lunes, 19 de agosto de 2013

Capítulo 39.

Salí de clase suspirando aliviada. Por fin había terminado el último examen.
Las vacaciones de primavera se acercaban, y habíamos tenido exámenes toda la semana, así que aproveché un poco las clases particulares de Deryck y los últimos días estuvo ayudándome a estudiar seriamente.
Quise saber sobre Cassie, la chica que estaba en la fiesta y andaba detrás de Deryck y Deryck también un poco de ella, pero no me dijo mucho.
Respecto a Nick le dije que no le había cogido el teléfono el otro día porque ya estaba durmiendo, él no hizo más preguntas. Me sentía un poco mal por no haberle dicho la verdad, pero me parecía una estupidez hacerlo ya que se pondría con sus malditos celos con Deryck, al igual que con Ryan, así que como no había pasado nada malo decidí no decirle nada ni sobre la fiesta ni de mis clases particulares con Deryck a no ser que me preguntara.
En la puerta de clase estaba Nick esperándome apoyado, yo me acerqué a él con una sonrisa y le di un beso.
-Quedan pocos días para el baile de primavera.- dijo Nick.
-Si, lo sé.- contesté yo.
-¿Quieres ir?- preguntó.
-Claro, daba por hecho que iríamos.
Llevaban toda la semana anunciando el baile de primavera al cual asistían todos los alumnos del instituto. Un montón de carteles pegados en las paredes que habíamos hecho en su gran mayoría Ryan y yo debido a nuestro castigo.
A estas alturas un montón de chicos me habrían pedido ya que fuera su pareja en el baile, pero este año era diferente, todo el instituto sabía de sobra que yo salía con Nick Carter, y ni tan siquiera se molestaron en preguntármelo, salvo dos despistados que no debían haberse enterado de que iría con Nick a los cuales tuve que rechazar amablemente.
A Nick también se lo habían pedido algunas chicas que por algún motivo no sabían que iría conmigo, o por el contrario si lo sabían pero aun conservaban esperanzas. Como una tal Tiffany, que tuvo la cara de acercarse a Nick para preguntarle si la acompañaba al baile justo cuando yo estaba a su lado. Yo le lancé una mirada de odio a esa tal Tiffany y Nick la sonrió abiertamente y le dijo que lo sentía pero que no.
En estos bailes todos los chicos se morían por ir con una animadora, en especial la capitana, y las chicas morían por ir con el quarterback del equipo de fútbol que casualmente era Ryan, así que me imaginé que ya tendría pareja.
Yo fui acompañada por Ryan cuando aun salíamos juntos, pero el resto de los años iba con algún chico decente que me lo pidiese, y otros años simplemente me quedaba con Harry y Leslie en casa viendo una película ya que por lo menos Harry nunca había ido a un baile de primavera, por los mismos motivos por los que no pasaba el día de San Valentín con nadie. No quería comprometerse a nada con ninguna chica para no darla esperanzas.
Muchas chicas con las que Harry estaba fortuitamente le pedían casi desesperadas que las acompañara al baile, pero Harry siempre se negaba, incluso la vez en que Georgia Sanders, la capitana de las animadoras se lo preguntó, todo el mundo se quedó impresionado cuando Harry se negó. Así era Harry, y eso le hacía absolutamente irresistible para el resto de chicas, en cambio para mi siempre sería el idiota y adorable Harry que comía chuches y palomitas con Leslie y conmigo mientras veíamos El Diario de Noah. Definitivamente el día en el que Harry fuera a cualquier baile con alguna chica significaría que se había enamorado, pero no esperaba presenciar ese día nunca.
Cuando me quise dar cuenta Nick y yo estábamos plantados en frente de la sala de castigados, que como siempre a última hora tenía que asistir.
-¿Qué harás esta tarde?- preguntó Nick antes de que entrara.
-Comprar un vestido para el baile, para dejarte impresionado cuando me veas.- dije y él sonrió.
-Será difícil que me impresiones más de lo que me impresionas de costumbre.
-Tu espera y verás.
-Estoy desando verlo.- dijo.
-Y yo estoy deseando verte a ti con traje.- respondí dándole un beso que el correspondió.
-Entonces nos vemos mañana.- dijo él cuando nos separamos. Yo sonreí asintiendo y él se fue.
Ryan ya estaba en la sala de castigados mirándome cuando entré.
-Qué escena tan romántica.- dijo con fingida amabilidad y un gran tono irónico.
Yo sonreí entrando y dejando la mochila en una mesa.
-¿Nos espiabas, Ryan? No sabía que te interesáramos tanto.- dije yo.
-Y no lo hacéis, pero es gracioso que estéis tan ilusionados con el baile cuando no vais a ir.- dijo él esbozando una sonrisa.
-¿Cómo que no iremos?
-Pues eso rubita, que los castigados no pueden ir a los bailes ¿no lo sabías?- dijo.
-No...- dije desilusionada.
-No te preocupes, que tu querido Nick aun puede encontrar pareja, no es tan feo, seguro que alguna desesperada quiere ir con él.
-Cállate idiota.- dije ahora enfadada.
-Venga no te pongas así, el baile será mucho mejor para ti. Tendremos que estar sirviendo bebidas al resto de alumnos. Disfrutarás de mi compañía toda la noche.
-Lo estoy deseando...- dije con ironía.
Afortunadamente solo quedaban unos días más de castigo, y después del baile no tendría que volver a esa maldita sala con Ryan, así que le soportaría unos días más y sería libre.
No pasaba nada, ya iría con Nick al baile de graduación...

Leslie, Harry y yo habíamos quedado en el centro comercial justo cuando saliese del castigo, y allí ya estaban los dos esperando.
-¿Podemos ir a comprar un sandwich? Me estoy muriendo me hambre.- dije en cuanto estuve lo suficientemente cerca.
-Claro.- dijeron ambos.
Caminamos hacia un restaurante de comida rápida para que pudiese pedir mi sandwich.
-¿Al final vas a ir al baile?- le pregunté a Leslie.
Leslie solía hacer como yo. Hace dos años fue con un novio que tuvo llamado Nathan, otros años simplemente no iba y se quedaba con Harry que nunca iba y conmigo, o otros años iba con algún chico que se lo pidiese aunque no estuviesen saliendo.
-No, este año paso de ir.- respondió ella.
-Perfecto, entonces hemos venido para nada.- dije y ambos me miraron sin comprender, así que me expliqué.- Ryan me ha dicho que como estamos castigados tendremos que servir las bebidas en el baile y que no podemos ir con pareja ni nada de eso, solo a servir bebidas...- dije suspirando.
-¿En serio? ¿Lo sabe Nick?- dijo Leslie.
-No... Me lo acababa de decir Ryan. Se lo diré luego, aunque no creo que le haga nada de gracia... Y más si tengo que estar toda la noche con Ryan. Le dará un ataque de celos o algo.- dije imaginándomelo.
-No creo, no es culpa tuya... - dijo Harry.
-Si, lo sé...
-Entonces no iremos ninguno al baile.- dijo Leslie mientras yo cogía mi sandwich y me disponía a morderlo.
-¿Quién ha dicho que yo no vaya a ir?- dijo Harry de repente.
-¿Vas a ir?- dijo Leslie.
-Si.- dijo Harry sin mirarnos y empezando a andar hacia las tiendas.
-¿Qué?- dije yo con la boca llena.
Leslie y yo nos miramos y ambas nos encogimos de hombros sin saber que pasaba.
-Pues eso...- dijo Harry.- Así que ayudarme a elegir un traje adecuado... No estoy muy acostumbrado a estas cosas, y no me gustan.
-Espera, espera, espera ¿desde cuando tu vas a bailes?- dije.
-¿Quieres masticar antes de hablar?- dijo Harry molesto.
-No cambies de tema.- intervino Leslie.- ¿Con quien vas al baile?
-Con Alice...- dijo finalmente y yo casi me atraganto.
-¡Lo dije! Te gusta Alice, no lo niegues.- dije.
Harry suspiró.
-Si, a lo mejor me gusta ¿y qué?- dije a la defensiva.
Harry era así, no le gustaban estos temas de conversación.
-Eh, no te pongas así.- dijo Leslie.- Es genial. Nunca esperé vivir para presenciar como te enamorabas.
-¡No estoy enamorado!- dijo como si fuese una locura.
-Está bien...- dije.- No estás enamorado, solo vas al baile con Alice como buenos amigos ¿no es eso?
-Si, es eso.- sentenció.
-Ya, claro.- murmuró Leslie.

Leslie y yo estábamos en una tienda de trajes sentadas en frente de los probadores mientras Harry se ponía el séptimo traje de la tarde.
El primero decía que era muy incómodo, el segundo le hacía gordo, del tercero no le gustaban las mangas, el cuarto tenía un color que degradaba la vista, el quinto era demasiado formal y el sexto parecía de abuelo.
O al menos eso decía Harry, yo pensaba que con todos estaba increíblemente sexy, y se lo había dicho, pero no me hacía caso. Leslie que compartía mi opinión no paraba de quejarse de que si no estuviese enamorado no sería tan pesado y se habría alquilado un traje de una tienda barata y nos habríamos dejado de rollos. Harry seguía diciendo que Alice solo le gustaba un poco y que seguía pensando que era una rarita, pero que tenía encanto.
Finalmente salió del probador con un traje negro con una camisa blanca y una corbata verde que hacía juego con sus ojos.
-¿Qué os parece?- dijo.
-Que tardas más en decidirte que una tía.- dijo Leslie.
-Estás genial.- dije yo.
-¿En serio?- dijo sonriéndose a si mismo en el espejo.
-Que si pesado.- dijo Leslie.
-Si, a mi también me gusta.- dijo Harry.- Estoy realmente bueno.
-¿Cómo puedes tener tanto ego?- dijo Leslie riéndose.
-Soy realista.- dijo encogiéndose de hombros y se volvió a meter en el probador.
Al rato salió y decidió comprar ese. Salimos del centro comercial cuando atardecía.
-Menos mal que solo teníamos que comprar un traje.- dijo Leslie.- Porque si tenemos que estar ahí metidos hasta que Alison comprara también un vestido creo que tendríamos que quedarnos allí a vivir.
-Cállate, yo os acompaño a vosotras todos los años a por vuestros vestidos y os aseguro que sois el triple de pesadas e indecisas que yo.- dijo Harry.
-Es verdad.- dije yo y Leslie me golpeó en el hombro.
-Pero no le des la razón.- dijo y yo me reí.

Llegué a casa por la noche. Al final los tres nos quedamos hablando en un banco de un parque sobre estupideces hasta que se hizo demasiado tarde que me empezó a entrar hambre de nuevo y tuve que ir a casa.
Me dirigí a mi cuarto y pensé en llamar a Nick por teléfono para contarle que no podríamos ir al baile y tras mucho cavilar sobre el tema decidí hacerlo para quitarme el asunto de la cabeza.
-¿Si?- respondió Nick al tercer toque.
-Soy Alison.- dije.
-Si, lo sé, tengo tu número guardado en la agenda.- dijo.- ¿Has comprado el vestido?
-Pues de eso te quería hablar precisamente...- dije desanimada. No tenía ganas de contárselo, además me apetecía mucho ir al baile con él.
-¿De tu vestido?- dijo extrañado.
-Si, bueno no... Del baile.- dije.
-Ah, ¿y que me quieres contar?
-Al parecer los castigados no podemos asistir al baile, solo estaremos allí como camareros, sirviendo bebidas.
Nick se quedó en silencio, me habría gustado saber que cara estaba poniendo para saber si estaba cabreado, aliviado, o como.
-Estarás con Ryan entonces...- dijo pero no supe si era una pregunta o una afirmación.
-Si.
Se volvió a quedar en silencio.
-¿Estás enfadado?- pregunté.
-No... Para nada. Son cosas que pasan, además solo es un estúpido baile.- dijo y yo me desilusioné un poco. Para mi no era solo un estúpido baile, tenía verdaderas ganas de ir con Nick.
-Si, exacto.- dije.
-Nos vemos mañana entonces.- dijo.
-Está bien, hasta mañana, te quiero.- dije y él colgó.
Me quedé mirando el teléfono, se había enfadado, estaba segura. Pero, ¿qué culpa tenía yo de que me hubiesen castigado?
Suspiré tumbándome en la cama y dejando el teléfono a un lado. Me quedé dormida al rato, se me había pasado el hambre.

------------------------------------------------------
Ya he pensado el resto de capítulos y el final :D
Estaba un poco indecisa sobre con quien iba a acabar Alison, pero ya lo he decidido y en cuanto escriba los capítulos restantes lo sabréis ^__^  
Calculo que quedan unos ocho capítulos para terminar la novela, pero bueno, no es exacto.
En fin, comentar, plis. Y votar en las encuestas con quien queréis que acaben Leslie y Alison, aun estáis a tiempo de hacerme cambiar de idea :D
¡Besos!

miércoles, 7 de agosto de 2013

Capítulo 38.

-¿No puedes venir esta noche a mi casa o algo?- dije.
Llevaba un rato hablando por teléfono con Nick. Estaba tumbada en mi cama mientras intentaba a duras penas pintarme las uñas y sujetar el teléfono a la vez.
-No, hoy trabajo hasta tarde...- dijo Nick.
En realidad yo ya sabía que él trabajaba, solo lo había preguntado por cumplir... De hecho tenía planes de que Deryck viniese a mi casa por la noche, porque no tenía otro hueco libre, a darme clases de nuevo.
Deryck llevaba toda la semana sin pasarse por mi instituto, porque ya había dejado de hacer las prácticas, y ahora todas las chicas andaban locas por conseguir que Deryck les diese clases a ellas en exclusiva en su propia casa, y yo obviamente era de las pocas que lo había conseguido.
Me dediqué gran parte de la semana a hacer saber a todas aquellas chicas que Deryck tenía mi nombre tatuado en su brazo y que me lo había tirado en más de una ocasión. Obviamente lo dije de forma que no se notara que quería que ellas lo supieran, lo deje caer de forma sutil y siempre y cuando Nick no estuviese delante.
Tal vez me debería sentir un poco mal por hacer esas cosas, pero no lo hacía, porque no había nada de malo en ello. 
-Vaya, entonces me quedaré en casa estudiando.- dije, y no era del todo mentira.
-Que te sea leve.- dijo Nick tras un bostezo.
-¿Cuándo salgas me llamas? Esta semana no hemos estado apenas juntos...- dije.
-Si lo sé. Saldré sobre las dos de la mañana... Te llamo una vez y si estás despierta me lo coges ¿vale?
-Claro.- dijo y esbocé una sonrisa.
-Luego hablamos entonces.
-Te quiero.- dije.
-Yo también.- y colgó.
Miré mi reloj, quedaba un rato hasta que Deryck llegase.
Bajé las escaleras hacia el patio, y allí estaba Mike en la piscina. Mike había pasado aquí unos días, pero mañana volvería al campus y no volvería hasta las Spring Breakers, más o menos. Me senté en el bordillo viendo como nadaba, hasta que se dio cuenta de que estaba allí.
-¿Qué quieres?- dijo apoyándose en el bordillo, al lado mía.
-Nada- dije y él alzó una ceja.- En realidad si ¿Por qué no me dijiste que tenías novia?- dije molesta.
Mike esbozó una sonrisa.
-¿Por qué tenía que decírtelo? Tu no me hablaste antes del tal Nick hasta que me lo encontré en tu armario... En ropa interior.- dijo recalcando la última frase.
-No es lo mismo... Podías habérmelo dicho para haber avisado a Leslie.
-¿A Leslie porque?- dijo.- Fue ella quien me dejó, no debería importarle.
En ese momento sonó el timbre.
-Es Deryck.- dije levantándome corriendo a abrir la puerta, dejando a Mike allí.

Llegué a mi habitación con Deryck, él no parecía estar de muy buen humor, seguro que estaba cansado por las clases con las demás chicas.
Yo me senté en la cama cuando entramos y él fue a una de las dos sillas que había junto a mi escritorio.
-¿Qué tal las demás clases?- dije apoyando la cabeza en mi almohada y mirándole.
-Genial.- dijo.
-Me alegro.- dijo sonriendo.
-De hecho me han dicho algunas que esta semana no has parado de hablar de mi.- dijo sonriendo de repente, y yo dejé de sonreír.
-¿Quién lo ha dicho?
-Tres o cuatro de las chicas a las que doy clases.- dijo sin dejar de sonreír.
-¿Y que han dicho que he dicho?- dije sentándome.
-Que soy muy bueno en la cama, entre otras cosas- dijo y su sonrisa se agrandó.
Había dejado soltar eso mientras hablaba con Leslie en clase para que las demás me oyesen, y al parecer lo habían oído perfectamente. Leslie me miró extrañada y luego me preguntó que a que venía eso, pero a mi me daba lo mismo y le dije que era por si sentía curiosidad.
-Yo no dije eso.- dije a la vez que me levantaba de la cama.
-Pues que casualidad que hayan coincidido cuatro chicas en contarme la misma mentira.- dijo Deryck que no se lo creía.
-Si... Que cosas tiene la vida.- dije sentándome en la mesa de al lado.
Deryck lo dejó pasar, pero era obvio que no se lo había creído, y ahora yo estaba avergonzada.
-¿Qué quieres que te explique?- dijo ojeando los libros de texto que tenía sobre la mesa.
-Lo que te parezca más entretenido.- dije.
-Realmente todo es un coñazo.- dijo.
-Entonces hagamos otra cosa.- dije sonriendo y esperando que él hiciera lo mismo, pero no fue así.
-¿Estás de coña?- dijo.- Alison, vengo aquí porque se supone que necesitas clases particulares... Si no fuera por eso ahora mismo estaría en una fiesta o cualquier otro sitio. Así que si no necesitas las clases ¿por qué me hacer perder el tiempo?
-Es que precisamente hoy no tengo dudas... ¿Por qué no vamos a esa fiesta donde estarías si no estuvieses aquí?- dije y él suspiró.

Finalmente conseguí convencer a Deryck de que saliéramos de fiesta. Al parecer en su universidad montaban una a la que él quería ir, así que él bajó al salón mientras yo me preparaba, y cuando estuve lista bajé también.
Mike estaba con Deryck sentados en el sillón bebiendo cerveza.
-¿Nos vamos?- dije cuando llegué.
-Claro.- dijo Deryck y ambos se levantaron.
-¿Tu también vienes?- dije a Mike.
-¿Te molesta?- dijo.
-No, haz lo que quieras...- dije pero mi cara indicaba lo contrario.- Entonces llamaré a Leslie, seguro que quiere venir.
-Haz lo que quieras.- dijo él.

Al rato Deryck aparcó su coche en la entrada de la fiesta. Mike iba en el asiento del copiloto, y yo estaba con Leslie en los asientos traseros.
Salimos del coche y caminamos hacia la puerta. Deryck caminó por delante y Leslie fue con él ya que aun no se sentía cómoda con Mike, y siempre se había llevado bien con Deryck.
-¿Por qué has tenido que venir?- le dije a Michael molesta.
No me gustaba que Mike viniese siempre a las fiestas a las que yo iba. Es mi hermano, y no es lo mismo ir a una fiesta con tus amigos que tener que ir a una en la que tu hermano también está. Además, no iba poder estar con Deryck a solas, y tendría que estar con Leslie porque ella no querría estar con Mike.
-¿Por qué has tenido que venir tu? Parezco retrasado llevando a mi hermana pequeña a todos lados.
-ERES retrasado. - dije.- Y no me traes tu, vengo con Deryck.
-Solo porque no le quedaba más remedio que llevarte.- dijo.- Además, pasa de mi, yo voy a estar con mis amigos y mi novia. Tu puedes hacer lo que te de la gana con tu maldita amiga.
-¿Mi maldita amiga? No decías lo mismo cuando salías con ella, o cuando te acababa de dejar.- dije metiendo el dedo en la yaga, él había estado destrozado cuando lo dejaron.
Hablábamos en tono de discusión, pero en voz baja para que ni Deryck ni Leslie nos oyeran.
-¿Sabes que? Pasa de mi y corre con Deryck a ver si te hace caso.
Y entró en la fiesta dejándome atrás.
"A ver si me hace caso" había dicho. A mi Deryck siempre me hacía caso, pensé molesta. Solo había dicho eso porque estaba molesto de que hubiese traído a Leslie porque aun sentía por ella.
Hacía mucho que no discutía con Mike, entre otras cosas porque cada vez no veíamos menos, pero me daba igual, no decía más que tonterías.
Entré en la fiesta y Leslie, Mike y Deryck estaban en la puerta y me uní a ellos no sin antes lanzar una mirada de odio a Mike que en seguida me devolvió.
-Allí podéis pedir bebidas.- dijo Deryck.- Yo estaré por allí.- dijo señalando el lado contrario.
-Genial.- dijo Mike.- Luego nos llevas a casa ¿no? No he traído el coche.
-Claro. Luego nos vemos.- dijo Deryck girándose.
-Yo también voy.- dije y Leslie me agarró la muñeca para que esperase.
-Ve con Mike.- le dije en voz baja.-Tal vez así lo arregláis.- le guiñé un ojo y después fui con Deryck sin darle tiempo a responder.

Al rato estaba con Deryck y un grupo de amigos suyos sentados en unos sillones. Deryck tenía un cigarro encendido y jugaba al poker con unos amigos suyos, yo estaba sentada a su lado mirando.
Una chica con el pelo largo y castaño, ojos grande y azules y los labios pintados de rosa se acercó a Deryck por detrás.
-Vaya, vaya, dos ases.- dijo sonriendo.
Deryck dejó sus cartas sobre la mesa y miró a la chica.
-Si no fuera porque eres tu te mataría.- dijo y se levantó del sillón.- Acabas de hacerme perder mis diez dolares de apuesta.
-Te he arruinado.- dijo.
-Tendrás que invitarme a una copa más tarde.
-Prefiero que me invites tu.- dijo sonriendo.
-Venga Deryck- dijo uno de sus amigos.- Deja de tontear y vuelve aquí.
-¿Para que esta me haga perder otra vez? Creo que no.- dijo sonriendo.
-Soy Alison.- dije levantándome del sillón al ver que Deryck no iba a presentarme a la chica.
-Soy Cassie.- dijo ésta.- ¿Eres la hermanita de Deryck?-dijo sonriendo.
-En realidad no.- dije intentando disimular que estaba molesta.
-Oh, lo digo porque como tiene un tatuaje en el brazo que pone tu nombre.- dije sonriendo.
-Somos amigos.- dijo Deryck.
-En realidad soy su exnovia.- dije yo.
-Vaya, es genial que ahora seáis tan amigos.- dijo ella.

Deryck, Cassie, algunos amigos y amigas de Deryck y yo terminamos jugando al "Yo nunca".
El juego consistía en decir alguna frase que empezara con "Yo nunca he..." y si lo habías hecho tenías que beber un chupito.
Al final del juego siempre acababas o borracho o casi.
-Yo nunca he hecho un trío...- dijo una de las chicas.
Dos amigos de Deryck y otra de las chicas bebieron.
-Me toca.- dijo Deryck que ya estaba bastante borracho.- Yo nunca he pensado en tirarme al padre o madre de un amigo o amiga.- dijo.
Un chico que se llamaba Zack bebió.
-¿En serio?- dijo Deryck riendo y otros le siguieron.
-Es que su madre estaba muy buena...- dijo.
-Está bien, está bien.- dijo Cassie llenando su vaso.- Me toca. Yo nunca nunca me he tirado a Deryck.- dijo y se bebió el vaso. Yo hice lo mismo.
-¿Cuenta si era un sueño?- dijo Zack interrumpiendo y todos se rieron.
-Estarás de coña ¿no?- dijo Deryck que no sabía si reírse o asustarse.
-No... Yo no controlo lo que sueño.- dijo.
Cassie soltó una sonora carcajada y todos se reían.
-Creo que es mejor que dejemos de jugar...- dijo otro chico.
-Si, empiezo a descubrir cosas que preferiría no haber sabido nunca.- dijo Deryck.
Yo me quedé pensando ¿Cassie y Deryck habían estado saliendo juntos? ¿O solo fue algo de una noche?
Algunos se empezaron a levantar de la mesa tambaleándose, habían bebido demasiado. Yo la verdad es que estaba bien, durante todo el juego solo había bebido unas dos o tres veces.
Cassie se sentó a mi lado.
-Ey Alisa.- dijo sonriendo.
-Alison.- la corregí.
-Perdón...- murmuró, ella había bebido mucho.- ¿Cómo estas?
-Bien.- dije y me giré para buscar a Deryck.
-¿Estás interesada en Deryck?- soltó sin más.
-Emmm... No. Tengo novio.
-Oh, me dejas más tranquila.- dijo.- Tenía pensado lanzarme esta noche. Es decir, como algo más serio. La verdad es que Deryck es un tío genial.
-Me alegro.
-¿Podrías informarte un poco para ver si es mutuo? Sé de sobra que atraigo a Deryck, pero no sé si para algo más o solo sexo.- dijo.
-¿Quieres que le pregunte?
-Si, pero no directamente, haz que suene sutil.- dijo.
-Claro.- dije.- No será problema.- y ella sonrió.
Me levanté buscando a Deryck, pero decidí pasar antes por el baño para ver mi aspecto.
No tenía pensado ayudar a Cassie, era una perra y no me caía bien, así que haría todo lo posible para que Deryck pasase de ella.
Cerré la puerta del baño que casualmente estaba vacío y me empecé a mirar al espejo. A los segundos alguien empezó a aporrear la puerta.
-¡¿Quieres salir de una vez?!- dijo una voz familiar.- ¡Voy a vomitar todo si no abres!- dijo y yo abrí en seguida.
Era Leslie que entró tambaleándose y se dirigió a la taza del váter y comenzó a vomitar. Yo le sujeté el pelo.
-Pásame algo para limpiarme.- dijo y yo saqué toallitas húmedas de mi bolso. Ella me miró.- Vaya, eres Alison.- dijo riendo.- No me había dado cuenta.
Se levantó y tiró de la cadena. Después sacó un chicle de su bolso y se lo metió en la boca.
-¿Qué tal?- le pregunté.
-Mal.- dijo.- Bueno, al principio bien, Mike estaba muy majo, pero luego ha aparecido su novia, y ahí estaba los dos besándose en mi cara, y yo tenía una botella a mano, así que ya sabes. ¡Y ahora su novia me dice que le traiga una cocacola, como si fuese una camarera! Maldita zorr...
-¿Y se la has llevado?- pregunté.
-A eso iba.- dijo levantando el vaso de cocacola que tenía en su mano.
-¿Por qué no se lo damos y nos vamos a casa?- pregunté escupiendo en el vaso. Leslie se rió.

Caminé con Leslie hacia el lugar donde ella me dijo que estaba Mike y su novia. Y allí estaban, besándose en un sillón. Yo le di dos golpecitos en el hombro a su novia y ella me miró.
-Toma tu vaso.- dije.
-¿Eres la hermana de Mike?- dijo sonriendo y bebiendo un trago. En seguida Leslie soltó una carcajada, pero nadie le dio importancia, ya que estaba borracha.
-La misma.- dije.- Michael, me encuentro mal, llévame a casa.- dije sonriendo.
-¿Por qué no se lo dices a Deryck?- dijo suspirando.
-Está muy borracho, no puede conducir.- dije.
-Llama a tu novio para que te recoja.- dijo.
-Como no sea en bici... No tiene el carnet.
Michael suspiró y se levantó.
-Lo siento, hermanas pequeñas.- dijo a su novia besándola.
-No importa, es una ricura.- dijo ella y me alegré de haber escupido en su vaso.
-Ve a buscar al estúpido de Deryck.- dijo Mike.

Deryck estaba a punto de beberse una cerveza, sentado junto a sus amigos.
-Creo que ya has bebido suficiente.- dije cogiéndola.- Nos vamos.
-¿Ya?
-Si, a no ser que prefieras que nos vayamos cuando Michael tampoco pueda conducir y tu coche acabe empotrado contra un árbol. Repararlo sería muy caro... Si sobrevivimos.- dije.
Él se levantó perezosamente. Vi a Cassie sentada en el mismo sillón de antes y me acerqué a ella mientras Deryck se ponía su chaqueta.
-¿Qué te ha dicho?- dijo.
-Pues la verdad es que sigue enamorado de mi.- dije.- Así que lo veo complicado.
-¿En serio?
-Si, oye, ahora mismo me voy. Ya hablamos otro día.
Dije y me giré de vuelta con Deryck. Me daba igual haberla mentido, igualmente no la volvería a ver.
Deryck se tambaleaba yo le cogí la mano para que se moviera.
-¿A donde vamos a ir ahora?- dijo él sonriendo.
-Yo a mi casa a dormir, y tu debería hacer lo mismo.
-¿Ir a tu casa a dormir? Me parece bien, siempre y cuando no durmamos.- dijo agarrándome de la cintura y esbozando una sonrisa socarrona.
-Quítate, estás completamente borracho.- dije sin poder evitar sonreír también.
-Venga, ¿me vas a decir que no quieres? Tu misma lo has dicho, soy bueno en la cama.
-Otro día.- le dije sin hacerle mucho caso.
-Te tomo la palabra.- dijo y se giró hacia el lado contrario de la puerta.
-¿A donde vas?- dije.
-A buscar a Cassie.- dijo él como si fuera obvio.
-¿Para que?
-Tendré que pasar la noche con alguien, y Cassie era mi primera opción.
¿Su primera opción? pensé molesta.
-No está interesada en ti.- le dije corriendo.- De hecho se ha ido con un amigo tuyo.
-¿En serio?- dijo mirándome desilusionado.
No me gustó su mirada, no era la misma que ponía conmigo, conmigo solo parecía divertido, pero había parecido que realmente le importase si Cassie se iba con otro o no.
-Si.- contesté.- Vayámonos.
Saqué mi teléfono móvil para llamar a Mike y decirle que le esperábamos en la puerta.
En mi pantalla ponía "una llamada perdida". Era de Nick, había olvidado que iba a llamarme.
------------------------------------------------
¿Que os ha parecido? :D
He puesto música en el blog, está arriba :) La mayoría de las canciones me inspiran para escribir, y la letra pega con la historia, otras simplemente me gustan, así que si os apetece escucharlas :3
También he puesto nuevas encuestas para ir decidiendo como va acabar la historia, porque quiero tener en cuenta vuestra opinión.
En fin, votar en las encuestas y comentar plis.
BESOS!

jueves, 1 de agosto de 2013

Capítulo 37.

El fin de semana llegó, estaba con Harry y Leslie en el salón de mi casa. Harry estaba tirado en el sillón grande con el mando de la televisión en la mano, cambiando de canal todo el rato, Leslie estaba en la butaca individual sentada de lado, con los pies colgando por uno de los brazos del sofá comiendo golosinas, y yo estaba sentada en el suelo con un bol de palomitas sobre las piernas.
-Pásame mi cocacola.- dijo Harry.
Yo levanté la lata de la mesa y se la acerqué.
-Tu no te muevas.- dije irónicamente.
-No lo iba a hacer.- dijo él esbozando una sonrisa.
-¡Quieres dejar un canal de una vez!- dijo Leslie lanzándole una de las golosinas que estaba comiendo.
-¡Gracias!- dijo él comiéndosela.
Leslie había ido al médico con su madre, y lo habían arreglado todo. A pesar de que tan solo habían pasado unas semanas ya se la veía con mucho mejor aspecto, estaba recuperando peso, se había quitado el piercing de la nariz, pero los diversos pendientes que se había hecho en la oreja aun los conservaba, porque le quedaban realmente bien.
Todo había vuelto a la normalidad entre nosotros, como si nunca hubiese pasado nada.
Las notas de One For The Radio de Mcfly empezaron a sonar, mi móvil estaba sonando.
-¿Dónde está?- dije intentando guiarme por el sonido.
Harry se revolvió en el sillón y lo sacó de su espalda.
-Ya decía yo que me estaba clavando algo.- dijo dándomelo.
-¿Si?- dije respondiendo al teléfono.
-Tengo un rato libre ahora para tus clases particulares ¿estás ocupada?- era Deryck.
-Oh, pensé que me llamarías antes...- dije.
-Ya, es que no he tenido mucho tiempo. ¿Puedes entonces? 
Realmente no estaba ocupada, puesto que no estaba haciendo absolutamente nada con Harry y Leslie.
-Claro.- respondí finalmente.
-Genial, me paso por tu casa en un rato.
-De acuerdo.- dije y colgué.
-¿Quién era?- dijo Leslie.
-Deryck.
-¿Y que quiere?- preguntó.
-Su universidad está recaudando fondos, y viene a darme clases particulares.- dije.
-¿Clase particulares? Tu no necesitas eso.- dijo Harry.
-Bueno... No vienen mal unas horas extra de estudio ¿no?- dije.
Leslie y Harry alzaron una ceja, y me miraban. Parecía que se habían coordinado.
-¿Qué?- dije.
-Nada... Solo es un poco raro.- dijo Leslie.
-No lo es. Deryck no me gusta si lo decís por eso.
-Eso lo has dicho tu.- dijo Harry.
-Callaros.- dije molesta.- Tengo novio ¿sabéis? Son solo clases, no seáis infantiles.
-¿Y cuando viene?- dijo Leslie.
-Ahora.
-¿Y cuanto se va a quedar?- preguntó Harry.
-Una hora.
-Genial, no es mucho. Nos quedaremos esperando aquí hasta que acabéis, quiero ver un programa que echan luego, pero yo no tengo el canal en mi casa.
-Vale, vale, pero no hagáis ruido.- dije.

Al cabo de un rato Deryck llamó al timbre de mi casa y subimos a mi cuarto.
-¿Con que necesitas ayuda?- preguntó Deryck mientras se sentaba.
-Con... Lo que sea. No sé.- dije sentándome a su lado.
-¿Lo que sea?- dijo sonriendo.- Realmente me extraña que hayas querido las clases... No pienso que te hagan falta.
Otro igual- pensé.
-Bueno, he estado algo distraída en clase ¿no? Algunas cosas no las he entendido...
-De acuerdo.- dijo abriendo un libro.- Pues empecemos.
Deryck empezó a explicarme seriamente aquella cosa de la cual no estaba prestaba atención en clase el otro día. Eran unas estúpidas fórmulas que en realidad entendía perfectamente... En realidad entendía perfectamente todo y me estaba muriendo de aburrimiento.
-¿Cómo te va con las demás clases particulares?- pregunté después de treinta largos minutos de explicaciones.
-Bien...- dijo extrañado.- ¿Lo has entendido?- preguntó.
-Si, lo entendí. ¿Y que tal con las chicas de clase? Realmente son un poco inútiles ¿no?- dije un poco sin pensar.- Digo, porque siempre hacen preguntas en clase... De cosas obvias.
-Si bueno... No todo el mundo pilla las cosas al vuelo como tu. ¿Te explico ahora la Ley de Avogadro? 
-Entiendo la Ley de Avogadro.- dije.- ¿Entonces ellas te caen bien?
-No me caen mal... ¿Te explico la Ley de Coulomb?
-También la entiendo...
-¿Por qué querías realmente clases? No lo entiendo.- dijo soltando el bolígrafo que sostenía.
-Ya te lo he dicho antes... No he entendido algunas cosas, y para reforzar.- dije.
-Pero parece que lo entiendes todo.
-Porque tu me lo has explicado ahora.- dije sonriendo.
-¿Entonces ya no tienes más dudas?- preguntó.
Yo lo pensé unos segundos.
-No realmente.
-Entonces me voy ya.- dijo levantándose.
-¿Vuelves la semana que viene?- pregunté en seguida.
-Claro, si necesitas las clases si.- dijo.
-Genial... Entonces nos vemos la semana que viene.- dije sonriendo.

Bajé las escaleras y acompañé a Deryck hasta la puerta algo desilusionada... Realmente las cosas no habían salido como esperaba, tampoco sé que era exactamente lo que esperaba, pero definitivamente eso no.
Fui hacia el salón y allí me encontré nada más y nada menos que a Leslie y Mike jugando a la playstation.
-Hola...- dije y Mike le dio al pause.- ¿Y Harry pregunté?
-Se ha tenido que ir.- dijo Leslie.- No sé que de unas clases particulares... Ahora todos tenéis clases.- dijo.
-¿Y que hacéis?- pregunté.
-¿No es obvio?- dijo Mike levantando el mando.
-Claro...- dije.
-Me voy ya.- dijo Mike levantándose del sillón.- Ya nos veremos.- le dijo a Leslie y subió las escaleras hacia su habitación.
-¿Qué ha sido eso?- pregunté sentándome en el sillón.
-Pues como Harry se tuvo que ir y Mike pasaba justo por el salón dijo que se podía quedar conmigo haciendo algo hasta que tu bajases.
-Vaya...- dije sorprendida.
-Si, al principio fue super incómodo. No hablábamos casi, yo no sabía que decirle, pero el ofreció que jugáramos a la play, y luego ya estuvimos más cómodos, hablamos como amigos... Ya sabes.
-¿Dijo algo de su novia?- pregunté.
-No, eso habría sido aun más incómodo... ¿No hablaste con él sobre eso?- dijo ella.
-No, él lleva toda la semana en el campus de la universidad, y no he tenido oportunidad.
-Entiendo...- dijo y se quedó unos segundos en silencio.- ¿Crees que hay posibilidades de que vuelva a ser como antes?
-Nunca se sabe.

Se estaba haciendo tarde, caminaba con Leslie por la calle sin un rumbo fijo.
-¿Qué hay de Harry?- dijo Leslie mientras caminábamos.- Y eso de las clase particulares.
-Resulta extraño...- dije.- ¿Sabes quien es Alice Fillerman?
-¿La de clase?- preguntó ella.
-La misma. Resulta que le da clases a Harry, y al principio a él le resultaba indiferente, ya sabes que a Harry solo le interesan las tías estúpidas super populares.- dije y ella asintió.- Pues el otro día de repente pareció muy interesado. Estuvimos básicamente persiguiendo a la chica hasta que vio a Harry y empezaron a hablar, y ahora ha pedido tener clases particulares con ella también el fin de semana, y le dijo que tenía muchos exámenes cuando no tiene ninguno. Solo lo hizo para estar con ella.- dije.
-¿Piensas que a Harry le gusta a Alice?- preguntó Leslie sorprendida.
-Él dice que no... ¡Pero resulta obvio!
-Es extraño... No parece para nada el tipo de Harry, ella es guapa, pero es muy diferente a con las que acostumbra a estar.
-Tal vez sea por eso.
Leslie y yo seguimos caminando.
Ahora me parecía irónico que estuviese diciendo que a Harry le gustaba Alice por inventar excusas para poder tener clases con ellas cuando yo estaba haciendo lo mismo con Deryck.
Pero no tenía nada que ver... Yo solo había querido tener clases con Deryck por motivos algo egoístas... Solo quería que las demás me vieran con él. 
Eso podía ser algo malo, pero ¿quién no ha hecho alguna vez algo así?
-------------------------------------------------------------
¿Que os ha parecido? ¡Comentar porfi! Intentaré tener el próximo cuanto antes ¡BEEEESOS!

lunes, 29 de julio de 2013

Capítulo 36.

Al siguiente día caminaba con Harry por los pasillos del instituto sin ninguna prisa ya que por primera vez en bastantes días íbamos con tiempo de sobra a clase.
-Me ha dicho Leslie que ha hecho las paces con su madre, y que todo guay, que la está ayudando con todo esto.- dije caminando a su lado.
Harry se quedo en silencio, estaba mirando hacia otro lado sin prestarme atención.
-¿Me estás escuchando?- pregunte un poco irritada y él seguía mirando a otro sitio.- ¡Harry!- dije dándole un golpe en el hombro.
-¿Qué?- dijo distraído y dirigiendo su mirada hacia mi.
-Te estaba hablando...- dije suspirando.
-Ah... ¿Y que has dicho?- dijo volviendo a mirar a otro lado.
-Que Les me ha dicho que lo ha arreglado todo con su madre, y que la está ayudando con todo...- dije.
-Lo sé, he hablado con ella.- respondió.
Seguimos andando y Harry continuaba distraído, mirando alrededor todo el tiempo, como si buscase a alguien.
-¿Se puede saber que miras tanto?- dije finalmente.
-Esta ahí.- dijo como para si mismo y después tiró de mi para que fuera con él hacia el tablón de anuncios y después empezó a mirarlo interesado.-¿Has visto?- dijo señalando un cartel a boleo.
-¿Que se supone que estamos haciendo?- pregunté mirando a mi alrededor.
-¡No te gires!- dijo él intentando resultar disimulado.
Yo le volví a mirar y el hizo una mirada de que le siguiera el rollo, yo suspiré.
-Oh si, - dije fingiendo interesarme también en el cartel.- Un intercambio de libros el Martes que viene...
-Hola Harry.- dijo Alice que estaba cerrando su taquilla justo al lado nuestro.
Él la miró desinteresado.
-Ah, hola, no te había visto.- dijo Harry.
Ella sonreía.
-Ayer estuve viendo la película que me dijiste.- dijo Alice agarrando todos sus libros que abultaban más que ella.
-¿Si?- dijo Harry esbozando una breve sonrisa.- ¿Qué te pareció?
-Genial, me encanta Edward Norton, y aunque la película era un poco rarita estuvo muy bien.- dijo ella.
-Vaya... Me alegro entonces.- dijo él pasando la mano por su nuca.- Yo vi el primer capítulo de ese anime que me dijiste, cuando lo termine te diré que tal.
-De acuerdo, ya nos veremos entonces.- dijo ella haciendo ademán de irse.
-¡Espera!- dijo Harry antes de que se fuese y ella se giró.
-¿Si?- dijo.
-Lo cierto es que el Lunes tengo un examen muy importante, así que podrías pasarte también este fin de semana por mi casa... Para ayudarme.
-No sé si podré... Te lo digo mañana ¿vale?- respondió.
-Claro... Sin problemas.- dijo Harry.
-Hasta mañana entonces.- dijo ella dedicándole una sonrisa y Harry esbozó otra.
Cuando Alice estuvo ya lo suficiente lejos Harry dio un largo suspiro.
-¿Has visto eso?- dijo exasperado.
-Si, impresionante...- dije yo.- ¿Tu viendo anime?
-No, no digo eso. Ha pasado completamente de mi. Lo normal habría sido que me pidiera una cita o algo, y que inventara excusas para seguir hablando conmigo, pero no, se ha ido ¡y he tenido que pedírselo yo!- dijo masajeándose la frente.
-¿Una cita? ¿Eso era una cita? Se supone que habéis quedado para estudiar.
-Eso es lo peor, que ni si quiera tengo exámenes... Creo que me estoy volviendo loco.
-Estoy completamente de acuerdo. ¿Te gusta Alice? ¡A ti nunca te gusta nadie!- dije divertida.
-¿Que?- dijo molesto.- No me gusta, es muy rarita...
-¿Y entonces porque quieres una cita con ella?- pregunté.
-Pues... Porque ella no la quiere conmigo. Es como si no la atrajese nada... Cuando estamos juntos se limita a explicarme los puñeteros ejercicios de matemáticas.- dijo.
-¿Y que esperabas? ¡Es tu profesora particular!
-Pues lo normal. Que tontease conmigo, que me invitase a su casa, que me persiguiera por el instituto...
-Y finalmente eres tu el que la persigue a ella.- dije.
-¡No la persigo!- dijo y yo me reí.
-Hace un momento lo estabas haciendo.
Él se quedó en silencio...
-No es lo mismo.- concluyó.- Yo solo quiero saber porque no le gusto, no es porque a mi me guste ella.
Yo alcé una ceja mirándole.
-Deja de poner esa cara.- dijo irritado.

Llegué a clase divertida por la anterior situación. A Harry le gustaba Alice, dijera lo que dijera, y aunque aun no lo admitiera pronto lo haría. Alice es una chica diferente, no como todas las animadoras con cabeza hueca con las que acostumbraba a estar Harry, por eso se había fijado en ella.
Estaba en mi sitio en última fila. Nick aun no había llegado, así que estaba sola. Tenía clase con Deryck, que aun estaba haciendo prácticas en nuestro instituto.
Como siempre las chicas de mi clase se pasaban todo el tiempo tonteando con él, y me resultaban completamente estúpidas porque yo sabía de sobra que Deryck no estaba nada interesado en ninguna de ellas y simplemente era educado.
Deryck se paseaba por los sitios repartiendo unos papeles.
-Dentro de poco voy a dejar de hacer las prácticas en vuestro instituto, así que si alguien necesita ayuda urgente con las asignatura en mi universidad estamos ofreciendo clases particulares para recaudar fondos, y si estáis interesados solo tenéis que decírmelo o llamar al teléfono que está apuntado en el papel.- dijo Deryck.
En seguida unas cinco manos de diferentes chicas se alzaron.
-¿Si?- preguntó a Sammy.
-¿Si llamamos al teléfono nos darás tu las clases o otra persona de tu universidad?
-Si me lo decís ahora probablemente las de yo, y si llamáis al teléfono puede que las de yo o otro, no lo puedo saber.- dijo.
-Entonces yo quiero clases.- dijo Sam.
-Yo también.- dijeron las otras cuatro chicas.
-Está bien, hablamos después los horarios.- dijo Deryck.
Me resultaban patéticas, ¿cuando iban a darse cuenta de que Deryck jamás se fijaría en ellas? Apuesto a que muchas ni si quiera necesitaban las clases, y si alguna de ellas las necesitaba seguro que ni si quiera atendería a la clase.
Deryck comenzó a dar la clase. Yo ni si quiera estaba atendiendo y me quedé embobada mirando simplemente como explicaba. Se movía con seguridad por la clase, haciendo de vez en cuando anotaciones en la pizarra y preguntando a alumnos al azar.
Esa Sam no dejaba de levantar la mano para preguntar estupideces. Estaba en primera fila con los ojos fijos en Deryck, que pesada era. ¿Por qué Deryck la sonreía todo el tiempo? Resultaba molesto, ¿porque no tonteaban después de clase?
-Alison...
Al parecer Nick ya había llegado y estaba sentado al lado mía. No me apetecía responderle, estaba demasiado ocupada odiando a Sam en mi mente. Tampoco es que la odiase, solo me ponía un poco de los nervios.
-Alison...- insistió Nick y yo le miré cansada de fingir que no le estaba escuchando.
Él me señalo hacia Deryck, que me estaba mirando... De hecho todos me miraban. Yo sonreí incómoda.
-Parecías un poco distraída, Alison...- dijo Deryck.
-¿Un poco?- dijo alguien desde las primeras filas.
-¿En que pensabas?- siguió Deryck.
Eché un vistazo a la pizarra para inventarme que estaba atendiendo, pero no entendía nada e iba a ser evidente que no estaba atendiendo.
-En... Eso.- dije señalando la pizarra.
-¿Y que es eso?- continuó Deryck con una sonrisa burlona.
¿Por qué sonreía así? ¡No podía hacer eso! ¡Los profesores no deberían de sonreír así!
-Pues eso que estamos dando...- dije.
-Ya... Procura atender un poco más la próxima vez a "eso que estamos dando".- dijo finalmente sin borrar la sonrisa y girándose.
Yo suspiré.
-¿Por qué no me has avisado?- le dije a Nick molesta.
-¿Y que crees que estaba haciendo?- dijo él también molesto.- Estabas completamente empanada, ni un circo de monos te habría hecho espabilar.

La clase pasó con lentitud y cuando finalmente sonó la sirena me sentí aliviada. Había pasado el resto de la clase tratando de atender, pero incluso después de medio curso teniendo a Deryck de profesor seguía sin acostumbrarme y su clase era la clase más horrible de todas.
Me senté en la mesa y miré mi horario, Educación física, nada me daba más pereza que eso en estos momentos.
-¿Qué clase tienes?- le pregunté a Nick.
En Educación Física nos dividían por chicas y chicos, así que no estaba con él.
-Ética.- dijo Nick cogiendo su mochila y después se puso detrás mía ojeando mi horario.- ¿Te acompaño al gimnasio?
-Claro.- dije bajándome de la mesa y dándole un beso. Él sonrió, después me cogió la mano y nos dirigimos hacia la puerta.
Todas las chicas estaban rodeando a Deryck que llevaba un papel en la mano donde estaba apuntando el horario de las clases particulares.
-A mi me vendría bien una clase extra además de las que ya me has apuntado...- dijo una.- Es que voy muy mal.- aclaró.
-Espera un segundo.- le dije a Nick cuando ya estábamos en la puerta y él se quedó esperándome en el pasillo.
Retrocedí y me acerqué al grupo de chicas que miraban a Deryck. Todas se giraron mirándome con cara de pocos amigos, seguramente porque sabían que había estado saliendo con Deryck. Yo las sonreí con superioridad, me daba igual lo que pensaran, sé perfectamente que Deryck me prefiere a mi que a cualquiera de ellas.
-¿Me puedes apuntar a eso de tus clases?- pregunté.
Deryck me miró sorprendido.
-Emmm... Claro. ¿Qué día puedes?- dijo.
-El que sea.- dije sonriendo.- Luego me llamas si eso, y me dices que día puedes tu ¿vale?
-Claro.- dijo él.
Después fui hacia la puerta, sabiendo que todas las chicas me miraban envidiosas.
-¿Qué ibas a hacer?- preguntó Nick.
-Me había dejado un boli.- dije y caminé de su mano por los pasillos.
No sabía porque había hecho eso, ni si quiera necesitaba las clases... Solo por ver la cara de envidia que el resto de chicas me ponía y la de sorpresa de Deryck merecía la pena.

Las horas pasaron y por fin sonó el timbre que indicaba que podíamos ir a casa, pero como siempre yo me marché a mi castigo, esta vez con Nick.
Nick parecía de buen humor, él era posiblemente la única persona en el universo a la que le hacía feliz estar castigado después de clase.
Ryan ya estaba en la clase, con la cabeza apoyada en la mesa y un montón de papeles ordenados a su alrededor.
-¡Despierta Collins!- dijo Nick lanzandole su chaqueta y dándole en la espalda.
-Oh... ¿Tu otra vez?- dijo este levantándose.- ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí?
-El que sea necesario.- dijo Nick sonriendo.
En ese momento la profesora que castigó a Nick entró por la puerta.
-Nicholas- comenzó la profesora.
-Nick.- le corrigió él.
-Hoy es tu día de suerte.- continuó sin hacerle caso.
-¿En serio?- dijo Nick sonriendo.
-Si, el chico al que ayer lanzaste al suelo ha venido a mi despacho y me ha dicho que le pediste perdón, e incluso le compraste otro refresco, así que ya no estás castigado.- dijo la profesora sonriendo, orgullosa de Nick.
Ryan soltó una carcajada y Nick dejó de sonreír.
-Vaya... Que majo el tío...- dijo Nick aunque su tono parecía decir justo lo contrario.
-Si, ya puedes irte a casa.- dijo Ryan.- Que pases una buena tarde.
Nick me miraba y yo encogí mis hombros.
-No te preocupes por Alison, que se queda en buenas manos.- continuó Ryan.
-Nos vemos mañana.- dijo Nick suspirando y dándome un beso.

Al rato estaba sentada en frente de Ryan, teníamos que grapar las matrículas de las clases extra-escolares del siguiente trimestre, y la verdad es que era un montón.
-Zapato.- dije.
-Tomate.- dijo Ryan.
-Telepatía.- dije.
Llevábamos como quince minutos jugando a las palabras encadenadas para matar el aburrimiento mientras grapábamos las montañas y montañas de papeles que teníamos.
-Este juego es una mierda.- dijo Ryan.
-Lo dices porque no encuentras nada que vaya con telepatía... Además, fuiste tu el que ofreció jugar.
-Porque me muero de aburrimiento...- dijo soltando la grapadora y estirándose.
Solté la grapadora y me levanté también estirándome.
-Yo también.- dije y me dirigí a la ventana.
La abrí y me asomé, mirando a los chicos y chicas de primer curso que se iban de camino a sus casas, riendo.
Ryan se puso a mi lado.
-Tu solías ser así.- dijo.
-Así... ¿cómo?
-Ya sabes, solo una chica sin preocupaciones, antes te reías más.
-¿Antes cuando? Yo siempre me río.- dije.
-Antes, cuando estabas conmigo.- dijo sin dejar de mirar por la ventana, pero yo le miraba.
-Sigo igual que siempre, solo he cambiado contigo.- dije y volví a mirar por la ventana, ahora era él quien me miraba.
-Pues me gustaba más cuando no eras una borde, y sé que a ti te gustaría volver a ser como eras antes conmigo.
-¿Por qué estás tan seguro?- pregunté.
-Sé que no quieres a Nick ni la mitad de lo que me has querido a mi.- continuó.
-Estás equivocado.
-¿Quieres apostar?- dijo y de repente me estaba besando y yo no hacía nada para impedirlo.
Levanté mi mano para empujarle lejos de mi, pero cuando tenía que hacerlo mi mano parecía bloqueada y simplemente se quedó apoyada sobre su pecho, y mis ojos estaban cerrados, y mis labios se movían con los suyos.
Pero entonces pensé en Nick, y en sus celos estúpidos que al parecer ya no eran tan estúpidos... ¿Por qué hacía esto? ¿Por qué simplemente no le decía a Ryan que parase?
Y es que el tenía razón, le echaba de menos, había sido mi primer amor y el primer amor no se olvida tan fácilmente, y yo era tan estúpida...
Ryan se apartó lentamente de mi y yo miré al suelo, él sonreía, luego miró su reloj.
-Es la hora, podemos ir a casa.- dijo cogiendo su mochila.
Yo hice lo mismo y empezamos a caminar por el pasillo en silencio.
-No volverá a pasar.- dije.- No le digas nada.
-Descuida, eres demasiado buena. Te sentirás mal y se lo acabarás diciendo, después lo dejaréis y vendrás conmigo.
Salimos del instituto y él se giró hacia su casa por el camino contrario a la mía.
-Ryan.- dije antes de que se fuera.
Él se limitó a girarse y mirarme.
-Todavía te debo una película con palomitas... ¿Quieres venir a mi casa?
Él sonrió ampliamente.
-No puedo, tengo planes... Tal vez otro día.- dijo y se giró sin decir nada más.
Yo me quedé parada mirando como se iba, él ni si quiera se giró. Me sentía mal conmigo misma, pero sobre todo me sentía mal por Nick.
Pero ya no podía arreglarlo, lo hecho hecho estaba, y a pesar de que me sentía mal por ello, posiblemente lo volvería a hacer.
No podía evitarlo, quería a Nick, pero Ryan era mi debilidad.
----------------------------------------------------------------------------

¿Qué os ha parecido? :D Dejarme un comentario por favor :)
Gracias gracias gracias a todos los lectores, tanto como a los que me leen desde el principio como a los nuevos ¡sois geniales!
Muchos besos y hasta lo antes posible ^_^

lunes, 15 de julio de 2013

Capítulo 35.

Entré de nuevo en mi cuarto con Leslie detrás.
-¿Estás bien?- pregunté cuando cerramos la puerta.
-Si...- murmuró.- La verdad es que me imaginaba que esto podía pasar, no importa.
Leslie se sentó de nuevo en mi cama, yo sabía que no estaba bien, pero decidí no darle importancia al tema hasta más adelante, porque ahora teníamos otras cosas de las cuales preocuparnos.

A la mañana siguiente Leslie parecía más feliz, y propuse acompañarla a su casa antes de ir al instituto para que hablase con su madre y que Leslie faltara al instituto, ya que a pesar de que estaba con más animo que ayer, tampoco se encontraba lo suficientemente bien para ir a clase.
El timbre sonó cuando ya estábamos listas para salir. Había prestado a Leslie una camiseta que ella misma me regaló cuando fuimos a un concierto de Mayday Parade, y se llevó en una bolsa la ropa que traía puesta.
Me apresuré a abrir la puerta pensando en que probablemente sería Harry, ya que no le había avisado de que iría más tarde a clase.
Y cuando abrí la puerta efectivamente Harry esperaba en el umbral.
-Otra vez llegas tarde...- murmuró bostezando.- Solía ser al revés, tu me recogías a mi porque yo me dormía.
-Si, es que...- comencé a decir.
-Es ese Nick, que es muy mala influencia.- dijo seriamente.
-¿Qué?- dije olvidando lo que iba a decir.
Harry esbozó una sonrisa.
-Es broma, Nick me cae bien ¿que te pareció la sorpresa de San Valentín? Yo le ayud...
En ese momento Leslie bajó las escaleras y apareció detrás mía.
-¿¡Leslie!?- dijo mirándola con la boca desencajada.- ¿Qué hace aquí?- dijo mirándome esta vez a mi y hablando en un tono más bajo como si ella no pudiese oírle.

Caminamos los tres juntos, como en los viejos tiempos mientras Leslie y yo poníamos a Harry al día de todo lo que había pasado. Incluso compramos una bolsa enorme de chuchería y no la íbamos pasando conforme andábamos tal y como hacíamos antes.
-No me creo que hayas vuelto.- dijo Harry mientras abrazaba por la espalda a Leslie y después le alborotaba el pelo.- Pensé que te habíamos perdido...- dijo fingiendo lágrimas.
-Yo también te he echado de menos sexy Mccain.- dijo Leslie sonriendo.
Harry se puso en el medio de Leslie y yo y entrelazó los brazos de ambas con los suyos.
-¿Entonces volvemos a ser una pareja de tres?- dijo sonriendo.- Ah no... Lo olvidaba, ahora Ali está con Nick... Maldito Carter.
Yo di un empujón a Nick y los tres reímos.

Al cabo de unos minutos llegamos a casa de Leslie. Ella dijo que fuéramos a clase, que ella hablaría con su madre a solas y nos llamaría esa misma tarde para contarnos que había pasado.
Nos despedimos de ella con un largo abrazo y Harry y yo fuimos camino al instituto.
-Por cierto, ¿cómo fueron las clases particulares con Alice?
-Geniales, la mejor experiencia de mi vida.- dijo él.
-¿En serio?- dije sonriendo.
-¡Pues claro que no! Fueron un coñazo...
-Pues no entiendo porque... Alice es encantadora, seguro que te ayuda mucho.

Había pasado varias horas, el día había surgido con normalidad, no había tenido mucho tiempo de estar con Nick ya que hicieron desdobles en las clases para ayudar con los exámenes y no habíamos coincidido en ninguna clase.
A última hora me dirigí a la sala de castigados como siempre.
-¿Te ibas sin mi?- dijo Nick que me había alcanzado por detrás.
-Pues si,- dije.- me voy a la sala de castigados y normalmente lo hago sin ti...- dije.
-Si, es cierto. He estado pensando en ello.- dijo mientras me cogía la mano.
-¿Y a que conclusión has llegado? ¿Qué los castigos son una mierda?
-Si, y que Ryan también lo es.- dijo.
-Bueno, ya sé que no os lleváis muy bien... ¿A donde quieres llegar?- dije mirándole mientras seguíamos andando con calma hacia la sala de castigados.
-No quiero que vayas al castigo.- sentenció.
-No me queda otra...
-¿Por qué no hablas con algún profesor? Llevas todo el jodido año castigada, yo creo que ya es hora de que te quiten el castigo. Además, no me hace ni puta gracia que te quedes a solas con Collins.
-¿Por qué?
-¿Estás de coña? Ese tío va detrás de ti, por no hablar de que te trae regalitos por San Valentín y de que te castigaron porque os estabais liando en la sala de profesores.- dijo Nick intentando parecer calmado.
-Para empezar, Ryan y yo no nos liamos en la sala de profesores, estábamos robando exámenes porque él me obligó, y lo segundo ¿qué pasa? ¿es que no confías en mi?
-En ti si, en quien no confío es en él.- dijo más tranquilo.
-Pues te va a tocar hacerlo porque yo tengo que ir al castigo...
Nick suspiró y continuó andando a mi lado cuando un chico de primer curso llamado Sebastien, que vivía dos casas junto a la mía, pasó por su lado y cayó al suelo. Me quede mirando a Nick sin comprender, Nick le había hecho la zancadilla, o al menos eso había parecido desde mi perspectiva. Entonces Nick se agachó para ayudarle a recoger todas las cosas que se le habían caído, entonces comprendí que el chico se había tropezado él solo. Hasta que Nick cogió la botella de cocacola que se le había caído a Sebastien, la abrió como si nada, y se la echó a Sebastien por encima, y después soltó una carcajada, mientras un grupo de alumnos se juntaban a su alrededor y algunos reían y otros tenían la misma expresión que yo.
-¿Te has vuelto loco?- le dije a Nick molesta mientras me agachaba para ayudar a Sebastien.
Nick ya no se reía si no que miraba a una profesora que se acercaba rápidamente.
-Nick Carter, ¿se puede saber que ha sido esto?- dijo la profesora mientras ayudaba a Sebastien como yo.
-No sé...- dijo Nick esbozando una sonrisa socarrona.- Me pareció divertido.
-¿Que le pareció divertido? Pues a ver que divertido le parece quedarse castigado toda la semana.- dijo mientras señalaba la sala de castigados.
-Pues perfecto...- dijo Nick en voz baja.
La profesora empezó a echar a todo el mundo que miraba al rededor y después se marchó a avisar a los profesores de guardia que Nick también estaría castigado.
Nick tendió una mano a Sebastien ayudándolo a levantarse, y este se la tendió con desconfianza.
-Ey...- dijo Nick al chico.- Lo siento de verdad.- busco en su bolsillo y saco un billete de diez dolares.- Toma, para que te compres otra cocacola, y lo que te de la gana.- dijo.
-Gracias...- murmuró Sebastien sin entender muy bien y se marchó deprisa.
Nick se giró para mirarme sonriendo.
-Listo, ya no os quedáis solos.

Entramos en la sala de castigados discutiendo.
-Eres realmente idiota, pobre chico ¡¿Te imaginas la vergüenza que habrá pasado?!- dije molesta.
-¡Ya le he pedido perdón, y le he pagado una cocacola y todo! Además lo he hecho por ti...
-¿Por mi? No, lo has hecho por ti, porque eres un maldito celoso.
-¿Es que tu no estarías celosa?- dijo el molesto también.
-Pues no, para empezar porque Ryan y yo solo somos amigos... Bueno, ni si quiera somos amigos, ¡nos llevamos mal casi todo el tiempo!- dije.
-¿Y como piensas que empezó lo nuestro, listilla? Yo no te soportaba y mira al final. ¿Como se que no va a pasar lo mismo con el Ryan este?
Me quedé un segundo callada, tenía razón...
-Pues porque con él ya pasó, y lo dejamos, y ahora estoy contigo, y te quiero a ti, y punto. Deja de darle vueltas.- dije suspirando.
-¿Que has dicho?- dijo sonriendo de repente.
-Que dejes de darle vueltas.- dije sentándome en una mesa con los brazos cruzados.
-Antes de eso.
-Que... que te quiero.- dije.
-Dilo otra vez.- dijo con una sonrisa socarrona.
-Que idiota eres.- dije sonriendo ahora también.
-Solo quería confirmarlo.- dijo acercándose a mi.- Yo también te quiero.
Y me empezó a besar. Yo, que estaba aun sentada sobre la mesa entrelacé mis piernas a su cintura, y él me cogió en brazos y nos apoyamos en la pared.
-Por favor, iros a un hotel...- dijo Ryan que acababa de entrar tirando su mochila al suelo y sentándose.
Nick me dejó en él suelo y suspiró.
-Siempre jodiendo, eh...- dijo mirando a Ryan.
-Si, bueno, me alegra que te joda... Ya te puedes ir.
-Lo cierto es que me quedo.- dijo Nick sonriendo y sentándose también.
Ryan cambió su cara.
-¿Te han castigado?- dijo molesto.
-Si, ¿te jode?
-Pues un poco, no es que me apetezca soportarte.
-Me alegro entonces.- dijo Nick de nuevo sonriendo.
Yo suspiré, deseando que se callaran. Tampoco a mi me apetecía tener que soportar a los dos discutiendo.
-Y bien ¿qué tenemos que hacer?- dije.
-Me han dicho que tenemos que quitar todos los carteles y mierdas varias de San Valentín que hay colgados por todo el instituto.- respondió Ryan.
-Genial.- dijo Nick levantándose.- Tu quitarás los del piso de arriba, y Alison y yo los del piso de abajo
-No me apetece ¿porque me tiene que tocar a mi un piso entero?- dijo Ryan levantándose perezosamente.
-Eres un tío duro, sé que podrás, confío en ti.- dijo Nick dándole una palmadita en el hombro y después cogiéndome la mano y saliendo de clase.
Ryan nos siguió con normalidad.
-Las escaleras están por ahí.- dijo Nick señalándolas al ver que Ryan no las subía.
-Creo que prefiero pasar rato contigo Carter, eres muy graciosillo, no lo pasaremos bien.
Nick suspiró y dejó de insistir ignorándolo.

Estuvimos quitando carteles por veinte minutos, pero cuando parecía que no había más encontrábamos otra fila entera. Y para colmo Nick y Ryan no paraban de lanzarse pullas el uno al otro.
-Mira Collins, ¿verdad que se parece a ti?- dijo Nick enseñándole una un papel publicitario en el que aparecía un hombre gordo equipado para jugar a beisbol que había cogido del suelo.
-¿Y en que coño se parece?- dijo Ryan.
-En todo, incluso juega a beisbol, como tu.
-Que gilipollas eres... Yo no juego a beisbol.
-¿En serio?- dijo Nick tirando el papel a la basura.-¿No eras el super capitán del equipo al que todos adoran?
Ryan sonrió.
-Es cierto que soy capitán, y que todos me adoran, pero no es beisbol, es fútbol americano. Se ve que eres tan idiota como pareces.
-Todos esos deportes son iguales...- dijo Nick excusándose.- Además, esas chaquetas que tanto te pones son de beisbol, gilip...
-Cállate.- dijo Ryan.
-No me da la gana.- dijo Nick.
-Que te calles un segundo, imbécil.- respondió Ryan.
Nick se calló y ambos fueron automáticamente hacia la puerta de la sala de profesores y apoyaron sus cabezas en ellas escuchando.
-¿Que coño hacéis?- dije hablando por primera vez desde todo ese rato, en el que había decidido no intervenir.
-Shhhhh.- dijeron los dos a la vez.
Yo suspiré y me quedé en silencio.
Entonces la puerta de la sala se abrió y ellos se despegaron de la puerta corriendo.
-¿Y que te parece si la próxima vez pegamos un cartel aquí?- dijo Ryan disimulando mientras una profesora salía.
-Si, si, genial, es un sitio muy visible.- contestó Nick fingiendo estar muy interesado en la puerta.
La profesora giró la esquina y ambos dejaron de disimular.
-¿Lo has oído?- dijo Nick sonriendo.
-Si, de hecho no lo habríamos escuchado si no fuera por mi.- dijo Ryan con una sonrisa sobrada.
-¿Qué habéis escuchado?- dije ahora con curiosidad.
-Sabemos donde están lo exámenes finales.- dijo Nick sonriendo.
-¿Y que?- dije esperando lo peor.
-Pues que los vamos a robar.- dijo Ryan.
-¡No! La última vez que hicimos eso nos pillaron y ahora estoy castigada, estudiáis y punto.
-Venga Ali... Estudiaremos, pero solo lo que entra. ¡No quiero estudiarme todo el libro de historia!- dijo Nick. Yo suspiré.
-De todos modos vais a hacer lo que os de la gana... Pero no os pienso ayudar.- dije y ellos sonrieron.

Unos minutos después yo me encontraba apoyada en las taquillas mientras Nick y Ryan se intentaban poner de acuerdo en como conseguir la llave de no sé que clase, y finalmente pusieron en práctica su plan.
Nick llamo a la puerta de la sala de profesores y segundos después abrió el profesor de guardia que sujetaba un café.
-Profesor, la puerta de la sala de castigados se ha atascado, y necesito coger mi mochila.
El profesor suspirando se dirigió hacia la sala de castigados con Nick mientras murmuraba algo como "Claro, eso es porque sois unos delincuentes y no paráis de dar portazos".
Ryan que estaba detrás de unas taquillas para que el profesor no le viera, justo antes de que se cerrara la puerta metió el pie haciendo que no se cerrara, y entró con tranquilidad en la sala a buscar la llave.
Segundos después salió con ella en la mano.
-La tengo.- dijo conforme y cerrando la puerta después.
-Os van a pillar, nunca aprendes...- dije.
-Si tengo suerte pillarán solo a tu novio y tal vez incluso le expulsen.- dijo sonriendo.
-Pues te delataría, y os expulsarían a los dos. Una mancha en tu expediente, seguro que a tu padre no le gustaría.- dije.
El padre de Ryan era muy estricto, pero él era perfecto en todo casi todo el tiempo, así que siempre le tenía contento.
Nos quedamos unos segundos en silencio.
-Oye... Gracias por el regalo de San Valentín, y eso, fue todo un detalle.
-Ya... Una lástima que nos interrumpieran.- comentó, pero sin parecer triste ni nada.
Nick y el profesor llegaban desde el final del pasillo.
-No sé que habrá pasado, cuando yo intenté abrir no se podía.- decía Nick.
-Pues la próxima vez inténtalo más y no interrumpas.- dijo el profesor y se metió en la sala de profesores.
Nick sonrió y Ryan también.
-¿La tienes?
-Por supuesto.- dijo mostrándosela.

Llegamos a la sala donde estaban los exámenes. Ryan introdujo la llave en la cerradura, abrió la puerta y se metió dentro. Era un pequeño almacén de archivos, no más grande que un cuarto de escobas, con dos archivadores pegados a la pared y una estantería a un lado, había hueco para dos personas como mucho.
Nick entró también.
-Alison, entra.- me dijo.
-No...
-Venga entra, si te ven ahí fuera sola sospecharán.- dijo y tiró de mi mano para que entrase.
Entonces cerró la puerta.
Ryan que estaba mirando en un archivador se giró de golpe.
-¿Has cerrado la puerta?- dijo.
-Es evidente que si.- dijo Nick.
-Dios mío daros prisa, esto da claustrofobia.- dije yo.
-La llave está fuera, imbécil.- dijo Ryan empujando a Nick y acercándose a la puerta.- Más te vale que se abra por dentro.
Ryan movió el picaporte, pero la puerta no se abría.
-Estamos jodidos por tu culpa, Carter.
-¡No soy yo el imbécil que ha dejado la llave fuera!
-¡Tampoco soy yo el gilipollas que cerró la puerta!
-Dios, callaros. Está claro que los dos sois idiotas. Ahora si dejáis de discutir y pensamos una forma de salir se agradecería.- dije yo.
-Está bien...- dijo Nick intentando mantener la calma.- Solo hay que llamar a alguien y que nos abra desde fuera, no es muy difícil.
-Viene alguien.- dijo Ryan y los tres nos quedamos en silencio.
El carrito del conserje, que estaba fregando los pasillos se oía tras la puerta. Se paro justo en frente. Sonó la cerradura, y la llave.
-Ya se han dejado la llave puesta...- murmuró el conserje para si mismo y siguió su camino.
Aguantamos unos segundos más en silencio.
-¡Ahora si que estamos jodidos!- estalló Ryan.
-¿Qué hacemos? ¡No nos pueden descubrir aquí! ¡No puedo estar más castigada!- dije alterada.
-¡Yo tampoco!- contestó Ryan.
-Es vuestra culpa, os lo advertí y ni caso.- dije cada vez más agobiada por el poco espacio.
-¿Y tu que coño haces?- dijo Ryan a Nick.- ¿Quieres ayudar a pensar?
-Estoy buscando el maldito examen. Ya que hemos venido que al menos sirva para algo.- Nick rebuscó un poco y en seguida los sacó.- Aquí están, una copia de cada asignatura. Esto es oro, lo podría vender y forrarme.- dijo sonriendo.
-¡Como puedes pensar en eso ahora!- dije.
Nos quedamos unos segundos todos en silencio.
-¿Por qué no llamas a Mccain?- dijo Ryan.- Él robó los exámenes el año pasado y no le pillaron... Seguro que puede conseguir la llave y sacarnos de aquí.
-Tiene clases particulares ahora.- respondí.
-Fracasado.- dijo Ryan y le di una patada. -Tranquila...
De nuevo nos quedamos en silencio.
-Si nos llevásemos los suficientemente bien con un profesor como para que nos sacara de aquí sin castigarnos.- dije.
-No existe un profesor así.- dijo Nick.
-Deryck.- dijo Ryan sonriendo.
-No.- dije simplemente pensando en nuestra última conversación y en lo incómodo que sería llamarle.
-¡Ni de coña!- dijo Nick.
-¿Que? ¿Por que no? ¡No tenemos otra opción!- continuó Ryan.
-Ya tengo que soportarte a ti, como para soportarle también a él.- dijo Nick.
-No te gusta la competencia porque no te ves capaz, eh. Es cierto, Alison no durará mucho contigo, tiene mejor gusto que eso.- dijo Ryan sonriendo.
-No hables de mi como si no estuviera, y menos para decir gilipolleces.- dije.- Le voy a llamar.
-¿No dijiste que no?- dijo Nick.
-¡No tenemos otra opción!- concluí sacando mi móvil.
No quería llamarle, pero no me quedaba otra si quería salir. Si alguien podía sacarnos de allí ese era Deryck.
-¿Si?- su voz sonaba ronca. Hacía mucho que no hablaba con él por teléfono.
-Deryck... Soy Alison ¿estás ocupado?- dije.
-Depende.- dijo aclarándose la voz. O había estado fumado mucho últimamente, o estaba resfriado o se acababa de despertar.
-Verás, es que nos hemos quedado encerrados en la sala donde guardan los exámenes accidentalmente, y me preguntaba si podrías conseguir la llave y sacarnos de aquí... Por favor.
-Ya... Accidentalmente.- dijo suspirando.- Estaré allí en un rato.
-Gracias gracias gracias.- dije sonriendo y colgamos el teléfono.
-Solucionado.- dijo Ryan.
Nick se quedó cruzado de brazos apoyado en el archivador del fondo.

Diez eternos minutos más tarde escuchamos la cerradura y finalmente Deryck nos abrió la puerta.
-Voy a omitir eso de preguntaros como coño habéis acabado aquí, pero esta es la última vez que os ayudo en una cosa como esta.- dijo frotándose la frente.
-¡Libertad!- dijo Ryan estirándose.
-Muchas gracias Deryck, en serio. Te debo mil...- comencé a decir pero en seguida me arrepentí. Eso fue lo que dije la última vez que hablamos.
-Si, si, mil favores.- dijo Nick saliendo el último de la sala.- ¿Nos podemos ir ya?
--------------------------------------------------------

¡Por fin tengo el capítulo! Por si no habéis leído la última entrada que escribí (que acabo de borrar) ahí os contaba el motivo por el que no había escrito capítulo estas semanas, y es que mis padre se han empeñado en llevarme al pueblo toda la semana y allí no tengo Internet.
Luego os contaba más cosas, pero ahora ya no tiene sentido que os las cuente ya que por fin he escrito el capítulo.
Es un poco más largo para compensar, y nada, espero que os guste.
Intentaré escribir capítulo la semana que viene si no me llevan de nuevo a mi pueblo.
Y nada más que decir, muchos besos y comentar plis!

domingo, 23 de junio de 2013

Capítulo 34.

Me quedé parada, no sabía que hacer ni decir. Asimilé sus palabras en mi cabeza despacio intentando buscar algo para decirle, pero lo cierto es que no lo sabía, estaba completamente en blanco y  debía de notarse. Deryck empezó a acercarse peligrosamente a mi, y yo seguía parada como una idiota, y finalmente me dio un beso en la mejilla y esbozó una sonrisa, pero yo seguía mirándole sin saber que hacer.
-Me tengo que ir.- dijo mirando su reloj.- Es un poco tarde.
Yo seguía callada.
-Ya nos veremos.- dijo abriendo la puerta de mi cuarto y saliendo.
-Adiós...- dije con un hilo de voz, pero él ya se había ido.
La casa estaba en silencio, al parecer la fiesta había terminado sin que me diera cuenta.
Me tiré en mi cama agotada... Eran las cinco, mañana dormiría por lo menos hasta las seis de la tarde...

El sol se filtraba por los huecos de mi ventana y me daba fijamente los ojos. Me desperté molesta y miré mi reloj, las doce en punto, había dormido siete horas pero aun así estaba cansada.
Me levanté y me dispuse a bajar a desayunar algo.
El salón de mi casa estaba patas arriba, lleno de vasos con bebidas a la mitad, los objetos desordenados, algún jarrón roto... Y Mike dormido en bañador sobre el sillón.
Cogí un vaso sobre la mesa que contenía alguna bebida alcohólica y sin dudarlo se lo rocié en la cara a Mike.
-Despierta imbécil, papa y mama no tardarán en llegar y mira como está todo.- dije cabreada.
Él abrió los ojos durante un segundo, me miró, y los volvió a cerrar.
-Ordena tu...- dijo con voz ronca.
-¿Qué lo ordene yo?- dije sin dar crédito.
-Si...- murmuró sin abrir los ojos ni moverse.
Me subí en el sillón y entonces di un pisotón en sus partes sensibles.
-¡Que te levantes imbécil!- dije.
Mike se levantó en seguida y se encogió de dolor.
-¡Me cago en la puta!- dijo retorciéndose.- No te pongas así, agresiva.
-Pues haberme hecho caso a la primera.- dije y me bajé del sillón.
Mike se quedó sentado en el sillón ya más tranquilo y miró a su alrededor.
-¿No me vas a ayudar?- dijo con cara de cachorro.
-Pues... No.- respondí.
-Venga, por favor, tengo resaca ¿sabes lo horrible que es eso?
Mike se levantó del sillón y abrió la nevera prácticamente vacía y bebió durante varios segundos de una botella de agua.
-Bueno, pero tendrás que pagarme.- dije y empecé a recoger dando por hecho que lo haría, y él sonrió.

Al cabo de una hora aproximadamente la casa estaba medianamente decente. Mike se había ido a duchar, ya que tenía el pelo pegajoso mientras yo iba a comprar para llenar de nuevo la nevera, y ahora estábamos terminado de ordenar la casa.
Mike estaba sentado en el patio, en ropa interior, con una toalla en los hombros, pegando los fragmentos de un jarrón que alguien había roto, mientras yo pasaba la aspiradora por el salón, cuando sonó el timbre.
Apagué la aspiradora y me acerqué a la puerta, pero antes me miré al espejo, tenía ojeras, pero estaba peinada y vestida bien, así que abrí la puerta.
Habría esperado que cualquier persona hubiese llamado a la puerta, excepto la persona que había llamado.
Leslie estaba en el umbral de la puerta de mi casa mirándome fijamente. Seguía sin tener buen aspecto, tenía más ojeras que yo, con los ojos rojos, muy delgada, y apagada, sin esa típica sonrisa que ella siempre tenía.
-Hola...- murmuré al ver que ella no decía nada.
Entonces sin más Leslie comenzó a llorar.
-¿Qué pasa?- dije preocupada y la empujé para que entrara en mi casa y cerré la puerta.
La miré esperando que hablara, pero no paraba de llorar, y se cubría los ojos con las manos.
-No sabía donde ir...- dijo finalmente con un hilo de voz, sin parar de llorar.
-Esta bien... Tienes que tranquilizarte.- dije y la conduje hacia el salón y la hice sentarse.
Fui hacía la cocina, para traerle un vaso de agua, mientras ella seguía llorando sentada en el sillón.
Me senté a su lado y le di el vaso, ella bebió un poco, y después respiró hondo y empezó a calmarse.
-¿Mejor?- pregunte.
Ella asintió.
-Por cierto, Ali, cuando vengan papá y mamá quiero contaros una cosa ¿de acuerdo?- la voz de Mike sonaba desde el patio y Leslie me miró alarmada.
En ese momento entró por la puerta sin darse cuenta de que ella estaba ahí.
-¿Crees que se nota que está roto?- preguntó mirando el jarrón.
Entonces Leslie empezó a llorar de nuevo, y subió las escaleras hacia mi cuarto corriendo. Mike la miró, y el jarrón se le calló de las manos al darse cuenta de que era Leslie, rompiéndose de nuevo.
-¿Es Leslie?- dijo sorprendido, sin casi reconocerla, porque lo cierto es que ya no parecía ella.
Yo asentí y subí las escaleras detrás de ella dejando allí a Mike.
Leslie estaba sentada en mi cama, abrazando mi peluche favorito.
-Lo siento...- dijo sin mirarme.
Cerré la puerta y me senté a su lado.
-No importa...- murmuré.
-Si que importa.- dijo mirándome al fin.- Lo siento mucho, Alison, de verdad, siento todo. Siento haber hecho todo lo que hice, siento haber sido tan idiota, tenías razón en todo, Alex es horrible, debía haberte hecho caso... Y siento haberte manchado tu peluche favorito.- dijo volviendo a llorar.
-No importa.- dije abrazándola.- ¿Qué ha pasado con Alex?
-De todo, estos meses han sido horribles, me ha hecho tomar pastillas, él solía pegar a Evelyn, y decía que si no me comportaba yo acabaría así... Y ahora estoy embarazada.- dijo volviendo a llorar.
-¿Qué?- dije mirándola.
-Eso... Y mi madre me ha echado de casa, y no soy capaz de contarla nada.
-Está bien, tranquilízate, tiene solución.
-No, me he jodido la vida.- dijo sin parar de llorar.
-Solo habla con tu madre y se solucionará, ella te comprenderá, y aléjate de Alex ya.- le dije.
-¿Y tu? ¿Me perdonas? Te he dicho cosas horribles, sé que no lo merezco, pero solo te tengo a ti.- continuó.
-No te preocupes por eso.- dije y ella me abrazó.
-Gracias Ali... - respondió.
Nos quedamos unos segundos en silencio, mientras Leslie despacio dejaba de llorar.
-¿Cómo está tu hermano?- preguntó.
-Bien.- respondí.
-Está muy guapo...- comentó mirando al suelo.- Supongo que tiene novia.
-No la tiene.
-Éramos tan perfectos, le quería tanto...- dijo.- le quiero tanto.- se corrigió.
-Él también te quiere, pero estuvo mucho tiempo hecho polvo y necesita tiempo.
-Merece algo mejor.

Habían pasado tres horas, y aun estábamos en mi cuarto.
Leslie me había contado con detalles todo lo que le había pasado con Alex, y yo le había prometido que la acompañaría a hablar con su madre y que todo se solucionaría.
Después ella me estuvo preguntando sobre mi, le conté todo lo ocurrido con Nick, Deryck y Ryan.
-Y creo que Deryck o Ryan me han enviado una flor por San Valentín... Porque si no fue Nick, deben haber sido ellos.- comenté.
-Fui yo.- dijo.
-¿Qué?
-"Te echo de menos",- dijo, que era lo que ponía en la flor.- lo escribí yo.
Yo sonreí, jamás abría imaginado que fuera de ella, pero tenía sentido, y me alegré
También me preguntó por Harry y la mantuve al día de todo.
Le presté algo de mi ropa y la ayudé a quitarse toda la sombra de ojos que se le había corrido por haber estado llorando.
Al rato oímos como mis padres llegaban a casa y subieron a mi cuarto.
-¿Cómo ha estado el fin de semana?- dijo mi madre.- Veo que habéis limpiado la casa.- dijo sonriente.
-Si.- contesté.
-Vaya Leslie, hace mucho que no te veo por aquí.- dijo mi madre.- Estás muy delgada, ¿habéis comido? Os haré algo de comer.
-Gracias señora Miller.- dijo Leslie sonriendo como antes hacía.
-No hay de que.- respondió

Leslie estaba en la silla de mi escritorio dando vueltas de vez en cuando y yo sentada en la cama mientras escuchábamos "The Hell Song" de Sum 41, recuerdo perfectamente que hacía solo unos meses habíamos estado haciendo lo mismo, recuerdo que yo lo acababa de dejar con Deryck, y que esa canción me hacía pensar en él ya que el cantante se llama igual. Al rato llamaron a la puerta de mi cuarto, y cuando di permiso Mike entró con dos platos de comida.
-Dijo mamá que os los subiera...- dijo dándonos uno a cada una.
Leslie miró hacia el suelo, no podía mantener contacto visual con Mike, en cambio él la miraba, pero no con odio ni rencor, si no con tristeza y empatía, por verla de esa forma.
-Gracias...- murmuró Leslie con voz ronca cuando se lo dio, pero sin mirarle.
-De nada.- respondió él.
Ambos se quedaron parados después, como si alguno quisiera decir algo pero no encontrara las palabras y esperara que el otro las dijera, pero no llegaban.
Y finalmente Mike salió de la habitación y Leslie dio un largo suspiro.
-¿Hablarás con él?- preguntó Leslie tras unos segundos, esperando a que Mike hubiese bajado por las escaleras.
-¿Qué quieres que le diga?
-Solo déjale caer que estoy arrepentida, que no tiene porque perdonarme ni nada, pero que lo sepa.- dijo ella.
-Está bien.- contesté.
Sinceramente me gustaría que ellos volvieran, Leslie parecía realmente arrepentida, y confío en que no lo volvería a hacer, y sé que Mike la quiere pese a todo.

Se empezaba a hacer tarde, Leslie se quedaría a dormir esta noche en mi casa y mañana la acompañaría a su casa a hablar con su madre y arreglar todo.
Bajamos juntas a la cocina para dejar nuestros platos de comida ya vacíos, y antes de subir de nuevo a mi habitación pasé por el comedor para avisar a mis padres de que Leslie se quedaba a dormir.
Entramos juntas y allí encontramos a mis padres y Mike cenando con otra chica con el pelo rubio brillante, cara de niña, alta y delgada, tipo barbie, que no conocía de nada.
-Ah... Hola.- dije algo cortada.
Leslie permaneció a mi lado sin decir nada.
Mike se levantó de su silla y cogió a la chica de la mano haciendo que también ella se levantara.
-¿Recuerdas que te dije que tenía que decirte algo?- me preguntó Mike.
-Emmm... Si.- dije temiéndome lo peor.
-Bueno, pues esta es Andy, mi novia.- dije Mike con una sonrisa.- Y esta es mi hermana Alison, y su amiga Leslie.
Leslie agarró mi brazo y clavó levemente sus uñas en él, pero cuando la miré sonreía.
-Tu hermano me ha hablado mucho de ti.- dijo Andy con una amplia sonrisa y dándome dos besos.
-¿En serio?- dije forzando una sonrisa.- Pues en cambio yo es la primera vez que sé de ti. Bueno, estamos cansadas nos vamos a dormir, que aproveche.- dije y salí con Leslie del comedor.
Mike tenía novia, y me lo tenía que decir justo ahora ¿cuánto tiempo llevaban? ¿cuándo se había conocido? ¿quería decir esto que Mike no volvería con Leslie?

----------------------------------------------------------------
¿Qué os ha parecido? :D
Espero que os haya gustado mucho n.n
Finalmente he terminado los exámenes y estoy de vacaciones :') Así que intentaré volver a eso de un capítulo por semana.
Y nada más que decir. Comentar por favor :D ¡Y muchos besos!

viernes, 7 de junio de 2013

Capítulo 33.

Me desperté a la mañana siguiente y miré el reloj, ya era casi la hora de comer. Me giré y vi a Nick durmiendo a mi lado.
-Despierta.- dije dándole un beso.
Este abrió los ojos despacio y después sonrió. Se estiró y se quedo sentado en la cama.
-¿Qué hora es?- preguntó.
-Un poco más de la una.- respondí.
-¿Tan tarde?
-Si...
-Me debería de ir...- dijo suspirando.
-¡No! Quédate un poco más.- dije abrazándole por la espalda y dándole besos en el cuello. Él sonrió.
-Pero solo un poco...- y se giró para empezarme a besar.
Estábamos de nuevo tumbados en la cama besándonos sin tregua, él estaba encima mía y ambos en ropa interior ya que habíamos dormido así, hasta que oíamos que la puerta de mi casa se abría y mi perro, Scofield empezaba a ladrar.
Ambos nos separamos y nos quedamos expectantes.
-¿No se supone que tus padres no vendrían hasta mañana?- preguntó Nick.
-Se supone... Tal vez hayan cambiado sus planes.- dije y me levanté en seguida.- Métete en el armario.
Le empujé, abrí la puerta hasta que él se metió y la cerré de golpe.
¿Qué hacían aquí mis padres? ¿Por qué no me avisaron de que llegarían antes?
Corrí por mi cuarto metiendo debajo de la cama las prendas de ropa de Nick que había tiradas por el suelo, y después me apresuré a vestirme. Cogí mi pantalón del pijama y me lo puse deprisa, pero mis padres ya estaban subiendo por la escalera y la puerta se abrió entonces.
-¡Oh, eras tu!- dije al ver entrar a Mike, mi hermano, por la puerta.
-¿No te alegras de verme? ¡No te veo desde navidad!- dijo y se acercó a abrazarme.
-Si, si, me alegro mucho...- dije algo más tranquila de que no fueran mis padres.
Pensé en decirle a Nick que saliera, porque me daba igual que Mike supiera que había pasado la noche con él, pero decidí no hacerlo, para ahorrar el momento incómodo a todos.
-¿Te acabas de despertar?- dijo al ver mi cama desecha.
-Si... Y ahora me iba a duchar, por eso estoy en sujetador.- dije.
-Ya... ¿Por qué será que no me lo creo?- dijo alzando una ceja, yo le miré extrañada.
-¿Y por qué no te lo crees?- dije ofendida.
-No por nada.- Mike empezó a andar hacia mi cama y tiró de la manga de la camiseta de Nick que se veía por debajo de la cama.- ¿Ahora usas ropa de tío?- dijo riéndose.
-Ja-ja que gracioso... Pues si. Es cómoda, y deja de ser tan mal pensado.
Mike se empezó a pasear por mi cuarto.
-¿Dónde está escondido? ¿No me lo vas a presentar?- dijo mirando detrás de la puerta.
-Que pesado eres, que no hay nadie. Y vete, me quiero duchar.
Mike me ignoró y abrió la puerta del baño de mi cuarto y después la cerró al ver que no había nadie.
-Pobre chico, con todos los sitios donde le podías esconder y le has tenido que meter en el armario, que está lleno de tu ropa desordenada y además da lugar a chistes fáciles.- dijo Mike y entonces suspiré al saber que definitivamente nos iba a descubrir.
Mike abrió la puerta de mi armario y allí estaba Nick.
-Encantado,- dijo Mike estrechándole la mano.- Soy el hermano mayor de Alison.
-Igualmente.- dijo Nick algo avergonzado y saliendo de su escondite.- Soy su novio.
-Ahora como hermano mayor tuyo que soy tengo que regañarte.- dijo Mike mirándome.- Pero no lo haré. Solo quiero que sepas que estoy muy desilusionado, yo que tenía pensado pasar una tarde de hermanos y ver contigo alguna serie como Sobrenatural, Prison Break, o Zack y Cody... Pero te encuentro aquí con un chico. Estoy muy decepcionado. Pero no te preocupes por mi, invitaré a algún amigo, vosotros seguir a lo vuestro.
En ese momento un chico de la edad de Mike más o menos entró en la habitación.
-Dice Luck que si no vamos a usar la piscina que podríamos vaciarla y meter unos skates, yo le he dicho que no, pero no me hace caso, además no importa que haga frío, una fiesta no es una fiesta sin piscina ¿no?
-¿Con que una tarde de hermanos no?- dije buscando mi camiseta y Nick hizo lo mismo.
Mike se rió y en cuestión de segundos otros cinco chicos irrumpieron en mi cuarto.
-Eh, Mike, ¿dónde dejamos la bebida?
-Joder, como está esta.- dijo uno mirándome.- ¿No me la presentas?
-Asthon, es mi hermana, así que cuidadito. Y tu ponte la camiseta de una vez.
Nick entonces la encontró y me la dio.
-Entonces, ¿ibas a hacer una fiesta y no pensabas avisarme de que ibas a traer a tu ejercito de amigos?- dije molesta.
-Bueno, estamos en paz. Tu no dijiste que traerías a tu novio.
-Es que yo no tengo que avisarte de nada, se supone que estás viviendo en la universidad ¿por qué tienes que hacer la fiesta aquí?
-Tenemos piscina. Y papa y mama no estaban, así que tenía que aprovechar.
Llegaron dos chicos más, uno de ellos era Deryck.
-La gente empezará a venir a la once.- dijo Deryck.
Nick me miró al reconocerle y yo suspiré. Después Deryck me miró y sonrió.
-Ey, Alison, ¿te quedarás a la fiesta?- después se fijó en que Nick estaba a mi lado poniéndose la camiseta y le cambió la cara pero no dijo nada.
-No creo. ¿Os podéis largar de mi habitación?- dije molesta.
-Si, si...- dijo Mike empujando al resto para que salieran y el se quedó el último.- No te enfades, Ali.- dijo y me revolvió el pelo.
-Pero la próxima vez avisa...
-Hecho.- sonrió y me dio un beso en la cabeza y después se unió al resto de sus amigos y cerró la puerta de mi cuarto dejándome sola con Nick finalmente.
-Siento esto...-dije.
-No importa, tu hermano es simpático.- dijo y sonrió.
-¿Te quedas a comer?- pregunté.
-No... Te dije que me tenía que ir. Pero nos vemos el Lunes.- dijo y me besó.
-Está bien.- dije suspirando.- Te quiero.
-Y yo a ti.- dijo con una sonrisa.

La tarde fue un aburrimiento. Tenía toda la semana plagada de exámenes, así que tenía que estudiar bastante y no salí de mi cuarto nada más que para comer. De vez en cuando oía a mi hermano con sus amigos armando jaleo, que se fue aumentando según pasaban las horas, y por la noche aun más cuando llegaron los invitados y pusieron la música.
Suspiré y cerré mi libro de historia, no podía estudiar. Una canción de Skrillex sonaba a todo volumen desde el piso de abajo y la gente no paraba de gritar.
Me asomé a la ventana y pude ver a un montón de chicas y chicos en la piscina ¿cómo podían estar en la piscina? Yo me estaba muriendo de frío a pesar de que llevaba mi amado pijama de los teletubbies.
Decidí tomarme un descanso y bajar a cenar algo. Me acerqué a mi armario para cambiarme de ropa, pero después lo pensé mejor ¿por qué tenía que cambiarme de ropa? Estaba en mi casa, y si quería bajar a la cocina en pijama lo haría.
Abrí la puerta y en seguida vi a un montón de gente que estaba por el pasillo de mi casa, pero nadie me prestaba atención. Cerré la puerta de mi cuarto para asegurarme de que nadie entraba y después bajé las escaleras.
La fiesta era un descontrol ¿en qué estaba pensando Mike? ¿Es qué se creía que estaba en Resacón en las Vegas o Project X?
Pero a mi me daba igual, él sabría lo que hacía, si algo malo pasaba no pensaba cubrirle.
Fui hacia la cocina que estaba llena de gente bebiendo y bailando y me acerqué a la nevera y cuando la abrí descubrí que estaba completamente vacía, solo quedaba una botella de leche y un bote abierto de mostaza, la gente había arrasado con la nevera y no quedaba nada.
Suspiré y cogí una bolsa de doritos que había sobre la mesa, estaba a la mitad, pero algo tendría que cenar.
Subí las escaleras esquivando a la gente que bailaba y vi a un chico bastante borracho con las zapatillas llenas de barro subiéndose al sillón.
-Si quieres hacer el ridículo bailando sobre el sillón al menos quítate las zapatillas y no ensucies, imbécil.- dije realmente molesta.
Este se bajó, pero no se quitó las zapatillas, ni se volvió a subir al sillón, así que supuse que había decidido no hacer el ridículo.
Después subí de nuevo las escaleras hacia mi cuarto y me encerré a estudiar.
Me senté en la cama y volví a abrir el libro de historia mientras me metía un dorito en la boca.
Entonces recordé que tenía que hacer un trabajo muy largo para el Lunes, y no le había empezado. Cogí mis apuntes y me empecé a agobiar, no me daría tiempo ni de broma a hacerlo en un día y poco, pero mi nota final dependía de ello, así que intenté concentrarme al máximo y empecé a hacerlo.

Solo habían pasado diez minutos cuando alguien abrió la puerta de mi cuarto y entró sin avisar.
-¡No se puede entrar, la fiesta es solo fuera!- dije molesta.- Ah... Eres tu, vete igualmente.- continué al ver que era Deryck.
-Te he traído algo de cenar.- dijo Deryck cerrando la puerta.
Vi que llevaba una caja con pizza en la mano, y yo me moría de hambre, así que tras meditar medio segundo dije:
-Está bien, puedes quedarte.- me levanté y cogí la caja.- Te adoro, me moría de hambre.- dije mientras mordía una porción de pizza.
-Si, lo sé, te vi abajo buscando en la nevera. Por cierto, me encanta tu pijama.
Yo sonreí, aun recordaba como el verano pasado Deryck se había reído de mi pijama de los teletubbies.
-Que gracioso eres.- dije irónicamente.
-Es parte de mi encanto.- dijo él.
-¿Encanto? Tu no tienes de eso, excepto cuando traes pizza, ahí tienes un poco.- dije aunque sabía que era mentira, Deryck tenía razón, sus tonterías y su costumbre con picarme formaban parte de su encanto, pero no pensaba decírselo.
-Ambos sabemos que eso es mentira.- dijo con una sonrisa, como si pudiese leerme la mente.- ¿Qué hacías?
-Un trabajo que tengo que terminar para el Lunes...
-¿Y como vas?
-Mal, no llevo ni una página.
-¿Quieres que te ayude?- preguntó.
-No, me vale con la pizza, pero gracias. Puedes ir a la fiesta, te doy permiso.
-Gracias por el permiso, pero voy a pasar. Hay una tía muy pesada fuera que no me deja en paz, además disfruto de tu compañía más que de la fiesta.
Yo me quedé mirándole mientras cogía otra porción de pizza, analizando su palabras. Él mientras empezó a ojear mis apuntes.

Habían pasado tres horas, la fiesta no había terminado pero yo ya tenía casi terminado mi trabajo.
Estaba sentada en el suelo, con mi ordenador portátil sobre las rodillas escribiendo todo lo que me dictaba Deryck, que estaba sentado en mi silla girando ligeramente, mirando mis apuntes, libros y otras anotaciones que habíamos hecho, seleccionando frases del resumen.
-Y ya.- dijo Deryck.
-¿Ya? ¿En serio?- dije levantándome y mirando los apuntes que tenía en la mano.
-Si, hemos escrito sobre todos los puntos... Eso merece por lo menos un nueve.- dijo a la vez que se levantaba de la silla y se estiraba.
Yo sonreí conforme, parecía mentira que lo hubiese terminado en una noche.
-Muchas gracias Deryck, en serio.- dije y le di un abrazo.- Te debo mil favores.
-Me conformo con uno.
-¿Cuál?
-Deja de sonreír.- dijo.
-¿Por qué?
-Por que me enamoras.

----------------------------------------------------------------
¿Que os ha parecido? ¡Dejarme un comentario, plis! En cuanto dejéis un comentario empiezo el siguiente capítulo ^_^ Muchos besos y gracias por leer.