijo con fingida amabilidad y un gran tono irónico.
Yo sonreí entrando y dejando la mochila en una mesa.
-¿Nos espiabas, Ryan? No sabía que te interesáramos tanto.- dije yo.
-Y no lo hacéis, pero es gracioso que estéis tan ilusionados con el baile cuando no vais a ir.- dijo él esbozando una sonrisa.
-¿Cómo que no iremos?
-Pues eso rubita, que los castigados no pueden ir a los bailes ¿no lo sabías?- dijo.
-No...- dije desilusionada.
-No te preocupes, que tu querido Nick aun puede encontrar pareja, no es tan feo, seguro que alguna desesperada quiere ir con él.
-Cállate idiota.- dije ahora enfadada.
-Venga no te pongas así, el baile será mucho mejor para ti. Tendremos que estar sirviendo bebidas al resto de alumnos. Disfrutarás de mi compañía toda la noche.
-Lo estoy deseando...- dije con ironía.
Afortunadamente solo quedaban unos días más de castigo, y después del baile no tendría que volver a esa maldita sala con Ryan, así que le soportaría unos días más y sería libre.
No pasaba nada, ya iría con Nick al baile de graduación...
Leslie, Harry y yo habíamos quedado en el centro comercial justo cuando saliese del castigo, y allí ya estaban los dos esperando.
-¿Podemos ir a comprar un sandwich? Me estoy muriendo me hambre.- dije en cuanto estuve lo suficientemente cerca.
-Claro.- dijeron ambos.
Caminamos hacia un restaurante de comida rápida para que pudiese pedir mi sandwich.
-¿Al final vas a ir al baile?- le pregunté a Leslie.
Leslie solía hacer como yo. Hace dos años fue con un novio que tuvo llamado Nathan, otros años simplemente no iba y se quedaba con Harry que nunca iba y conmigo, o otros años iba con algún chico que se lo pidiese aunque no estuviesen saliendo.
-No, este año paso de ir.- respondió ella.
-Perfecto, entonces hemos venido para nada.- dije y ambos me miraron sin comprender, así que me expliqué.- Ryan me ha dicho que como estamos castigados tendremos que servir las bebidas en el baile y que no podemos ir con pareja ni nada de eso, solo a servir bebidas...- dije suspirando.
-¿En serio? ¿Lo sabe Nick?- dijo Leslie.
-No... Me lo acababa de decir Ryan. Se lo diré luego, aunque no creo que le haga nada de gracia... Y más si tengo que estar toda la noche con Ryan. Le dará un ataque de celos o algo.- dije imaginándomelo.
-No creo, no es culpa tuya... - dijo Harry.
-Si, lo sé...
-Entonces no iremos ninguno al baile.- dijo Leslie mientras yo cogía mi sandwich y me disponía a morderlo.
-¿Quién ha dicho que yo no vaya a ir?- dijo Harry de repente.
-¿Vas a ir?- dijo Leslie.
-Si.- dijo Harry sin mirarnos y empezando a andar hacia las tiendas.
-¿Qué?- dije yo con la boca llena.
Leslie y yo nos miramos y ambas nos encogimos de hombros sin saber que pasaba.
-Pues eso...- dijo Harry.- Así que ayudarme a elegir un traje adecuado... No estoy muy acostumbrado a estas cosas, y no me gustan.
-Espera, espera, espera ¿desde cuando tu vas a bailes?- dije.
-¿Quieres masticar antes de hablar?- dijo Harry molesto.
-No cambies de tema.- intervino Leslie.- ¿Con quien vas al baile?
-Con Alice...- dijo finalmente y yo casi me atraganto.
-¡Lo dije! Te gusta Alice, no lo niegues.- dije.
Harry suspiró.
-Si, a lo mejor me gusta ¿y qué?- dije a la defensiva.
Harry era así, no le gustaban estos temas de conversación.
-Eh, no te pongas así.- dijo Leslie.- Es genial. Nunca esperé vivir para presenciar como te enamorabas.
-¡No estoy enamorado!- dijo como si fuese una locura.
-Está bien...- dije.- No estás enamorado, solo vas al baile con Alice como buenos amigos ¿no es eso?
-Si, es eso.- sentenció.
-Ya, claro.- murmuró Leslie.
Leslie y yo estábamos en una tienda de trajes sentadas en frente de los probadores mientras Harry se ponía el séptimo traje de la tarde.
El primero decía que era muy incómodo, el segundo le hacía gordo, del tercero no le gustaban las mangas, el cuarto tenía un color que degradaba la vista, el quinto era demasiado formal y el sexto parecía de abuelo.
O al menos eso decía Harry, yo pensaba que con todos estaba increíblemente sexy, y se lo había dicho, pero no me hacía caso. Leslie que compartía mi opinión no paraba de quejarse de que si no estuviese enamorado no sería tan pesado y se habría alquilado un traje de una tienda barata y nos habríamos dejado de rollos. Harry seguía diciendo que Alice solo le gustaba un poco y que seguía pensando que era una rarita, pero que tenía encanto.
Finalmente salió del probador con un traje negro con una camisa blanca y una corbata verde que hacía juego con sus ojos.
-¿Qué os parece?- dijo.
-Que tardas más en decidirte que una tía.- dijo Leslie.
-Estás genial.- dije yo.
-¿En serio?- dijo sonriéndose a si mismo en el espejo.
-Que si pesado.- dijo Leslie.
-Si, a mi también me gusta.- dijo Harry.- Estoy realmente bueno.
-¿Cómo puedes tener tanto ego?- dijo Leslie riéndose.
-Soy realista.- dijo encogiéndose de hombros y se volvió a meter en el probador.
Al rato salió y decidió comprar ese. Salimos del centro comercial cuando atardecía.
-Menos mal que solo teníamos que comprar un traje.- dijo Leslie.- Porque si tenemos que estar ahí metidos hasta que Alison comprara también un vestido creo que tendríamos que quedarnos allí a vivir.
-Cállate, yo os acompaño a vosotras todos los años a por vuestros vestidos y os aseguro que sois el triple de pesadas e indecisas que yo.- dijo Harry.
-Es verdad.- dije yo y Leslie me golpeó en el hombro.
-Pero no le des la razón.- dijo y yo me reí.
Llegué a casa por la noche. Al final los tres nos quedamos hablando en un banco de un parque sobre estupideces hasta que se hizo demasiado tarde que me empezó a entrar hambre de nuevo y tuve que ir a casa.
Me dirigí a mi cuarto y pensé en llamar a Nick por teléfono para contarle que no podríamos ir al baile y tras mucho cavilar sobre el tema decidí hacerlo para quitarme el asunto de la cabeza.
-¿Si?- respondió Nick al tercer toque.
-Soy Alison.- dije.
-Si, lo sé, tengo tu número guardado en la agenda.- dijo.- ¿Has comprado el vestido?
-Pues de eso te quería hablar precisamente...- dije desanimada. No tenía ganas de contárselo, además me apetecía mucho ir al baile con él.
-¿De tu vestido?- dijo extrañado.
-Si, bueno no... Del baile.- dije.
-Ah, ¿y que me quieres contar?
-Al parecer los castigados no podemos asistir al baile, solo estaremos allí como camareros, sirviendo bebidas.
Nick se quedó en silencio, me habría gustado saber que cara estaba poniendo para saber si estaba cabreado, aliviado, o como.
-Estarás con Ryan entonces...- dijo pero no supe si era una pregunta o una afirmación.
-Si.
Se volvió a quedar en silencio.
-¿Estás enfadado?- pregunté.
-No... Para nada. Son cosas que pasan, además solo es un estúpido baile.- dijo y yo me desilusioné un poco. Para mi no era solo un estúpido baile, tenía verdaderas ganas de ir con Nick.
-Si, exacto.- dije.
-Nos vemos mañana entonces.- dijo.
-Está bien, hasta mañana, te quiero.- dije y él colgó.
Me quedé mirando el teléfono, se había enfadado, estaba segura. Pero, ¿qué culpa tenía yo de que me hubiesen castigado?
Suspiré tumbándome en la cama y dejando el teléfono a un lado. Me quedé dormida al rato, se me había pasado el hambre.
------------------------------------------------------
Ya he pensado el resto de capítulos y el final :D
Estaba un poco indecisa sobre con quien iba a acabar Alison, pero ya lo he decidido y en cuanto escriba los capítulos restantes lo sabréis ^__^
Calculo que quedan unos ocho capítulos para terminar la novela, pero bueno, no es exacto.
En fin, comentar, plis. Y votar en las encuestas con quien queréis que acaben Leslie y Alison, aun estáis a tiempo de hacerme cambiar de idea :D
¡Besos!
Las vacaciones de primavera se acercaban, y habíamos tenido exámenes toda la semana, así que aproveché un poco las clases particulares de Deryck y los últimos días estuvo ayudándome a estudiar seriamente.
Quise saber sobre Cassie, la chica que estaba en la fiesta y andaba detrás de Deryck y Deryck también un poco de ella, pero no me dijo mucho.
Respecto a Nick le dije que no le había cogido el teléfono el otro día porque ya estaba durmiendo, él no hizo más preguntas. Me sentía un poco mal por no haberle dicho la verdad, pero me parecía una estupidez hacerlo ya que se pondría con sus malditos celos con Deryck, al igual que con Ryan, así que como no había pasado nada malo decidí no decirle nada ni sobre la fiesta ni de mis clases particulares con Deryck a no ser que me preguntara.
En la puerta de clase estaba Nick esperándome apoyado, yo me acerqué a él con una sonrisa y le di un beso.
-Quedan pocos días para el baile de primavera.- dijo Nick.
-Si, lo sé.- contesté yo.
-¿Quieres ir?- preguntó.
-Claro, daba por hecho que iríamos.
Llevaban toda la semana anunciando el baile de primavera al cual asistían todos los alumnos del instituto. Un montón de carteles pegados en las paredes que habíamos hecho en su gran mayoría Ryan y yo debido a nuestro castigo.
A estas alturas un montón de chicos me habrían pedido ya que fuera su pareja en el baile, pero este año era diferente, todo el instituto sabía de sobra que yo salía con Nick Carter, y ni tan siquiera se molestaron en preguntármelo, salvo dos despistados que no debían haberse enterado de que iría con Nick a los cuales tuve que rechazar amablemente.
A Nick también se lo habían pedido algunas chicas que por algún motivo no sabían que iría conmigo, o por el contrario si lo sabían pero aun conservaban esperanzas. Como una tal Tiffany, que tuvo la cara de acercarse a Nick para preguntarle si la acompañaba al baile justo cuando yo estaba a su lado. Yo le lancé una mirada de odio a esa tal Tiffany y Nick la sonrió abiertamente y le dijo que lo sentía pero que no.
En estos bailes todos los chicos se morían por ir con una animadora, en especial la capitana, y las chicas morían por ir con el quarterback del equipo de fútbol que casualmente era Ryan, así que me imaginé que ya tendría pareja.
Yo fui acompañada por Ryan cuando aun salíamos juntos, pero el resto de los años iba con algún chico decente que me lo pidiese, y otros años simplemente me quedaba con Harry y Leslie en casa viendo una película ya que por lo menos Harry nunca había ido a un baile de primavera, por los mismos motivos por los que no pasaba el día de San Valentín con nadie. No quería comprometerse a nada con ninguna chica para no darla esperanzas.
Muchas chicas con las que Harry estaba fortuitamente le pedían casi desesperadas que las acompañara al baile, pero Harry siempre se negaba, incluso la vez en que Georgia Sanders, la capitana de las animadoras se lo preguntó, todo el mundo se quedó impresionado cuando Harry se negó. Así era Harry, y eso le hacía absolutamente irresistible para el resto de chicas, en cambio para mi siempre sería el idiota y adorable Harry que comía chuches y palomitas con Leslie y conmigo mientras veíamos El Diario de Noah. Definitivamente el día en el que Harry fuera a cualquier baile con alguna chica significaría que se había enamorado, pero no esperaba presenciar ese día nunca.
Cuando me quise dar cuenta Nick y yo estábamos plantados en frente de la sala de castigados, que como siempre a última hora tenía que asistir.
-¿Qué harás esta tarde?- preguntó Nick antes de que entrara.
-Comprar un vestido para el baile, para dejarte impresionado cuando me veas.- dije y él sonrió.
-Será difícil que me impresiones más de lo que me impresionas de costumbre.
-Tu espera y verás.
-Estoy desando verlo.- dijo.
-Y yo estoy deseando verte a ti con traje.- respondí dándole un beso que el correspondió.
-Entonces nos vemos mañana.- dijo él cuando nos separamos. Yo sonreí asintiendo y él se fue.
Ryan ya estaba en la sala de castigados mirándome cuando entré.
-Qué escena tan romántica.- dijo con fingida amabilidad y un gran tono irónico.
Yo sonreí entrando y dejando la mochila en una mesa.
-¿Nos espiabas, Ryan? No sabía que te interesáramos tanto.- dije yo.
-Y no lo hacéis, pero es gracioso que estéis tan ilusionados con el baile cuando no vais a ir.- dijo él esbozando una sonrisa.
-¿Cómo que no iremos?
-Pues eso rubita, que los castigados no pueden ir a los bailes ¿no lo sabías?- dijo.
-No...- dije desilusionada.
-No te preocupes, que tu querido Nick aun puede encontrar pareja, no es tan feo, seguro que alguna desesperada quiere ir con él.
-Cállate idiota.- dije ahora enfadada.
-Venga no te pongas así, el baile será mucho mejor para ti. Tendremos que estar sirviendo bebidas al resto de alumnos. Disfrutarás de mi compañía toda la noche.
-Lo estoy deseando...- dije con ironía.
Afortunadamente solo quedaban unos días más de castigo, y después del baile no tendría que volver a esa maldita sala con Ryan, así que le soportaría unos días más y sería libre.
No pasaba nada, ya iría con Nick al baile de graduación...
Leslie, Harry y yo habíamos quedado en el centro comercial justo cuando saliese del castigo, y allí ya estaban los dos esperando.
-¿Podemos ir a comprar un sandwich? Me estoy muriendo me hambre.- dije en cuanto estuve lo suficientemente cerca.
-Claro.- dijeron ambos.
Caminamos hacia un restaurante de comida rápida para que pudiese pedir mi sandwich.
-¿Al final vas a ir al baile?- le pregunté a Leslie.
Leslie solía hacer como yo. Hace dos años fue con un novio que tuvo llamado Nathan, otros años simplemente no iba y se quedaba con Harry que nunca iba y conmigo, o otros años iba con algún chico que se lo pidiese aunque no estuviesen saliendo.
-No, este año paso de ir.- respondió ella.
-Perfecto, entonces hemos venido para nada.- dije y ambos me miraron sin comprender, así que me expliqué.- Ryan me ha dicho que como estamos castigados tendremos que servir las bebidas en el baile y que no podemos ir con pareja ni nada de eso, solo a servir bebidas...- dije suspirando.
-¿En serio? ¿Lo sabe Nick?- dijo Leslie.
-No... Me lo acababa de decir Ryan. Se lo diré luego, aunque no creo que le haga nada de gracia... Y más si tengo que estar toda la noche con Ryan. Le dará un ataque de celos o algo.- dije imaginándomelo.
-No creo, no es culpa tuya... - dijo Harry.
-Si, lo sé...
-Entonces no iremos ninguno al baile.- dijo Leslie mientras yo cogía mi sandwich y me disponía a morderlo.
-¿Quién ha dicho que yo no vaya a ir?- dijo Harry de repente.
-¿Vas a ir?- dijo Leslie.
-Si.- dijo Harry sin mirarnos y empezando a andar hacia las tiendas.
-¿Qué?- dije yo con la boca llena.
Leslie y yo nos miramos y ambas nos encogimos de hombros sin saber que pasaba.
-Pues eso...- dijo Harry.- Así que ayudarme a elegir un traje adecuado... No estoy muy acostumbrado a estas cosas, y no me gustan.
-Espera, espera, espera ¿desde cuando tu vas a bailes?- dije.
-¿Quieres masticar antes de hablar?- dijo Harry molesto.
-No cambies de tema.- intervino Leslie.- ¿Con quien vas al baile?
-Con Alice...- dijo finalmente y yo casi me atraganto.
-¡Lo dije! Te gusta Alice, no lo niegues.- dije.
Harry suspiró.
-Si, a lo mejor me gusta ¿y qué?- dije a la defensiva.
Harry era así, no le gustaban estos temas de conversación.
-Eh, no te pongas así.- dijo Leslie.- Es genial. Nunca esperé vivir para presenciar como te enamorabas.
-¡No estoy enamorado!- dijo como si fuese una locura.
-Está bien...- dije.- No estás enamorado, solo vas al baile con Alice como buenos amigos ¿no es eso?
-Si, es eso.- sentenció.
-Ya, claro.- murmuró Leslie.
Leslie y yo estábamos en una tienda de trajes sentadas en frente de los probadores mientras Harry se ponía el séptimo traje de la tarde.
El primero decía que era muy incómodo, el segundo le hacía gordo, del tercero no le gustaban las mangas, el cuarto tenía un color que degradaba la vista, el quinto era demasiado formal y el sexto parecía de abuelo.
O al menos eso decía Harry, yo pensaba que con todos estaba increíblemente sexy, y se lo había dicho, pero no me hacía caso. Leslie que compartía mi opinión no paraba de quejarse de que si no estuviese enamorado no sería tan pesado y se habría alquilado un traje de una tienda barata y nos habríamos dejado de rollos. Harry seguía diciendo que Alice solo le gustaba un poco y que seguía pensando que era una rarita, pero que tenía encanto.
Finalmente salió del probador con un traje negro con una camisa blanca y una corbata verde que hacía juego con sus ojos.
-¿Qué os parece?- dijo.
-Que tardas más en decidirte que una tía.- dijo Leslie.
-Estás genial.- dije yo.
-¿En serio?- dijo sonriéndose a si mismo en el espejo.
-Que si pesado.- dijo Leslie.
-Si, a mi también me gusta.- dijo Harry.- Estoy realmente bueno.
-¿Cómo puedes tener tanto ego?- dijo Leslie riéndose.
-Soy realista.- dijo encogiéndose de hombros y se volvió a meter en el probador.
Al rato salió y decidió comprar ese. Salimos del centro comercial cuando atardecía.
-Menos mal que solo teníamos que comprar un traje.- dijo Leslie.- Porque si tenemos que estar ahí metidos hasta que Alison comprara también un vestido creo que tendríamos que quedarnos allí a vivir.
-Cállate, yo os acompaño a vosotras todos los años a por vuestros vestidos y os aseguro que sois el triple de pesadas e indecisas que yo.- dijo Harry.
-Es verdad.- dije yo y Leslie me golpeó en el hombro.
-Pero no le des la razón.- dijo y yo me reí.
Llegué a casa por la noche. Al final los tres nos quedamos hablando en un banco de un parque sobre estupideces hasta que se hizo demasiado tarde que me empezó a entrar hambre de nuevo y tuve que ir a casa.
Me dirigí a mi cuarto y pensé en llamar a Nick por teléfono para contarle que no podríamos ir al baile y tras mucho cavilar sobre el tema decidí hacerlo para quitarme el asunto de la cabeza.
-¿Si?- respondió Nick al tercer toque.
-Soy Alison.- dije.
-Si, lo sé, tengo tu número guardado en la agenda.- dijo.- ¿Has comprado el vestido?
-Pues de eso te quería hablar precisamente...- dije desanimada. No tenía ganas de contárselo, además me apetecía mucho ir al baile con él.
-¿De tu vestido?- dijo extrañado.
-Si, bueno no... Del baile.- dije.
-Ah, ¿y que me quieres contar?
-Al parecer los castigados no podemos asistir al baile, solo estaremos allí como camareros, sirviendo bebidas.
Nick se quedó en silencio, me habría gustado saber que cara estaba poniendo para saber si estaba cabreado, aliviado, o como.
-Estarás con Ryan entonces...- dijo pero no supe si era una pregunta o una afirmación.
-Si.
Se volvió a quedar en silencio.
-¿Estás enfadado?- pregunté.
-No... Para nada. Son cosas que pasan, además solo es un estúpido baile.- dijo y yo me desilusioné un poco. Para mi no era solo un estúpido baile, tenía verdaderas ganas de ir con Nick.
-Si, exacto.- dije.
-Nos vemos mañana entonces.- dijo.
-Está bien, hasta mañana, te quiero.- dije y él colgó.
Me quedé mirando el teléfono, se había enfadado, estaba segura. Pero, ¿qué culpa tenía yo de que me hubiesen castigado?
Suspiré tumbándome en la cama y dejando el teléfono a un lado. Me quedé dormida al rato, se me había pasado el hambre.
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Ya he pensado el resto de capítulos y el final :D
Estaba un poco indecisa sobre con quien iba a acabar Alison, pero ya lo he decidido y en cuanto escriba los capítulos restantes lo sabréis ^__^
Calculo que quedan unos ocho capítulos para terminar la novela, pero bueno, no es exacto.
En fin, comentar, plis. Y votar en las encuestas con quien queréis que acaben Leslie y Alison, aun estáis a tiempo de hacerme cambiar de idea :D
¡Besos!
miércoles, 7 de agosto de 2013
Capítulo 38.
-¿No puedes venir esta noche a mi casa o algo?- dije.
Llevaba un rato hablando por teléfono con Nick. Estaba tumbada en mi cama mientras intentaba a duras penas pintarme las uñas y sujetar el teléfono a la vez.
-No, hoy trabajo hasta tarde...- dijo Nick.
En realidad yo ya sabía que él trabajaba, solo lo había preguntado por cumplir... De hecho tenía planes de que Deryck viniese a mi casa por la noche, porque no tenía otro hueco libre, a darme clases de nuevo.
Deryck llevaba toda la semana sin pasarse por mi instituto, porque ya había dejado de hacer las prácticas, y ahora todas las chicas andaban locas por conseguir que Deryck les diese clases a ellas en exclusiva en su propia casa, y yo obviamente era de las pocas que lo había conseguido.
Me dediqué gran parte de la semana a hacer saber a todas aquellas chicas que Deryck tenía mi nombre tatuado en su brazo y que me lo había tirado en más de una ocasión. Obviamente lo dije de forma que no se notara que quería que ellas lo supieran, lo deje caer de forma sutil y siempre y cuando Nick no estuviese delante.
Tal vez me debería sentir un poco mal por hacer esas cosas, pero no lo hacía, porque no había nada de malo en ello.
-Vaya, entonces me quedaré en casa estudiando.- dije, y no era del todo mentira.
-Que te sea leve.- dijo Nick tras un bostezo.
-¿Cuándo salgas me llamas? Esta semana no hemos estado apenas juntos...- dije.
-Si lo sé. Saldré sobre las dos de la mañana... Te llamo una vez y si estás despierta me lo coges ¿vale?
-Claro.- dijo y esbocé una sonrisa.
-Luego hablamos entonces.
-Te quiero.- dije.
-Yo también.- y colgó.
Miré mi reloj, quedaba un rato hasta que Deryck llegase.
Bajé las escaleras hacia el patio, y allí estaba Mike en la piscina. Mike había pasado aquí unos días, pero mañana volvería al campus y no volvería hasta las Spring Breakers, más o menos. Me senté en el bordillo viendo como nadaba, hasta que se dio cuenta de que estaba allí.
-¿Qué quieres?- dijo apoyándose en el bordillo, al lado mía.
-Nada- dije y él alzó una ceja.- En realidad si ¿Por qué no me dijiste que tenías novia?- dije molesta.
Mike esbozó una sonrisa.
-¿Por qué tenía que decírtelo? Tu no me hablaste antes del tal Nick hasta que me lo encontré en tu armario... En ropa interior.- dijo recalcando la última frase.
-No es lo mismo... Podías habérmelo dicho para haber avisado a Leslie.
-¿A Leslie porque?- dijo.- Fue ella quien me dejó, no debería importarle.
En ese momento sonó el timbre.
-Es Deryck.- dije levantándome corriendo a abrir la puerta, dejando a Mike allí.
Llegué a mi habitación con Deryck, él no parecía estar de muy buen humor, seguro que estaba cansado por las clases con las demás chicas.
Yo me senté en la cama cuando entramos y él fue a una de las dos sillas que había junto a mi escritorio.
-¿Qué tal las demás clases?- dije apoyando la cabeza en mi almohada y mirándole.
-Genial.- dijo.
-Me alegro.- dijo sonriendo.
-De hecho me han dicho algunas que esta semana no has parado de hablar de mi.- dijo sonriendo de repente, y yo dejé de sonreír.
-¿Quién lo ha dicho?
-Tres o cuatro de las chicas a las que doy clases.- dijo sin dejar de sonreír.
-¿Y que han dicho que he dicho?- dije sentándome.
-Que soy muy bueno en la cama, entre otras cosas- dijo y su sonrisa se agrandó.
Había dejado soltar eso mientras hablaba con Leslie en clase para que las demás me oyesen, y al parecer lo habían oído perfectamente. Leslie me miró extrañada y luego me preguntó que a que venía eso, pero a mi me daba lo mismo y le dije que era por si sentía curiosidad.
-Yo no dije eso.- dije a la vez que me levantaba de la cama.
-Pues que casualidad que hayan coincidido cuatro chicas en contarme la misma mentira.- dijo Deryck que no se lo creía.
-Si... Que cosas tiene la vida.- dije sentándome en la mesa de al lado.
Deryck lo dejó pasar, pero era obvio que no se lo había creído, y ahora yo estaba avergonzada.
-¿Qué quieres que te explique?- dijo ojeando los libros de texto que tenía sobre la mesa.
-Lo que te parezca más entretenido.- dije.
-Realmente todo es un coñazo.- dijo.
-Entonces hagamos otra cosa.- dije sonriendo y esperando que él hiciera lo mismo, pero no fue así.
-¿Estás de coña?- dijo.- Alison, vengo aquí porque se supone que necesitas clases particulares... Si no fuera por eso ahora mismo estaría en una fiesta o cualquier otro sitio. Así que si no necesitas las clases ¿por qué me hacer perder el tiempo?
-Es que precisamente hoy no tengo dudas... ¿Por qué no vamos a esa fiesta donde estarías si no estuvieses aquí?- dije y él suspiró.
Finalmente conseguí convencer a Deryck de que saliéramos de fiesta. Al parecer en su universidad montaban una a la que él quería ir, así que él bajó al salón mientras yo me preparaba, y cuando estuve lista bajé también.
Mike estaba con Deryck sentados en el sillón bebiendo cerveza.
-¿Nos vamos?- dije cuando llegué.
-Claro.- dijo Deryck y ambos se levantaron.
-¿Tu también vienes?- dije a Mike.
-¿Te molesta?- dijo.
-No, haz lo que quieras...- dije pero mi cara indicaba lo contrario.- Entonces llamaré a Leslie, seguro que quiere venir.
-Haz lo que quieras.- dijo él.
Al rato Deryck aparcó su coche en la entrada de la fiesta. Mike iba en el asiento del copiloto, y yo estaba con Leslie en los asientos traseros.
Salimos del coche y caminamos hacia la puerta. Deryck caminó por delante y Leslie fue con él ya que aun no se sentía cómoda con Mike, y siempre se había llevado bien con Deryck.
-¿Por qué has tenido que venir?- le dije a Michael molesta.
No me gustaba que Mike viniese siempre a las fiestas a las que yo iba. Es mi hermano, y no es lo mismo ir a una fiesta con tus amigos que tener que ir a una en la que tu hermano también está. Además, no iba poder estar con Deryck a solas, y tendría que estar con Leslie porque ella no querría estar con Mike.
-¿Por qué has tenido que venir tu? Parezco retrasado llevando a mi hermana pequeña a todos lados.
-ERES retrasado. - dije.- Y no me traes tu, vengo con Deryck.
-Solo porque no le quedaba más remedio que llevarte.- dijo.- Además, pasa de mi, yo voy a estar con mis amigos y mi novia. Tu puedes hacer lo que te de la gana con tu maldita amiga.
-¿Mi maldita amiga? No decías lo mismo cuando salías con ella, o cuando te acababa de dejar.- dije metiendo el dedo en la yaga, él había estado destrozado cuando lo dejaron.
Hablábamos en tono de discusión, pero en voz baja para que ni Deryck ni Leslie nos oyeran.
-¿Sabes que? Pasa de mi y corre con Deryck a ver si te hace caso.
Y entró en la fiesta dejándome atrás.
"A ver si me hace caso" había dicho. A mi Deryck siempre me hacía caso, pensé molesta. Solo había dicho eso porque estaba molesto de que hubiese traído a Leslie porque aun sentía por ella.
Hacía mucho que no discutía con Mike, entre otras cosas porque cada vez no veíamos menos, pero me daba igual, no decía más que tonterías.
Entré en la fiesta y Leslie, Mike y Deryck estaban en la puerta y me uní a ellos no sin antes lanzar una mirada de odio a Mike que en seguida me devolvió.
-Allí podéis pedir bebidas.- dijo Deryck.- Yo estaré por allí.- dijo señalando el lado contrario.
-Genial.- dijo Mike.- Luego nos llevas a casa ¿no? No he traído el coche.
-Claro. Luego nos vemos.- dijo Deryck girándose.
-Yo también voy.- dije y Leslie me agarró la muñeca para que esperase.
-Ve con Mike.- le dije en voz baja.-Tal vez así lo arregláis.- le guiñé un ojo y después fui con Deryck sin darle tiempo a responder.
Al rato estaba con Deryck y un grupo de amigos suyos sentados en unos sillones. Deryck tenía un cigarro encendido y jugaba al poker con unos amigos suyos, yo estaba sentada a su lado mirando.
Una chica con el pelo largo y castaño, ojos grande y azules y los labios pintados de rosa se acercó a Deryck por detrás.
-Vaya, vaya, dos ases.- dijo sonriendo.
Deryck dejó sus cartas sobre la mesa y miró a la chica.
-Si no fuera porque eres tu te mataría.- dijo y se levantó del sillón.- Acabas de hacerme perder mis diez dolares de apuesta.
-Te he arruinado.- dijo.
-Tendrás que invitarme a una copa más tarde.
-Prefiero que me invites tu.- dijo sonriendo.
-Venga Deryck- dijo uno de sus amigos.- Deja de tontear y vuelve aquí.
-¿Para que esta me haga perder otra vez? Creo que no.- dijo sonriendo.
-Soy Alison.- dije levantándome del sillón al ver que Deryck no iba a presentarme a la chica.
-Soy Cassie.- dijo ésta.- ¿Eres la hermanita de Deryck?-dijo sonriendo.
-En realidad no.- dije intentando disimular que estaba molesta.
-Oh, lo digo porque como tiene un tatuaje en el brazo que pone tu nombre.- dije sonriendo.
-Somos amigos.- dijo Deryck.
-En realidad soy su exnovia.- dije yo.
-Vaya, es genial que ahora seáis tan amigos.- dijo ella.
Deryck, Cassie, algunos amigos y amigas de Deryck y yo terminamos jugando al "Yo nunca".
El juego consistía en decir alguna frase que empezara con "Yo nunca he..." y si lo habías hecho tenías que beber un chupito.
Al final del juego siempre acababas o borracho o casi.
-Yo nunca he hecho un trío...- dijo una de las chicas.
Dos amigos de Deryck y otra de las chicas bebieron.
-Me toca.- dijo Deryck que ya estaba bastante borracho.- Yo nunca he pensado en tirarme al padre o madre de un amigo o amiga.- dijo.
Un chico que se llamaba Zack bebió.
-¿En serio?- dijo Deryck riendo y otros le siguieron.
-Es que su madre estaba muy buena...- dijo.
-Está bien, está bien.- dijo Cassie llenando su vaso.- Me toca. Yo nunca nunca me he tirado a Deryck.- dijo y se bebió el vaso. Yo hice lo mismo.
-¿Cuenta si era un sueño?- dijo Zack interrumpiendo y todos se rieron.
-Estarás de coña ¿no?- dijo Deryck que no sabía si reírse o asustarse.
-No... Yo no controlo lo que sueño.- dijo.
Cassie soltó una sonora carcajada y todos se reían.
-Creo que es mejor que dejemos de jugar...- dijo otro chico.
-Si, empiezo a descubrir cosas que preferiría no haber sabido nunca.- dijo Deryck.
Yo me quedé pensando ¿Cassie y Deryck habían estado saliendo juntos? ¿O solo fue algo de una noche?
Algunos se empezaron a levantar de la mesa tambaleándose, habían bebido demasiado. Yo la verdad es que estaba bien, durante todo el juego solo había bebido unas dos o tres veces.
Cassie se sentó a mi lado.
-Ey Alisa.- dijo sonriendo.
-Alison.- la corregí.
-Perdón...- murmuró, ella había bebido mucho.- ¿Cómo estas?
-Bien.- dije y me giré para buscar a Deryck.
-¿Estás interesada en Deryck?- soltó sin más.
-Emmm... No. Tengo novio.
-Oh, me dejas más tranquila.- dijo.- Tenía pensado lanzarme esta noche. Es decir, como algo más serio. La verdad es que Deryck es un tío genial.
-Me alegro.
-¿Podrías informarte un poco para ver si es mutuo? Sé de sobra que atraigo a Deryck, pero no sé si para algo más o solo sexo.- dijo.
-¿Quieres que le pregunte?
-Si, pero no directamente, haz que suene sutil.- dijo.
-Claro.- dije.- No será problema.- y ella sonrió.
Me levanté buscando a Deryck, pero decidí pasar antes por el baño para ver mi aspecto.
No tenía pensado ayudar a Cassie, era una perra y no me caía bien, así que haría todo lo posible para que Deryck pasase de ella.
Cerré la puerta del baño que casualmente estaba vacío y me empecé a mirar al espejo. A los segundos alguien empezó a aporrear la puerta.
-¡¿Quieres salir de una vez?!- dijo una voz familiar.- ¡Voy a vomitar todo si no abres!- dijo y yo abrí en seguida.
Era Leslie que entró tambaleándose y se dirigió a la taza del váter y comenzó a vomitar. Yo le sujeté el pelo.
-Pásame algo para limpiarme.- dijo y yo saqué toallitas húmedas de mi bolso. Ella me miró.- Vaya, eres Alison.- dijo riendo.- No me había dado cuenta.
Se levantó y tiró de la cadena. Después sacó un chicle de su bolso y se lo metió en la boca.
-¿Qué tal?- le pregunté.
-Mal.- dijo.- Bueno, al principio bien, Mike estaba muy majo, pero luego ha aparecido su novia, y ahí estaba los dos besándose en mi cara, y yo tenía una botella a mano, así que ya sabes. ¡Y ahora su novia me dice que le traiga una cocacola, como si fuese una camarera! Maldita zorr...
-¿Y se la has llevado?- pregunté.
-A eso iba.- dijo levantando el vaso de cocacola que tenía en su mano.
-¿Por qué no se lo damos y nos vamos a casa?- pregunté escupiendo en el vaso. Leslie se rió.
Caminé con Leslie hacia el lugar donde ella me dijo que estaba Mike y su novia. Y allí estaban, besándose en un sillón. Yo le di dos golpecitos en el hombro a su novia y ella me miró.
-Toma tu vaso.- dije.
-¿Eres la hermana de Mike?- dijo sonriendo y bebiendo un trago. En seguida Leslie soltó una carcajada, pero nadie le dio importancia, ya que estaba borracha.
-La misma.- dije.- Michael, me encuentro mal, llévame a casa.- dije sonriendo.
-¿Por qué no se lo dices a Deryck?- dijo suspirando.
-Está muy borracho, no puede conducir.- dije.
-Llama a tu novio para que te recoja.- dijo.
-Como no sea en bici... No tiene el carnet.
Michael suspiró y se levantó.
-Lo siento, hermanas pequeñas.- dijo a su novia besándola.
-No importa, es una ricura.- dijo ella y me alegré de haber escupido en su vaso.
-Ve a buscar al estúpido de Deryck.- dijo Mike.
Deryck estaba a punto de beberse una cerveza, sentado junto a sus amigos.
-Creo que ya has bebido suficiente.- dije cogiéndola.- Nos vamos.
-¿Ya?
-Si, a no ser que prefieras que nos vayamos cuando Michael tampoco pueda conducir y tu coche acabe empotrado contra un árbol. Repararlo sería muy caro... Si sobrevivimos.- dije.
Él se levantó perezosamente. Vi a Cassie sentada en el mismo sillón de antes y me acerqué a ella mientras Deryck se ponía su chaqueta.
-¿Qué te ha dicho?- dijo.
-Pues la verdad es que sigue enamorado de mi.- dije.- Así que lo veo complicado.
-¿En serio?
-Si, oye, ahora mismo me voy. Ya hablamos otro día.
Dije y me giré de vuelta con Deryck. Me daba igual haberla mentido, igualmente no la volvería a ver.
Deryck se tambaleaba yo le cogí la mano para que se moviera.
-¿A donde vamos a ir ahora?- dijo él sonriendo.
-Yo a mi casa a dormir, y tu debería hacer lo mismo.
-¿Ir a tu casa a dormir? Me parece bien, siempre y cuando no durmamos.- dijo agarrándome de la cintura y esbozando una sonrisa socarrona.
-Quítate, estás completamente borracho.- dije sin poder evitar sonreír también.
-Venga, ¿me vas a decir que no quieres? Tu misma lo has dicho, soy bueno en la cama.
-Otro día.- le dije sin hacerle mucho caso.
-Te tomo la palabra.- dijo y se giró hacia el lado contrario de la puerta.
-¿A donde vas?- dije.
-A buscar a Cassie.- dijo él como si fuera obvio.
-¿Para que?
-Tendré que pasar la noche con alguien, y Cassie era mi primera opción.
¿Su primera opción? pensé molesta.
-No está interesada en ti.- le dije corriendo.- De hecho se ha ido con un amigo tuyo.
-¿En serio?- dijo mirándome desilusionado.
No me gustó su mirada, no era la misma que ponía conmigo, conmigo solo parecía divertido, pero había parecido que realmente le importase si Cassie se iba con otro o no.
-Si.- contesté.- Vayámonos.
Saqué mi teléfono móvil para llamar a Mike y decirle que le esperábamos en la puerta.
En mi pantalla ponía "una llamada perdida". Era de Nick, había olvidado que iba a llamarme.
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¿Que os ha parecido? :D
He puesto música en el blog, está arriba :) La mayoría de las canciones me inspiran para escribir, y la letra pega con la historia, otras simplemente me gustan, así que si os apetece escucharlas :3
También he puesto nuevas encuestas para ir decidiendo como va acabar la historia, porque quiero tener en cuenta vuestra opinión.
En fin, votar en las encuestas y comentar plis.
BESOS!
jueves, 1 de agosto de 2013
Capítulo 37.
El fin de semana llegó, estaba con Harry y Leslie en el salón de mi casa. Harry estaba tirado en el sillón grande con el mando de la televisión en la mano, cambiando de canal todo el rato, Leslie estaba en la butaca individual sentada de lado, con los pies colgando por uno de los brazos del sofá comiendo golosinas, y yo estaba sentada en el suelo con un bol de palomitas sobre las piernas.
-Pásame mi cocacola.- dijo Harry.
Yo levanté la lata de la mesa y se la acerqué.
-Tu no te muevas.- dije irónicamente.
-No lo iba a hacer.- dijo él esbozando una sonrisa.
-¡Quieres dejar un canal de una vez!- dijo Leslie lanzándole una de las golosinas que estaba comiendo.
-¡Gracias!- dijo él comiéndosela.
Leslie había ido al médico con su madre, y lo habían arreglado todo. A pesar de que tan solo habían pasado unas semanas ya se la veía con mucho mejor aspecto, estaba recuperando peso, se había quitado el piercing de la nariz, pero los diversos pendientes que se había hecho en la oreja aun los conservaba, porque le quedaban realmente bien.
Todo había vuelto a la normalidad entre nosotros, como si nunca hubiese pasado nada.
Las notas de One For The Radio de Mcfly empezaron a sonar, mi móvil estaba sonando.
-¿Dónde está?- dije intentando guiarme por el sonido.
Harry se revolvió en el sillón y lo sacó de su espalda.
-Ya decía yo que me estaba clavando algo.- dijo dándomelo.
-¿Si?- dije respondiendo al teléfono.
-Tengo un rato libre ahora para tus clases particulares ¿estás ocupada?- era Deryck.
-Oh, pensé que me llamarías antes...- dije.
-Ya, es que no he tenido mucho tiempo. ¿Puedes entonces?
Realmente no estaba ocupada, puesto que no estaba haciendo absolutamente nada con Harry y Leslie.
-Claro.- respondí finalmente.
-Genial, me paso por tu casa en un rato.
-De acuerdo.- dije y colgué.
-¿Quién era?- dijo Leslie.
-Deryck.
-¿Y que quiere?- preguntó.
-Su universidad está recaudando fondos, y viene a darme clases particulares.- dije.
-¿Clase particulares? Tu no necesitas eso.- dijo Harry.
-Bueno... No vienen mal unas horas extra de estudio ¿no?- dije.
Leslie y Harry alzaron una ceja, y me miraban. Parecía que se habían coordinado.
-¿Qué?- dije.
-Nada... Solo es un poco raro.- dijo Leslie.
-No lo es. Deryck no me gusta si lo decís por eso.
-Eso lo has dicho tu.- dijo Harry.
-Callaros.- dije molesta.- Tengo novio ¿sabéis? Son solo clases, no seáis infantiles.
-¿Y cuando viene?- dijo Leslie.
-Ahora.
-¿Y cuanto se va a quedar?- preguntó Harry.
-Una hora.
-Genial, no es mucho. Nos quedaremos esperando aquí hasta que acabéis, quiero ver un programa que echan luego, pero yo no tengo el canal en mi casa.
-Vale, vale, pero no hagáis ruido.- dije.
Al cabo de un rato Deryck llamó al timbre de mi casa y subimos a mi cuarto.
-¿Con que necesitas ayuda?- preguntó Deryck mientras se sentaba.
-Con... Lo que sea. No sé.- dije sentándome a su lado.
-¿Lo que sea?- dijo sonriendo.- Realmente me extraña que hayas querido las clases... No pienso que te hagan falta.
Otro igual- pensé.
-Bueno, he estado algo distraída en clase ¿no? Algunas cosas no las he entendido...
-De acuerdo.- dijo abriendo un libro.- Pues empecemos.
Deryck empezó a explicarme seriamente aquella cosa de la cual no estaba prestaba atención en clase el otro día. Eran unas estúpidas fórmulas que en realidad entendía perfectamente... En realidad entendía perfectamente todo y me estaba muriendo de aburrimiento.
-¿Cómo te va con las demás clases particulares?- pregunté después de treinta largos minutos de explicaciones.
-Bien...- dijo extrañado.- ¿Lo has entendido?- preguntó.
-Si, lo entendí. ¿Y que tal con las chicas de clase? Realmente son un poco inútiles ¿no?- dije un poco sin pensar.- Digo, porque siempre hacen preguntas en clase... De cosas obvias.
-Si bueno... No todo el mundo pilla las cosas al vuelo como tu. ¿Te explico ahora la Ley de Avogadro?
-Entiendo la Ley de Avogadro.- dije.- ¿Entonces ellas te caen bien?
-No me caen mal... ¿Te explico la Ley de Coulomb?
-También la entiendo...
-¿Por qué querías realmente clases? No lo entiendo.- dijo soltando el bolígrafo que sostenía.
-Ya te lo he dicho antes... No he entendido algunas cosas, y para reforzar.- dije.
-Pero parece que lo entiendes todo.
-Porque tu me lo has explicado ahora.- dije sonriendo.
-¿Entonces ya no tienes más dudas?- preguntó.
Yo lo pensé unos segundos.
-No realmente.
-Entonces me voy ya.- dijo levantándose.
-¿Vuelves la semana que viene?- pregunté en seguida.
-Claro, si necesitas las clases si.- dijo.
-Genial... Entonces nos vemos la semana que viene.- dije sonriendo.
Bajé las escaleras y acompañé a Deryck hasta la puerta algo desilusionada... Realmente las cosas no habían salido como esperaba, tampoco sé que era exactamente lo que esperaba, pero definitivamente eso no.
Fui hacia el salón y allí me encontré nada más y nada menos que a Leslie y Mike jugando a la playstation.
-Hola...- dije y Mike le dio al pause.- ¿Y Harry pregunté?
-Se ha tenido que ir.- dijo Leslie.- No sé que de unas clases particulares... Ahora todos tenéis clases.- dijo.
-¿Y que hacéis?- pregunté.
-¿No es obvio?- dijo Mike levantando el mando.
-Claro...- dije.
-Me voy ya.- dijo Mike levantándose del sillón.- Ya nos veremos.- le dijo a Leslie y subió las escaleras hacia su habitación.
-¿Qué ha sido eso?- pregunté sentándome en el sillón.
-Pues como Harry se tuvo que ir y Mike pasaba justo por el salón dijo que se podía quedar conmigo haciendo algo hasta que tu bajases.
-Vaya...- dije sorprendida.
-Si, al principio fue super incómodo. No hablábamos casi, yo no sabía que decirle, pero el ofreció que jugáramos a la play, y luego ya estuvimos más cómodos, hablamos como amigos... Ya sabes.
-¿Dijo algo de su novia?- pregunté.
-No, eso habría sido aun más incómodo... ¿No hablaste con él sobre eso?- dijo ella.
-No, él lleva toda la semana en el campus de la universidad, y no he tenido oportunidad.
-Entiendo...- dijo y se quedó unos segundos en silencio.- ¿Crees que hay posibilidades de que vuelva a ser como antes?
-Nunca se sabe.
Se estaba haciendo tarde, caminaba con Leslie por la calle sin un rumbo fijo.
-¿Qué hay de Harry?- dijo Leslie mientras caminábamos.- Y eso de las clase particulares.
-Resulta extraño...- dije.- ¿Sabes quien es Alice Fillerman?
-¿La de clase?- preguntó ella.
-La misma. Resulta que le da clases a Harry, y al principio a él le resultaba indiferente, ya sabes que a Harry solo le interesan las tías estúpidas super populares.- dije y ella asintió.- Pues el otro día de repente pareció muy interesado. Estuvimos básicamente persiguiendo a la chica hasta que vio a Harry y empezaron a hablar, y ahora ha pedido tener clases particulares con ella también el fin de semana, y le dijo que tenía muchos exámenes cuando no tiene ninguno. Solo lo hizo para estar con ella.- dije.
-¿Piensas que a Harry le gusta a Alice?- preguntó Leslie sorprendida.
-Él dice que no... ¡Pero resulta obvio!
-Es extraño... No parece para nada el tipo de Harry, ella es guapa, pero es muy diferente a con las que acostumbra a estar.
-Tal vez sea por eso.
Leslie y yo seguimos caminando.
Ahora me parecía irónico que estuviese diciendo que a Harry le gustaba Alice por inventar excusas para poder tener clases con ellas cuando yo estaba haciendo lo mismo con Deryck.
Pero no tenía nada que ver... Yo solo había querido tener clases con Deryck por motivos algo egoístas... Solo quería que las demás me vieran con él.
Eso podía ser algo malo, pero ¿quién no ha hecho alguna vez algo así?
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¿Que os ha parecido? ¡Comentar porfi! Intentaré tener el próximo cuanto antes ¡BEEEESOS!
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