Entré de nuevo en mi cuarto con Leslie detrás.
-¿Estás bien?- pregunté cuando cerramos la puerta.
-Si...- murmuró.- La verdad es que me imaginaba que esto podía pasar, no importa.
Leslie se sentó de nuevo en mi cama, yo sabía que no estaba bien, pero decidí no darle importancia al tema hasta más adelante, porque ahora teníamos otras cosas de las cuales preocuparnos.
A la mañana siguiente Leslie parecía más feliz, y propuse acompañarla a su casa antes de ir al instituto para que hablase con su madre y que Leslie faltara al instituto, ya que a pesar de que estaba con más animo que ayer, tampoco se encontraba lo suficientemente bien para ir a clase.
El timbre sonó cuando ya estábamos listas para salir. Había prestado a Leslie una camiseta que ella misma me regaló cuando fuimos a un concierto de Mayday Parade, y se llevó en una bolsa la ropa que traía puesta.
Me apresuré a abrir la puerta pensando en que probablemente sería Harry, ya que no le había avisado de que iría más tarde a clase.
Y cuando abrí la puerta efectivamente Harry esperaba en el umbral.
-Otra vez llegas tarde...- murmuró bostezando.- Solía ser al revés, tu me recogías a mi porque yo me dormía.
-Si, es que...- comencé a decir.
-Es ese Nick, que es muy mala influencia.- dijo seriamente.
-¿Qué?- dije olvidando lo que iba a decir.
Harry esbozó una sonrisa.
-Es broma, Nick me cae bien ¿que te pareció la sorpresa de San Valentín? Yo le ayud...
En ese momento Leslie bajó las escaleras y apareció detrás mía.
-¿¡Leslie!?- dijo mirándola con la boca desencajada.- ¿Qué hace aquí?- dijo mirándome esta vez a mi y hablando en un tono más bajo como si ella no pudiese oírle.
Caminamos los tres juntos, como en los viejos tiempos mientras Leslie y yo poníamos a Harry al día de todo lo que había pasado. Incluso compramos una bolsa enorme de chuchería y no la íbamos pasando conforme andábamos tal y como hacíamos antes.
-No me creo que hayas vuelto.- dijo Harry mientras abrazaba por la espalda a Leslie y después le alborotaba el pelo.- Pensé que te habíamos perdido...- dijo fingiendo lágrimas.
-Yo también te he echado de menos sexy Mccain.- dijo Leslie sonriendo.
Harry se puso en el medio de Leslie y yo y entrelazó los brazos de ambas con los suyos.
-¿Entonces volvemos a ser una pareja de tres?- dijo sonriendo.- Ah no... Lo olvidaba, ahora Ali está con Nick... Maldito Carter.
Yo di un empujón a Nick y los tres reímos.
Al cabo de unos minutos llegamos a casa de Leslie. Ella dijo que fuéramos a clase, que ella hablaría con su madre a solas y nos llamaría esa misma tarde para contarnos que había pasado.
Nos despedimos de ella con un largo abrazo y Harry y yo fuimos camino al instituto.
-Por cierto, ¿cómo fueron las clases particulares con Alice?
-Geniales, la mejor experiencia de mi vida.- dijo él.
-¿En serio?- dije sonriendo.
-¡Pues claro que no! Fueron un coñazo...
-Pues no entiendo porque... Alice es encantadora, seguro que te ayuda mucho.
Había pasado varias horas, el día había surgido con normalidad, no había tenido mucho tiempo de estar con Nick ya que hicieron desdobles en las clases para ayudar con los exámenes y no habíamos coincidido en ninguna clase.
A última hora me dirigí a la sala de castigados como siempre.
-¿Te ibas sin mi?- dijo Nick que me había alcanzado por detrás.
-Pues si,- dije.- me voy a la sala de castigados y normalmente lo hago sin ti...- dije.
-Si, es cierto. He estado pensando en ello.- dijo mientras me cogía la mano.
-¿Y a que conclusión has llegado? ¿Qué los castigos son una mierda?
-Si, y que Ryan también lo es.- dijo.
-Bueno, ya sé que no os lleváis muy bien... ¿A donde quieres llegar?- dije mirándole mientras seguíamos andando con calma hacia la sala de castigados.
-No quiero que vayas al castigo.- sentenció.
-No me queda otra...
-¿Por qué no hablas con algún profesor? Llevas todo el jodido año castigada, yo creo que ya es hora de que te quiten el castigo. Además, no me hace ni puta gracia que te quedes a solas con Collins.
-¿Por qué?
-¿Estás de coña? Ese tío va detrás de ti, por no hablar de que te trae regalitos por San Valentín y de que te castigaron porque os estabais liando en la sala de profesores.- dijo Nick intentando parecer calmado.
-Para empezar, Ryan y yo no nos liamos en la sala de profesores, estábamos robando exámenes porque él me obligó, y lo segundo ¿qué pasa? ¿es que no confías en mi?
-En ti si, en quien no confío es en él.- dijo más tranquilo.
-Pues te va a tocar hacerlo porque yo tengo que ir al castigo...
Nick suspiró y continuó andando a mi lado cuando un chico de primer curso llamado Sebastien, que vivía dos casas junto a la mía, pasó por su lado y cayó al suelo. Me quede mirando a Nick sin comprender, Nick le había hecho la zancadilla, o al menos eso había parecido desde mi perspectiva. Entonces Nick se agachó para ayudarle a recoger todas las cosas que se le habían caído, entonces comprendí que el chico se había tropezado él solo. Hasta que Nick cogió la botella de cocacola que se le había caído a Sebastien, la abrió como si nada, y se la echó a Sebastien por encima, y después soltó una carcajada, mientras un grupo de alumnos se juntaban a su alrededor y algunos reían y otros tenían la misma expresión que yo.
-¿Te has vuelto loco?- le dije a Nick molesta mientras me agachaba para ayudar a Sebastien.
Nick ya no se reía si no que miraba a una profesora que se acercaba rápidamente.
-Nick Carter, ¿se puede saber que ha sido esto?- dijo la profesora mientras ayudaba a Sebastien como yo.
-No sé...- dijo Nick esbozando una sonrisa socarrona.- Me pareció divertido.
-¿Que le pareció divertido? Pues a ver que divertido le parece quedarse castigado toda la semana.- dijo mientras señalaba la sala de castigados.
-Pues perfecto...- dijo Nick en voz baja.
La profesora empezó a echar a todo el mundo que miraba al rededor y después se marchó a avisar a los profesores de guardia que Nick también estaría castigado.
Nick tendió una mano a Sebastien ayudándolo a levantarse, y este se la tendió con desconfianza.
-Ey...- dijo Nick al chico.- Lo siento de verdad.- busco en su bolsillo y saco un billete de diez dolares.- Toma, para que te compres otra cocacola, y lo que te de la gana.- dijo.
-Gracias...- murmuró Sebastien sin entender muy bien y se marchó deprisa.
Nick se giró para mirarme sonriendo.
-Listo, ya no os quedáis solos.
Entramos en la sala de castigados discutiendo.
-Eres realmente idiota, pobre chico ¡¿Te imaginas la vergüenza que habrá pasado?!- dije molesta.
-¡Ya le he pedido perdón, y le he pagado una cocacola y todo! Además lo he hecho por ti...
-¿Por mi? No, lo has hecho por ti, porque eres un maldito celoso.
-¿Es que tu no estarías celosa?- dijo el molesto también.
-Pues no, para empezar porque Ryan y yo solo somos amigos... Bueno, ni si quiera somos amigos, ¡nos llevamos mal casi todo el tiempo!- dije.
-¿Y como piensas que empezó lo nuestro, listilla? Yo no te soportaba y mira al final. ¿Como se que no va a pasar lo mismo con el Ryan este?
Me quedé un segundo callada, tenía razón...
-Pues porque con él ya pasó, y lo dejamos, y ahora estoy contigo, y te quiero a ti, y punto. Deja de darle vueltas.- dije suspirando.
-¿Que has dicho?- dijo sonriendo de repente.
-Que dejes de darle vueltas.- dije sentándome en una mesa con los brazos cruzados.
-Antes de eso.
-Que... que te quiero.- dije.
-Dilo otra vez.- dijo con una sonrisa socarrona.
-Que idiota eres.- dije sonriendo ahora también.
-Solo quería confirmarlo.- dijo acercándose a mi.- Yo también te quiero.
Y me empezó a besar. Yo, que estaba aun sentada sobre la mesa entrelacé mis piernas a su cintura, y él me cogió en brazos y nos apoyamos en la pared.
-Por favor, iros a un hotel...- dijo Ryan que acababa de entrar tirando su mochila al suelo y sentándose.
Nick me dejó en él suelo y suspiró.
-Siempre jodiendo, eh...- dijo mirando a Ryan.
-Si, bueno, me alegra que te joda... Ya te puedes ir.
-Lo cierto es que me quedo.- dijo Nick sonriendo y sentándose también.
Ryan cambió su cara.
-¿Te han castigado?- dijo molesto.
-Si, ¿te jode?
-Pues un poco, no es que me apetezca soportarte.
-Me alegro entonces.- dijo Nick de nuevo sonriendo.
Yo suspiré, deseando que se callaran. Tampoco a mi me apetecía tener que soportar a los dos discutiendo.
-Y bien ¿qué tenemos que hacer?- dije.
-Me han dicho que tenemos que quitar todos los carteles y mierdas varias de San Valentín que hay colgados por todo el instituto.- respondió Ryan.
-Genial.- dijo Nick levantándose.- Tu quitarás los del piso de arriba, y Alison y yo los del piso de abajo
-No me apetece ¿porque me tiene que tocar a mi un piso entero?- dijo Ryan levantándose perezosamente.
-Eres un tío duro, sé que podrás, confío en ti.- dijo Nick dándole una palmadita en el hombro y después cogiéndome la mano y saliendo de clase.
Ryan nos siguió con normalidad.
-Las escaleras están por ahí.- dijo Nick señalándolas al ver que Ryan no las subía.
-Creo que prefiero pasar rato contigo Carter, eres muy graciosillo, no lo pasaremos bien.
Nick suspiró y dejó de insistir ignorándolo.
Estuvimos quitando carteles por veinte minutos, pero cuando parecía que no había más encontrábamos otra fila entera. Y para colmo Nick y Ryan no paraban de lanzarse pullas el uno al otro.
-Mira Collins, ¿verdad que se parece a ti?- dijo Nick enseñándole una un papel publicitario en el que aparecía un hombre gordo equipado para jugar a beisbol que había cogido del suelo.
-¿Y en que coño se parece?- dijo Ryan.
-En todo, incluso juega a beisbol, como tu.
-Que gilipollas eres... Yo no juego a beisbol.
-¿En serio?- dijo Nick tirando el papel a la basura.-¿No eras el super capitán del equipo al que todos adoran?
Ryan sonrió.
-Es cierto que soy capitán, y que todos me adoran, pero no es beisbol, es fútbol americano. Se ve que eres tan idiota como pareces.
-Todos esos deportes son iguales...- dijo Nick excusándose.- Además, esas chaquetas que tanto te pones son de beisbol, gilip...
-Cállate.- dijo Ryan.
-No me da la gana.- dijo Nick.
-Que te calles un segundo, imbécil.- respondió Ryan.
Nick se calló y ambos fueron automáticamente hacia la puerta de la sala de profesores y apoyaron sus cabezas en ellas escuchando.
-¿Que coño hacéis?- dije hablando por primera vez desde todo ese rato, en el que había decidido no intervenir.
-Shhhhh.- dijeron los dos a la vez.
Yo suspiré y me quedé en silencio.
Entonces la puerta de la sala se abrió y ellos se despegaron de la puerta corriendo.
-¿Y que te parece si la próxima vez pegamos un cartel aquí?- dijo Ryan disimulando mientras una profesora salía.
-Si, si, genial, es un sitio muy visible.- contestó Nick fingiendo estar muy interesado en la puerta.
La profesora giró la esquina y ambos dejaron de disimular.
-¿Lo has oído?- dijo Nick sonriendo.
-Si, de hecho no lo habríamos escuchado si no fuera por mi.- dijo Ryan con una sonrisa sobrada.
-¿Qué habéis escuchado?- dije ahora con curiosidad.
-Sabemos donde están lo exámenes finales.- dijo Nick sonriendo.
-¿Y que?- dije esperando lo peor.
-Pues que los vamos a robar.- dijo Ryan.
-¡No! La última vez que hicimos eso nos pillaron y ahora estoy castigada, estudiáis y punto.
-Venga Ali... Estudiaremos, pero solo lo que entra. ¡No quiero estudiarme todo el libro de historia!- dijo Nick. Yo suspiré.
-De todos modos vais a hacer lo que os de la gana... Pero no os pienso ayudar.- dije y ellos sonrieron.
Unos minutos después yo me encontraba apoyada en las taquillas mientras Nick y Ryan se intentaban poner de acuerdo en como conseguir la llave de no sé que clase, y finalmente pusieron en práctica su plan.
Nick llamo a la puerta de la sala de profesores y segundos después abrió el profesor de guardia que sujetaba un café.
-Profesor, la puerta de la sala de castigados se ha atascado, y necesito coger mi mochila.
El profesor suspirando se dirigió hacia la sala de castigados con Nick mientras murmuraba algo como "Claro, eso es porque sois unos delincuentes y no paráis de dar portazos".
Ryan que estaba detrás de unas taquillas para que el profesor no le viera, justo antes de que se cerrara la puerta metió el pie haciendo que no se cerrara, y entró con tranquilidad en la sala a buscar la llave.
Segundos después salió con ella en la mano.
-La tengo.- dijo conforme y cerrando la puerta después.
-Os van a pillar, nunca aprendes...- dije.
-Si tengo suerte pillarán solo a tu novio y tal vez incluso le expulsen.- dijo sonriendo.
-Pues te delataría, y os expulsarían a los dos. Una mancha en tu expediente, seguro que a tu padre no le gustaría.- dije.
El padre de Ryan era muy estricto, pero él era perfecto en todo casi todo el tiempo, así que siempre le tenía contento.
Nos quedamos unos segundos en silencio.
-Oye... Gracias por el regalo de San Valentín, y eso, fue todo un detalle.
-Ya... Una lástima que nos interrumpieran.- comentó, pero sin parecer triste ni nada.
Nick y el profesor llegaban desde el final del pasillo.
-No sé que habrá pasado, cuando yo intenté abrir no se podía.- decía Nick.
-Pues la próxima vez inténtalo más y no interrumpas.- dijo el profesor y se metió en la sala de profesores.
Nick sonrió y Ryan también.
-¿La tienes?
-Por supuesto.- dijo mostrándosela.
Llegamos a la sala donde estaban los exámenes. Ryan introdujo la llave en la cerradura, abrió la puerta y se metió dentro. Era un pequeño almacén de archivos, no más grande que un cuarto de escobas, con dos archivadores pegados a la pared y una estantería a un lado, había hueco para dos personas como mucho.
Nick entró también.
-Alison, entra.- me dijo.
-No...
-Venga entra, si te ven ahí fuera sola sospecharán.- dijo y tiró de mi mano para que entrase.
Entonces cerró la puerta.
Ryan que estaba mirando en un archivador se giró de golpe.
-¿Has cerrado la puerta?- dijo.
-Es evidente que si.- dijo Nick.
-Dios mío daros prisa, esto da claustrofobia.- dije yo.
-La llave está fuera, imbécil.- dijo Ryan empujando a Nick y acercándose a la puerta.- Más te vale que se abra por dentro.
Ryan movió el picaporte, pero la puerta no se abría.
-Estamos jodidos por tu culpa, Carter.
-¡No soy yo el imbécil que ha dejado la llave fuera!
-¡Tampoco soy yo el gilipollas que cerró la puerta!
-Dios, callaros. Está claro que los dos sois idiotas. Ahora si dejáis de discutir y pensamos una forma de salir se agradecería.- dije yo.
-Está bien...- dijo Nick intentando mantener la calma.- Solo hay que llamar a alguien y que nos abra desde fuera, no es muy difícil.
-Viene alguien.- dijo Ryan y los tres nos quedamos en silencio.
El carrito del conserje, que estaba fregando los pasillos se oía tras la puerta. Se paro justo en frente. Sonó la cerradura, y la llave.
-Ya se han dejado la llave puesta...- murmuró el conserje para si mismo y siguió su camino.
Aguantamos unos segundos más en silencio.
-¡Ahora si que estamos jodidos!- estalló Ryan.
-¿Qué hacemos? ¡No nos pueden descubrir aquí! ¡No puedo estar más castigada!- dije alterada.
-¡Yo tampoco!- contestó Ryan.
-Es vuestra culpa, os lo advertí y ni caso.- dije cada vez más agobiada por el poco espacio.
-¿Y tu que coño haces?- dijo Ryan a Nick.- ¿Quieres ayudar a pensar?
-Estoy buscando el maldito examen. Ya que hemos venido que al menos sirva para algo.- Nick rebuscó un poco y en seguida los sacó.- Aquí están, una copia de cada asignatura. Esto es oro, lo podría vender y forrarme.- dijo sonriendo.
-¡Como puedes pensar en eso ahora!- dije.
Nos quedamos unos segundos todos en silencio.
-¿Por qué no llamas a Mccain?- dijo Ryan.- Él robó los exámenes el año pasado y no le pillaron... Seguro que puede conseguir la llave y sacarnos de aquí.
-Tiene clases particulares ahora.- respondí.
-Fracasado.- dijo Ryan y le di una patada. -Tranquila...
De nuevo nos quedamos en silencio.
-Si nos llevásemos los suficientemente bien con un profesor como para que nos sacara de aquí sin castigarnos.- dije.
-No existe un profesor así.- dijo Nick.
-Deryck.- dijo Ryan sonriendo.
-No.- dije simplemente pensando en nuestra última conversación y en lo incómodo que sería llamarle.
-¡Ni de coña!- dijo Nick.
-¿Que? ¿Por que no? ¡No tenemos otra opción!- continuó Ryan.
-Ya tengo que soportarte a ti, como para soportarle también a él.- dijo Nick.
-No te gusta la competencia porque no te ves capaz, eh. Es cierto, Alison no durará mucho contigo, tiene mejor gusto que eso.- dijo Ryan sonriendo.
-No hables de mi como si no estuviera, y menos para decir gilipolleces.- dije.- Le voy a llamar.
-¿No dijiste que no?- dijo Nick.
-¡No tenemos otra opción!- concluí sacando mi móvil.
No quería llamarle, pero no me quedaba otra si quería salir. Si alguien podía sacarnos de allí ese era Deryck.
-¿Si?- su voz sonaba ronca. Hacía mucho que no hablaba con él por teléfono.
-Deryck... Soy Alison ¿estás ocupado?- dije.
-Depende.- dijo aclarándose la voz. O había estado fumado mucho últimamente, o estaba resfriado o se acababa de despertar.
-Verás, es que nos hemos quedado encerrados en la sala donde guardan los exámenes accidentalmente, y me preguntaba si podrías conseguir la llave y sacarnos de aquí... Por favor.
-Ya... Accidentalmente.- dijo suspirando.- Estaré allí en un rato.
-Gracias gracias gracias.- dije sonriendo y colgamos el teléfono.
-Solucionado.- dijo Ryan.
Nick se quedó cruzado de brazos apoyado en el archivador del fondo.
Diez eternos minutos más tarde escuchamos la cerradura y finalmente Deryck nos abrió la puerta.
-Voy a omitir eso de preguntaros como coño habéis acabado aquí, pero esta es la última vez que os ayudo en una cosa como esta.- dijo frotándose la frente.
-¡Libertad!- dijo Ryan estirándose.
-Muchas gracias Deryck, en serio. Te debo mil...- comencé a decir pero en seguida me arrepentí. Eso fue lo que dije la última vez que hablamos.
-Si, si, mil favores.- dijo Nick saliendo el último de la sala.- ¿Nos podemos ir ya?
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¡Por fin tengo el capítulo! Por si no habéis leído la última entrada que escribí (que acabo de borrar) ahí os contaba el motivo por el que no había escrito capítulo estas semanas, y es que mis padre se han empeñado en llevarme al pueblo toda la semana y allí no tengo Internet.
Luego os contaba más cosas, pero ahora ya no tiene sentido que os las cuente ya que por fin he escrito el capítulo.
Es un poco más largo para compensar, y nada, espero que os guste.
Intentaré escribir capítulo la semana que viene si no me llevan de nuevo a mi pueblo.
Y nada más que decir, muchos besos y comentar plis!
lunes, 15 de julio de 2013
domingo, 23 de junio de 2013
Capítulo 34.
Me quedé parada, no sabía que hacer ni decir. Asimilé sus palabras en mi cabeza despacio intentando buscar algo para decirle, pero lo cierto es que no lo sabía, estaba completamente en blanco y debía de notarse. Deryck empezó a acercarse peligrosamente a mi, y yo seguía parada como una idiota, y finalmente me dio un beso en la mejilla y esbozó una sonrisa, pero yo seguía mirándole sin saber que hacer.
-Me tengo que ir.- dijo mirando su reloj.- Es un poco tarde.
Yo seguía callada.
-Ya nos veremos.- dijo abriendo la puerta de mi cuarto y saliendo.
-Adiós...- dije con un hilo de voz, pero él ya se había ido.
La casa estaba en silencio, al parecer la fiesta había terminado sin que me diera cuenta.
Me tiré en mi cama agotada... Eran las cinco, mañana dormiría por lo menos hasta las seis de la tarde...
El sol se filtraba por los huecos de mi ventana y me daba fijamente los ojos. Me desperté molesta y miré mi reloj, las doce en punto, había dormido siete horas pero aun así estaba cansada.
Me levanté y me dispuse a bajar a desayunar algo.
El salón de mi casa estaba patas arriba, lleno de vasos con bebidas a la mitad, los objetos desordenados, algún jarrón roto... Y Mike dormido en bañador sobre el sillón.
Cogí un vaso sobre la mesa que contenía alguna bebida alcohólica y sin dudarlo se lo rocié en la cara a Mike.
-Despierta imbécil, papa y mama no tardarán en llegar y mira como está todo.- dije cabreada.
Él abrió los ojos durante un segundo, me miró, y los volvió a cerrar.
-Ordena tu...- dijo con voz ronca.
-¿Qué lo ordene yo?- dije sin dar crédito.
-Si...- murmuró sin abrir los ojos ni moverse.
Me subí en el sillón y entonces di un pisotón en sus partes sensibles.
-¡Que te levantes imbécil!- dije.
Mike se levantó en seguida y se encogió de dolor.
-¡Me cago en la puta!- dijo retorciéndose.- No te pongas así, agresiva.
-Pues haberme hecho caso a la primera.- dije y me bajé del sillón.
Mike se quedó sentado en el sillón ya más tranquilo y miró a su alrededor.
-¿No me vas a ayudar?- dijo con cara de cachorro.
-Pues... No.- respondí.
-Venga, por favor, tengo resaca ¿sabes lo horrible que es eso?
Mike se levantó del sillón y abrió la nevera prácticamente vacía y bebió durante varios segundos de una botella de agua.
-Bueno, pero tendrás que pagarme.- dije y empecé a recoger dando por hecho que lo haría, y él sonrió.
Al cabo de una hora aproximadamente la casa estaba medianamente decente. Mike se había ido a duchar, ya que tenía el pelo pegajoso mientras yo iba a comprar para llenar de nuevo la nevera, y ahora estábamos terminado de ordenar la casa.
Mike estaba sentado en el patio, en ropa interior, con una toalla en los hombros, pegando los fragmentos de un jarrón que alguien había roto, mientras yo pasaba la aspiradora por el salón, cuando sonó el timbre.
Apagué la aspiradora y me acerqué a la puerta, pero antes me miré al espejo, tenía ojeras, pero estaba peinada y vestida bien, así que abrí la puerta.
Habría esperado que cualquier persona hubiese llamado a la puerta, excepto la persona que había llamado.
Leslie estaba en el umbral de la puerta de mi casa mirándome fijamente. Seguía sin tener buen aspecto, tenía más ojeras que yo, con los ojos rojos, muy delgada, y apagada, sin esa típica sonrisa que ella siempre tenía.
-Hola...- murmuré al ver que ella no decía nada.
Entonces sin más Leslie comenzó a llorar.
-¿Qué pasa?- dije preocupada y la empujé para que entrara en mi casa y cerré la puerta.
La miré esperando que hablara, pero no paraba de llorar, y se cubría los ojos con las manos.
-No sabía donde ir...- dijo finalmente con un hilo de voz, sin parar de llorar.
-Esta bien... Tienes que tranquilizarte.- dije y la conduje hacia el salón y la hice sentarse.
Fui hacía la cocina, para traerle un vaso de agua, mientras ella seguía llorando sentada en el sillón.
Me senté a su lado y le di el vaso, ella bebió un poco, y después respiró hondo y empezó a calmarse.
-¿Mejor?- pregunte.
Ella asintió.
-Por cierto, Ali, cuando vengan papá y mamá quiero contaros una cosa ¿de acuerdo?- la voz de Mike sonaba desde el patio y Leslie me miró alarmada.
En ese momento entró por la puerta sin darse cuenta de que ella estaba ahí.
-¿Crees que se nota que está roto?- preguntó mirando el jarrón.
Entonces Leslie empezó a llorar de nuevo, y subió las escaleras hacia mi cuarto corriendo. Mike la miró, y el jarrón se le calló de las manos al darse cuenta de que era Leslie, rompiéndose de nuevo.
-¿Es Leslie?- dijo sorprendido, sin casi reconocerla, porque lo cierto es que ya no parecía ella.
Yo asentí y subí las escaleras detrás de ella dejando allí a Mike.
Leslie estaba sentada en mi cama, abrazando mi peluche favorito.
-Lo siento...- dijo sin mirarme.
Cerré la puerta y me senté a su lado.
-No importa...- murmuré.
-Si que importa.- dijo mirándome al fin.- Lo siento mucho, Alison, de verdad, siento todo. Siento haber hecho todo lo que hice, siento haber sido tan idiota, tenías razón en todo, Alex es horrible, debía haberte hecho caso... Y siento haberte manchado tu peluche favorito.- dijo volviendo a llorar.
-No importa.- dije abrazándola.- ¿Qué ha pasado con Alex?
-De todo, estos meses han sido horribles, me ha hecho tomar pastillas, él solía pegar a Evelyn, y decía que si no me comportaba yo acabaría así... Y ahora estoy embarazada.- dijo volviendo a llorar.
-¿Qué?- dije mirándola.
-Eso... Y mi madre me ha echado de casa, y no soy capaz de contarla nada.
-Está bien, tranquilízate, tiene solución.
-No, me he jodido la vida.- dijo sin parar de llorar.
-Solo habla con tu madre y se solucionará, ella te comprenderá, y aléjate de Alex ya.- le dije.
-¿Y tu? ¿Me perdonas? Te he dicho cosas horribles, sé que no lo merezco, pero solo te tengo a ti.- continuó.
-No te preocupes por eso.- dije y ella me abrazó.
-Gracias Ali... - respondió.
Nos quedamos unos segundos en silencio, mientras Leslie despacio dejaba de llorar.
-¿Cómo está tu hermano?- preguntó.
-Bien.- respondí.
-Está muy guapo...- comentó mirando al suelo.- Supongo que tiene novia.
-No la tiene.
-Éramos tan perfectos, le quería tanto...- dijo.- le quiero tanto.- se corrigió.
-Él también te quiere, pero estuvo mucho tiempo hecho polvo y necesita tiempo.
-Merece algo mejor.
Habían pasado tres horas, y aun estábamos en mi cuarto.
Leslie me había contado con detalles todo lo que le había pasado con Alex, y yo le había prometido que la acompañaría a hablar con su madre y que todo se solucionaría.
Después ella me estuvo preguntando sobre mi, le conté todo lo ocurrido con Nick, Deryck y Ryan.
-Y creo que Deryck o Ryan me han enviado una flor por San Valentín... Porque si no fue Nick, deben haber sido ellos.- comenté.
-Fui yo.- dijo.
-¿Qué?
-"Te echo de menos",- dijo, que era lo que ponía en la flor.- lo escribí yo.
Yo sonreí, jamás abría imaginado que fuera de ella, pero tenía sentido, y me alegré
También me preguntó por Harry y la mantuve al día de todo.
Le presté algo de mi ropa y la ayudé a quitarse toda la sombra de ojos que se le había corrido por haber estado llorando.
Al rato oímos como mis padres llegaban a casa y subieron a mi cuarto.
-¿Cómo ha estado el fin de semana?- dijo mi madre.- Veo que habéis limpiado la casa.- dijo sonriente.
-Si.- contesté.
-Vaya Leslie, hace mucho que no te veo por aquí.- dijo mi madre.- Estás muy delgada, ¿habéis comido? Os haré algo de comer.
-Gracias señora Miller.- dijo Leslie sonriendo como antes hacía.
-No hay de que.- respondió
Leslie estaba en la silla de mi escritorio dando vueltas de vez en cuando y yo sentada en la cama mientras escuchábamos "The Hell Song" de Sum 41, recuerdo perfectamente que hacía solo unos meses habíamos estado haciendo lo mismo, recuerdo que yo lo acababa de dejar con Deryck, y que esa canción me hacía pensar en él ya que el cantante se llama igual. Al rato llamaron a la puerta de mi cuarto, y cuando di permiso Mike entró con dos platos de comida.
-Dijo mamá que os los subiera...- dijo dándonos uno a cada una.
Leslie miró hacia el suelo, no podía mantener contacto visual con Mike, en cambio él la miraba, pero no con odio ni rencor, si no con tristeza y empatía, por verla de esa forma.
-Gracias...- murmuró Leslie con voz ronca cuando se lo dio, pero sin mirarle.
-De nada.- respondió él.
Ambos se quedaron parados después, como si alguno quisiera decir algo pero no encontrara las palabras y esperara que el otro las dijera, pero no llegaban.
Y finalmente Mike salió de la habitación y Leslie dio un largo suspiro.
-¿Hablarás con él?- preguntó Leslie tras unos segundos, esperando a que Mike hubiese bajado por las escaleras.
-¿Qué quieres que le diga?
-Solo déjale caer que estoy arrepentida, que no tiene porque perdonarme ni nada, pero que lo sepa.- dijo ella.
-Está bien.- contesté.
Sinceramente me gustaría que ellos volvieran, Leslie parecía realmente arrepentida, y confío en que no lo volvería a hacer, y sé que Mike la quiere pese a todo.
Se empezaba a hacer tarde, Leslie se quedaría a dormir esta noche en mi casa y mañana la acompañaría a su casa a hablar con su madre y arreglar todo.
Bajamos juntas a la cocina para dejar nuestros platos de comida ya vacíos, y antes de subir de nuevo a mi habitación pasé por el comedor para avisar a mis padres de que Leslie se quedaba a dormir.
Entramos juntas y allí encontramos a mis padres y Mike cenando con otra chica con el pelo rubio brillante, cara de niña, alta y delgada, tipo barbie, que no conocía de nada.
-Ah... Hola.- dije algo cortada.
Leslie permaneció a mi lado sin decir nada.
Mike se levantó de su silla y cogió a la chica de la mano haciendo que también ella se levantara.
-¿Recuerdas que te dije que tenía que decirte algo?- me preguntó Mike.
-Emmm... Si.- dije temiéndome lo peor.
-Bueno, pues esta es Andy, mi novia.- dije Mike con una sonrisa.- Y esta es mi hermana Alison, y su amiga Leslie.
Leslie agarró mi brazo y clavó levemente sus uñas en él, pero cuando la miré sonreía.
-Tu hermano me ha hablado mucho de ti.- dijo Andy con una amplia sonrisa y dándome dos besos.
-¿En serio?- dije forzando una sonrisa.- Pues en cambio yo es la primera vez que sé de ti. Bueno, estamos cansadas nos vamos a dormir, que aproveche.- dije y salí con Leslie del comedor.
Mike tenía novia, y me lo tenía que decir justo ahora ¿cuánto tiempo llevaban? ¿cuándo se había conocido? ¿quería decir esto que Mike no volvería con Leslie?
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¿Qué os ha parecido? :D
Espero que os haya gustado mucho n.n
Finalmente he terminado los exámenes y estoy de vacaciones :') Así que intentaré volver a eso de un capítulo por semana.
Y nada más que decir. Comentar por favor :D ¡Y muchos besos!
-Me tengo que ir.- dijo mirando su reloj.- Es un poco tarde.
Yo seguía callada.
-Ya nos veremos.- dijo abriendo la puerta de mi cuarto y saliendo.
-Adiós...- dije con un hilo de voz, pero él ya se había ido.
La casa estaba en silencio, al parecer la fiesta había terminado sin que me diera cuenta.
Me tiré en mi cama agotada... Eran las cinco, mañana dormiría por lo menos hasta las seis de la tarde...
El sol se filtraba por los huecos de mi ventana y me daba fijamente los ojos. Me desperté molesta y miré mi reloj, las doce en punto, había dormido siete horas pero aun así estaba cansada.
Me levanté y me dispuse a bajar a desayunar algo.
El salón de mi casa estaba patas arriba, lleno de vasos con bebidas a la mitad, los objetos desordenados, algún jarrón roto... Y Mike dormido en bañador sobre el sillón.
Cogí un vaso sobre la mesa que contenía alguna bebida alcohólica y sin dudarlo se lo rocié en la cara a Mike.
-Despierta imbécil, papa y mama no tardarán en llegar y mira como está todo.- dije cabreada.
Él abrió los ojos durante un segundo, me miró, y los volvió a cerrar.
-Ordena tu...- dijo con voz ronca.
-¿Qué lo ordene yo?- dije sin dar crédito.
-Si...- murmuró sin abrir los ojos ni moverse.
Me subí en el sillón y entonces di un pisotón en sus partes sensibles.
-¡Que te levantes imbécil!- dije.
Mike se levantó en seguida y se encogió de dolor.
-¡Me cago en la puta!- dijo retorciéndose.- No te pongas así, agresiva.
-Pues haberme hecho caso a la primera.- dije y me bajé del sillón.
Mike se quedó sentado en el sillón ya más tranquilo y miró a su alrededor.
-¿No me vas a ayudar?- dijo con cara de cachorro.
-Pues... No.- respondí.
-Venga, por favor, tengo resaca ¿sabes lo horrible que es eso?
Mike se levantó del sillón y abrió la nevera prácticamente vacía y bebió durante varios segundos de una botella de agua.
-Bueno, pero tendrás que pagarme.- dije y empecé a recoger dando por hecho que lo haría, y él sonrió.
Al cabo de una hora aproximadamente la casa estaba medianamente decente. Mike se había ido a duchar, ya que tenía el pelo pegajoso mientras yo iba a comprar para llenar de nuevo la nevera, y ahora estábamos terminado de ordenar la casa.
Mike estaba sentado en el patio, en ropa interior, con una toalla en los hombros, pegando los fragmentos de un jarrón que alguien había roto, mientras yo pasaba la aspiradora por el salón, cuando sonó el timbre.
Apagué la aspiradora y me acerqué a la puerta, pero antes me miré al espejo, tenía ojeras, pero estaba peinada y vestida bien, así que abrí la puerta.
Habría esperado que cualquier persona hubiese llamado a la puerta, excepto la persona que había llamado.
Leslie estaba en el umbral de la puerta de mi casa mirándome fijamente. Seguía sin tener buen aspecto, tenía más ojeras que yo, con los ojos rojos, muy delgada, y apagada, sin esa típica sonrisa que ella siempre tenía.
-Hola...- murmuré al ver que ella no decía nada.
Entonces sin más Leslie comenzó a llorar.
-¿Qué pasa?- dije preocupada y la empujé para que entrara en mi casa y cerré la puerta.
La miré esperando que hablara, pero no paraba de llorar, y se cubría los ojos con las manos.
-No sabía donde ir...- dijo finalmente con un hilo de voz, sin parar de llorar.
-Esta bien... Tienes que tranquilizarte.- dije y la conduje hacia el salón y la hice sentarse.
Fui hacía la cocina, para traerle un vaso de agua, mientras ella seguía llorando sentada en el sillón.
Me senté a su lado y le di el vaso, ella bebió un poco, y después respiró hondo y empezó a calmarse.
-¿Mejor?- pregunte.
Ella asintió.
-Por cierto, Ali, cuando vengan papá y mamá quiero contaros una cosa ¿de acuerdo?- la voz de Mike sonaba desde el patio y Leslie me miró alarmada.
En ese momento entró por la puerta sin darse cuenta de que ella estaba ahí.
-¿Crees que se nota que está roto?- preguntó mirando el jarrón.
Entonces Leslie empezó a llorar de nuevo, y subió las escaleras hacia mi cuarto corriendo. Mike la miró, y el jarrón se le calló de las manos al darse cuenta de que era Leslie, rompiéndose de nuevo.
-¿Es Leslie?- dijo sorprendido, sin casi reconocerla, porque lo cierto es que ya no parecía ella.
Yo asentí y subí las escaleras detrás de ella dejando allí a Mike.
Leslie estaba sentada en mi cama, abrazando mi peluche favorito.
-Lo siento...- dijo sin mirarme.
Cerré la puerta y me senté a su lado.
-No importa...- murmuré.
-Si que importa.- dijo mirándome al fin.- Lo siento mucho, Alison, de verdad, siento todo. Siento haber hecho todo lo que hice, siento haber sido tan idiota, tenías razón en todo, Alex es horrible, debía haberte hecho caso... Y siento haberte manchado tu peluche favorito.- dijo volviendo a llorar.
-No importa.- dije abrazándola.- ¿Qué ha pasado con Alex?
-De todo, estos meses han sido horribles, me ha hecho tomar pastillas, él solía pegar a Evelyn, y decía que si no me comportaba yo acabaría así... Y ahora estoy embarazada.- dijo volviendo a llorar.
-¿Qué?- dije mirándola.
-Eso... Y mi madre me ha echado de casa, y no soy capaz de contarla nada.
-Está bien, tranquilízate, tiene solución.
-No, me he jodido la vida.- dijo sin parar de llorar.
-Solo habla con tu madre y se solucionará, ella te comprenderá, y aléjate de Alex ya.- le dije.
-¿Y tu? ¿Me perdonas? Te he dicho cosas horribles, sé que no lo merezco, pero solo te tengo a ti.- continuó.
-No te preocupes por eso.- dije y ella me abrazó.
-Gracias Ali... - respondió.
Nos quedamos unos segundos en silencio, mientras Leslie despacio dejaba de llorar.
-¿Cómo está tu hermano?- preguntó.
-Bien.- respondí.
-Está muy guapo...- comentó mirando al suelo.- Supongo que tiene novia.
-No la tiene.
-Éramos tan perfectos, le quería tanto...- dijo.- le quiero tanto.- se corrigió.
-Él también te quiere, pero estuvo mucho tiempo hecho polvo y necesita tiempo.
-Merece algo mejor.
Habían pasado tres horas, y aun estábamos en mi cuarto.
Leslie me había contado con detalles todo lo que le había pasado con Alex, y yo le había prometido que la acompañaría a hablar con su madre y que todo se solucionaría.
Después ella me estuvo preguntando sobre mi, le conté todo lo ocurrido con Nick, Deryck y Ryan.
-Y creo que Deryck o Ryan me han enviado una flor por San Valentín... Porque si no fue Nick, deben haber sido ellos.- comenté.
-Fui yo.- dijo.
-¿Qué?
-"Te echo de menos",- dijo, que era lo que ponía en la flor.- lo escribí yo.
Yo sonreí, jamás abría imaginado que fuera de ella, pero tenía sentido, y me alegré
También me preguntó por Harry y la mantuve al día de todo.
Le presté algo de mi ropa y la ayudé a quitarse toda la sombra de ojos que se le había corrido por haber estado llorando.
Al rato oímos como mis padres llegaban a casa y subieron a mi cuarto.
-¿Cómo ha estado el fin de semana?- dijo mi madre.- Veo que habéis limpiado la casa.- dijo sonriente.
-Si.- contesté.
-Vaya Leslie, hace mucho que no te veo por aquí.- dijo mi madre.- Estás muy delgada, ¿habéis comido? Os haré algo de comer.
-Gracias señora Miller.- dijo Leslie sonriendo como antes hacía.
-No hay de que.- respondió
Leslie estaba en la silla de mi escritorio dando vueltas de vez en cuando y yo sentada en la cama mientras escuchábamos "The Hell Song" de Sum 41, recuerdo perfectamente que hacía solo unos meses habíamos estado haciendo lo mismo, recuerdo que yo lo acababa de dejar con Deryck, y que esa canción me hacía pensar en él ya que el cantante se llama igual. Al rato llamaron a la puerta de mi cuarto, y cuando di permiso Mike entró con dos platos de comida.
-Dijo mamá que os los subiera...- dijo dándonos uno a cada una.
Leslie miró hacia el suelo, no podía mantener contacto visual con Mike, en cambio él la miraba, pero no con odio ni rencor, si no con tristeza y empatía, por verla de esa forma.
-Gracias...- murmuró Leslie con voz ronca cuando se lo dio, pero sin mirarle.
-De nada.- respondió él.
Ambos se quedaron parados después, como si alguno quisiera decir algo pero no encontrara las palabras y esperara que el otro las dijera, pero no llegaban.
Y finalmente Mike salió de la habitación y Leslie dio un largo suspiro.
-¿Hablarás con él?- preguntó Leslie tras unos segundos, esperando a que Mike hubiese bajado por las escaleras.
-¿Qué quieres que le diga?
-Solo déjale caer que estoy arrepentida, que no tiene porque perdonarme ni nada, pero que lo sepa.- dijo ella.
-Está bien.- contesté.
Sinceramente me gustaría que ellos volvieran, Leslie parecía realmente arrepentida, y confío en que no lo volvería a hacer, y sé que Mike la quiere pese a todo.
Se empezaba a hacer tarde, Leslie se quedaría a dormir esta noche en mi casa y mañana la acompañaría a su casa a hablar con su madre y arreglar todo.
Bajamos juntas a la cocina para dejar nuestros platos de comida ya vacíos, y antes de subir de nuevo a mi habitación pasé por el comedor para avisar a mis padres de que Leslie se quedaba a dormir.
Entramos juntas y allí encontramos a mis padres y Mike cenando con otra chica con el pelo rubio brillante, cara de niña, alta y delgada, tipo barbie, que no conocía de nada.
-Ah... Hola.- dije algo cortada.
Leslie permaneció a mi lado sin decir nada.
Mike se levantó de su silla y cogió a la chica de la mano haciendo que también ella se levantara.
-¿Recuerdas que te dije que tenía que decirte algo?- me preguntó Mike.
-Emmm... Si.- dije temiéndome lo peor.
-Bueno, pues esta es Andy, mi novia.- dije Mike con una sonrisa.- Y esta es mi hermana Alison, y su amiga Leslie.
Leslie agarró mi brazo y clavó levemente sus uñas en él, pero cuando la miré sonreía.
-Tu hermano me ha hablado mucho de ti.- dijo Andy con una amplia sonrisa y dándome dos besos.
-¿En serio?- dije forzando una sonrisa.- Pues en cambio yo es la primera vez que sé de ti. Bueno, estamos cansadas nos vamos a dormir, que aproveche.- dije y salí con Leslie del comedor.
Mike tenía novia, y me lo tenía que decir justo ahora ¿cuánto tiempo llevaban? ¿cuándo se había conocido? ¿quería decir esto que Mike no volvería con Leslie?
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¿Qué os ha parecido? :D
Espero que os haya gustado mucho n.n
Finalmente he terminado los exámenes y estoy de vacaciones :') Así que intentaré volver a eso de un capítulo por semana.
Y nada más que decir. Comentar por favor :D ¡Y muchos besos!
viernes, 7 de junio de 2013
Capítulo 33.
Me desperté a la mañana siguiente y miré el reloj, ya era casi la hora de comer. Me giré y vi a Nick durmiendo a mi lado.
-Despierta.- dije dándole un beso.
Este abrió los ojos despacio y después sonrió. Se estiró y se quedo sentado en la cama.
-¿Qué hora es?- preguntó.
-Un poco más de la una.- respondí.
-¿Tan tarde?
-Si...
-Me debería de ir...- dijo suspirando.
-¡No! Quédate un poco más.- dije abrazándole por la espalda y dándole besos en el cuello. Él sonrió.
-Pero solo un poco...- y se giró para empezarme a besar.
Estábamos de nuevo tumbados en la cama besándonos sin tregua, él estaba encima mía y ambos en ropa interior ya que habíamos dormido así, hasta que oíamos que la puerta de mi casa se abría y mi perro, Scofield empezaba a ladrar.
Ambos nos separamos y nos quedamos expectantes.
-¿No se supone que tus padres no vendrían hasta mañana?- preguntó Nick.
-Se supone... Tal vez hayan cambiado sus planes.- dije y me levanté en seguida.- Métete en el armario.
Le empujé, abrí la puerta hasta que él se metió y la cerré de golpe.
¿Qué hacían aquí mis padres? ¿Por qué no me avisaron de que llegarían antes?
Corrí por mi cuarto metiendo debajo de la cama las prendas de ropa de Nick que había tiradas por el suelo, y después me apresuré a vestirme. Cogí mi pantalón del pijama y me lo puse deprisa, pero mis padres ya estaban subiendo por la escalera y la puerta se abrió entonces.
-¡Oh, eras tu!- dije al ver entrar a Mike, mi hermano, por la puerta.
-¿No te alegras de verme? ¡No te veo desde navidad!- dijo y se acercó a abrazarme.
-Si, si, me alegro mucho...- dije algo más tranquila de que no fueran mis padres.
Pensé en decirle a Nick que saliera, porque me daba igual que Mike supiera que había pasado la noche con él, pero decidí no hacerlo, para ahorrar el momento incómodo a todos.
-¿Te acabas de despertar?- dijo al ver mi cama desecha.
-Si... Y ahora me iba a duchar, por eso estoy en sujetador.- dije.
-Ya... ¿Por qué será que no me lo creo?- dijo alzando una ceja, yo le miré extrañada.
-¿Y por qué no te lo crees?- dije ofendida.
-No por nada.- Mike empezó a andar hacia mi cama y tiró de la manga de la camiseta de Nick que se veía por debajo de la cama.- ¿Ahora usas ropa de tío?- dijo riéndose.
-Ja-ja que gracioso... Pues si. Es cómoda, y deja de ser tan mal pensado.
Mike se empezó a pasear por mi cuarto.
-¿Dónde está escondido? ¿No me lo vas a presentar?- dijo mirando detrás de la puerta.
-Que pesado eres, que no hay nadie. Y vete, me quiero duchar.
Mike me ignoró y abrió la puerta del baño de mi cuarto y después la cerró al ver que no había nadie.
-Pobre chico, con todos los sitios donde le podías esconder y le has tenido que meter en el armario, que está lleno de tu ropa desordenada y además da lugar a chistes fáciles.- dijo Mike y entonces suspiré al saber que definitivamente nos iba a descubrir.
Mike abrió la puerta de mi armario y allí estaba Nick.
-Encantado,- dijo Mike estrechándole la mano.- Soy el hermano mayor de Alison.
-Igualmente.- dijo Nick algo avergonzado y saliendo de su escondite.- Soy su novio.
-Ahora como hermano mayor tuyo que soy tengo que regañarte.- dijo Mike mirándome.- Pero no lo haré. Solo quiero que sepas que estoy muy desilusionado, yo que tenía pensado pasar una tarde de hermanos y ver contigo alguna serie como Sobrenatural, Prison Break, o Zack y Cody... Pero te encuentro aquí con un chico. Estoy muy decepcionado. Pero no te preocupes por mi, invitaré a algún amigo, vosotros seguir a lo vuestro.
En ese momento un chico de la edad de Mike más o menos entró en la habitación.
-Dice Luck que si no vamos a usar la piscina que podríamos vaciarla y meter unos skates, yo le he dicho que no, pero no me hace caso, además no importa que haga frío, una fiesta no es una fiesta sin piscina ¿no?
-¿Con que una tarde de hermanos no?- dije buscando mi camiseta y Nick hizo lo mismo.
Mike se rió y en cuestión de segundos otros cinco chicos irrumpieron en mi cuarto.
-Eh, Mike, ¿dónde dejamos la bebida?
-Joder, como está esta.- dijo uno mirándome.- ¿No me la presentas?
-Asthon, es mi hermana, así que cuidadito. Y tu ponte la camiseta de una vez.
Nick entonces la encontró y me la dio.
-Entonces, ¿ibas a hacer una fiesta y no pensabas avisarme de que ibas a traer a tu ejercito de amigos?- dije molesta.
-Bueno, estamos en paz. Tu no dijiste que traerías a tu novio.
-Es que yo no tengo que avisarte de nada, se supone que estás viviendo en la universidad ¿por qué tienes que hacer la fiesta aquí?
-Tenemos piscina. Y papa y mama no estaban, así que tenía que aprovechar.
Llegaron dos chicos más, uno de ellos era Deryck.
-La gente empezará a venir a la once.- dijo Deryck.
Nick me miró al reconocerle y yo suspiré. Después Deryck me miró y sonrió.
-Ey, Alison, ¿te quedarás a la fiesta?- después se fijó en que Nick estaba a mi lado poniéndose la camiseta y le cambió la cara pero no dijo nada.
-No creo. ¿Os podéis largar de mi habitación?- dije molesta.
-Si, si...- dijo Mike empujando al resto para que salieran y el se quedó el último.- No te enfades, Ali.- dijo y me revolvió el pelo.
-Pero la próxima vez avisa...
-Hecho.- sonrió y me dio un beso en la cabeza y después se unió al resto de sus amigos y cerró la puerta de mi cuarto dejándome sola con Nick finalmente.
-Siento esto...-dije.
-No importa, tu hermano es simpático.- dijo y sonrió.
-¿Te quedas a comer?- pregunté.
-No... Te dije que me tenía que ir. Pero nos vemos el Lunes.- dijo y me besó.
-Está bien.- dije suspirando.- Te quiero.
-Y yo a ti.- dijo con una sonrisa.
La tarde fue un aburrimiento. Tenía toda la semana plagada de exámenes, así que tenía que estudiar bastante y no salí de mi cuarto nada más que para comer. De vez en cuando oía a mi hermano con sus amigos armando jaleo, que se fue aumentando según pasaban las horas, y por la noche aun más cuando llegaron los invitados y pusieron la música.
Suspiré y cerré mi libro de historia, no podía estudiar. Una canción de Skrillex sonaba a todo volumen desde el piso de abajo y la gente no paraba de gritar.
Me asomé a la ventana y pude ver a un montón de chicas y chicos en la piscina ¿cómo podían estar en la piscina? Yo me estaba muriendo de frío a pesar de que llevaba mi amado pijama de los teletubbies.
Decidí tomarme un descanso y bajar a cenar algo. Me acerqué a mi armario para cambiarme de ropa, pero después lo pensé mejor ¿por qué tenía que cambiarme de ropa? Estaba en mi casa, y si quería bajar a la cocina en pijama lo haría.
Abrí la puerta y en seguida vi a un montón de gente que estaba por el pasillo de mi casa, pero nadie me prestaba atención. Cerré la puerta de mi cuarto para asegurarme de que nadie entraba y después bajé las escaleras.
La fiesta era un descontrol ¿en qué estaba pensando Mike? ¿Es qué se creía que estaba en Resacón en las Vegas o Project X?
Pero a mi me daba igual, él sabría lo que hacía, si algo malo pasaba no pensaba cubrirle.
Fui hacia la cocina que estaba llena de gente bebiendo y bailando y me acerqué a la nevera y cuando la abrí descubrí que estaba completamente vacía, solo quedaba una botella de leche y un bote abierto de mostaza, la gente había arrasado con la nevera y no quedaba nada.
Suspiré y cogí una bolsa de doritos que había sobre la mesa, estaba a la mitad, pero algo tendría que cenar.
Subí las escaleras esquivando a la gente que bailaba y vi a un chico bastante borracho con las zapatillas llenas de barro subiéndose al sillón.
-Si quieres hacer el ridículo bailando sobre el sillón al menos quítate las zapatillas y no ensucies, imbécil.- dije realmente molesta.
Este se bajó, pero no se quitó las zapatillas, ni se volvió a subir al sillón, así que supuse que había decidido no hacer el ridículo.
Después subí de nuevo las escaleras hacia mi cuarto y me encerré a estudiar.
Me senté en la cama y volví a abrir el libro de historia mientras me metía un dorito en la boca.
Entonces recordé que tenía que hacer un trabajo muy largo para el Lunes, y no le había empezado. Cogí mis apuntes y me empecé a agobiar, no me daría tiempo ni de broma a hacerlo en un día y poco, pero mi nota final dependía de ello, así que intenté concentrarme al máximo y empecé a hacerlo.
Solo habían pasado diez minutos cuando alguien abrió la puerta de mi cuarto y entró sin avisar.
-¡No se puede entrar, la fiesta es solo fuera!- dije molesta.- Ah... Eres tu, vete igualmente.- continué al ver que era Deryck.
-Te he traído algo de cenar.- dijo Deryck cerrando la puerta.
Vi que llevaba una caja con pizza en la mano, y yo me moría de hambre, así que tras meditar medio segundo dije:
-Está bien, puedes quedarte.- me levanté y cogí la caja.- Te adoro, me moría de hambre.- dije mientras mordía una porción de pizza.
-Si, lo sé, te vi abajo buscando en la nevera. Por cierto, me encanta tu pijama.
Yo sonreí, aun recordaba como el verano pasado Deryck se había reído de mi pijama de los teletubbies.
-Que gracioso eres.- dije irónicamente.
-Es parte de mi encanto.- dijo él.
-¿Encanto? Tu no tienes de eso, excepto cuando traes pizza, ahí tienes un poco.- dije aunque sabía que era mentira, Deryck tenía razón, sus tonterías y su costumbre con picarme formaban parte de su encanto, pero no pensaba decírselo.
-Ambos sabemos que eso es mentira.- dijo con una sonrisa, como si pudiese leerme la mente.- ¿Qué hacías?
-Un trabajo que tengo que terminar para el Lunes...
-¿Y como vas?
-Mal, no llevo ni una página.
-¿Quieres que te ayude?- preguntó.
-No, me vale con la pizza, pero gracias. Puedes ir a la fiesta, te doy permiso.
-Gracias por el permiso, pero voy a pasar. Hay una tía muy pesada fuera que no me deja en paz, además disfruto de tu compañía más que de la fiesta.
Yo me quedé mirándole mientras cogía otra porción de pizza, analizando su palabras. Él mientras empezó a ojear mis apuntes.
Habían pasado tres horas, la fiesta no había terminado pero yo ya tenía casi terminado mi trabajo.
Estaba sentada en el suelo, con mi ordenador portátil sobre las rodillas escribiendo todo lo que me dictaba Deryck, que estaba sentado en mi silla girando ligeramente, mirando mis apuntes, libros y otras anotaciones que habíamos hecho, seleccionando frases del resumen.
-Y ya.- dijo Deryck.
-¿Ya? ¿En serio?- dije levantándome y mirando los apuntes que tenía en la mano.
-Si, hemos escrito sobre todos los puntos... Eso merece por lo menos un nueve.- dijo a la vez que se levantaba de la silla y se estiraba.
Yo sonreí conforme, parecía mentira que lo hubiese terminado en una noche.
-Muchas gracias Deryck, en serio.- dije y le di un abrazo.- Te debo mil favores.
-Me conformo con uno.
-¿Cuál?
-Deja de sonreír.- dijo.
-¿Por qué?
-Por que me enamoras.
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¿Que os ha parecido? ¡Dejarme un comentario, plis! En cuanto dejéis un comentario empiezo el siguiente capítulo ^_^ Muchos besos y gracias por leer.
-Despierta.- dije dándole un beso.
Este abrió los ojos despacio y después sonrió. Se estiró y se quedo sentado en la cama.
-¿Qué hora es?- preguntó.
-Un poco más de la una.- respondí.
-¿Tan tarde?
-Si...
-Me debería de ir...- dijo suspirando.
-¡No! Quédate un poco más.- dije abrazándole por la espalda y dándole besos en el cuello. Él sonrió.
-Pero solo un poco...- y se giró para empezarme a besar.
Estábamos de nuevo tumbados en la cama besándonos sin tregua, él estaba encima mía y ambos en ropa interior ya que habíamos dormido así, hasta que oíamos que la puerta de mi casa se abría y mi perro, Scofield empezaba a ladrar.
Ambos nos separamos y nos quedamos expectantes.
-¿No se supone que tus padres no vendrían hasta mañana?- preguntó Nick.
-Se supone... Tal vez hayan cambiado sus planes.- dije y me levanté en seguida.- Métete en el armario.
Le empujé, abrí la puerta hasta que él se metió y la cerré de golpe.
¿Qué hacían aquí mis padres? ¿Por qué no me avisaron de que llegarían antes?
Corrí por mi cuarto metiendo debajo de la cama las prendas de ropa de Nick que había tiradas por el suelo, y después me apresuré a vestirme. Cogí mi pantalón del pijama y me lo puse deprisa, pero mis padres ya estaban subiendo por la escalera y la puerta se abrió entonces.
-¡Oh, eras tu!- dije al ver entrar a Mike, mi hermano, por la puerta.
-¿No te alegras de verme? ¡No te veo desde navidad!- dijo y se acercó a abrazarme.
-Si, si, me alegro mucho...- dije algo más tranquila de que no fueran mis padres.
Pensé en decirle a Nick que saliera, porque me daba igual que Mike supiera que había pasado la noche con él, pero decidí no hacerlo, para ahorrar el momento incómodo a todos.
-¿Te acabas de despertar?- dijo al ver mi cama desecha.
-Si... Y ahora me iba a duchar, por eso estoy en sujetador.- dije.
-Ya... ¿Por qué será que no me lo creo?- dijo alzando una ceja, yo le miré extrañada.
-¿Y por qué no te lo crees?- dije ofendida.
-No por nada.- Mike empezó a andar hacia mi cama y tiró de la manga de la camiseta de Nick que se veía por debajo de la cama.- ¿Ahora usas ropa de tío?- dijo riéndose.
-Ja-ja que gracioso... Pues si. Es cómoda, y deja de ser tan mal pensado.
Mike se empezó a pasear por mi cuarto.
-¿Dónde está escondido? ¿No me lo vas a presentar?- dijo mirando detrás de la puerta.
-Que pesado eres, que no hay nadie. Y vete, me quiero duchar.
Mike me ignoró y abrió la puerta del baño de mi cuarto y después la cerró al ver que no había nadie.
-Pobre chico, con todos los sitios donde le podías esconder y le has tenido que meter en el armario, que está lleno de tu ropa desordenada y además da lugar a chistes fáciles.- dijo Mike y entonces suspiré al saber que definitivamente nos iba a descubrir.
Mike abrió la puerta de mi armario y allí estaba Nick.
-Encantado,- dijo Mike estrechándole la mano.- Soy el hermano mayor de Alison.
-Igualmente.- dijo Nick algo avergonzado y saliendo de su escondite.- Soy su novio.
-Ahora como hermano mayor tuyo que soy tengo que regañarte.- dijo Mike mirándome.- Pero no lo haré. Solo quiero que sepas que estoy muy desilusionado, yo que tenía pensado pasar una tarde de hermanos y ver contigo alguna serie como Sobrenatural, Prison Break, o Zack y Cody... Pero te encuentro aquí con un chico. Estoy muy decepcionado. Pero no te preocupes por mi, invitaré a algún amigo, vosotros seguir a lo vuestro.
En ese momento un chico de la edad de Mike más o menos entró en la habitación.
-Dice Luck que si no vamos a usar la piscina que podríamos vaciarla y meter unos skates, yo le he dicho que no, pero no me hace caso, además no importa que haga frío, una fiesta no es una fiesta sin piscina ¿no?
-¿Con que una tarde de hermanos no?- dije buscando mi camiseta y Nick hizo lo mismo.
Mike se rió y en cuestión de segundos otros cinco chicos irrumpieron en mi cuarto.
-Eh, Mike, ¿dónde dejamos la bebida?
-Joder, como está esta.- dijo uno mirándome.- ¿No me la presentas?
-Asthon, es mi hermana, así que cuidadito. Y tu ponte la camiseta de una vez.
Nick entonces la encontró y me la dio.
-Entonces, ¿ibas a hacer una fiesta y no pensabas avisarme de que ibas a traer a tu ejercito de amigos?- dije molesta.
-Bueno, estamos en paz. Tu no dijiste que traerías a tu novio.
-Es que yo no tengo que avisarte de nada, se supone que estás viviendo en la universidad ¿por qué tienes que hacer la fiesta aquí?
-Tenemos piscina. Y papa y mama no estaban, así que tenía que aprovechar.
Llegaron dos chicos más, uno de ellos era Deryck.
-La gente empezará a venir a la once.- dijo Deryck.
Nick me miró al reconocerle y yo suspiré. Después Deryck me miró y sonrió.
-Ey, Alison, ¿te quedarás a la fiesta?- después se fijó en que Nick estaba a mi lado poniéndose la camiseta y le cambió la cara pero no dijo nada.
-No creo. ¿Os podéis largar de mi habitación?- dije molesta.
-Si, si...- dijo Mike empujando al resto para que salieran y el se quedó el último.- No te enfades, Ali.- dijo y me revolvió el pelo.
-Pero la próxima vez avisa...
-Hecho.- sonrió y me dio un beso en la cabeza y después se unió al resto de sus amigos y cerró la puerta de mi cuarto dejándome sola con Nick finalmente.
-Siento esto...-dije.
-No importa, tu hermano es simpático.- dijo y sonrió.
-¿Te quedas a comer?- pregunté.
-No... Te dije que me tenía que ir. Pero nos vemos el Lunes.- dijo y me besó.
-Está bien.- dije suspirando.- Te quiero.
-Y yo a ti.- dijo con una sonrisa.
La tarde fue un aburrimiento. Tenía toda la semana plagada de exámenes, así que tenía que estudiar bastante y no salí de mi cuarto nada más que para comer. De vez en cuando oía a mi hermano con sus amigos armando jaleo, que se fue aumentando según pasaban las horas, y por la noche aun más cuando llegaron los invitados y pusieron la música.
Suspiré y cerré mi libro de historia, no podía estudiar. Una canción de Skrillex sonaba a todo volumen desde el piso de abajo y la gente no paraba de gritar.
Me asomé a la ventana y pude ver a un montón de chicas y chicos en la piscina ¿cómo podían estar en la piscina? Yo me estaba muriendo de frío a pesar de que llevaba mi amado pijama de los teletubbies.
Decidí tomarme un descanso y bajar a cenar algo. Me acerqué a mi armario para cambiarme de ropa, pero después lo pensé mejor ¿por qué tenía que cambiarme de ropa? Estaba en mi casa, y si quería bajar a la cocina en pijama lo haría.
Abrí la puerta y en seguida vi a un montón de gente que estaba por el pasillo de mi casa, pero nadie me prestaba atención. Cerré la puerta de mi cuarto para asegurarme de que nadie entraba y después bajé las escaleras.
La fiesta era un descontrol ¿en qué estaba pensando Mike? ¿Es qué se creía que estaba en Resacón en las Vegas o Project X?
Pero a mi me daba igual, él sabría lo que hacía, si algo malo pasaba no pensaba cubrirle.
Fui hacia la cocina que estaba llena de gente bebiendo y bailando y me acerqué a la nevera y cuando la abrí descubrí que estaba completamente vacía, solo quedaba una botella de leche y un bote abierto de mostaza, la gente había arrasado con la nevera y no quedaba nada.
Suspiré y cogí una bolsa de doritos que había sobre la mesa, estaba a la mitad, pero algo tendría que cenar.
Subí las escaleras esquivando a la gente que bailaba y vi a un chico bastante borracho con las zapatillas llenas de barro subiéndose al sillón.
-Si quieres hacer el ridículo bailando sobre el sillón al menos quítate las zapatillas y no ensucies, imbécil.- dije realmente molesta.
Este se bajó, pero no se quitó las zapatillas, ni se volvió a subir al sillón, así que supuse que había decidido no hacer el ridículo.
Después subí de nuevo las escaleras hacia mi cuarto y me encerré a estudiar.
Me senté en la cama y volví a abrir el libro de historia mientras me metía un dorito en la boca.
Entonces recordé que tenía que hacer un trabajo muy largo para el Lunes, y no le había empezado. Cogí mis apuntes y me empecé a agobiar, no me daría tiempo ni de broma a hacerlo en un día y poco, pero mi nota final dependía de ello, así que intenté concentrarme al máximo y empecé a hacerlo.
Solo habían pasado diez minutos cuando alguien abrió la puerta de mi cuarto y entró sin avisar.
-¡No se puede entrar, la fiesta es solo fuera!- dije molesta.- Ah... Eres tu, vete igualmente.- continué al ver que era Deryck.
-Te he traído algo de cenar.- dijo Deryck cerrando la puerta.
Vi que llevaba una caja con pizza en la mano, y yo me moría de hambre, así que tras meditar medio segundo dije:
-Está bien, puedes quedarte.- me levanté y cogí la caja.- Te adoro, me moría de hambre.- dije mientras mordía una porción de pizza.
-Si, lo sé, te vi abajo buscando en la nevera. Por cierto, me encanta tu pijama.
Yo sonreí, aun recordaba como el verano pasado Deryck se había reído de mi pijama de los teletubbies.
-Que gracioso eres.- dije irónicamente.
-Es parte de mi encanto.- dijo él.
-¿Encanto? Tu no tienes de eso, excepto cuando traes pizza, ahí tienes un poco.- dije aunque sabía que era mentira, Deryck tenía razón, sus tonterías y su costumbre con picarme formaban parte de su encanto, pero no pensaba decírselo.
-Ambos sabemos que eso es mentira.- dijo con una sonrisa, como si pudiese leerme la mente.- ¿Qué hacías?
-Un trabajo que tengo que terminar para el Lunes...
-¿Y como vas?
-Mal, no llevo ni una página.
-¿Quieres que te ayude?- preguntó.
-No, me vale con la pizza, pero gracias. Puedes ir a la fiesta, te doy permiso.
-Gracias por el permiso, pero voy a pasar. Hay una tía muy pesada fuera que no me deja en paz, además disfruto de tu compañía más que de la fiesta.
Yo me quedé mirándole mientras cogía otra porción de pizza, analizando su palabras. Él mientras empezó a ojear mis apuntes.
Habían pasado tres horas, la fiesta no había terminado pero yo ya tenía casi terminado mi trabajo.
Estaba sentada en el suelo, con mi ordenador portátil sobre las rodillas escribiendo todo lo que me dictaba Deryck, que estaba sentado en mi silla girando ligeramente, mirando mis apuntes, libros y otras anotaciones que habíamos hecho, seleccionando frases del resumen.
-Y ya.- dijo Deryck.
-¿Ya? ¿En serio?- dije levantándome y mirando los apuntes que tenía en la mano.
-Si, hemos escrito sobre todos los puntos... Eso merece por lo menos un nueve.- dijo a la vez que se levantaba de la silla y se estiraba.
Yo sonreí conforme, parecía mentira que lo hubiese terminado en una noche.
-Muchas gracias Deryck, en serio.- dije y le di un abrazo.- Te debo mil favores.
-Me conformo con uno.
-¿Cuál?
-Deja de sonreír.- dijo.
-¿Por qué?
-Por que me enamoras.
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¿Que os ha parecido? ¡Dejarme un comentario, plis! En cuanto dejéis un comentario empiezo el siguiente capítulo ^_^ Muchos besos y gracias por leer.
sábado, 1 de junio de 2013
Capítulo 32.
Cuando sonó el timbre que indicaba el final de la clase me acerqué a hablar con Nick. Tenía que descubrir si él me había enviado esa flor, y de no ser así tenía que descubrir quien había sido.
Nick estaba hablando con su amigo Greg, así que me quedé parada esperando a poder quedarme a solas con él, entonces nada más me acerqué Nick se despidió de Greg y se acercó a mi.
-¿Nos vamos?- dijo simplemente.
-Si, hoy no voy a ir al castigo, por un día no creo que pase nada, diré que me encontraba mal.- dije mientras caminamos hacia la salida, pensando en que haríamos algo especial por la fecha.
-Genial.- dijo Nick cogiéndome de la mano.
-¿Recibiste mi flor de Cupido?- pregunté mirando las cuatro flores que tenía en la mano.
-Si.- dijo cortante y cuando pasamos junto a una papelera tiró las cuatro flores.
-¿¡Por qué has hecho eso!?
-No te alteres, llevo la tuya en la mochila.
No entendía porque hacía eso, todas esas flores se las habría enviado chicas con ilusión, y él simplemente las había tirado a la basura. Luego pensé en mi flor, que tal vez estaría mejor en la basura, que entre todos esos libros aplastada. Decidí dejar el tema aparte.
-¿Me has mandado tu esta?- dije mostrándole la flor que venía sin nombre.
-No te he mandado ninguna.- dijo algo borde.
-¿Por qué?
-¡Pues porque es una chorrada eso de las flores!
-¡Lo será para ti!- dije soltándole la mano algo molesta.
-Pues si, lo es, lo acabo de decir.- dijo mirándome enfadado.- Y tu eres una maldita infantil, enfadándote por una estúpida flor.
-Pues si tan infantil soy no sé que haces conmigo.- dije y me fui dejándole allí.
Tenía ganas de llorar, pero no iba a hacerlo. Caminé deprisa hacia casa. Ni si quiera sabía porque me había molestado tanto, tenía razón, solo era una estúpida flor. Tal vez simplemente esperaba que tuviese un detalle conmigo en San Valentín, pero ya no tendría nada. Ni una tarde romántica, ni una cena, ni nada. Seguramente no le vería hasta el lunes, y puede que ni si quiera el lunes hiciéramos las paces.
Llegué a casa, me encerré en mi cuarto y me tiré en la cama. Vi encima de la mesa un sobre que llevaba dentro las entradas para el concierto que le había comprado a Nick para dárselas hoy, pero ya no se las daría.
Cerré los ojos y me quedé dormida, no quería despertar hasta que San Valentín hubiese terminado.
-Ali... Despierta.
Abrí los ojos despacio, y vi a mi madre.
-¿Cuánto he dormido? ¿Qué día y hora es?
Mi madre se rió un poco.
-Tranquila, tranquila, no has dormido mucho. Son las seis de la tarde, y sigue siendo San Valentín.- dijo mi madre y yo hice lo mismo, a pesar de que yo quería lo contrario.
-Me voy a trabajar.- dijo mi madre andando hacia la puerta de mi cuarto para irse.- Por cierto,- dijo parándose.- hay un chico muy guapo esperándote en el salón.- después de decir eso me dedicó una última sonrisa y salió de mi cuarto.
¿Que había dicho? ¿Un chico? ¿Nick había venido a pedirme perdón?
Me levante de la cama y me eché un vistazo en el espejo. Mi pelo no era lo mejor del mundo, pero se podía arreglar con un peine rápidamente, el problema era mi maquillaje, tenía toda la sombra de ojos corrida.
Me llevó unos minutos arreglarlo y después salí deprisa hacia el salón.
Se me había pasado el mal humor, Nick había venido para estar conmigo, para que hiciéramos las paces, era adorable.
Llegué al piso de abajo y fui hacia la puerta del salón. Coloqué la mano sobre el pomo de la puerta y borré la sonrisa de mi cara, tenía que hacerme un poco la dura para que Nick se esforzara en que le perdonara. Cuando pensé que mi cara lucía lo suficiente enfadada abrí la puerta.
-¿Y esa cara?- dijo Ryan que miraba una foto mía de pequeña que había sobre la mesa esbozando una sonrisa.
-¿Qué haces aquí?- dije sin tener que fingir la cara de cabreo.- Y no toques nada.
-No te enfades.- dijo dejando la foto donde estaba.- Pues resulta que tenía ganas de verte hoy, pero no te has presentado al castigo y decidí venir a verte.
Yo crucé los brazos enfadada mientras el paseaba por el salón.
-¿No está tu novio?- dijo mirando hacia el pasillo.
-No... Y tu tampoco deberías de estar, no creo que a mis padres les hiciera gracia, así que vete.
-Todo lo contrario, tu madre ha sido muy amable, me ha dicho que podía quedarme cuanto quisiera.- dijo sonriendo.- ¿Vamos a tu habitación?- dijo caminando hacia ella sin esperar mi respuesta.
-No.- dije siguiéndole, pero me ignoró.
Llegamos a mi cuarto y Ryan se quedó mirándolo.
-Está casi igual a como lo recuerdo.- dijo.- Bueno, antes había una foto nuestra justo aquí.- dijo señalando un marco de fotos donde ahora había una foto con Harry.
-Sigue estando, debajo de esa.- dije suspirando y sentándome en la cama.
-¿En serio?- dijo abriendo el marco y quitando la foto con Harry y dejando a la vista la mía con él.
-Si, me dio pereza quitarla.
En la foto salía dándome un beso en la mejilla. No la sacamos en navidad, yo llevaba su chaqueta suya que me quedaba bastante grande y un gorro que me había comprado esa misma tarde con un pompon. Él me estaba abrazando por detrás y dándome un beso en la mejilla.
-Me gusta esta foto.
-Si bueno, ¿qué haces aquí entonces?
-Te he traído algo.- dijo rebuscando en el bolsillo de su chaqueta.
Sacó una cajita de color blanca con un lazo negro y me la dio.
Yo la cogí , en la caja ponía mi nombre, la abrí despacio. Dentro había un collar precioso, con una cadena de plata fina y un colgante de una clave de sol y fa que formaban un corazón. Ryan me conocía bien después de todo, sabía que solo me gustaban los collares de plata, que fueran sencillos, y así era ese exactamente.
-Vaya...- dije sin palabras.- No tenías porque...
Él me quitó en collar de las manos, después me apartó el pelo del cuello y me lo empezó a poner. Yo me quedé en silencio.
-Deberías hacer algo con ese tatuaje...- comentó.
-¿Como qué?
-Es pequeño, podrías poner algo encima.- dijo.
Cuando terminó de ponerlo me giré y me fui a mirarme al espejo.
-Te queda bien.- dijo.
-Gracias, en serio.
Ahora sentía que estaba en deuda con él, ya no podía comportarme como una borde, porque el había tenido un gran detalle conmigo.
-¿Quieres que veamos una peli o algo?- pregunté.
Él sonrió.
-Claro.
Bajamos de nuevo al salón y le enseñé la estantería donde tenía las películas y le dije que escogiera una mientras yo hacía las palomitas.
Fui a la cocina y metí un paquete de palomitas en el microondas, y mientras se hacían preparé bebidas para ambos, entonces sonó el timbre.
Dejé los vasos sobre la mesa y fui a abrir la puerta.
Entonces allí me encontré a Nick, con un ramo de tulipanes rojos en la mano, los tulipanes eran mi flor favorita.
-Nick...- dije mirándole con una leve sonrisa.
-Siento lo de antes Alison, fui un estúpido.- dijo mirándome arrepentido y dándome el ramo.
Yo lo cogí sonriendo, ¿cómo no le iba a perdonar? Entonces Ryan apareció detrás mía y la cara de Nick cambió.
-¿¡Qué cojones hace este aquí!?- dijo Nick alterado.- ¿¡Discutimos una vez y ya le invitas a tu casa!?
-Será que me prefiere.- dijo Ryan.
-Cállate Hannah Montana.- dijo Nick y ambos empezaron a encararse.
-Venga Nick, no te pongas así.- dije apartándolos.- Solo íbamos a ver una película y ya.
-Ah, entonces tengo que irme para no molestaros ¿O como va la cosa? Se supone que es San Valentín.- continuó Nick.
-Que si, niñato, que ya me voy.- dijo Ryan.- Alison, ¿nos vemos el Lunes? Aun me debes una película con palomitas.- dijo mirando a Nick que según hablaba Ryan parecía más molesto.
-Claro.- dije.
-Bien, pues hasta entonces.- dijo y se fue.
Nick entró y cerró la puerta.
-¿Qué ha sido eso?- dijo aun molesto.
-No te enfades, en serio. Se ha presentado aquí hace un rato y...
-¿Y tu le dejas entrar?
-Es que me regaló un collar, ¡y no le iba a echar después de eso!- dije en mi defensa.
-¿Que te regaló un collar?- dijo cada vez mas cabreado. Entonces dirigió la vista hacia mi cuello, de donde colgaba, después suspiró.
-¡Pero no significa nada!
-Ya...- dijo dando vueltas por el salón tratando de calmarse.
-Lo siento...- dije y le di un beso.
-Está bien...- dijo más tranquilo.- No hablemos más de eso.
-De acuerdo. Has traído tu guitarra.- dije con una sonrisa viendo que la llevaba colgada de un hombro.
-Si... Había pensado en tocarte una canción.- dijo despacio.
-¿En serio?- dije ilusionada.
-Si, en un rato ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta?
-Claro.
En un rato estábamos en un parque no muy lejos de mi casa que me encantaba porque estaba lleno de cerezos, y los cerezos no son muy comunes por aquí, así que era genial. Nos sentamos en el césped y Nick sacó su guitarra.
Yo le miré y el empezó a tocar las primeras notas de una canción que reconocí en seguida, Far Away de Nickelback, era mi canción favorita.
-This time, this place, misused, mistakes...- y empezó a cantar la canción.
Estaba sorprendida, porque era realmente bueno, además de que tocaba muy bien la guitarra también cantaba bien, y eso es algo que yo no sabía. Tenía lo voz ronca, pero sonaba limpia y con esa canción quedaba perfecto.
-...hold on to me and never let me go.- dijo terminando la canción al cabo de unos minutos.
Yo le miré sorprendida.
-¿Que tal?- preguntó.
-Genial.- dije aun sorprendida.- Es mi canción favorita.
-Si, lo sé.- dijo sonriendo.
-¿Cómo lo sabes?
-Me lo dijo Harry.- dijo y yo sonreí.
Caminamos por el parque de la mano y al final volvimos a mi casa. Era un poco tarde, pero no importaba, mis padres no vendrían a dormir porque tenían planeado ir a un balneario por San Valentín y quedarse todo el fin de semana, así que no teníamos prisa.
-¿Tu hermano tampoco esta?- preguntó Nick cuando entrabamos.
-Que no pesado.- respondí ya que me había estado insistiendo en que si molestaba se iba todo el camino de vuelta.
-Vale, vale.
-Ven, vamos a mi cuarto, tengo una cosa para ti.- dije pensando en las entradas y cogiendo antes el ramo que Nick me había traído.
Subimos las escaleras y paré antes en el baño para llenar un jarrón de agua y poner las flores en él.
Después fuimos hacia mi cuarto y abrí la puerta. Estaba oscuro, así que dejé el jarrón encima del escritorio y después busqué el interruptor y encendí la luz.
Entonces vi que mi cuarto estaba lleno de globos flotando de color rojo, y del extremo de la cuerda de cada uno de ellos colgaba una foto de Nick y mía o algún mensaje como ''It's you, and nobody else''.
-Oh dios mío,- dije mirando cada foto y cada mensaje.- Esto es lo más bonito que han hecho por mi.
-No es un collar de plata...- dijo Nick mirándome.
-Claro que no, esto es mucho mejor.- le miré y él sonrió.- ¿Cuándo lo has preparado?
-Me ayudó Harry antes de que llegase, y cuando fuimos al parque él se coló por la ventana y lo puso todo. Por cierto, deberías poner rejas, podrías colarse cualquiera.
Yo sonreí y le besé.
-Tendré que darle las gracias a Harry.- dije entre beso y beso.
-Yo también tendré que hacerlo.
Fuimos hacia mi cama y en cuestión de segundos ya tenía sus manos en mi cuerpo. Mis dedos se enredaron en su pelo y su lengua se introdujo en mi boca. Nada más existía en mi mente, solo él y yo. Era plenamente consciente de que la mano de Nick subía por mi torso y de que hacía un rato que yo le había quitado la camiseta. Un segundo más tarde estaba sentada a horcajadas sobre él y nos besábamos de nuevo. Sus dedos me desabrochaban el sujetador que se unió a nuestras camisetas en el suelo, y poco a poco el resto de la prendas. Me sentía bien, no estaba nerviosa si no todo lo contrario.
-Sabes que te quiero ¿verdad?- dijo Nick.
-Lo sé, yo también lo hago.
Y entonces simplemente pasó.
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Nick estaba hablando con su amigo Greg, así que me quedé parada esperando a poder quedarme a solas con él, entonces nada más me acerqué Nick se despidió de Greg y se acercó a mi.
-¿Nos vamos?- dijo simplemente.
-Si, hoy no voy a ir al castigo, por un día no creo que pase nada, diré que me encontraba mal.- dije mientras caminamos hacia la salida, pensando en que haríamos algo especial por la fecha.
-Genial.- dijo Nick cogiéndome de la mano.
-¿Recibiste mi flor de Cupido?- pregunté mirando las cuatro flores que tenía en la mano.
-Si.- dijo cortante y cuando pasamos junto a una papelera tiró las cuatro flores.
-¿¡Por qué has hecho eso!?
-No te alteres, llevo la tuya en la mochila.
No entendía porque hacía eso, todas esas flores se las habría enviado chicas con ilusión, y él simplemente las había tirado a la basura. Luego pensé en mi flor, que tal vez estaría mejor en la basura, que entre todos esos libros aplastada. Decidí dejar el tema aparte.
-¿Me has mandado tu esta?- dije mostrándole la flor que venía sin nombre.
-No te he mandado ninguna.- dijo algo borde.
-¿Por qué?
-¡Pues porque es una chorrada eso de las flores!
-¡Lo será para ti!- dije soltándole la mano algo molesta.
-Pues si, lo es, lo acabo de decir.- dijo mirándome enfadado.- Y tu eres una maldita infantil, enfadándote por una estúpida flor.
-Pues si tan infantil soy no sé que haces conmigo.- dije y me fui dejándole allí.
Tenía ganas de llorar, pero no iba a hacerlo. Caminé deprisa hacia casa. Ni si quiera sabía porque me había molestado tanto, tenía razón, solo era una estúpida flor. Tal vez simplemente esperaba que tuviese un detalle conmigo en San Valentín, pero ya no tendría nada. Ni una tarde romántica, ni una cena, ni nada. Seguramente no le vería hasta el lunes, y puede que ni si quiera el lunes hiciéramos las paces.
Llegué a casa, me encerré en mi cuarto y me tiré en la cama. Vi encima de la mesa un sobre que llevaba dentro las entradas para el concierto que le había comprado a Nick para dárselas hoy, pero ya no se las daría.
Cerré los ojos y me quedé dormida, no quería despertar hasta que San Valentín hubiese terminado.
-Ali... Despierta.
Abrí los ojos despacio, y vi a mi madre.
-¿Cuánto he dormido? ¿Qué día y hora es?
Mi madre se rió un poco.
-Tranquila, tranquila, no has dormido mucho. Son las seis de la tarde, y sigue siendo San Valentín.- dijo mi madre y yo hice lo mismo, a pesar de que yo quería lo contrario.
-Me voy a trabajar.- dijo mi madre andando hacia la puerta de mi cuarto para irse.- Por cierto,- dijo parándose.- hay un chico muy guapo esperándote en el salón.- después de decir eso me dedicó una última sonrisa y salió de mi cuarto.
¿Que había dicho? ¿Un chico? ¿Nick había venido a pedirme perdón?
Me levante de la cama y me eché un vistazo en el espejo. Mi pelo no era lo mejor del mundo, pero se podía arreglar con un peine rápidamente, el problema era mi maquillaje, tenía toda la sombra de ojos corrida.
Me llevó unos minutos arreglarlo y después salí deprisa hacia el salón.
Se me había pasado el mal humor, Nick había venido para estar conmigo, para que hiciéramos las paces, era adorable.
Llegué al piso de abajo y fui hacia la puerta del salón. Coloqué la mano sobre el pomo de la puerta y borré la sonrisa de mi cara, tenía que hacerme un poco la dura para que Nick se esforzara en que le perdonara. Cuando pensé que mi cara lucía lo suficiente enfadada abrí la puerta.
-¿Y esa cara?- dijo Ryan que miraba una foto mía de pequeña que había sobre la mesa esbozando una sonrisa.
-¿Qué haces aquí?- dije sin tener que fingir la cara de cabreo.- Y no toques nada.
-No te enfades.- dijo dejando la foto donde estaba.- Pues resulta que tenía ganas de verte hoy, pero no te has presentado al castigo y decidí venir a verte.
Yo crucé los brazos enfadada mientras el paseaba por el salón.
-¿No está tu novio?- dijo mirando hacia el pasillo.
-No... Y tu tampoco deberías de estar, no creo que a mis padres les hiciera gracia, así que vete.
-Todo lo contrario, tu madre ha sido muy amable, me ha dicho que podía quedarme cuanto quisiera.- dijo sonriendo.- ¿Vamos a tu habitación?- dijo caminando hacia ella sin esperar mi respuesta.
-No.- dije siguiéndole, pero me ignoró.
Llegamos a mi cuarto y Ryan se quedó mirándolo.
-Está casi igual a como lo recuerdo.- dijo.- Bueno, antes había una foto nuestra justo aquí.- dijo señalando un marco de fotos donde ahora había una foto con Harry.
-Sigue estando, debajo de esa.- dije suspirando y sentándome en la cama.
-¿En serio?- dijo abriendo el marco y quitando la foto con Harry y dejando a la vista la mía con él.
-Si, me dio pereza quitarla.
En la foto salía dándome un beso en la mejilla. No la sacamos en navidad, yo llevaba su chaqueta suya que me quedaba bastante grande y un gorro que me había comprado esa misma tarde con un pompon. Él me estaba abrazando por detrás y dándome un beso en la mejilla.
-Me gusta esta foto.
-Si bueno, ¿qué haces aquí entonces?
-Te he traído algo.- dijo rebuscando en el bolsillo de su chaqueta.
Sacó una cajita de color blanca con un lazo negro y me la dio.
Yo la cogí , en la caja ponía mi nombre, la abrí despacio. Dentro había un collar precioso, con una cadena de plata fina y un colgante de una clave de sol y fa que formaban un corazón. Ryan me conocía bien después de todo, sabía que solo me gustaban los collares de plata, que fueran sencillos, y así era ese exactamente.
-Vaya...- dije sin palabras.- No tenías porque...
Él me quitó en collar de las manos, después me apartó el pelo del cuello y me lo empezó a poner. Yo me quedé en silencio.
-Deberías hacer algo con ese tatuaje...- comentó.
-¿Como qué?
-Es pequeño, podrías poner algo encima.- dijo.
Cuando terminó de ponerlo me giré y me fui a mirarme al espejo.
-Te queda bien.- dijo.
-Gracias, en serio.
Ahora sentía que estaba en deuda con él, ya no podía comportarme como una borde, porque el había tenido un gran detalle conmigo.
-¿Quieres que veamos una peli o algo?- pregunté.
Él sonrió.
-Claro.
Bajamos de nuevo al salón y le enseñé la estantería donde tenía las películas y le dije que escogiera una mientras yo hacía las palomitas.
Fui a la cocina y metí un paquete de palomitas en el microondas, y mientras se hacían preparé bebidas para ambos, entonces sonó el timbre.
Dejé los vasos sobre la mesa y fui a abrir la puerta.
Entonces allí me encontré a Nick, con un ramo de tulipanes rojos en la mano, los tulipanes eran mi flor favorita.
-Nick...- dije mirándole con una leve sonrisa.
-Siento lo de antes Alison, fui un estúpido.- dijo mirándome arrepentido y dándome el ramo.
Yo lo cogí sonriendo, ¿cómo no le iba a perdonar? Entonces Ryan apareció detrás mía y la cara de Nick cambió.
-¿¡Qué cojones hace este aquí!?- dijo Nick alterado.- ¿¡Discutimos una vez y ya le invitas a tu casa!?
-Será que me prefiere.- dijo Ryan.
-Cállate Hannah Montana.- dijo Nick y ambos empezaron a encararse.
-Venga Nick, no te pongas así.- dije apartándolos.- Solo íbamos a ver una película y ya.
-Ah, entonces tengo que irme para no molestaros ¿O como va la cosa? Se supone que es San Valentín.- continuó Nick.
-Que si, niñato, que ya me voy.- dijo Ryan.- Alison, ¿nos vemos el Lunes? Aun me debes una película con palomitas.- dijo mirando a Nick que según hablaba Ryan parecía más molesto.
-Claro.- dije.
-Bien, pues hasta entonces.- dijo y se fue.
Nick entró y cerró la puerta.
-¿Qué ha sido eso?- dijo aun molesto.
-No te enfades, en serio. Se ha presentado aquí hace un rato y...
-¿Y tu le dejas entrar?
-Es que me regaló un collar, ¡y no le iba a echar después de eso!- dije en mi defensa.
-¿Que te regaló un collar?- dijo cada vez mas cabreado. Entonces dirigió la vista hacia mi cuello, de donde colgaba, después suspiró.
-¡Pero no significa nada!
-Ya...- dijo dando vueltas por el salón tratando de calmarse.
-Lo siento...- dije y le di un beso.
-Está bien...- dijo más tranquilo.- No hablemos más de eso.
-De acuerdo. Has traído tu guitarra.- dije con una sonrisa viendo que la llevaba colgada de un hombro.
-Si... Había pensado en tocarte una canción.- dijo despacio.
-¿En serio?- dije ilusionada.
-Si, en un rato ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta?
-Claro.
En un rato estábamos en un parque no muy lejos de mi casa que me encantaba porque estaba lleno de cerezos, y los cerezos no son muy comunes por aquí, así que era genial. Nos sentamos en el césped y Nick sacó su guitarra.
Yo le miré y el empezó a tocar las primeras notas de una canción que reconocí en seguida, Far Away de Nickelback, era mi canción favorita.
-This time, this place, misused, mistakes...- y empezó a cantar la canción.
Estaba sorprendida, porque era realmente bueno, además de que tocaba muy bien la guitarra también cantaba bien, y eso es algo que yo no sabía. Tenía lo voz ronca, pero sonaba limpia y con esa canción quedaba perfecto.
-...hold on to me and never let me go.- dijo terminando la canción al cabo de unos minutos.
Yo le miré sorprendida.
-¿Que tal?- preguntó.
-Genial.- dije aun sorprendida.- Es mi canción favorita.
-Si, lo sé.- dijo sonriendo.
-¿Cómo lo sabes?
-Me lo dijo Harry.- dijo y yo sonreí.
Caminamos por el parque de la mano y al final volvimos a mi casa. Era un poco tarde, pero no importaba, mis padres no vendrían a dormir porque tenían planeado ir a un balneario por San Valentín y quedarse todo el fin de semana, así que no teníamos prisa.
-¿Tu hermano tampoco esta?- preguntó Nick cuando entrabamos.
-Que no pesado.- respondí ya que me había estado insistiendo en que si molestaba se iba todo el camino de vuelta.
-Vale, vale.
-Ven, vamos a mi cuarto, tengo una cosa para ti.- dije pensando en las entradas y cogiendo antes el ramo que Nick me había traído.
Subimos las escaleras y paré antes en el baño para llenar un jarrón de agua y poner las flores en él.
Después fuimos hacia mi cuarto y abrí la puerta. Estaba oscuro, así que dejé el jarrón encima del escritorio y después busqué el interruptor y encendí la luz.
Entonces vi que mi cuarto estaba lleno de globos flotando de color rojo, y del extremo de la cuerda de cada uno de ellos colgaba una foto de Nick y mía o algún mensaje como ''It's you, and nobody else''.
-Oh dios mío,- dije mirando cada foto y cada mensaje.- Esto es lo más bonito que han hecho por mi.
-No es un collar de plata...- dijo Nick mirándome.
-Claro que no, esto es mucho mejor.- le miré y él sonrió.- ¿Cuándo lo has preparado?
-Me ayudó Harry antes de que llegase, y cuando fuimos al parque él se coló por la ventana y lo puso todo. Por cierto, deberías poner rejas, podrías colarse cualquiera.
Yo sonreí y le besé.
-Tendré que darle las gracias a Harry.- dije entre beso y beso.
-Yo también tendré que hacerlo.
Fuimos hacia mi cama y en cuestión de segundos ya tenía sus manos en mi cuerpo. Mis dedos se enredaron en su pelo y su lengua se introdujo en mi boca. Nada más existía en mi mente, solo él y yo. Era plenamente consciente de que la mano de Nick subía por mi torso y de que hacía un rato que yo le había quitado la camiseta. Un segundo más tarde estaba sentada a horcajadas sobre él y nos besábamos de nuevo. Sus dedos me desabrochaban el sujetador que se unió a nuestras camisetas en el suelo, y poco a poco el resto de la prendas. Me sentía bien, no estaba nerviosa si no todo lo contrario.
-Sabes que te quiero ¿verdad?- dijo Nick.
-Lo sé, yo también lo hago.
Y entonces simplemente pasó.
-------------------------------------------------------------
Por fin tengo el capítulo :D
En serio, siento haber tardado tanto en escribirlo D: Intentaré tardar menos la próxima vez.
Dejarme un comentario diciendo que os ha parecido plissssssssssss.
Se os quiere mucho y gracias por leerme n.n
domingo, 12 de mayo de 2013
Capítulo 31.
El despertador sonó y lo apagué después de mirarlo unos segundos. 14 de Febrero, 7 de la mañana.
Me levanté un poco desganada pero en seguida me alegré, era San Valentín. Nick y yo llevábamos aproximadamente dos semanas, que la verdad es que era muy poco, pero igualmente estaba ilusionada.
Había estado haciendo cola durante horas para conseguir dos entradas para el concierto de Mcfly, que como Nick me había dicho hacía solo unos días, vendrían de concierto, y a él le gustaría ir, así que no dude y en cuanto salieron las entradas me apresuré a comprar dos para dárselas como regalo en San Valentín.
Cuando estuve preparada salí de casa escuchando Fall in love de ese mismo grupo, y al rato como de costumbre me encontré con Harry.
-¡Feliz San Valentín!- dijo dándome un abrazo y levantándome del suelo.
-Igualmente.- respondí cuando me soltó.
-¿Qué harás hoy con Carter?- preguntó.
Aun no había conseguido descubrir que hacía Harry en casa de Nick aquel día, cuando le pregunté a Nick me dijo que se iba a prestar un vídeo juego y cuando le pregunté a Harry me soltó un rollo sobre unos apuntes suyos extraviados que resultó que tenía Nick y iba a buscarlos o no sé que... Por lo tanto no creí a ninguno y decidí dejar de insistir y pasar del tema.
-Aun no lo hemos hablado ¿tu con quién estarás?
-Con nadie.- respondió.
-¿Con nadie?- pregunté extrañada.- Llevas todo el año con una tía diferente cada día ¿y ahora vas a pasar solo San Valentín?
-¡No! Voy a ir al cine con mi madre.- dijo con una sonrisa adorable y yo me reí.
-No lo entiendo, quiero una explicación.
-Es muy simple,- empezó.- las tías sois muy pesadas con el tema de San Valentín, y si paso el día con alguna se va a pensar que quiero ir en serio con ella, y no es así. Así que para evitar confusiones iré con mi madre al cine.
-Que considerado...- dije irónicamente.
-Si, lo sé.
Llegamos al instituto, todo estaba decorado con corazones y más cosas con motivo de San Valentín, que muchas habíamos preparado Ryan y yo durante los castigos, además de una mesa con un mantel rojo por encima con las famosas flores de cupido.
En mi instituto todos los años en San Valentín ponían un puesto con flores, allí comprabas las que quisieras y escribías un mensaje para la persona que quisieras que iba enganchado a la flor y a lo largo del día los alumnos encargados iban de clase en clase entregando todas las flores a los alumnos afortunados. Se consideraba una prueba de popularidad, te envían flores tu amigos, tu pareja o incluso tus admiradores, y las personas con más flores era consideradas las más populares.
Me acerqué al puesto para enviar algunas mientras Harry miraba el tablón de anuncios.
-Hola Alison ¿cuántas flores quieres?- dijo Alice, una chica de mi clase que al parecer era una de las encargadas de las flores.
-Cuatro.- le pedí.
Ella me las dio junto a un bolígrafo rosa y empecé a escribir.
"Gracias por estar siempre a mi lado, te quiero. Alison." escribí en la primera y puse el nombre y la clase de Katie para que se la entregaran.
"Te quiero mucho rubia perfecta, siempre juntas. Alison." esa era para Valery.
"Tu me has demostrado que hay amistades que si son para siempre. Eres el mejor ¡Te quiero mucho Harry! Alison'' escribí en la tercera, y por último la de Nick.
"Has cambiado mi mundo como nadie lo ha hecho. Te amo Nick, no lo olvides. Alison."
Cuando escribí las cuatro notas se las entregué a Alice que las colocó junto al resto de flores que debían ser entregadas y me fui a buscar a Harry, que estaba hablando con Nick y se callaron en cuanto llegué.
-¿De qué hablabais?- dije mirando a ambos, y ellos también se miraron.
-Emmmm...- murmuró Nick.
-¡De fútbol!- dijo Harry como iluminado.
-¿A si? ¿Y desde cuando os gusta el fútbol?- pregunté.
Ellos se miraron de nuevo.
-Pues de eso hablábamos precisamente... De lo poco que nos gusta.- dijo Nick y Harry sonrió.
-Ya...
-Por cierto,- dijo Nick cambiando de tema.- ya han puesto la notas de los exámenes- dijo señalando el tablón de anuncios.
Yo sonreí y fui a mirar mis notas, los últimos exámenes me habían salido bastante bien, y efectivamente había aprobado.
-¿Qué tal?- preguntó Nick mirando también el tablón buscando su nota.
-Aprobado.- dije con una sonrisa.- ¿Y tu?
Nick localizó su nombre en la lista.
-Aprobado.- dijo también.
En ese momento se le acercó a Nick su amigo Greg para hablar con él.
-Me tengo que ir.- dijo Nick en seguida y se fue con Greg sin darme tiempo a decir adiós.
-No me lo puedo creer...- dijo Harry molesto.
Yo me giré para mirarle.
-¿Qué pasa?- pregunté.
-¡He vuelto a suspender!- dijo sin dar crédito.
-Y te extrañará...- dije.- ¡Si te esforzaras un poco!
-Hazle caso a la señorita Miller.- dijo la tutora de Harry que se había metido en la conversación como si tal.- Mccain, he pensado que debería tomar clases particulares.- continuó.
-¡¿Qué?! ¡Ni de coña!- dijo Harry.
-De hecho no tienes elección, he hablado con su madre por teléfono y ha aceptado.
Yo solté una risita sin poder evitarlo al ver la expresión de Harry.
-Pero... ¿Vendrá usted a mi casa a dar las clases?- preguntó Harry.
-Oh, me gustaría, pero yo no tengo tiempo.- dijo la profesora y Harry soltó un suspiro de alivio.- Será una de nuestras mejores alumnas.
Harry sonrió al oír la palabra alumna.
-¿Y quién será esa alumna?- dijo Harry interesado.
-Mmmm... He hablado con ella hace un segundo... ¡Ah! Ahí está.
La profesora caminó un poco y se colocó frente a la mesa de las flores de cupido y nosotros la seguimos.
-Alice,- dijo la profesoras.- Este es Harry, el chico al que darás clases, Harry, ella es Alice tu nueva profesora particular.- dijo.
Alice esbozó una sonrisa tímida y Harry le sonrió de vuelta aunque no muy emocionado.
-¿Qué os parece si empezáis el Lunes?
Alice sacó su agenda perfectamente cuidad de color lila y la ojeó.
-Genial.- dijo Alice apuntando.- A las seis estaré en tu casa ¿vale?- dijo Alice.
-Mmmm...- comenzó Harry.
-Pues decidido.- dijo la profesora zanjando el tema.
Harry no parecía muy ilusionado. Caminamos por el pasillo esperando que sonara el timbre para ir a clase.
-¿Cómo ha dicho que se llamaba?- preguntó Harry que parecía distraído.
-Alice.- dije.-¿Te gusta?
-No, no es mi tipo.- dijo él.
Alice era una chica bajita, con el pelo moreno por encima del hombro, los ojos azules muy grandes y muy pálida, pero con los labios de un tono muy rojo natural. Era una chica extraña, siempre iba embaucada en su mundo, nunca la había visto en una fiesta, ni si quiera con algún chico. Vestía siempre jerseys muy grandes para ella, que siempre le hacía que le sobraran mangas, de colores claros, pero la verdad es que era una chica muy adorable. Pero era cierto, no era para nada el tipo de Harry.
-Pues será la única... Aunque claro, olvidaba que a ti solo te gustan las tías con la cabeza hueca y ser posible que lleven suficiente escote como para que se les salga el sujetador.
-Que va.- dijo sonriendo.- A ti no se te ve el sujetador.
-¿Insinúas que tengo la cabeza hueca?- dije alzando una ceja.
-Eso lo has dicho tu...- dijo esbozando una sonrisa socarrona.
-¡Calla idiota!- dije dándole un empujón.- Además, no es lo mismo porque yo soy tu amiga.- dije y sonó el timbre.
-Si no tienen la misma parte literal no se pueden sumar.- decía mi profesor de matemáticas con tono monótono y aburrido a la última hora.
Estaba sentada en primera fila haciendo mi mayor esfuerzo por atender, pero me era imposible. Giré mi mirada hacia Nick, que estaba en última fila con su amigo Greg hablando y riéndose de algo.
Entonces llamaron a la puerta, y seguido entraron los alumnos encargados de repartir las flores, entre ellos Alice.
-Hola, venimos a repartir las flores de cupido.- dijo una chica rubia que iba junto a Alice.
-Adelante...- dijo mi profesor tras un suspiro y se sentó.
Los encargados empezaron a distribuirse por la clase repartiendo las flores. La chica rubia cada vez que le daba las flores a alguna persona decía en voz alta ''Tres flores para ti, Jeff'' por ejemplo, lo cual era un fastidio si no había recibido muchas y no querías que la gente lo supiese.
Todo el mundo recibía al menos una. Las chicas si que se enviaban entre ellas en muestra de su amistad, pero los chicos no. Así que todas las chicas tenían por lo menos una, pero los chicos algunas veces no. Tener tres ya estaba bastante bien, pero había algunos que recibían siete más o menos, y eso era mucho.
-Toma Alison.- dijo Alice mientras me entregaba cuatro flores, como suponía que recibiría.
-Gracias.- dije con una sonrisa.
Miré la primera ''Sigue siendo como eres y sonríe como siempre has hecho. Sabes que te quiero. Valery''
La segunda nada más la abrí reconocí la letra de Harry ''Deberías sentirte importante, porque la tuya es la única flor que he enviado este año, eres la única que vale la pena. Te quiero pequeña. Harry'' sonreí y después pensé en Leslie, porque este año era el primero en el que ni Harry ni yo le enviamos flor.
Después abrí la siguiente, que decía ''Tantos años de amistad y nunca me has defraudado ¡Te quiero infinito, Ali! Katie''
Después me dispuse a abrir la última, que debía de ser la de Nick. Solo ponía ''Te echo de menos'' sin firma, sin nombre y sin nada que me indicara de quien era, pero debía ser de Nick, porque era la última que me quedaba, y Nick era mi novio y si esta flor no era suya no me había enviado ninguna.
Me giré para mirar al asiento de Nick y justo la chica rubia le estaba dando sus flores.
-Cinco para ti, Nick.- dijo sonriente y el las miró rápidamente y guardó una en su mochila dejando el resto en la mesa, después su amigo Greg las empezó a mirar.
Tal vez Nick no me había enviado ninguna... Pero entonces ¿de quién podía ser?
Empecé a pensar la posibilidades y solo podían ser dos personas, Deryck y Ryan.
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Fin del capítulo :) Es la primera parte del capítulo de San Valentín, el siguiente capítulo también irá de este día n.n
Y nada, espero que os haya gustado muchoooooo y dejarme un comentario plissss. ¡Muchos besos!
Me levanté un poco desganada pero en seguida me alegré, era San Valentín. Nick y yo llevábamos aproximadamente dos semanas, que la verdad es que era muy poco, pero igualmente estaba ilusionada.
Había estado haciendo cola durante horas para conseguir dos entradas para el concierto de Mcfly, que como Nick me había dicho hacía solo unos días, vendrían de concierto, y a él le gustaría ir, así que no dude y en cuanto salieron las entradas me apresuré a comprar dos para dárselas como regalo en San Valentín.
Cuando estuve preparada salí de casa escuchando Fall in love de ese mismo grupo, y al rato como de costumbre me encontré con Harry.
-¡Feliz San Valentín!- dijo dándome un abrazo y levantándome del suelo.
-Igualmente.- respondí cuando me soltó.
-¿Qué harás hoy con Carter?- preguntó.
Aun no había conseguido descubrir que hacía Harry en casa de Nick aquel día, cuando le pregunté a Nick me dijo que se iba a prestar un vídeo juego y cuando le pregunté a Harry me soltó un rollo sobre unos apuntes suyos extraviados que resultó que tenía Nick y iba a buscarlos o no sé que... Por lo tanto no creí a ninguno y decidí dejar de insistir y pasar del tema.
-Aun no lo hemos hablado ¿tu con quién estarás?
-Con nadie.- respondió.
-¿Con nadie?- pregunté extrañada.- Llevas todo el año con una tía diferente cada día ¿y ahora vas a pasar solo San Valentín?
-¡No! Voy a ir al cine con mi madre.- dijo con una sonrisa adorable y yo me reí.
-No lo entiendo, quiero una explicación.
-Es muy simple,- empezó.- las tías sois muy pesadas con el tema de San Valentín, y si paso el día con alguna se va a pensar que quiero ir en serio con ella, y no es así. Así que para evitar confusiones iré con mi madre al cine.
-Que considerado...- dije irónicamente.
-Si, lo sé.
Llegamos al instituto, todo estaba decorado con corazones y más cosas con motivo de San Valentín, que muchas habíamos preparado Ryan y yo durante los castigos, además de una mesa con un mantel rojo por encima con las famosas flores de cupido.
En mi instituto todos los años en San Valentín ponían un puesto con flores, allí comprabas las que quisieras y escribías un mensaje para la persona que quisieras que iba enganchado a la flor y a lo largo del día los alumnos encargados iban de clase en clase entregando todas las flores a los alumnos afortunados. Se consideraba una prueba de popularidad, te envían flores tu amigos, tu pareja o incluso tus admiradores, y las personas con más flores era consideradas las más populares.
Me acerqué al puesto para enviar algunas mientras Harry miraba el tablón de anuncios.
-Hola Alison ¿cuántas flores quieres?- dijo Alice, una chica de mi clase que al parecer era una de las encargadas de las flores.
-Cuatro.- le pedí.
Ella me las dio junto a un bolígrafo rosa y empecé a escribir.
"Gracias por estar siempre a mi lado, te quiero. Alison." escribí en la primera y puse el nombre y la clase de Katie para que se la entregaran.
"Te quiero mucho rubia perfecta, siempre juntas. Alison." esa era para Valery.
"Tu me has demostrado que hay amistades que si son para siempre. Eres el mejor ¡Te quiero mucho Harry! Alison'' escribí en la tercera, y por último la de Nick.
"Has cambiado mi mundo como nadie lo ha hecho. Te amo Nick, no lo olvides. Alison."
Cuando escribí las cuatro notas se las entregué a Alice que las colocó junto al resto de flores que debían ser entregadas y me fui a buscar a Harry, que estaba hablando con Nick y se callaron en cuanto llegué.
-¿De qué hablabais?- dije mirando a ambos, y ellos también se miraron.
-Emmmm...- murmuró Nick.
-¡De fútbol!- dijo Harry como iluminado.
-¿A si? ¿Y desde cuando os gusta el fútbol?- pregunté.
Ellos se miraron de nuevo.
-Pues de eso hablábamos precisamente... De lo poco que nos gusta.- dijo Nick y Harry sonrió.
-Ya...
-Por cierto,- dijo Nick cambiando de tema.- ya han puesto la notas de los exámenes- dijo señalando el tablón de anuncios.
Yo sonreí y fui a mirar mis notas, los últimos exámenes me habían salido bastante bien, y efectivamente había aprobado.
-¿Qué tal?- preguntó Nick mirando también el tablón buscando su nota.
-Aprobado.- dije con una sonrisa.- ¿Y tu?
Nick localizó su nombre en la lista.
-Aprobado.- dijo también.
En ese momento se le acercó a Nick su amigo Greg para hablar con él.
-Me tengo que ir.- dijo Nick en seguida y se fue con Greg sin darme tiempo a decir adiós.
-No me lo puedo creer...- dijo Harry molesto.
Yo me giré para mirarle.
-¿Qué pasa?- pregunté.
-¡He vuelto a suspender!- dijo sin dar crédito.
-Y te extrañará...- dije.- ¡Si te esforzaras un poco!
-Hazle caso a la señorita Miller.- dijo la tutora de Harry que se había metido en la conversación como si tal.- Mccain, he pensado que debería tomar clases particulares.- continuó.
-¡¿Qué?! ¡Ni de coña!- dijo Harry.
-De hecho no tienes elección, he hablado con su madre por teléfono y ha aceptado.
Yo solté una risita sin poder evitarlo al ver la expresión de Harry.
-Pero... ¿Vendrá usted a mi casa a dar las clases?- preguntó Harry.
-Oh, me gustaría, pero yo no tengo tiempo.- dijo la profesora y Harry soltó un suspiro de alivio.- Será una de nuestras mejores alumnas.
Harry sonrió al oír la palabra alumna.
-¿Y quién será esa alumna?- dijo Harry interesado.
-Mmmm... He hablado con ella hace un segundo... ¡Ah! Ahí está.
La profesora caminó un poco y se colocó frente a la mesa de las flores de cupido y nosotros la seguimos.
-Alice,- dijo la profesoras.- Este es Harry, el chico al que darás clases, Harry, ella es Alice tu nueva profesora particular.- dijo.
Alice esbozó una sonrisa tímida y Harry le sonrió de vuelta aunque no muy emocionado.
-¿Qué os parece si empezáis el Lunes?
Alice sacó su agenda perfectamente cuidad de color lila y la ojeó.
-Genial.- dijo Alice apuntando.- A las seis estaré en tu casa ¿vale?- dijo Alice.
-Mmmm...- comenzó Harry.
-Pues decidido.- dijo la profesora zanjando el tema.
Harry no parecía muy ilusionado. Caminamos por el pasillo esperando que sonara el timbre para ir a clase.
-¿Cómo ha dicho que se llamaba?- preguntó Harry que parecía distraído.
-Alice.- dije.-¿Te gusta?
-No, no es mi tipo.- dijo él.
Alice era una chica bajita, con el pelo moreno por encima del hombro, los ojos azules muy grandes y muy pálida, pero con los labios de un tono muy rojo natural. Era una chica extraña, siempre iba embaucada en su mundo, nunca la había visto en una fiesta, ni si quiera con algún chico. Vestía siempre jerseys muy grandes para ella, que siempre le hacía que le sobraran mangas, de colores claros, pero la verdad es que era una chica muy adorable. Pero era cierto, no era para nada el tipo de Harry.
-Pues será la única... Aunque claro, olvidaba que a ti solo te gustan las tías con la cabeza hueca y ser posible que lleven suficiente escote como para que se les salga el sujetador.
-Que va.- dijo sonriendo.- A ti no se te ve el sujetador.
-¿Insinúas que tengo la cabeza hueca?- dije alzando una ceja.
-Eso lo has dicho tu...- dijo esbozando una sonrisa socarrona.
-¡Calla idiota!- dije dándole un empujón.- Además, no es lo mismo porque yo soy tu amiga.- dije y sonó el timbre.
-Si no tienen la misma parte literal no se pueden sumar.- decía mi profesor de matemáticas con tono monótono y aburrido a la última hora.
Estaba sentada en primera fila haciendo mi mayor esfuerzo por atender, pero me era imposible. Giré mi mirada hacia Nick, que estaba en última fila con su amigo Greg hablando y riéndose de algo.
Entonces llamaron a la puerta, y seguido entraron los alumnos encargados de repartir las flores, entre ellos Alice.
-Hola, venimos a repartir las flores de cupido.- dijo una chica rubia que iba junto a Alice.
-Adelante...- dijo mi profesor tras un suspiro y se sentó.
Los encargados empezaron a distribuirse por la clase repartiendo las flores. La chica rubia cada vez que le daba las flores a alguna persona decía en voz alta ''Tres flores para ti, Jeff'' por ejemplo, lo cual era un fastidio si no había recibido muchas y no querías que la gente lo supiese.
Todo el mundo recibía al menos una. Las chicas si que se enviaban entre ellas en muestra de su amistad, pero los chicos no. Así que todas las chicas tenían por lo menos una, pero los chicos algunas veces no. Tener tres ya estaba bastante bien, pero había algunos que recibían siete más o menos, y eso era mucho.
-Toma Alison.- dijo Alice mientras me entregaba cuatro flores, como suponía que recibiría.
-Gracias.- dije con una sonrisa.
Miré la primera ''Sigue siendo como eres y sonríe como siempre has hecho. Sabes que te quiero. Valery''
La segunda nada más la abrí reconocí la letra de Harry ''Deberías sentirte importante, porque la tuya es la única flor que he enviado este año, eres la única que vale la pena. Te quiero pequeña. Harry'' sonreí y después pensé en Leslie, porque este año era el primero en el que ni Harry ni yo le enviamos flor.
Después abrí la siguiente, que decía ''Tantos años de amistad y nunca me has defraudado ¡Te quiero infinito, Ali! Katie''
Después me dispuse a abrir la última, que debía de ser la de Nick. Solo ponía ''Te echo de menos'' sin firma, sin nombre y sin nada que me indicara de quien era, pero debía ser de Nick, porque era la última que me quedaba, y Nick era mi novio y si esta flor no era suya no me había enviado ninguna.
Me giré para mirar al asiento de Nick y justo la chica rubia le estaba dando sus flores.
-Cinco para ti, Nick.- dijo sonriente y el las miró rápidamente y guardó una en su mochila dejando el resto en la mesa, después su amigo Greg las empezó a mirar.
Tal vez Nick no me había enviado ninguna... Pero entonces ¿de quién podía ser?
Empecé a pensar la posibilidades y solo podían ser dos personas, Deryck y Ryan.
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Fin del capítulo :) Es la primera parte del capítulo de San Valentín, el siguiente capítulo también irá de este día n.n
Y nada, espero que os haya gustado muchoooooo y dejarme un comentario plissss. ¡Muchos besos!
miércoles, 1 de mayo de 2013
Capítulo 30.
Quedaban tan solo unos días para San Valentín, acababa de salir con Nick de comer fuera, y ahora íbamos a su casa.
Esperaba descubrir un posible regalo para poder comprarle y darle el día 14 ya que quedaban escasos días y aun no tenía ni una remota idea de que le gustaría que le regalara.
Nick abrió la puerta de su casa y entramos. Me dijo que sus hermanos estaban en casa de la vecina y su madre trabajando, así que podríamos estar solos, pero nada más cerró la puerta se oyó un grito proveniente de la cocina.
-¡Nicholas Daniel Carter!
-Mi madre...- murmuró Nick.- ¿Qué hace aquí? Se supone que estaba trabajando.- Me decía y yo me encogí de hombros.
Su madre entró en el salón enfadada. Tenía el pelo rojo, con los ojos claros, al igual que los de Nick. Supongo que Nick había salido a su padre, porque el único parecido que encontraba entre ellos eran los ojos, que eran idénticos. Ella no era muy alta y parecía muy joven. Tendría 30 y pocos, así que habría tenido a Nick muy joven.
-¡Te dije que fueras a recoger a tu hermanos y les hicieras la comida! ¡Los he tenido que dejar en casa de los Black! ¡Sabes que no me gusta dejarles allí!- después se calmó y me miró.- Hola querida, soy la madre de Daniel o Nick, no sé como le llamas. ¿Quieres beber algo? ¿Cómo te llamas? ¡No deberías andar con mi hijo, es un irresponsable!- dijo con una sonrisa y lanzándole una mirada asesina a Nick en la última frase.
-Soy Alison.- dije devolviéndola la sonrisa.
-Oh si, Danny habla mucho de ti, claro, que no conmigo, él nunca me cuenta nada.- continuó.
-Mama...- dijo Nick avergonzado.
-¡Ve a recoger a tus hermanos, yo me tengo que ir a trabajar, que llego tarde!- dijo aun enfadada.- Adiós Alison, un placer conocerte.- dijo sonriente.
Después abrió la puerta y se fue. Nick suspiró.
-Siento esto...- dijo.
-No importa, tu madre es simpática.- respondí.
-Ya... Contigo si.- dijo suspirando.
-¿Vamos a por tus hermanos?- pregunté.
-Que remedio...
Salimos de casa de Nick y unas calles más abajo estaba la casa de los Black.
-Tal vez deberías quedarte fuera.- dijo Nick cuando llegamos.
-¿Qué? ¿Por qué?
Nick se quedó unos segundos callado, y luego dijo:
-Está bien...- y llamó al timbre.
Unos segundos más tarde abrió la puerta un chico de más o menos mi edad, con un cigarro en la mano y no muy buenas pintas.
-¡Eh Alex! Carter está aquí.- dijo hacia el interior de la casa.
-Vendrá a por sus hermanos... Dile que pase.- dijo un chico desde el salón.
-Ya lo has oído.- dijo el chico dejándonos pasar.- ¿Cómo te va Nick? Ya nunca te veo por aquí.- dijo mientras caminaba con nosotros al salón.
-Si, lo sé.
Entramos al salón que estaba lleno de tíos y alguna que otra chica, todos fumando o bebiendo, aunque allí olía a de todo menos a cigarro común.
-¿Cómo estás Carter?- dijo Alex Black rodeando por el hombro a Nick y ofreciéndole bebida.
Claro, como no se me había podido ocurrir antes, era la casa de Alex Black, el mismo Alex que salía con Leslie y la había convertido en lo que es ahora.
-Genial.- dijo incómodo.- ¿Dónde están mi hermanos?
-¿Tienes prisa? Acabas de llegar, ¿por qué no te tomas algo? Llevas mucho tiempo pasando de nosotros, y para una vez que te dejas ver, te vas en seguida.
-Ya, bueno, es que vengo acompañado y tampoco tengo mucho tiempo.- dijo tranquilamente.
Alex me miró y después sonrió.
-¡Vaya! Mira quien está aquí... No sabía que salieras con ella.- dijo mirándome de arriba a abajo.
-Pues ya ves...- dijo Nick más brusco.
-¡Eh Leshy, tu amiga está aquí!- gritó Alex, llamándola. No sabía que Leslie estuviese ahí en ese momento.
Leslie entró en el salón con una botella en la mano y después me miró.
-Que gracioso eres.- respondió ella dándole la botella de malas formas y sentándose en el sillón mientras encendía un cigarro.
Alex se reía ante su reacción, yo estaba incómoda, me quería ir de allí.
-Venga Leshy, ¿por qué no acompañas a Alison a la habitación a buscar a los hermanos de Nick mientras nosotros hablamos?
-Porque no me apetece.- respondió esta.
Él la miró fijamente unos segundos y después Leslie se levantó tras un suspiro.
-Gracias.- dijo Alex.
Leslie me hizo una señal con la cabeza para que la siguiera y salimos del salón dejando allí a los demás.
Leslie caminaba delante mía sin hablarme y después se paró en una habitación y abrió la puerta.
Allí estaban Tyler, Chris y Evelyn, la nueva amiga de Leslie que conocí el día de la fiesta en casa de Ryan.
-¡Alison!- exclamó Tyler y sonreí.
Estaban los cuatro sentados al rededor de una mesa jugando a las cartas.
-¿Dónde está nuestro hermano?- continuó.
-En el salón, ¿nos vamos?- les pregunté.
-No...- dijo Tyler con voz inocente.- ¿Por qué no te quedas con nosotros jugando a las cartas?
Leslie se sentó también y empezó a barajar.
-Tenemos que irnos, Nick está esperándonos.- dije.
-¡Seguro que no! Siempre hace lo mismo, ahora se quedará con ellos bebiendo y fumando como siempre hace...- dijo Chris.- Venga, quédate.
-Tienen razón...- dijo Leslie sin mirarme.
-Con ellos te vas a aburrir, solo hablan de polleces.- dijo Evelyn.
¿Estaban intentando convencerme? Me quería ir, y Nick también quería irse, así que no me harían cambiar de opinión.
-No, venga...- dije convencida.
Chris y Tyler miraron a Evelyn y Leslie esperando apoyo.
-¡Ya la habéis oído!- dijo Evelyn levantándose. Chris y Tyler se levantaron tras un suspiro y todos salimos de la habitación.
La puerta del salón estaba cerrada y se escuchaba dentro hablar a los chicos.
-Callaros.- dijo Leslie en un susurro a Evelyn y Tyler que estaban hablando.
Nos quedamos los cinco en silencio para escuchar.
-¿Y te la has tirado ya?- decía la voz de Alex tras la puerta.
-Todavía no.- dijo Nick sin ese tono incómodo que tenía antes.
-Es una pija estrecha, no te pega nada Nick.- dijo otro chico.
-¿Dónde mierda has comprado esta bebida?- dijo Nick ignorando al chico.
-¿Que le pasa? ¿No es de suficiente caché para ti? Se te habrá pegado de tu novia...- dijo el mismo chico y todos se rieron
-Venga, no te cachondees, Alison no es tan pija como parece. Y lo digo en serio, ¿qué cojones lleva esto? Ya le habéis echado mierdas...
-Pues antes te lo tomabas...- dijo Alex.- En fin, tu chica es como Leshy antes de irse con nosotros, pija, repelente, pero al fin y al cabo está buena. Darle tiempo, acabará cambiando.
Leslie puso los ojos en blanco y abrió entonces abrió la puerta de golpe.
-Así que antes de ir contigo era una pija...- dijo Leslie cabreada.- ¿Cambiará con el tiempo? ¿Que mierda quiere decir eso? ¿¡Te crees que puedes cambiar a la gente!? Que te quede claro que si soy así es porque quiero, no porque tu lo digas.
-Venga, no te enfades, sabes que me encantas sea como sea.- dijo Alex agarrándola por la cintura.
-No intentes arreglarlo...- dijo y Alex la empezó a besar.
-No intentaba arreglar nada, era la verdad.- dijo y Leslie sonrió.
Yo miré a Nick que estaba dejando su vaso en la mesa y se levantaba del sillón para ir conmigo.
-¿Nos vamos?- le pregunté en bajo.
-Claro.- dijo él.
Al rato ya estábamos fuera de la casa de Alex. Estaba un poco molesta por cosas que había escuchado allí, pero esperaría para hablar con él.
Llegamos a casa de Nick. Sus hermanos se quedaron en el salón y nosotros fuimos a su habitación.
Cuando Nick cerró la puerta dijo:
-¿Qué te pasa? Llevas un rato rara.
-Nada, es solo que ¿desde cuando te juntas con esos?
-No sé Alison... Desde siempre.
-¿Desde siempre? ¡¿Por qué nunca me lo has dicho?! Sabes que no me gusta esa gente.
-Pues por eso no te lo he dicho precisamente.- contestó.
-¿Y también andas con ellos todo el tiempo y haces sus mismas gilipolleces?
-No, yo no soy así, lo sabes bien.
-¿Y entonces porqué estás con ellos?- dije.
-¿Y porqué no? Sé que no son buena gente, pero sé llevarlos y me estoy distanciando.
Me quedé un momento en silencio.
-¡¿Y porqué has dicho que soy una pija?!- dije molesta.
-¡Yo no lo he dicho! Eso lo han dicho ellos.
-Dijiste: No es tan pija como parece.- dije recordando sus palabras.
-Bueno, es cierto, pareces una pija, pero no lo eres. Yo te conozco bien y me gustas así.- dijo.
-No esperarás que me convierta en alguien como Leslie ¿no?
-¡Para nada! Ya te he dicho que a mi tampoco me gusta esa gente, estoy manteniendo las distancias. Por eso no quería que entraras.- dijo.- Olvida esto, de verdad.
-Está bien.- dije y él sonrió.
Nos quedamos en su cuarto hablando, sin volver a tocar ese tema. Era extraño, pero bueno, supongo que tal vez Nick antes tuviese una amistad mas cercana con Alex Black y los demás porque son del mismo barrio y esas cosas, pero ahora se estaba distanciando de ellos, o eso decía, y yo confiaba en él. Nick no era como ellos y yo no acabaría como Leslie, de eso estaba segura.
-¿Cuándo me tocarás una canción con la guitarra?- le pregunté mientras miraba unas partituras que tenía amontonadas sobre la mesa.
-Bueno, de momento estoy practicando... Llevaba mucho tiempo sin tocar.- dijo.
Tenía la partitura de una canción llamada All about you de Mcfly, que era un grupo que me encantaba.
-Me gusta esta.- dije pasandole la partitura.
-Si, a mi también.- dijo tirado en la cama mientras la miraba. - Pronto harán un concierto aquí ¿lo sabías?
-No...- dije.- ¿Irás?
-Que va... Me gasté todo el dinero en la guitarra, pero sería genial ¿Sabías que se llaman Mcfly por Marti Mcfly de regreso al futuro?- dijo sonriendo.
-Si.- dije sonriendo también.- Todo está relacionado.
En ese momento sonó el timbre de la casa.
-Está en su cuarto.- se oyó decir a Chris desde la entrada.
-¿Quién es?- le pregunté a Nick.
Pero mi pregunta quedó respondida cuando se abrió la puerta de la habitación.
-Te he traído lo que me pediste, Nick...- era Harry, que cuando me miró se escondió lo que llevaba en la espalda.- Ah, hola Alison ¿qué haces aquí?- dijo Harry incómodo.
-No sé...- dije. -¡Soy la novia de Nick! La pregunta es ¿qué haces tu aquí?- dije sin entender, no sabía que Nick y Harry hablasen.
-Bueno Alison,- dijo Harry.- Tu y yo somos como hermanos, así que Nick es como mi cuñado ¿no puedo venir a visitar a mi cuñado de vez en cuando?- improvisó.
Miré a Nick que estaba sentado en la cama con una mano en la frente.
-Ya... Bueno, digamos que me lo creo. ¿Qué es eso que has traído?
-Chorradas nuestras.- dijo Nick levantándose.- Oye Alison, ¿no decías que tenías que estar en casa pronto hoy? -dijo.
Yo miré mi reloj, y era cierto, me tenía que ir.
-Ay, gracias por recordármelo.- dije.- Pero espero que me expliquéis esto.- dije.
-Si, si, mañana...- dijo Nick acompañándome a la puerta con Harry.
-Lo digo en serio...- dije mirándoles a los dos y me sonrieron.
-Venga, adiós enana.- dijo Harry revolviéndome el pelo y dándome un abrazo apresurado.
-Adiós rubita.- dijo después Nick y me besó.
Salí de casa de Nick sin saber que pasaba ¿qué hacían esos dos juntos?
---------------------------------------------------------
¡Hola de nuevo! Bueno, pues hasta aquí el capítulo. No me ha dado tiempo a revisarlo mucho, así que si hay faltas de ortografía o cosas sin sentido lo siento :33
Muchos besos y comentar plis, se os quiere :D
Esperaba descubrir un posible regalo para poder comprarle y darle el día 14 ya que quedaban escasos días y aun no tenía ni una remota idea de que le gustaría que le regalara.
Nick abrió la puerta de su casa y entramos. Me dijo que sus hermanos estaban en casa de la vecina y su madre trabajando, así que podríamos estar solos, pero nada más cerró la puerta se oyó un grito proveniente de la cocina.
-¡Nicholas Daniel Carter!
-Mi madre...- murmuró Nick.- ¿Qué hace aquí? Se supone que estaba trabajando.- Me decía y yo me encogí de hombros.
Su madre entró en el salón enfadada. Tenía el pelo rojo, con los ojos claros, al igual que los de Nick. Supongo que Nick había salido a su padre, porque el único parecido que encontraba entre ellos eran los ojos, que eran idénticos. Ella no era muy alta y parecía muy joven. Tendría 30 y pocos, así que habría tenido a Nick muy joven.
-¡Te dije que fueras a recoger a tu hermanos y les hicieras la comida! ¡Los he tenido que dejar en casa de los Black! ¡Sabes que no me gusta dejarles allí!- después se calmó y me miró.- Hola querida, soy la madre de Daniel o Nick, no sé como le llamas. ¿Quieres beber algo? ¿Cómo te llamas? ¡No deberías andar con mi hijo, es un irresponsable!- dijo con una sonrisa y lanzándole una mirada asesina a Nick en la última frase.
-Soy Alison.- dije devolviéndola la sonrisa.
-Oh si, Danny habla mucho de ti, claro, que no conmigo, él nunca me cuenta nada.- continuó.
-Mama...- dijo Nick avergonzado.
-¡Ve a recoger a tus hermanos, yo me tengo que ir a trabajar, que llego tarde!- dijo aun enfadada.- Adiós Alison, un placer conocerte.- dijo sonriente.
Después abrió la puerta y se fue. Nick suspiró.
-Siento esto...- dijo.
-No importa, tu madre es simpática.- respondí.
-Ya... Contigo si.- dijo suspirando.
-¿Vamos a por tus hermanos?- pregunté.
-Que remedio...
Salimos de casa de Nick y unas calles más abajo estaba la casa de los Black.
-Tal vez deberías quedarte fuera.- dijo Nick cuando llegamos.
-¿Qué? ¿Por qué?
Nick se quedó unos segundos callado, y luego dijo:
-Está bien...- y llamó al timbre.
Unos segundos más tarde abrió la puerta un chico de más o menos mi edad, con un cigarro en la mano y no muy buenas pintas.
-¡Eh Alex! Carter está aquí.- dijo hacia el interior de la casa.
-Vendrá a por sus hermanos... Dile que pase.- dijo un chico desde el salón.
-Ya lo has oído.- dijo el chico dejándonos pasar.- ¿Cómo te va Nick? Ya nunca te veo por aquí.- dijo mientras caminaba con nosotros al salón.
-Si, lo sé.
Entramos al salón que estaba lleno de tíos y alguna que otra chica, todos fumando o bebiendo, aunque allí olía a de todo menos a cigarro común.
-¿Cómo estás Carter?- dijo Alex Black rodeando por el hombro a Nick y ofreciéndole bebida.
Claro, como no se me había podido ocurrir antes, era la casa de Alex Black, el mismo Alex que salía con Leslie y la había convertido en lo que es ahora.
-Genial.- dijo incómodo.- ¿Dónde están mi hermanos?
-¿Tienes prisa? Acabas de llegar, ¿por qué no te tomas algo? Llevas mucho tiempo pasando de nosotros, y para una vez que te dejas ver, te vas en seguida.
-Ya, bueno, es que vengo acompañado y tampoco tengo mucho tiempo.- dijo tranquilamente.
Alex me miró y después sonrió.
-¡Vaya! Mira quien está aquí... No sabía que salieras con ella.- dijo mirándome de arriba a abajo.
-Pues ya ves...- dijo Nick más brusco.
-¡Eh Leshy, tu amiga está aquí!- gritó Alex, llamándola. No sabía que Leslie estuviese ahí en ese momento.
Leslie entró en el salón con una botella en la mano y después me miró.
-Que gracioso eres.- respondió ella dándole la botella de malas formas y sentándose en el sillón mientras encendía un cigarro.
Alex se reía ante su reacción, yo estaba incómoda, me quería ir de allí.
-Venga Leshy, ¿por qué no acompañas a Alison a la habitación a buscar a los hermanos de Nick mientras nosotros hablamos?
-Porque no me apetece.- respondió esta.
Él la miró fijamente unos segundos y después Leslie se levantó tras un suspiro.
-Gracias.- dijo Alex.
Leslie me hizo una señal con la cabeza para que la siguiera y salimos del salón dejando allí a los demás.
Leslie caminaba delante mía sin hablarme y después se paró en una habitación y abrió la puerta.
Allí estaban Tyler, Chris y Evelyn, la nueva amiga de Leslie que conocí el día de la fiesta en casa de Ryan.
-¡Alison!- exclamó Tyler y sonreí.
Estaban los cuatro sentados al rededor de una mesa jugando a las cartas.
-¿Dónde está nuestro hermano?- continuó.
-En el salón, ¿nos vamos?- les pregunté.
-No...- dijo Tyler con voz inocente.- ¿Por qué no te quedas con nosotros jugando a las cartas?
Leslie se sentó también y empezó a barajar.
-Tenemos que irnos, Nick está esperándonos.- dije.
-¡Seguro que no! Siempre hace lo mismo, ahora se quedará con ellos bebiendo y fumando como siempre hace...- dijo Chris.- Venga, quédate.
-Tienen razón...- dijo Leslie sin mirarme.
-Con ellos te vas a aburrir, solo hablan de polleces.- dijo Evelyn.
¿Estaban intentando convencerme? Me quería ir, y Nick también quería irse, así que no me harían cambiar de opinión.
-No, venga...- dije convencida.
Chris y Tyler miraron a Evelyn y Leslie esperando apoyo.
-¡Ya la habéis oído!- dijo Evelyn levantándose. Chris y Tyler se levantaron tras un suspiro y todos salimos de la habitación.
La puerta del salón estaba cerrada y se escuchaba dentro hablar a los chicos.
-Callaros.- dijo Leslie en un susurro a Evelyn y Tyler que estaban hablando.
Nos quedamos los cinco en silencio para escuchar.
-¿Y te la has tirado ya?- decía la voz de Alex tras la puerta.
-Todavía no.- dijo Nick sin ese tono incómodo que tenía antes.
-Es una pija estrecha, no te pega nada Nick.- dijo otro chico.
-¿Dónde mierda has comprado esta bebida?- dijo Nick ignorando al chico.
-¿Que le pasa? ¿No es de suficiente caché para ti? Se te habrá pegado de tu novia...- dijo el mismo chico y todos se rieron
-Venga, no te cachondees, Alison no es tan pija como parece. Y lo digo en serio, ¿qué cojones lleva esto? Ya le habéis echado mierdas...
-Pues antes te lo tomabas...- dijo Alex.- En fin, tu chica es como Leshy antes de irse con nosotros, pija, repelente, pero al fin y al cabo está buena. Darle tiempo, acabará cambiando.
Leslie puso los ojos en blanco y abrió entonces abrió la puerta de golpe.
-Así que antes de ir contigo era una pija...- dijo Leslie cabreada.- ¿Cambiará con el tiempo? ¿Que mierda quiere decir eso? ¿¡Te crees que puedes cambiar a la gente!? Que te quede claro que si soy así es porque quiero, no porque tu lo digas.
-Venga, no te enfades, sabes que me encantas sea como sea.- dijo Alex agarrándola por la cintura.
-No intentes arreglarlo...- dijo y Alex la empezó a besar.
-No intentaba arreglar nada, era la verdad.- dijo y Leslie sonrió.
Yo miré a Nick que estaba dejando su vaso en la mesa y se levantaba del sillón para ir conmigo.
-¿Nos vamos?- le pregunté en bajo.
-Claro.- dijo él.
Al rato ya estábamos fuera de la casa de Alex. Estaba un poco molesta por cosas que había escuchado allí, pero esperaría para hablar con él.
Llegamos a casa de Nick. Sus hermanos se quedaron en el salón y nosotros fuimos a su habitación.
Cuando Nick cerró la puerta dijo:
-¿Qué te pasa? Llevas un rato rara.
-Nada, es solo que ¿desde cuando te juntas con esos?
-No sé Alison... Desde siempre.
-¿Desde siempre? ¡¿Por qué nunca me lo has dicho?! Sabes que no me gusta esa gente.
-Pues por eso no te lo he dicho precisamente.- contestó.
-¿Y también andas con ellos todo el tiempo y haces sus mismas gilipolleces?
-No, yo no soy así, lo sabes bien.
-¿Y entonces porqué estás con ellos?- dije.
-¿Y porqué no? Sé que no son buena gente, pero sé llevarlos y me estoy distanciando.
Me quedé un momento en silencio.
-¡¿Y porqué has dicho que soy una pija?!- dije molesta.
-¡Yo no lo he dicho! Eso lo han dicho ellos.
-Dijiste: No es tan pija como parece.- dije recordando sus palabras.
-Bueno, es cierto, pareces una pija, pero no lo eres. Yo te conozco bien y me gustas así.- dijo.
-No esperarás que me convierta en alguien como Leslie ¿no?
-¡Para nada! Ya te he dicho que a mi tampoco me gusta esa gente, estoy manteniendo las distancias. Por eso no quería que entraras.- dijo.- Olvida esto, de verdad.
-Está bien.- dije y él sonrió.
Nos quedamos en su cuarto hablando, sin volver a tocar ese tema. Era extraño, pero bueno, supongo que tal vez Nick antes tuviese una amistad mas cercana con Alex Black y los demás porque son del mismo barrio y esas cosas, pero ahora se estaba distanciando de ellos, o eso decía, y yo confiaba en él. Nick no era como ellos y yo no acabaría como Leslie, de eso estaba segura.
-¿Cuándo me tocarás una canción con la guitarra?- le pregunté mientras miraba unas partituras que tenía amontonadas sobre la mesa.
-Bueno, de momento estoy practicando... Llevaba mucho tiempo sin tocar.- dijo.
Tenía la partitura de una canción llamada All about you de Mcfly, que era un grupo que me encantaba.
-Me gusta esta.- dije pasandole la partitura.
-Si, a mi también.- dijo tirado en la cama mientras la miraba. - Pronto harán un concierto aquí ¿lo sabías?
-No...- dije.- ¿Irás?
-Que va... Me gasté todo el dinero en la guitarra, pero sería genial ¿Sabías que se llaman Mcfly por Marti Mcfly de regreso al futuro?- dijo sonriendo.
-Si.- dije sonriendo también.- Todo está relacionado.
En ese momento sonó el timbre de la casa.
-Está en su cuarto.- se oyó decir a Chris desde la entrada.
-¿Quién es?- le pregunté a Nick.
Pero mi pregunta quedó respondida cuando se abrió la puerta de la habitación.
-Te he traído lo que me pediste, Nick...- era Harry, que cuando me miró se escondió lo que llevaba en la espalda.- Ah, hola Alison ¿qué haces aquí?- dijo Harry incómodo.
-No sé...- dije. -¡Soy la novia de Nick! La pregunta es ¿qué haces tu aquí?- dije sin entender, no sabía que Nick y Harry hablasen.
-Bueno Alison,- dijo Harry.- Tu y yo somos como hermanos, así que Nick es como mi cuñado ¿no puedo venir a visitar a mi cuñado de vez en cuando?- improvisó.
Miré a Nick que estaba sentado en la cama con una mano en la frente.
-Ya... Bueno, digamos que me lo creo. ¿Qué es eso que has traído?
-Chorradas nuestras.- dijo Nick levantándose.- Oye Alison, ¿no decías que tenías que estar en casa pronto hoy? -dijo.
Yo miré mi reloj, y era cierto, me tenía que ir.
-Ay, gracias por recordármelo.- dije.- Pero espero que me expliquéis esto.- dije.
-Si, si, mañana...- dijo Nick acompañándome a la puerta con Harry.
-Lo digo en serio...- dije mirándoles a los dos y me sonrieron.
-Venga, adiós enana.- dijo Harry revolviéndome el pelo y dándome un abrazo apresurado.
-Adiós rubita.- dijo después Nick y me besó.
Salí de casa de Nick sin saber que pasaba ¿qué hacían esos dos juntos?
---------------------------------------------------------
¡Hola de nuevo! Bueno, pues hasta aquí el capítulo. No me ha dado tiempo a revisarlo mucho, así que si hay faltas de ortografía o cosas sin sentido lo siento :33
Muchos besos y comentar plis, se os quiere :D
jueves, 18 de abril de 2013
Capítulo 29.
Esa mañana estaba de buen humor, era definitivo, Nick y yo estábamos juntos. Tenía ganas de llegar a clase, estar con Nick, poder besarle, caminar de la mano por los pasillos y que todo el mundo supiera que yo estaba saliendo con Nick Carter. Nick Carter es mi novio. Cuanto más repetía la frase en mi cabeza mejor me sonaba.
Era increíble, hace unos años salía con Ryan, el popular y perfectísimo chico con el que todas soñaban, y ahora con Nick, su polo opuesto. Hace meses Nick ni si quiera me caía bien, y cuando salía con Ryan aun menos, ya que ellos siempre fueron rivales, algunos años coincidieron en clase y estaban todo el tiempo lazándose pullas y en ocasiones hasta acababan en pelea en la puerta del instituto. A pesar de que podría decirse que son polos opuestos en algunas cosas como su personalidad, los dos son muy populares y todas las chicas andan detrás de ellos, pero claro, Ryan es el capitán del equipo de fútbol americano del instituto, y en cambio a Nick jamás le he visto jugando al fútbol americano, Ryan es super rico y vive en una casa enorme, tiene varios coches y todos los caprichos que quiera, Nick en cambio tiene que trabajar para ayudar a su madre en casa, Ryan monta fiestas geniales en su casa e invita a todo el mundo, y Nick más bien va a las fiestas invitado, o si no se reune con su grupo fijo de amigos, Ryan siempre tiene alguna novia rubia pija y superficial (yo misma fui una de ellas), y Nick en todos los años que llevamos de instituto no había tenido ni una sola novia, que yo supiera, tan solo algún rollo con alguna chica de vez en cuando, pero nada serio, tenía fama de inalcanzable para todas la chicas, y ahora estaba conmigo.
Salí de casa dispuesta a encontrarme con Harry por el camino como cada mañana e ir juntos al instituto, pero cuando abrí la puerta de mi casa vi que Harry ya estaba allí.
-¡Hoy has madrugado! ¿Qué haces aquí? Normalmente te encuentro por el camino.- dije cerrando la puerta de mi casa detrás de mi.
-Tu misma lo has dicho, hoy he madrugado y pensé en ir a recogerte.- dijo con una sonrisa encantadora.
Empezamos a andar por el camino de costumbre hacia el instituto, mientras hablábamos de cosas sin importancia.
-¡Por cierto!- dijo Harry de repente.- Me ha dicho Lydia Evans que estás saliendo con Nick Carter.
-¿Lydia Evans? No pensé que la conocieras.- dije.
Lydia Evans es una chica que va a mi clase y probablemente nos hubiese visto ayer besándonos.
-Si, ahora estoy con ella, claro que nada serio.- dijo Harry.
-¿Con Lydia? ¿No estabas con Karem?
-Eso fue hace una semana...
-Perdona, tengo que ponerme al día con tus ligues.
-Deberías. Bueno, ¿entonces estás en plan serio con Carter?
-¡Si!- dije sonriendo.- Me lo pidió ayer ¿que te parece?
-Me parece bien si a ti te lo parece.- concluyó.
Cuando llegamos al instituto, me despedí de Harry y entré en clase de Español que era la asignatura que me tocaba a primera hora. En esa clase me sentaba con una chica muy callada llamada Alice, así que sería un aburrimiento. Busqué a Nick con la mirada, pero no estaba, probablemente se hubiese quedado dormido y llegase un poco más tarde, así que sin más me fui a ocupar mi sitio algo desilusionada.
La clase de Español se hizo eterna, y Nick no había aparecido, tal vez estuviese enfermo o algo así.
Teníamos clase de Química, y hoy Deryck nos daría la clase de nuevo. Me senté sola, dejando un espacio vacío donde se suponía que debía estar Nick, la clase se me haría eterna si no estaba él y más si Deryck daba la clase que me hacía sentir incómoda.
Deryck entró en clase y como era rutina, algunas chicas se levantaron a hablar con él. Él las dijo amablemente que se sentaran, sin quitar la sonrisa de su cara.
Empezó a explicar una práctica con el microscopio en parejas mientras algunas, para variar, hacían preguntas estúpidas. Cuando terminó levanté la mano.
-No tengo pareja.- dije, ya que no podía hacer la práctica sin compañero. Él echó un vistazo a la clase, buscando a otra persona sin pareja, pero no había nadie.
-Está bien, yo me pondré contigo.- dijo mientras iba al sitio de Nick y se sentaba y el resto de la clase empezaba la práctica.
-Bueno, ¿cómo es esto de ser profesor?- le pregunté para entablar una conversación después de nuestra tregua de ayer.
-A veces mola, pero normalmente es aburrido, tengo que hacer las mismas prácticas con todas las clases y acabo aburrido de explicar todo el tiempo lo mismo.
-Oh si.- dije como si lo entendiera.- Por no hablar de todas las alumnas pesadas que te acosan.- dije dirigiendo la mirada a Sam y Sophie.
Él soltó una carcajada.
-No son pesadas.- dijo.
-¡Si que lo son! No dejan de mirarte y de hacerte preguntas estúpidas o que no vienen a nada, me ponen de los nervios...- dije aburrida, mientras toqueteaba unas piedrecitas que teníamos que ver por el microscopio.
-¿Si a mi no me molestan porque deberían de molestarte a ti?- dijo sonriendo.
Yo le miré seriamente.
-Si piensas que estoy celosa o algo te equivocas y eres un creído. Me molestan y punto.- dije molesta.
Él volvió a reírse.
-Está bien, está bien, no te pongas así.- dijo con una sonrisa socarrona.
Cogí el microscopio y lo encendí, coloqué el pequeño cristal con una de las piedras encima para poder verlo. Después miré a Deryck para ver si lo había colocado bien.
-¿Qué tal?- dije refiriendo al microscopio.
-¿No decías que no salías con Nick?- dijo ignorando mi pregunta-
-Si bueno... ¿Por qué lo dices?
-Os vi besándoos ayer.- dijo.
-Ya bueno, es que ayer empezamos en plan serio.- respondí.
-Me alegro.- dijo esbozando una breve sonrisa, y después empezó a ajustar el microscopio sin volver a tocar el tema.
Nick no había venido en todo el día, y yo me quedaría con la ganas de verle hasta mañana, si es que venía, tal vez le llamara por la tarde.
Era penúltima hora, yo salí de clase, distraída en mis pensamientos cuando me choqué de golpe con alguien y todos mis libros se cayeron.
-Perdón.- murmuré agachándome a recogerlos.
-No importa.- respondió y se agachó también para ayudarme.
Levanté la vista para ver de quién se trataba y ella hizo lo mismo al la vez. Era Leslie, nos miramos incómodas sin saber bien que hacer. Aun tenía mal aspecto, estaba muy delgada, con ojeras y los ojos rojos, además de muy pálida, entre otras cosas.
Nos levantamos cuando estuvieron todos recogidos y me dio mis libros sin mirarme a los ojos, después ambas salimos disparadas de allí como si nada hubiese pasado.
Fui hacia mi taquilla, preocupada por Leslie. Abrí la puerta de mi taquilla y empecé a guardar libros. Necesitaba hablar con Les, pero ella no quería, no entendía que me preocupada por ella.
Entonces alguien me rodeó por la cintura con su brazos por detrás, yo me giré y me encontré con Nick que me dio un largo beso.
-¿Por qué no has venido?- pregunté con una sonrisa.
Él se descolgó del hombro una guitarra que estaba guardada en una funda de cuero y me la enseñó.
-He estado ahorrando y al final he juntado suficiente para comprarla. Un tío las vendía esta mañana a muy buen precio, es de segunda mano, pero está bastante bien.- dijo ilusionado.- Por eso he faltado, no quería ir esta tarde por si se agotaban.
-¡Es genial!- dije sinceramente. Sabía que Nick tuvo que vender su antigua guitarra porque necesitaba dinero, y solo conservaba su púa.- ¿Me tocas alguna canción?
-No sé, he perdido práctica... Tal vez otro día.- dijo.
-¡Venga por favor! ¡Solo una canción! Vamos al patio, ahora estará vacío.
-No, en serio, me da vergüenza... Te prometo que otro día.- dijo.
-Está bien...- él sonrió, y me cogió de la mano para ir a la siguiente clase.
Las dos últimas horas pasaron en nada con Nick, pero al final sonó la sirena que indicaba que podíamos ir a casa, o en mi caso que podía ir al castigo con Ryan...
Entré en la sala de castigados y me encontré a Ryan sentado en la mesa con dos botes grandes de pintura y otra herramientas para pintar, mirándolas con preocupación.
-¿Qué pasa?- dije-
-Tenemos que pintar la clase, porque algún subnormal ha hecho un graffiti...- dijo con la mirada perdida.- ¡¿Pero que se creen que somos?! ¡Que contraten a alguien para que lo haga!- dijo indignado a la vez que se levantaba.
En ese momento entró el conserje con dos monos de trabajo en la mano.
-Tenéis que poneros esto- dijo.
-Ni de coña.- dijo Ryan.- ¡Yo no pienso ponerme esa basura!
-¿Es que prefieres mancharte tu ropa de marca, niño?- contestó el conserje a la vez que le lanzaba el mono a Ryan y éste lo cogía a vuelo aun enfadado, después el conserje me dio el mío y se marchó mientras murmuraba algo sobre "maldito niño mimado". Y era cierto, Ryan es un niño mimado que siempre consigue lo que quiere, ya sea por su cara bonita o por su cantidad de dinero, y no estaba nada acostumbrado a que le dijeran lo que tenía que hacer y mucho menos a que le hicieran quitar chicles de las mesas o pintar una clase, como no solía tocar hacer.
Ryan abrió la boca para quejarse de nuevo.
-¡Deja de quejarte!- dije antes de que empezara a hablar.- ¡Si estamos aquí es por tu culpa!- continué molesta.
-Vale, vale. dijo esbozando una sonrisa.- Que susceptible estás hoy.
Yo suspiré y me puse el mono de color azul, tres tallas más grande que la mía encima de mi ropa. Ryan hizo lo mismo, solo que a él no le quedaba grande.
Media hora más tarde teníamos un poco menos de la mitad de la clase pintada de naranja. Ryan harto, tiró el rodillo al cubo y se volvió a sentar en la mesa.
-Aun queda más de la mitad.- dije cogiendo su rodillo y ofreciéndoselo, pero él no lo cogía.
-Oh, venga, no seas pesada. Descansemos un poco.- dijo.
-Me quiero ir a casa, y cuanto antes acabemos antes nos iremos.- dije.
-¿Sabes que me han contado hoy?- dijo ignorándome y yo suspiré.
-¿El qué?
-Que sales con Carter.- dijo a la vez que soltaba una carcajada.- Que estupidez ¿verdad?
-Pues no.- dije seriamente.
A él le cambió la cara.
-¿Cómo que no?- dijo sin entender.
-Pues que no es una estupidez.- continué.
-Pero si a ti Nick Carter te cae mal.- dije haciendo una sonrisa insegura, como si pensara que estaba de broma.
-Me caía mal.- dije recalcando la palabra ''caía''.
-¿Me estás diciendo que sales con ese?- dijo atónito.
-Básicamente.- respondí y él volvió a reír a carcajadas.
-¡No te creo! No has podido caer tan bajo.
-Pues no me creas, pero es verdad.- dije.
-¿Esperas que crea que tu sales con él? Eres demasiado pija para estar con ese, además ¡seguro que tiene pulgas! ¿Has visto su casa? Tu no estás tan mal de la cabeza...- dijo a la vez que se levantaba.
-¡Cállate idiota!- dije suspirando, Ryan siempre hablaba así de Nick.
Ryan se reía todo el tiempo.
-Entonces es cierto...- dijo sin parar de reír.- Cuando me lo contaron no me lo creí, y hay gente que tampoco se lo cree.- dijo mientras se acercaba.
-¿Y porqué no se lo creen?- pregunté.
-¡Pues porque eres una rubita pija!- dijo revolviéndome el pelo.- Y sales con el Harry ese, que se tira a todas las animadoras, por no hablar de tu amiga Valery que es la reina de los ponis rosas. Todo el mundo espera de ti que salgas con gente con dinero, no con el Nick ese. Hay apuestas que dicen que dejarás a Nick por mi, creo que voy a apostar yo también...- dijo acercándose peligrosamente.
-Eres imbécil...- dije.
Él puso su mano en mi mejilla mientras me miraba sonriendo.
-Eres demasiado guapa para estar con él, deberías estar conmigo.- dijo.
-No me toques.
-Estás manchada de pintura.- dijo limpiándome la mejilla.- ¿Tienes miedo de que me acerque demasiado y no te puedas controlar?- dijo y se acercó más a mi, tanto que notaba su aliento rozando mis labios al hablar.
Le empujé para alejarle lo suficiente y después le apunté con el rodillo empapado de pintura.
-Tranquila, tranquila, no te voy a hacer nada que no quieras hacer.- dijo sonriendo y volvió a coger su rodillo para pintar el resto de la clase.
----------------------------------------------------------
¡Siento haber tardado tanto! Es que en temporada de instituto tengo mucho menos tiempo, además de las clases extraescolares (creo que ya os lo he dicho alguna vez) en fin, que estoy intentando sacar tiempo para escribir pero a veces me cuesta un poquito D:
Decirme que os ha parecido el capítulo plissss :3 Y nada, hasta lo antes posible :D ¡Se os quiere!
Era increíble, hace unos años salía con Ryan, el popular y perfectísimo chico con el que todas soñaban, y ahora con Nick, su polo opuesto. Hace meses Nick ni si quiera me caía bien, y cuando salía con Ryan aun menos, ya que ellos siempre fueron rivales, algunos años coincidieron en clase y estaban todo el tiempo lazándose pullas y en ocasiones hasta acababan en pelea en la puerta del instituto. A pesar de que podría decirse que son polos opuestos en algunas cosas como su personalidad, los dos son muy populares y todas las chicas andan detrás de ellos, pero claro, Ryan es el capitán del equipo de fútbol americano del instituto, y en cambio a Nick jamás le he visto jugando al fútbol americano, Ryan es super rico y vive en una casa enorme, tiene varios coches y todos los caprichos que quiera, Nick en cambio tiene que trabajar para ayudar a su madre en casa, Ryan monta fiestas geniales en su casa e invita a todo el mundo, y Nick más bien va a las fiestas invitado, o si no se reune con su grupo fijo de amigos, Ryan siempre tiene alguna novia rubia pija y superficial (yo misma fui una de ellas), y Nick en todos los años que llevamos de instituto no había tenido ni una sola novia, que yo supiera, tan solo algún rollo con alguna chica de vez en cuando, pero nada serio, tenía fama de inalcanzable para todas la chicas, y ahora estaba conmigo.
Salí de casa dispuesta a encontrarme con Harry por el camino como cada mañana e ir juntos al instituto, pero cuando abrí la puerta de mi casa vi que Harry ya estaba allí.
-¡Hoy has madrugado! ¿Qué haces aquí? Normalmente te encuentro por el camino.- dije cerrando la puerta de mi casa detrás de mi.
-Tu misma lo has dicho, hoy he madrugado y pensé en ir a recogerte.- dijo con una sonrisa encantadora.
Empezamos a andar por el camino de costumbre hacia el instituto, mientras hablábamos de cosas sin importancia.
-¡Por cierto!- dijo Harry de repente.- Me ha dicho Lydia Evans que estás saliendo con Nick Carter.
-¿Lydia Evans? No pensé que la conocieras.- dije.
Lydia Evans es una chica que va a mi clase y probablemente nos hubiese visto ayer besándonos.
-Si, ahora estoy con ella, claro que nada serio.- dijo Harry.
-¿Con Lydia? ¿No estabas con Karem?
-Eso fue hace una semana...
-Perdona, tengo que ponerme al día con tus ligues.
-Deberías. Bueno, ¿entonces estás en plan serio con Carter?
-¡Si!- dije sonriendo.- Me lo pidió ayer ¿que te parece?
-Me parece bien si a ti te lo parece.- concluyó.
Cuando llegamos al instituto, me despedí de Harry y entré en clase de Español que era la asignatura que me tocaba a primera hora. En esa clase me sentaba con una chica muy callada llamada Alice, así que sería un aburrimiento. Busqué a Nick con la mirada, pero no estaba, probablemente se hubiese quedado dormido y llegase un poco más tarde, así que sin más me fui a ocupar mi sitio algo desilusionada.
La clase de Español se hizo eterna, y Nick no había aparecido, tal vez estuviese enfermo o algo así.
Teníamos clase de Química, y hoy Deryck nos daría la clase de nuevo. Me senté sola, dejando un espacio vacío donde se suponía que debía estar Nick, la clase se me haría eterna si no estaba él y más si Deryck daba la clase que me hacía sentir incómoda.
Deryck entró en clase y como era rutina, algunas chicas se levantaron a hablar con él. Él las dijo amablemente que se sentaran, sin quitar la sonrisa de su cara.
Empezó a explicar una práctica con el microscopio en parejas mientras algunas, para variar, hacían preguntas estúpidas. Cuando terminó levanté la mano.
-No tengo pareja.- dije, ya que no podía hacer la práctica sin compañero. Él echó un vistazo a la clase, buscando a otra persona sin pareja, pero no había nadie.
-Está bien, yo me pondré contigo.- dijo mientras iba al sitio de Nick y se sentaba y el resto de la clase empezaba la práctica.
-Bueno, ¿cómo es esto de ser profesor?- le pregunté para entablar una conversación después de nuestra tregua de ayer.
-A veces mola, pero normalmente es aburrido, tengo que hacer las mismas prácticas con todas las clases y acabo aburrido de explicar todo el tiempo lo mismo.
-Oh si.- dije como si lo entendiera.- Por no hablar de todas las alumnas pesadas que te acosan.- dije dirigiendo la mirada a Sam y Sophie.
Él soltó una carcajada.
-No son pesadas.- dijo.
-¡Si que lo son! No dejan de mirarte y de hacerte preguntas estúpidas o que no vienen a nada, me ponen de los nervios...- dije aburrida, mientras toqueteaba unas piedrecitas que teníamos que ver por el microscopio.
-¿Si a mi no me molestan porque deberían de molestarte a ti?- dijo sonriendo.
Yo le miré seriamente.
-Si piensas que estoy celosa o algo te equivocas y eres un creído. Me molestan y punto.- dije molesta.
Él volvió a reírse.
-Está bien, está bien, no te pongas así.- dijo con una sonrisa socarrona.
Cogí el microscopio y lo encendí, coloqué el pequeño cristal con una de las piedras encima para poder verlo. Después miré a Deryck para ver si lo había colocado bien.
-¿Qué tal?- dije refiriendo al microscopio.
-¿No decías que no salías con Nick?- dijo ignorando mi pregunta-
-Si bueno... ¿Por qué lo dices?
-Os vi besándoos ayer.- dijo.
-Ya bueno, es que ayer empezamos en plan serio.- respondí.
-Me alegro.- dijo esbozando una breve sonrisa, y después empezó a ajustar el microscopio sin volver a tocar el tema.
Nick no había venido en todo el día, y yo me quedaría con la ganas de verle hasta mañana, si es que venía, tal vez le llamara por la tarde.
Era penúltima hora, yo salí de clase, distraída en mis pensamientos cuando me choqué de golpe con alguien y todos mis libros se cayeron.
-Perdón.- murmuré agachándome a recogerlos.
-No importa.- respondió y se agachó también para ayudarme.
Levanté la vista para ver de quién se trataba y ella hizo lo mismo al la vez. Era Leslie, nos miramos incómodas sin saber bien que hacer. Aun tenía mal aspecto, estaba muy delgada, con ojeras y los ojos rojos, además de muy pálida, entre otras cosas.
Nos levantamos cuando estuvieron todos recogidos y me dio mis libros sin mirarme a los ojos, después ambas salimos disparadas de allí como si nada hubiese pasado.
Fui hacia mi taquilla, preocupada por Leslie. Abrí la puerta de mi taquilla y empecé a guardar libros. Necesitaba hablar con Les, pero ella no quería, no entendía que me preocupada por ella.
Entonces alguien me rodeó por la cintura con su brazos por detrás, yo me giré y me encontré con Nick que me dio un largo beso.
-¿Por qué no has venido?- pregunté con una sonrisa.
Él se descolgó del hombro una guitarra que estaba guardada en una funda de cuero y me la enseñó.
-He estado ahorrando y al final he juntado suficiente para comprarla. Un tío las vendía esta mañana a muy buen precio, es de segunda mano, pero está bastante bien.- dijo ilusionado.- Por eso he faltado, no quería ir esta tarde por si se agotaban.
-¡Es genial!- dije sinceramente. Sabía que Nick tuvo que vender su antigua guitarra porque necesitaba dinero, y solo conservaba su púa.- ¿Me tocas alguna canción?
-No sé, he perdido práctica... Tal vez otro día.- dijo.
-¡Venga por favor! ¡Solo una canción! Vamos al patio, ahora estará vacío.
-No, en serio, me da vergüenza... Te prometo que otro día.- dijo.
-Está bien...- él sonrió, y me cogió de la mano para ir a la siguiente clase.
Las dos últimas horas pasaron en nada con Nick, pero al final sonó la sirena que indicaba que podíamos ir a casa, o en mi caso que podía ir al castigo con Ryan...
Entré en la sala de castigados y me encontré a Ryan sentado en la mesa con dos botes grandes de pintura y otra herramientas para pintar, mirándolas con preocupación.
-¿Qué pasa?- dije-
-Tenemos que pintar la clase, porque algún subnormal ha hecho un graffiti...- dijo con la mirada perdida.- ¡¿Pero que se creen que somos?! ¡Que contraten a alguien para que lo haga!- dijo indignado a la vez que se levantaba.
En ese momento entró el conserje con dos monos de trabajo en la mano.
-Tenéis que poneros esto- dijo.
-Ni de coña.- dijo Ryan.- ¡Yo no pienso ponerme esa basura!
-¿Es que prefieres mancharte tu ropa de marca, niño?- contestó el conserje a la vez que le lanzaba el mono a Ryan y éste lo cogía a vuelo aun enfadado, después el conserje me dio el mío y se marchó mientras murmuraba algo sobre "maldito niño mimado". Y era cierto, Ryan es un niño mimado que siempre consigue lo que quiere, ya sea por su cara bonita o por su cantidad de dinero, y no estaba nada acostumbrado a que le dijeran lo que tenía que hacer y mucho menos a que le hicieran quitar chicles de las mesas o pintar una clase, como no solía tocar hacer.
Ryan abrió la boca para quejarse de nuevo.
-¡Deja de quejarte!- dije antes de que empezara a hablar.- ¡Si estamos aquí es por tu culpa!- continué molesta.
-Vale, vale. dijo esbozando una sonrisa.- Que susceptible estás hoy.
Yo suspiré y me puse el mono de color azul, tres tallas más grande que la mía encima de mi ropa. Ryan hizo lo mismo, solo que a él no le quedaba grande.
Media hora más tarde teníamos un poco menos de la mitad de la clase pintada de naranja. Ryan harto, tiró el rodillo al cubo y se volvió a sentar en la mesa.
-Aun queda más de la mitad.- dije cogiendo su rodillo y ofreciéndoselo, pero él no lo cogía.
-Oh, venga, no seas pesada. Descansemos un poco.- dijo.
-Me quiero ir a casa, y cuanto antes acabemos antes nos iremos.- dije.
-¿Sabes que me han contado hoy?- dijo ignorándome y yo suspiré.
-¿El qué?
-Que sales con Carter.- dijo a la vez que soltaba una carcajada.- Que estupidez ¿verdad?
-Pues no.- dije seriamente.
A él le cambió la cara.
-¿Cómo que no?- dijo sin entender.
-Pues que no es una estupidez.- continué.
-Pero si a ti Nick Carter te cae mal.- dije haciendo una sonrisa insegura, como si pensara que estaba de broma.
-Me caía mal.- dije recalcando la palabra ''caía''.
-¿Me estás diciendo que sales con ese?- dijo atónito.
-Básicamente.- respondí y él volvió a reír a carcajadas.
-¡No te creo! No has podido caer tan bajo.
-Pues no me creas, pero es verdad.- dije.
-¿Esperas que crea que tu sales con él? Eres demasiado pija para estar con ese, además ¡seguro que tiene pulgas! ¿Has visto su casa? Tu no estás tan mal de la cabeza...- dijo a la vez que se levantaba.
-¡Cállate idiota!- dije suspirando, Ryan siempre hablaba así de Nick.
Ryan se reía todo el tiempo.
-Entonces es cierto...- dijo sin parar de reír.- Cuando me lo contaron no me lo creí, y hay gente que tampoco se lo cree.- dijo mientras se acercaba.
-¿Y porqué no se lo creen?- pregunté.
-¡Pues porque eres una rubita pija!- dijo revolviéndome el pelo.- Y sales con el Harry ese, que se tira a todas las animadoras, por no hablar de tu amiga Valery que es la reina de los ponis rosas. Todo el mundo espera de ti que salgas con gente con dinero, no con el Nick ese. Hay apuestas que dicen que dejarás a Nick por mi, creo que voy a apostar yo también...- dijo acercándose peligrosamente.
-Eres imbécil...- dije.
Él puso su mano en mi mejilla mientras me miraba sonriendo.
-Eres demasiado guapa para estar con él, deberías estar conmigo.- dijo.
-No me toques.
-Estás manchada de pintura.- dijo limpiándome la mejilla.- ¿Tienes miedo de que me acerque demasiado y no te puedas controlar?- dijo y se acercó más a mi, tanto que notaba su aliento rozando mis labios al hablar.
Le empujé para alejarle lo suficiente y después le apunté con el rodillo empapado de pintura.
-Tranquila, tranquila, no te voy a hacer nada que no quieras hacer.- dijo sonriendo y volvió a coger su rodillo para pintar el resto de la clase.
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¡Siento haber tardado tanto! Es que en temporada de instituto tengo mucho menos tiempo, además de las clases extraescolares (creo que ya os lo he dicho alguna vez) en fin, que estoy intentando sacar tiempo para escribir pero a veces me cuesta un poquito D:
Decirme que os ha parecido el capítulo plissss :3 Y nada, hasta lo antes posible :D ¡Se os quiere!
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