domingo, 9 de diciembre de 2012

Capítulo 18.


Mi disfraz para Halloween consistía en un vestido corto rojo, con cordones estilo corsé negros, unos guantes largos de color negro, tacones, y una cosa en el cuello que llevan los vampiros cuyo nombre desconozco.
Había pensado en ponerme una dentadura de vampiro, pero decidí no hacerlo ya que 1. Era incomoda. 2. Me hacía babear y 3. Me hacía hablar como una completa idiota.
Así que me limité a pintar mis labios de rojo sangre y hacer que la pintura se corriera un poco por las comisuras como si fuera sangre. Dediqué bastante tiempo a hacer que en mi cuello pareciera que había una mordedura de vampiro, lo hice justo sobre mi tatuaje, para que así de paso no se viera. Había convertido mi estúpido tatuaje del cuello en una perfecta mordedura de vampiro.
Pero a decir verdad lo mejor de mi disfraz eran unas lentillas de color blancas que había conseguido el Halloween pasado y no me había vuelto a poner, quedaban realmente bien y daban un aspecto algo mas terrorífico.
Mi disfraz no daba miedo... Pero era sexy.
Con mi pelo quise lograr que se rizara de tal manera que quedase igual que el de las vampiresas de Van Helsing, y fue fácil lograrlo.
Harry aparcó el coche y salió de él conmigo. Él se había disfrazado de zombie. Se limitó a ponerse un traje y desgarrarlo un poco por todos lados y llenar su cara y ropa de sangre, y hacer algunas heridas que quedaron bastante reales, por diferentes lugares de su cuerpo.
La hermandad consistía en una casa muy grande. Tan grande como para que allí viviesen un grupo bastante amplio de universitarios, y esta hermandad era una con bastante prestigio, la típica en la que no podía entrar cualquiera.
-¡Wouh! Esto está genial.- dijo Harry saliendo del coche.
-La verdad es que si.- dije de acuerdo con Harry.
Caminamos hasta la puerta, ya podíamos oír el ruido y la música del interior. El sitio era enorme, por lo tanto estaría lleno y con suerte encontraría algún universitario sexy y simpático con el que pasar la noche.
-El sitio estará lleno, con suerte encontraré a una universitaria sexy con la que compartir cama esta noche.- dijo Harry casi como leyéndome la mente. Solo que yo no pensé en nada sobre camas.
Nos acercamos a la puerta donde había dos tíos enormes. Probablemente fueran jugadores de fútbol americano o algo similar.
Harry comenzó a pasar como si nada pero ellos le pararon.
-¿A dónde vas?- dijo uno de ellos.
-¿A dónde crees que voy?- dijo Harry.- A la fiesta...- dijo como si no fuese suficientemente obvio.
-Solo es para gente del campus o invitados.
-Estamos invitados.- dijo Harry señalándome a mi y a él.
-¿A si? ¿Y quién os ha invitado?- dijo el tío.
-Ryan... algo. A él le invitaron y él nos invitó.
-¿Ryan que?- dijo de nuevo el tío.
-¡No sé como se apellida!- dijo Harry consternado.
-Ryan Collins.- dije yo.
Uno de los tíos miró al otro y este se encogió de hombros.
-No tenemos lista para comprobarlo.- dijo uno.
Harry suspiró.
-Está bien, - dijo uno de los tíos.- Llamar a vuestro amiguito y que salga y os dejamos entrar.
Harry me miró y yo asentí.
Cogí mi teléfono y busqué su número en mi agenda que había guardado hace un mes cuando estaba con Deryck en el cine.
-¿Si?- dijo Ryan en voz muy alta ya que el volumen de la música de la fiesta hacía que no se le escuchase muy bien.
-Ryan... Estoy en la puerta de la fiesta, y dos tíos no nos dejan entrar, dicen que vengas para que pasemos.
-Está bien...- dijo él.- Voy en un segundo.
-Gracias.- dije y colgué.-Ya... Ahora sale.
Nos quedamos un rato esperando, y en seguida salió Ryan sin camiseta. ¿Que hacía si camiseta tan pronto?
-Ey...- dijo Ryan.
-¿Podemos entrar ya?- dijo Harry harto de esperar.
-Si, si pasar.
Harry sonrió, tenía ganas de fiesta. Entramos.
La música estaba muy alta, allí no había problemas con el volumen ya que era un campus y no había vecinos pesados. La gente bailaba y bebía. El sitio era enorme y había un montón de gente, nosotros éramos los más pequeño de allí.
-Entonces... ¿nos vemos luego?- dijo Harry.
-Si.- dije sonriendo.
-Perfecto.- contestó y en segundos había desaparecido.
Harry era así, en las fiestas desaparecía y no le veía hasta que hubiesen acabado. Era muy sociable y se metía en un grupo en cuestión de segundos. Además si a él le encantaban las fiestas era porque había chicas, y esta la gustaba más ya que eran chicas universitarias.
Me quedé sola con Ryan y el me miraba riendo.
-Parece que hemos venido a conjunto. Por cierto, tus lentillas son geniales.
Yo le miré. Aunque solo llevase pantalón se veía que su disfraz hace un rato había sido de vampiro al igual que el mío. Por su maquillaje pálido y la sangre en su boca. Yo sonreí.
-Gracias. Eso parece ¿y tu camiseta?- dije cuando la curiosidad me pudo.
-Oh, estaba jugando a la botella, y me deshice de algunas prendas. Ya sabes... ¿vienes?
-Claro.- no podía hace otra cosa, allí no conocía a nadie.
Ryan me guió por la fiesta, me consiguió un vaso de bebida y en un rato estábamos en una mesa redonda rodeada por gente.
-Abrir un hueco.- dijo Ryan.- traigo una nueva jugadora.- dijo sonriendo.
-Hey, siéntate.- dijo un chico moreno corriendo su silla y colocando una al su lado para que me sentara.- Soy Evan.
-Yo Alison.-dije sentándome.
Me presenté a lo demás que rodeaban la mesa. Luke, Matthew y Dylan. Y luego cuatro chicas que se llamaban Lindsay, Sam, Alexia y Elody.
-¿Es que habéis acabado el juego mientras no estaba?- dijo Ryan.
-No, es solo que Evan se ha quedado sin ropa y hemos decidido empezar de nuevo.- dijo Luke.- Aunque teníamos que haber seguido sin él... Pero bueno.
-Está bien, pues empecemos de nuevo.- dijo Ryan poniéndose la camiseta.
-¿Sabes jugar Alison?- dijo Alexia tratándome de tonta.
-Si, descuida.- dije.
Era un juego sencillo. Iba por turnos, uno giraba la botella y a la persona que indicaba tenía que hacer una prueba de verdad, atrevimiento o beso. Si elegían verdad le tenían que hacer una pregunta y tenía que responder con sinceridad, si lo demás de la mesa también habían hecho lo que decía la pregunta bebían y si no nada. Si elegían atrevimiento tenías que hacer una prueba que te dijeran, si no la querías hacer soltabas prenda. Y beso era simple, tenías que darle un beso a quien te dijeran, y si no prenda.
-Empiezo yo.- dijo Elody sonriendo. Elody tenía el pelo moreno, era bastante guapa. Lo que pasa es que no llegué a entender su disfraz, iba de... conejita. ¿Que clase de miedo podía producirte una conejita? En fin, cada uno interpreta Halloween a su manera.
Giró la botella de cristal vacía no con mucha fuerza, que acabo indicando a Lindsay. Lindsay hizo una tonta risita y Elody la guiñó un ojo. Apuesto a que eran muy amigas y Elody la haría besarse o algo con algún chico que a ella le gustase.
-Bien... Déjame que piense...- dijo Elody. - Vale, tienes que comer la nata del cuerpo de... Ryan.- dijo sonriendo y sacando un bote de nata en spray.
Ella asintió y Ryan hizo una amplia sonrisa. Él se levantó la camiseta y Elody hecho la nata por todo su cuerpo, entonces Lindsay se sentó a horcajadas sobre él y empezó a besar todo su cuerpo sin dejar ni rastro. Era repugnante.
Cuando acabó se volvió a su sitio sonriendo.
-Te toca tirar.- dijo Elody a Dylan.
Dylan comenzó a hacer girar la botella que terminó indicando a Sam. Dylan le dijo a Sam que fuera a buscar a un tío cualquiera de la fiesta y le preguntara si quería tocarle las tetas. Ella no quiso hacerlo y se quitó los tacones a modo de prenda.
Le tocaba a Ryan y comenzó a girar la botella, y como no terminó apuntándome a mi. Él sonrió ampliamente.
-El tiro perfecto.- dijo él haciendo entender que intentaba que me tocase a mi.
-¿Y bien?- dije.
-Tienes que... besarme.- dijo sin más.
Medité unos segundos. Se supone que Ryan creía que aun salía con Deryck... Pero no era cierto, así que ¿que importaba? Me levanté hacia donde él estaba y me miró sorprendido, no esperaba que lo fuera a hacer. Puse mi manos al rededor de su cara y él me cogió de la cintura, y le empecé a besar.
-Tal y como los recordaba...- dijo cuando me alejé mirándome fijamente a los ojos.
Yo hice una sonrisa indiferente, como si eso no significara nada para mi y volví a mi sitio.
Le tocaba a Alexia y ella tiró la botella que indicó Sam.
-Está bien, será una pregunta.- dijo Alexia.- ¿Alguna vez has puesto los cuernos a alguna pareja?
Sam negó con la cabeza orgullosa, entonces Luke bebió de su vaso lleno de alcohol, Elody también lo hizo, yo miré a Ryan que también bebió sin mirarme, tal vez por la culpabilidad, y por último yo di un largo trago a mi bebida.
Ryan pensaría que yo bebía porque había puesto los cuernos a Deryck ahora mismo con él, pero no, realmente yo había puesto los cuernos a Will con Deryck, y por eso bebí, solo que él no lo sabía. Y estaba claro que si Ryan había bebido era porque me había puesto los cuernos a mi, con esa tía.
Me tocaba a mi tirar. La botella indicó a Matthew, no había pensado nada, así que improvisé.
-Tienes que darle un beso a Ryan.- dije sonriendo y con convicción.
Ryan me miró con los ojos abiertos como platos.
-¡No!- dijo Ryan, pero era Matthew quien tenía la elección.
-Venga, ¡será sexy!- dijo Elody animada.
Matthew se rió y se quitó la camiseta.
-¡Aburridos!- dijo Elody cruzando sus brazos, y Ryan suspiró aliviado.

Estuvimos un rato más jugando, pero cuando todos hicimos tres pruebas terminó el juego. Algunos terminaron en ropa interior, yo solo me deshice de mis tacones y la cosa del cuello de mi disfraz.
Nos levantamos y Ryan fue a mi lado y me agarró por la cintura.
-Tu beso fue genial.-dijo sonriendo.
-¿En serio? Me alegro, espero que lo hayas disfrutado porque no habrá más.- dije sonriéndole dulcemente.
No esperaba permitir que se saliera con la suya, y mucho menos cuando me puso los cuernos y cuando dijo eso a principio de curso sobre que me olvidaría de Deryck por él y bla bla bla.
No es que aun quisiera a Deryck, que también, aunque ya casi le estaba olvidando, si no que no quería volver a enamorarme de él y que me hiciera daño. Encontraría a alguien mejor.
-¿Estás segura?- dijo acercándose más a mi.- Sé que te mueres por probar mis labios una vez más.
-Claro que si Ryan... Creo que has bebido demasiado, deliras.
-¡Vamos! Sabes que es cierto.- dijo.
-Si, claro.- dije.- Necesito ir al baño a arreglarme el maquillaje.- le dije a Ryan.- ¿Sabes donde hay uno?
En cierta prueba Evan había tenido que hacerme un chupetón en el cuello, por lo tanto me había destrozado todo el maquillaje del cuello.
-No sé, espera, preguntaré.- dijo Ryan.
Se giró mirando a su alrededor y paró a un tío alto y moreno disfrazado de ''Edward Scissorhands'' que pasaba por nuestro lado.
-Perdona tío, ¿sabes donde hay un baño?
El tío me estaba dando la espalda mirando a Ryan. Era un poco mas alto que él, al ser más mayor supongo.
-Claro, por ese pasillo hay uno.- dijo girándose para indicarle y dándome la cara.
Mi corazón se paró en ese instante, o al menos sentí como si se parara.
-Alison... ¿No es este tu novio?- me dijo Ryan sin estar muy seguro.
-Hola Deryck...- dije mientras las piernas me temblaban.
-¿Alison?- él me miraba fijamente.
-¿Que tal?- dije sin saber como actuar.
Se supone que para Ryan estaba saliendo con él, pero para Deryck lo habíamos dejado... Estaba hecha un lío.
-¿¡Pero que mierda de reencuentro es este!? - dijo Ryan como si nada.- ¿¡Llevas meses sin ver a tu novio y solo le dices que que tal!?
Mierda mierda mierda. Estaba en un aprieto.
Le hice una mirada a Deryck para que me siguiera el rollo. Y él lo cogió en seguida.
-¡Oh Alison te he echado tanto de menos!- dijo estrechándome entre sus brazos.
-No sobreactues...- le dije cuando le tenía cerca para que Ryan no nos escuchase.
-Esta bien... Pero quiero una explicación de esto.- dijo también a mi oído mientras seguíamos abrazándonos.
-Vale... Ahora nos apartamos y nos damos un beso, pero muy corto.- dije.
Nos apartamos despacio y nos dimos un beso corto en los labios, entonces miré a Ryan para ver si había colado.
-Que bonito...- dijo Ryan.- ¿Queréis que os ayude a buscar una habitación para tener más intimidad?- continuó.- Tenía pensado llevarme a una rubia con la que estaba jugando hace un rato a la botella, sé que ella me adora, y la tenía en la palma de la mano, pero puesto que os acabáis de reencontrar, os cederé la habitación. No es fácil encontrarlas ahora todas están ocupadas por parejas y esas cosas.
Sé que lo decía todo para fastidiar, para hacerme sentir incómoda por haberle puesto los cuernos supuestamente a Deryck con él, cuando no lo había hecho, ya que no estaba con Deryck.
Ryan empezó a guiarnos hacia la habitación sin darnos oportunidad de hablar. En fin, daba igual, estaríamos en la habitación el suficiente rato para que fuera creíble que habíamos estado haciendo algo, le explicaría todo a Deryck y después saldríamos de allí.
-Es esta.- dijo Ryan abriendo la puerta.- ¿Veis? Vacía.
Deryck me miró y yo asentí, entonces él entró. Cuando yo iba a entrar Ryan me cogió de la muñeca y me susurró al oído.
-Intenta no pensar en mi cuando estés con él.- y me mordió el lóbulo de la oreja. Después me sonrió ampliamente y se fue.
Si fuera verdad que Deryck y yo estábamos juntos me habría preocupado porque nos hubiese visto, pero como no era así me daba igual.
Cerré la puerta tras de mi. Deryck estaba sentado sobre la cama.
-¿Me puedes explicar que acaba de pasar? - dijo sonriendo, parece que la situación la parecía divertida.
-Está bien, ese chico es mi ex-novio, y como no quería que estuviese detrás de mi le dije que aun seguía contigo. Fin de la historia.- dije sentándome a su lado.
-¿Es el mismo tío que estaba en el paintball aquel día?
-Si...- dije recordando.
-¿Y que piensas hacer mas tarde?
-No sé, en unas semanas le diré que lo hemos dejado, y listo.
-Ah, genial. Y ahora se supone que lo estamos haciendo ¿no?
-Efectivamente.- respondí.
-De acuerdo, pues quítate la bragas.- dijo como si nada.
-¿Qué? ¿Te has vuelto loco? Solo fingir, ¡no vamos a hacer nada!- dije consternada.
-¡Ya lo sé!- dijo él suspirando.- Aquí colgamos las bragas en el picaporte por la parte de fuera, y así la gente sabe que está ocupado, quieres que sea creíble ¿no?
-Está bien... - dije.- Eso se avisa antes.
Me las quité por debajo del vestido, y después las abrí la puerta, las colgué y cerré de nuevo. Después me senté tratando de taparme bien.
Nos quedamos cinco minutos en silencio. No quería decirle nada, aunque la verdad es que mil preguntas acechaban  mi mente en ese momento, la primera por ejemplo ¿que hacía él aquí?
-Oye Alison...- dijo él.
-¿Qué?
-Siento lo que ocurrió, y puedo explicártelo.
-No necesito que me expliques nada, pude verlo.- dije aun enfadada.
-¿No leíste el correo que te mandé? Hay te lo expliqué todo.
-Lo eliminé.
El suspiró.
-Entonces deja que te explique ahora.
-¡No quiero tus explicaciones! Por si no lo has notado sigo enfadada.
-Está bien, pero si me dejas explicarte tal vez dejes de estarlo.
Miré mi reloj, yo creo que ya había pasado suficiente tiempo, me levanté y abrí la puerta para irme.
-Espera Alison...- dijo él levantándose.
Yo cerré la puerta sin haber salido y le miré.
-Eres realmente imbécil... ¡No están!- dije muy enfadada.
-¿El que no está?- dijo sin entender.
-Mis bragas pedazo de gilipollas.- dije empezando a dar vueltas por la habitación.
Algún gilipollas tenía que haberlas cogido. Deryck se rió.
-¿Y te ríes?- dije molesta.
-Esta bien... Perdón. - dijo.- pensaremos algo.
Yo suspiré, estaba harta de él, realmente harta. Ryan en su comparación era el cielo personificado.
Salí de la habitación sin decirle nada más y llamé por teléfono a Harry.
-¿Si?- oí su voz tras el móvil.
-Nos vamos ya...- le dije mientras bajaba por las escaleras procurando que no se me viera nada.
-Está bien...- dijo.- Te espero frente al coche.
-Hasta ahora.- le dije y colgué saliendo de ahí rápido. Necesitaba llegar a casa y ponerme algo de ropa interior.
Me apoyé en el coche de Harry a esperar a que llegase. Un minuto mas tarde estaba allí.
-Dime que no has bebido mucho.- le dije cuando llegó a mi lado.
-Puedo conducir.- afirmó.
-De acuerdo...- dije más tranquila.
-¿Que tal la noche?- dijo sonriendo.
-Mas o menos... ¿Y tú? ¿Has ligado mucho?- dije sonriendo e intentando olvidar mi mala suerte.
-Bastante.- dijo esbozando una sonrisa y sacando una bragas de su bolsillo. Mejor dicho, mis bragas.
-Eres la persona mas inútil que he conocido en mi vida.- dije quitándoselas de las manos.
-¡Eh!¿Que haces?- dijo molesto.
-¡Son mías estúpido!- dije mientras me las ponía.
Él me miró fijamente durante unos segundos y después comenzó a reírse a carcajadas.
-No tiene gracia.
-Admite que si la tiene.
Era cierto, tenía un poco de gracia.
-Osea, que no has ligado nada y te dedicas a quitar las bragas de otras chicas.- dije mas tranquila.
-Si que he ligado, pero no con nadie que estuviese dispuesta a regalarme sus bragas.- dijo riendo.
-Yo tampoco lo estaba...- dije.
-Perdona, es solo que las vi ahí colgadas y me pareció gracioso llevármelas.- dijo sin para de reír mientras arrancaba el coche.- Por cierto, dime que no era Ryan con el que estabas en la habitación.
-No, no era él.- dije.
-Genial, no me gustaría verte de nuevo con ese gilipollas. Y dime ¿quién era?
Harry conducía de vuelta a casa, mientras yo le contaba de forma resumida mi noche.
Hoy tendría mucho en que pensar antes de irme a la cama.

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¡Hasta aquí el capítulo! Espero que os haya gustado mucho ^_^
Y nada mas que decir, dejarme un comentario :3 
Y os traeré el próximo capítulo tan pronto como pueda :D Muchos besos, se os quiere.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 17

Era Miércoles por la tarde. Estaba tirada en mi cama mirando al techo, intentando pensar en que podía matar el tiempo. Era un día realmente aburrido.
Estaba tratando de decidir si ir a la fiesta a la que me invitó Ryan o no. Sé que si se lo decía a Harry me diría que si, Harry se apuntaba a todas las fiestas, pero estaba indecisa.
Abrí el último cajón de mi mesita. Ese cajón donde guardaba todas esas cosas inútiles que me daba pena tirar, entre ellas mi magnifica bola adivina. Una bola que si le formulas tu pregunta y agitas la bola te dice tu respuesta. Las típicas respuestas eran ''Oh, por supuesto'' ''¡Ni pensarlo!'' ''Vuelve a intentarlo'' ''Quizás...''.
-¿Debería ir a la fiesta de Ryan?- dije mirando a la bola y sintiéndome realmente tonta. Después agité la bola.
''Quizás...'' no me gustaba esa respuesta y volví a agitar ''¡Ni pensarlo!'' tampoco, volví a agitar ''Vuelve a intentarlo''... ''¡Ni pensarlo!''... ''Oh, por supuesto'', yo sonreí conforme ante esa respuesta.
-Lo que usted diga bola mágica adivina...- tal vez tuviese ganas de ir.
Cogí mi teléfono y le escribí un mensaje a Harry, ''En cinco minutos estoy en tu casa''.
Me vestí y me fui hacia allí.

Unos minutos mas tarde ya estaba en casa de Harry. Su madre me había abierto y ahora yo estaba caminando hacia su cuarto.
Abrí la puerta y me encontré a Harry en ropa interior dormido sobre la cama con toda la habitación desordenada. Su enorme cama estaba deshecha, y el suelo estaba lleno de cosas.
La habitación de Harry era genial... Al menos cuando estaba ordenada. Tenía algunos posters de grupos del estilo Avenged Sevenfold, Linkin Park, Blink 182... Además de dos guitarras eléctricas, una colgada en la pared y una tirada en el suelo de cualquier manera, que era la que normalmente usaba. Me gustaba, porque tenía estilo.
-Te he dejado un mensaje, imbécil...- dije.
-Déjame mamá.- dijo él perezoso sin abrir los ojos.
-No soy tu madre...
Entonces abrió los ojos y me miró.
-Ah... Eres tu, que susto.- volvió a cerrar los ojos.
-Escucha,-dije.
-Mmmh...- el hizo un sonido indescriptible que indicaba que me escuchaba.
-El Viernes iremos a una fiesta universitaria, de esas que te dejan con la boca abierta.- dije sonriendo sabiendo que a Harry le encantaría la idea.
-¿Tipo Project X?- dijo abriendo los ojos y mirándome interesado.
-Puede ser... Es de Halloween, y hay que ir disfrazado.
-¡Genial!- dijo él.
Yo sonreí y me tumbé junto a él en la cama.
-Por cierto...- dijo él mirándome.
Estábamos los dos tumbados de lado mirándonos.
-Dime.
-Ayer después de clase hablé con Leslie.
-¿Y bien...? ¿Que dijo?
-Cito textualmente- se aclaró la garganta y dijo.- ''Vete a la mierda''. Y después se fue...
Yo suspiré. Leslie estaba perdida.


Varias horas mas tarde volvía a estar en casa. Harry y yo habíamos pasado toda la tarde en su casa haciendo el idiota. Después él me acompañó a casa.
Había dejado la bola mágica adivina tirada en la cama.
La cogí, abrí el cajón donde estaba y la guardé. Pero antes de cerrar el cajón algo llamó mi atención.
Una bola de cristal con un hada en el medio que al agitarla aparecía purpurina, la misma bola de cristal que me regaló Deryck. Entonces todos los recuerdos volvieron a mi mente.
Le había olvidado completamente. Había tenido tantas cosas en la cabeza últimamente que no le había recordado ni una vez. Inconscientemente pasé la mano por el tatuaje de mi cuello. Agité la bola de cristal dejando caer la purpurina. La dejé sobre la mesa, y volví a mirar en el cajón.
Allí estaban las fotos que me saqué con Deryck el día antes de irme. Los dos sonreíamos, en algunas él me daba un beso. Estaba guapísimo... ¿que habría sido de él en este tiempo?
Sin darme cuenta había empezado a llorar, aun no le había olvidado, su recuerdo seguía ahí.
Seguramente el ni me recordaba, estaría saliendo con Nicole, o invitando a chicas a su casa de soltero sexy... No sé, no quería pensarlo porque dolía.
Cogí las fotos y la bola de cristal y las volví a guardar en el cajón, enterrando así los recuerdos dolorosos.

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¡Lo sé! Es un capítulo muy corto... D:
Pero hay un motivo. Veréis, el próximo capítulo será el de la fiesta de Halloween, por lo tanto será largo, y no quería contar en este capítulo lo de la fiesta por que entonces me quedaría demasiado largo.
Así que nada. Supongo que el capítulo de la fiesta de Halloween estará antes del Lunes, al menos lo intentaré.
Y nada mas, muchos besos y hasta la próxima! SE OS QUIERE.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Capítulo 16.

El lunes por la mañana todo parecía mejor. Hacía frío, y llovía, pero yo me sentía mucho mejor a comparación del fin de semana.
Michael actuó como si nada, yo sabía que en el fondo no estaba bien, pero seguro que lo superaría, él es un chico muy fuerte. Y yo por mi parte, había tenido mucho tiempo para pensar, y a pesar de que todavía estaba deprimida por haber perdido a mi mejor amiga y que hubiesen hecho daño a mi hermano, tenía que ser optimista, así que el Lunes por la mañana me levanté con una sonrisa.
Caminaba de hacia el instituto con un paraguas en la mano y cuando llegué al instituto sonó la sirena, justo a tiempo.
Entré en clase y vi a Leslie sentada donde siempre, ni si quiera me dirigió una mirada. Caminé hacia mi sitio junto a Nick.
-Hola.- le saludé mientras me sentaba, él me ignoró. Olvidé que estaba enfadado.
El profesor comenzó sus aburridas explicaciones sobre el proyecto de química que teníamos que hacer ahora. Yo intentaba concentrarme, pero no podía, mis pensamientos si dirigían a otros lados.
Necesitaba mantener ocupada mi mente.
-¿Qué hiciste este fin de semana?- le dije a Nick para intentar romper el hielo y que dejara de estar enfadado.
-Intento enterarme.- dijo él sin mirarme.
Yo suspiré.
-¿Te pasa algo?- dije como si no nos hubiésemos enfadado. Me parecía una tontería que estuviésemos ignorándonos por esa gilipollez, y necesitaba hablar con alguien.
-No, es solo que no quiero ser una molestia. No es necesario que te compadezcas de mi y mi hables si no te caigo bien.- dijo Nick.
Eso debía de ser por el comentario que le dije el otro día sobre ''Ni si quiera me caes bien'', genial, me costaría arreglar eso. No es que Nick me caíga mal, es solo que en ese momento estaba molesta y dije lo primero que se me pasó por la cabeza.
-No me caes mal, Nick, es solo que en ese momento estabas siendo inaguantable y me salió solo.
-¿Intentas arreglarlo diciendo que soy inaguantable?- dijo esta vez mirándome.- Por que si es así eso de arreglar cosas no se te da muy bien.- continuó esbozando una breve sonrisa.
-Ya, lo sé. Está bien, lo siento, no debí de decirte eso.
-Acepto tus disculpas.- dijo sonriendo conforme y volvió a mirar las pizarra.
Acababa de dejar a Nick salirse con la suya ¿cómo es posible que ese chico siempre consiga lo que quiere? Me acababa de disculpar cuando era el quien debía de haberlo hecho... Está bien, no dije nada, no tenía ganas de volver a estropear las cosas.


Unas horas mas tarde sonó la sirena que indicaba el comienzo del tiempo libre. Normalmente en ese tiempo estaba con Leslie y algunas veces mas gente e íbamos a una cafetería o simplemente a dar una vuelta mientras esperábamos el comienzo de las clases de nuevo, pero esta vez no.
Fui a buscar a Harry.
Estaba sentado en un muro en frente del instituto, siempre solía estar ahí. Me acerqué por detrás. Estaba junto a una chica rubia llamada Brittany, ella es animadora, la típica chica con la cabeza hueca. Le tocaba el brazo a Harry y lo miraba con interés, estaba viendo uno de sus tatuajes.
-Vaya, que bonito...- dijo sonriendo.
En el tatuaje de Harry ponía ''Fuck it'', no es algo que realmente puedas decir que es bonito, pero bueno.
Brittany me empezó a mirar, con unos ojos que decían ''no te acerques, es mío'', Harry dirigió su mirada hacia mi para ver que era lo que Brittany miraba y cuando me vio sonrió.
De un salto bajó del muro sin borrar la sonrisa de su cara.
-¡Hola, preciosa!- dijo Harry.
Tuve tiempo de ver la cara de asco que ponía Brittany antes de que Harry me envolviese en un abrazo.
-¿Cómo te fue el fin de semana?
-Pues de eso te quería hablar...
Fuimos juntos a una cafetería no muy lejos del instituto y allí con una batido de chocolate en frente, empecé a desahogarme y a contarle todo lo ocurrido. Él me dio la razón en todo, tampoco entendía que le pasaba a Leslie, y me prometió que intentaría hablar con ella.
Cuando salimos de la cafetería volvimos andando juntos hacia el instituto.
-Gracias por todo Harry, no sé que haría sin ti.
-No es nada, sabes que siempre voy a estar contigo.- dijo, y me dio un beso en la frente.
Después nos fuimos cada uno a nuestra clase.

Pasadas unas horas, sonó la sirena que indicaba el final de las clases. Me había tenido que sentar durante una gran mayoría de las clases con Silvia Poynter, que es realmente una pesada. Y Leslie se había sentado sola en última fila, pude ver como se ponía sus auriculares y escuchaba música durante toda la clase.
Ahora la gente estaba saliendo del instituto de camino a sus casas, pero yo aun tenía que ir a mi castigo con Ryan.
Cuando llegué a la sala de castigados Ryan ya estaba allí, mirando un cubo de agua que había sobre una mesa.
-Hoy nos toca limpiar mesas... Y sacar lo chicles que están pegados debajo...- dijo sin mirarme, creo que se había traumatizado. Quitar los chiles era realmente asqueroso.
-Genial...- dije irónicamente.
-Bueno, repartamos el trabajo. Yo limpio las mesas,- dijo mientras cogía el cubo.- y tú quitas los chicles.- dijo y me dio unos guantes y una herramienta de raspar para que salieran mas fácilmente.
Yo me reí.
-¿Estás de coña? No pienso quitar los chicles yo sola.- dije.
-Lo suponía...- dijo tras un suspiro volviendo a dejar el cubo donde estaba.- Está bien, lo haremos entre los dos...
-Me parece justo.- dije sonriendo.
Él se puso los guantes y yo hice lo mismo. Se sentó en el suelo y miro debajo de una mesa.
-Esto es asqueroso.- dijo sacando el primer chicle.
-En realidad esto deberías de hacerlo tu, ya que si estamos castigados es por tu culpa, pero como soy simpática te ayudaré.- dije sacando uno.
-Oh, que atenta.- dijo con un tono irónico, yo me reí.- Si llego a saber que tendría que sacar yo los putos chicles no habría pegado tantos...
-Que asco... Osea , que probablemente la mitad de estos chicles hayan estado babeados por ti antes de ser pegados.
-Lo mas seguro.- dijo él.
Estuvimos hablando así durante un buen rato, hasta que nos deshicimos de todos los chicles. Probablemente las mesas estarían llenas de ellos otra vez para la semana que viene, y nuestro trabajo habría sido inútil, pero bueno...
-El Viernes es Halloween.- comentó Ryan.
-Lo sé.- dije cogiendo un trapo y limpiando las manchas de boli de las mesas.
-Habrá una fiesta bestial en un campus de no sé que universidad.
-Me alegro por los que vayan a esa universidad.- dije sin saber a donde quería ir a parar Ryan. Todos sabíamos que a las fiestas de los campus de la universidad solo podían entrar estudiantes de esa universidad, miembros de una hermandad, o invitados de la persona que montase la fiesta.
-¿Vendrás?- dijo Ryan.
-No estoy invitada...
-Pero yo si, y si vas conmigo te dejarán entrar.
-No sé... Solo te conoceré a ti... No pinto mucho.
-Estoy invitando a más gente del instituto. Si quieres puedes invitar a tu amigo el de rizos.
-Harry.- le dije y él asintió.
Sé que Ryan sabía perfectamente como se llamaba Harry, por que además de que le hablaba de él cuando aun estábamos juntos, Harry era bastante popular en el instituto y todos conocían su nombre.
-No sé, lo pensaré.- le dije y el sonrió.
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Pues nada :D Espero que os haya gustado mucho ^^ Dejarme un comentario, y un beso enorme!! Se os quiere <3

martes, 27 de noviembre de 2012

Capítulo 15.

-No lo sé...- murmuré secando mis lágrimas. Aunque lo sabía perfectamente, había perdido a mi mejor amiga, probablemente para siempre.
Ryan se sentó a mi lado y me estrechó con su brazo.
-Sea lo que sea no te preocupes, se acabará arreglando, y si no se arregla lo acabarás olvidando.-dijo él.
Yo alcé la vista mirándole a los ojos. Parecía otro, ya ni si quiera se parecía a ese chico creído y egocentrista que ha sido siempre. En sus ojos veía que era sincero.
Abracé a Ryan, era lo que necesitaba, un abrazo. Me quede mirando sin soltarle hacia la casa de Alex, estábamos lejos, pero aun se podía ver. La gente salía de la casa rápidamente ¿habría terminado la fiesta? Tal vez habían llamado a la policía... Gracias a dios yo ya estaba fuera de la casa y libre de problemas. Entonces vi humo saliendo de las ventanas de la casa de Alex, mucho humo, demasiado para que fuera por los cigarros encendidos.
-¿Que ha pasado?- le dije a Ryan apartándome de él lentamente y deshaciendo de las últimas lágrimas que quedaban en mis mejillas. Tendría que estar horrible... Seguro que se me había corrido todo el maquillaje.
-¿Que pasa de que?
-El humo, tal vez se haya incendiado la casa...- dije algo asustada.
-Bueno, que importa, no hay nadie importante allí.- dijo él levantándose de la acera.
-No digas eso.- dije.- Puede haber gente en peligro...
-Da igual ¿Nos vamos? Te acompaño a casa.- dijo él algo incomodo.
Entonces caí en la cuenta de algo.
-Ryan... ¿En que consistía tu supuesta venganza por lo de que Alex te hubiese robado?- dije imaginado lo peor.
-Te dije que no querrías saberlo... Venga vámonos.
-No, ahora quiero saberlo.- insistí.
-No...
-¿Has incendiado la casa de Alex?- pregunté esperando equivocarme.
Él no respondió y se limitó a mirar al suelo. Siempre hacía eso cuando se sentía culpable o cuando no quería mentirme.
-¡Has incendiado la casa de Alex!- dije esta vez afirmándolo.
-Vamos Alison, no es para tanto. Solo ha sido una habitación, supongo que se le quemarán algunos muebles y la casa se llenará de humo, pero no morirá nadie. Y ahora vámonos antes de que alguien nos vea y piense que hemos sido nosotros.
Me levanté de la acera.
-Estás loco...
Ryan agarró mi mano despacio y comenzó a andar hacia mi casa. Yo le solté, no sé que manía tenía con agarrarme de la mano ¡Se andar! No me voy a perder...
Él me miró y al ver que no tenía pensado darle la mano de nuevo se metió las manos en los bolsillos y siguió andando.
Estuvimos todo el camino en silencio, pero no fue un silencio incomodo, al menos no para mi. Estaba demasiado ocupada pensando en todo lo que había pasado esta noche, sobre todo el lo de Leslie que todavía no me entraba en la cabeza.
Sin darme cuenta ya estábamos en frente de mi casa. Me sequé una lágrima que había caído por mi mejilla sin yo notarlo.
Subí las escaleras del porche y Ryan conmigo.
-Oye Alison...- dijo mientras yo buscaba mis llaves.- Lo siento.
-¿Por qué?
-No sé... Supongo que por todo.- dijo mirándome fijamente.
-Es igual...- Conseguí las llaves y abrí la puerta.- Nos vemos el Lunes...
Él asintió con la cabeza.
Yo hice una amago de entrar en casa, pero Ryan me agarró la mano antes de que entrase.
Yo le miré. Él cogió un mechón de mi pelo y lo pasó por detrás de mi oreja, después me dio un beso en la mejilla.
-Que duermas bien...- dijo.
Yo sonreí, muy levemente pero fue una sonrisa al fin y al cabo.


A la mañana siguiente me desperté por la luz de la ventana. Miré mi reloj, las cinco y media. ¿Había dormido tanto?
La verdad es que era una cosa que solía hacer, cuando estaba triste dormía todo el día esperando a olvidar lo ocurrido, pero nunca funcionaba, por la mañana siempre me despertaba pensando en eso que tanto me preocupaba o me deprimía.
Entonces recordé algo, Michael debería de estar en casa.
Quise correr al salón para ir a saludarle ya que le echaba de menos... Pero entonces pensé en lo ocurrido con Leslie, y en como estaría él. ¿Que le diría yo ahora? Odiaba a Leslie por haberme dejado así ¿que explicación esperaba que le diese a Michael?
Salí de mi cuarto aun con el pijama. Dejaría que las cosas fluyeran por si solas.
Bajé las escaleras hacia el salón y entré. Michael estaba ahí viendo la televisión con mi madre mientras hablaban.
-¡Buenas tardes!- dijo Mike con una sonrisa como si nada.- Pensé que dormirías todo el día y que no vendrías a verme.
Yo sonreí algo insegura... A lo mejor no había leído el mensaje de Leslie...
-Ya... Tenía sueño.
Mike sonrió y se levantó a darme un abrazo. Abrazos con mi hermano, eso era realmente raro. Supongo que él también me habría echado de menos.
-Te he dejado la comida en el microondas.- intervino mi madre.
-Gracias mamá.
-Bueno, ¿y que tal todo? - me dijo Mike.
-Bueno...- dije andando hacia la cocina mientras él me seguía.- Oye Mike, respecto a Leslie...- comencé a decir sin saber muy bien que diría a continuación.
-Es igual...- dijo mas serio.- No quiero hablar de eso.- continuó y dejó de mirarme.
Eso me asustó. Michael estaba realmente mal. Igual que cuando murió mi abuelo cuando Mike tenía diez años, ellos estaban muy unidos y cuando se murió se negó a hablar de ello con nadie. Fingía estar bien todo el tiempo, cuando alguien sacaba el tema de conversación el desaparecía de la habitación o cambiaba de tema, y todas las noches le escuchabas llorar. Decidí no insistir.
-Está bien... ¿Que tal en la universidad?- dije cambiando de tema tal y como él quería.
Entonces me volvió a mirar intentando recuperar la sonrisa.

Me hablo del campus, de las clases, de sus nuevos amigos... Y yo le escuché atentamente. Cuando le conté sobre mi, sobre el instituto y todas esas chorradas que realmente no importan a nadie intenté evitar a toda costa el nombre de Leslie, era tabú.
Cuando mi madre preguntó si no íbamos a invitar a Leslie a casa, la cara de Michael cambió y miró al suelo en seguida, él intentaba se fuerte, la quería de verdad. Yo estaba destrozada, era mi mejor amiga, y me había dejado tirada.
Mi madre captó nuestras miradas en seguida sabiendo que algo malo pasaba y no insistió más.
Posiblemente con el tiempo se nos pasaría a los dos y conseguiríamos olvidar todo lo relacionado con ella. Michael se enamoraría de otra chicas y yo encontraría una nueva mejor amiga, no podíamos hacer otra cosa.

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Hasta aquí el capítulo :)
Se que es un poco corto, pero es que si añadía lo del siguiente capítulo en este sería demasiado largo...
Así que supongo que pronto habrá un nuevo capítulo ^^
Muchos besos y hasta pronto ^^ Se os quiere!

jueves, 22 de noviembre de 2012

Capítulo 14.

La semana pasó volando. Mi castigo diario con Ryan no resultó tan terrible.
El segundo día nos mandaron de nuevo recoger el gimnasio y cuando terminamos volvimos a jugar al baloncesto, tal y como el anterior día.
El resto de la semana estuvimos limpiando diferentes clases, mientras hablábamos sobre diferentes temas como si fuéramos amigos, como si nunca hubiese pasado nada, como si nunca me hubiese roto el corazón. Había momento en los que parecía que incluso... ¿Tonteábamos? No sé, en cualquier caso él no me gustaba, es decir, lo pasaba bien cuando estábamos juntos, y es evidente que me parece guapo pero no me podía permitir volver a pasar por lo de la última vez... Aunque tal vez en estos años Ryan ha cambiado... No sé, no quería pensar en eso, sería mejor dejar las cosas fluir a su manera.
Con Nick todo era una mierda, por algún motivo que no entiendo había decidido hacerme el vacío durante todas las clases. No es que antes fuéramos super amigos, pero al menos nos hablábamos... La verdad es que no entendía nada relacionado con Nick.
Ahora era Viernes por la noche, y me dirigía con Leslie a la fiesta de Alex, cosa que no me apetecía nada, pero lo hacía por ella.
Estaba feliz por una parte, ya que volvía a estar bien con Leslie a pesar de que ella había cambiado un poco aun éramos amigas. Seguía fumando y dejándose influenciar por Alex y todas su gente, vistiendo como ellos, frecuentando sus sitios en los suburbios hablando como ellos... Y esas cosas, pero en el fondo seguía siendo Leslie, así que intenté no darle importancia.
Llegamos a la casa de Alex y Leslie empujó la puerta abriéndola sin necesidad de llave y entramos a la fiesta. ¿Cómo podía dejar la puerta de su casa abierta? ¡Podía entrar cualquiera!
Pasamos a su casa y en seguida pensé que el hecho de que algún extraño entrase en su casa era el menos de sus problemas.
La música estaba a un volumen exagerado, la gente bebía sin control mezclados con pastillas que no eran especialmente para el dolor de cabeza, cigarros y humo por todas partes, fabricados con todas las hierbas que puedas imaginar.
La casa de Alex sobrepasaba la locura, muebles en el suelo, grafitis en las paredes y... Jeringuillas usadas en el suelo. Tenía que salir de allí. Lo peor es que yo era la única que parecía espantada.
-Leslie, vayámonos.- dije convencida.
-¿Qué? Acabamos de llegar, busquemos a Alex.- dijo sonriendo.
Yo suspiré deseando salir de allí cuanto antes.
Leslie me agarró la mano y me dirigió por las habitaciones buscando a Alex. Algunos ya conocían a Leslie y la saludaban amistosos. Tres chicos llenos de pircings nos ofrecieron bebidas y Leslie aceptó encantada, yo cogí el vaso, pero no pensaba bebérmelo ni loca, podía haber cualquier cosa en ese vaso, tampoco tenía pensado beber ni una gota de alcohol, esa fiesta necesitaba al menos a una persona ebria. Los tres chicos no indicaron donde estaba Alex y fuimos.
Él estaba en el salón fumando un porro, Leslie sonrió y él la miró.
-¡Leshy!- dijo levantándose del sillón.
-Hola Alex.- dijo Leslie cogiendo el porro de su mana y dándole una calada.- Mi amiga Alison,- dijo señalándome.- ya la conoces.
-Si, hola.- dijo él esbozando una sonrisa.- ¿Quieres algo de beber, de fumar?- me dijo.
-No, gracias.- respondí.
Él me miró con desdén, comos si yo fuera la persona más aburrida del mundo.
-En cualquier caso, si cambiad de idea te puedes servir tu misma.
-Ven Alison, te presentaré a más gente. Ahora venimos.- dijo Leslie agarrándome la mano y acercándome a un grupo de chicos.
-Ey Leshy.- dijo uno de ellos rodeando la cintura con un brazo.
-Hola James.- dijo Leslie.- Esta es mi amiga Alison.- dijo.- Y este es TJ, Sam, David y Tom.- dijo señalando al resto de chicos.
-¿Quieres que te líe uno?- dijo el chico que se llamaba TJ, señalándome su cigarro.
-Emm... No gracias.- respondí.
TJ tenía el pelo castaño claro con ojos verdes, no llevaba ningún picing a diferencia de la mayoría de los que estaban en la fiesta, pero tenía todos los brazos tatuados y seguro que debajo de su ropa había aun mas tatuajes.
Miré hacia Leslie, pero ya no estaba allí ¿Por qué me había dejado solo con todos esos imbéciles?
Genial... TJ me cogió de la cintura con sus dos manos colocándome en frente suya y me tiró el humo en la cara sonriendo... Como si fuera agradable que te hicieran eso. Giré la cara molesta y exageré dos tosidos, pero el no pareció darse cuenta. Acercó sus labios a mi oído, apestaba a porros y alcohol.
-¿Quieres que vayamos a un sitio mas íntimo?- dijo en un susurro y pasó la mano por mi pecho.
¿Que cojones hacía este tío? Aparté sus manos de mi y forcé una sonrisa.
-¡Claro!- dije aun sonriendo.- Espérame arriba, yo voy un segundo al baño.- dije guiñándole un ojo.
El hizo una sonrisa triunfal creyendo que había ligado conmigo o algo. Yo estaba jugando con él, obviamente no iba a ir a un sitio mas íntimo con ese desconocido. Le deseé suerte encontrando la planta de arriba, ya que no había y desaparecí de allí.
Ahora iría a buscar a Leslie, intentaría convencerla de irnos y si no lo conseguía me pegaría a ella durante toda la fiesta.
Crucé el salón lleno de gente bebiendo, fumando y drogándose, estaba espantada. Chicas y chicos bailaban restregándose aun sin conocerse de nada.
Vi a Evelyn a lo lejos, la amiga de Leslie y Alex. Me acerqué a ella para ver si sabía donde estaba Leslie.
-Hola Evelyn.- dije, ella estaba con un grupo amplio de personas riendo.
-¿Te conozco?- dijo ella mirándome fijamente.- ¡A si! Tu eres Alicia, la amiga de Leshy ¿verdad?- dijo rápidamente al caer en la cuenta.
-Alison.- le corregí.
-Como sea.
-¿Has visto a Leslie?- dije ignorando su comentario.
-¿A Leshy?- preguntó y yo asentí.- Pues no.- dijo.
-De acuerdo...- dije.- Gracias igualmente.- sonreí forzadamente y desaparecí de allí.
¿Dónde podía estar Leslie? La casa no era grande, no podía estar muy lejos.
Me apoyé en la pared cansada, parecía que llevaba allí una eternidad cuando solo llevaba allí unos minutos, media hora, cuarenta y cinco minutos como mucho.
Me giré apoyando la cabeza contra la pared, a nadie le pareció raro, pensarían que había bebido demasiado o que me había tomado alguna pastilla que me había dejado tocada.
Cerré los ojos intentando decidir que iba a hacer, podía irme y librarme de problemas, ir a mi casa, tomarme un colacao y dormir toda la noche, pero no quería dejar a Leslie allí sola, podía buscarla y obligarla a salir de allí, pero acabaría enfadada conmigo a pesar de que yo hacía lo mejor para ella, también podía simplemente coger un cigarro y disfrutar de la fiesta como si solo fuera una más, pero no pensaba hacer eso.
Así que lo único que me quedaba era encontrar a Leslie y asegurarme de que no hiciera ninguna locura y que llegase sana y salva a casa después de la fiesta.
Entonces alguien tiró de mi mano bruscamente haciéndome girar, cuando estaba a punto de soltar una buena patada a la persona que había hecho eso vi quien era.
-¿Que coño estás haciendo tu aquí?- dijo Ryan cabreado. Yo abrí los ojos de par en par.
-La pregunta es ¿que hace TU aquí?- dije recalcando el ''tu'' sin comprender nada.- ¿No se supone que te llevas a matar con Alex? No sé si sabes que esta es su fiesta.
-Pues por eso mismo.- dijo y yo seguía sin entender nada.- Escucha Alison, tienes que salir de aquí, esto se va a poner peligroso.- dijo con tono preocupado, poniendo una mano en mi mejilla.
-¿Más peligroso de lo que ya es? Lo dudo.
-Si Ali, más. Salgamos de aquí.- dijo cogiendo mi mano y arrastrándome hacia la puerta.
-Yo no me voy a ninguna parte.- dije.
Ryan se giró para mirarme. Estaba muy guapo, tenía el pelo revuelto con una de sus chaquetas universitarias de color negra y roja. Ryan era un pijo, y llamaba la atención en esa fiesta ya que nadie más llevaba ropa de marca.
Él me miró seriamente y se acercó a mi. Puso las manos en mi cara... Oh dios mío, me iba a besar ¿que iba a hacer yo? ¿Le rechazo? ¿Le beso? La verdad es que me apetecía besarle... pero... Entonces el subió las manos hacia mis ojos y los empezó a abrir más.
-¿Te has drogado?- dijo mirando mis pupilas.
Vaya, pues no me iba a besar.
-¡Claro que no, imbécil! ¿Quien te crees que soy?- dije apartando sus manos de mi cara.
-Pues la verdad es que no lo sé, no te reconozco. Se supone que tu odiabas todo lo relacionado con estas fiestas hace unos años y ahora te encuentro en una y me dices que no te quieres ir ¿en que te estás convirtiendo?
-¡Dios, eres un completo idiota!- dije.- ¿Te crees que vengo aquí por gusto? Leslie me ha obligado y no me quiero ir porque no quiero dejarla sola ¿de acuerdo?
-Sabía yo que tu amiga esa te llevaría por el mal camino. Está bien, la buscamos y nos vamos.
-Bien. ¿Y se puede saber que haces tu aquí?- dije mientras empezábamos a andar buscando a Leslie.
-¿Recuerdas la fiesta en mi casa? Alex se llevo algunas cosas de mi madre, creí que se lo habíamos quitado todo, pero no.
-¿Y vienes a buscarlo?
-No, no es tan importante, solo quería vengarme.
-Ya te vengaste... Le distéis una paliza. ¿Sabes que si te pilla aquí te mata? Además aquí están todos sus amigos y te dejarán destrozado.
-Por eso mismo me quiero ir...- dijo despacio.
-¿Cómo te vas a vengar?
Cruzamos el salón, Leslie no estaba allí, en la cocina tampoco, ni el comedor... Tenía que estar en las habitaciones.
-Prefieres no saberlo. Tenemos que darnos prisa.- dijo.
-Tiene que estar en las habitaciones.- dije abriendo una puerta. Nada.
Abrí otra puerta que daba al baño, tampoco estaba, solo había una chica vomitando mientras otra le sujetaba el pelo.
Entramos en otra habitación que debía de ser la de los padres de Alex ya que era las más grande. Y por último abrimos la última habitación que quedaba sin registrar.
Allí estaba Leslie, en ropa interior con Alex. Ryan y yo nos quedamos asimilando la imagen, en cuanto Ryan reaccionó salió de la habitación ya que Alex no podía verle si no quería recibir una paliza. Se quedó quieto tras la puerta esperando a que yo sacara de allí a Leslie.
Pero yo estaba en sock... Leslie estaba poniendo los cuernos a Michael... Con ese gilipollas de Alex.
Cuando Leslie me vio se vistió en cuestión de segundos y Alex parecía molesto de que les hubiésemos interrumpido.
-Vayámonos.- le dije a Ryan.
-¿No vas a llevarte a Leslie?- dijo Ryan y yo le empujé a para que entrara dentro del baño para que Alex no le viera ya que iba a salir de la habitación.
Alex salió cabreado y se fue de allí, Leslie se quedó sentada en la cama esperando a ver si le decía algo. Ryan salió del baño cuando Alex estuvo suficiente lejos y se puso junto a mi.
-No, estamos enfadadas.- dije.
-Da igual, será mejor que te la lleves. Ya lo entenderás...- dijo Ryan.
Yo miré a Leslie.
-Nos vamos.- la dije y ella se levantó. En otro caso no me habría hecho caso, pero ahora se sentía culpable.
Ryan cogió de mi mano y me dirigió hacia la puerta rápidamente evitando encuentros con Alex o cualquier otro de sus amigos que lo reconociera. Salimos a la calle, la música solo se escuchaba un poco.
-Iros a casa, ¿vale? Yo tengo que entrar otra vez.- dijo Ryan.
-Vale...- murmuré, no entendía nada, pero el Lunes le pediría que me explicara todo.
Ryan entró de nuevo en casa de Alex y Leslie y yo comenzamos a caminar hacia casa. Yo no la dije nada, quería que fuera ellas la que comenzara a hablar.
Tenía mucho que explicarme. Estaba realmente enfadada con ella, había cambiado, había cambiado mucho, no la reconocía. Había puesto los cuernos a Mike, cuando hace a penas unos meses estaba completamente enamorada y ahora aparece el tal Alex a joderlo todo.
-No le digas nada a Mike...- dijo Leslie.
-¡Claro que no! Porque se lo dirás tu.- dije.
-¡No! Yo no le diré nada y tu tampoco.- me dijo ella cabreada.
-Si no se lo dices tu se lo diré yo Leslie.- dije muy seria.
-¿Estás de coña? ¡Yo no dije nada a Will cuando le pusiste los cuernos con Deryck este verano! ¡Soy tu amiga, Alison!- dijo gritando.
-¡No es lo mismo, Leslie! Michael es mi hermano.
-¡Si es lo mismo! Yo soy tu amiga pese a todo ¿Me vas a dejar tirada?
-¿¡Dejarte tirada!? Soy yo la que te ha dejado tirada cuando eres tu la que me ha llevado a esta fiesta de mierda y me ha dejado completamente sola con todos esos mierdas de drogados. ¿En que te estás convirtiendo Leslie? Tu antes no eras así.- dije gritando yo también.
-Soy la misma de siempre, ¡solo estoy cansada de nuestra aburrida vida! ¿¡Piensas que me voy a pasar toda la vida viendo películas contigo o yendo de comprar!? Soy joven, joder, y quiero que disfrutar de la vida.- respondió.
-Lo que eres es una puta imbécil.- estallé.- te comportas como si fueras la mas guay solo por juntarte con esos gilipollas a los que llamas amigos.
-Seguro que ellos no se chivarían a Michael, eso es lo que hacen los amigos.
-Una amiga no trataría así a mi hermano... Le has puesto los cuernos con el idiota ese, a pesar de todo lo que habéis pasado. Y Michael como un idiota esperando a volver a verte mañana y tu mientras en la cama con otro. Mañana irás a verle, y le dirás lo que ha pasado.
Leslie respiraba muy fuerte, estaba enfadada. Sacó su móvil del bolsillo y empezó a escribir un mensaje. Cuando terminó me mostró la pantalla ''Se acabó, estoy cansada de tu aburrida vida y de la zorra de tu hermana, no quiero volver a saber nada de vosotros dos. No me llames.'' después le pulso a enviar. Enviando a Michael... Ponía en la pantalla.
-¿Contenta?- dijo mirándome.
Sin querer yo había empezado a llorar, me sequé una lágrima rápidamente. Estaba destrozada porque Leslie hiciera esto, y porque le hiciera esto a Michael. Leslie también estaba a punto de llorar, sus ojos estaban a rojos pero las lágrimas aun no caían.
-Si, me alegro de haberme dado cuenta de lo gilipollas que te has vuelto.
-Coincido contigo.
Entonces Leslie se giró y empezó a andar hacia su casa. Yo me quedé sentada en la acera y dejé que las lágrimas cayeran por mis mejillas.
Ryan apareció andando y se sentó a mi lado.
-Ey...¿Que ha pasado?- dijo.
Resultaba curioso, hace unos años había pasado justo lo contrario, Ryan me había hecho daño y Leslie vino a consolarme, ahora era al revés... El mundo da muchas vueltas.

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Hasta aquí el capítulo de hoy :) Espero que os haya gustado muchoo, dejarme un comentario pliiss.
Besos, se os quiere!

sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 13.

Cuando sonó el timbre que finalizaba las clases por hoy me dirigí a la sala de castigados. La gente me miraba mientras pasaba, en esos momentos estaba confirmando los rumores. Era cierto, me habían castigado por esta con Ryan en el armario de la sala de profesores, ¡pero no porque nos estuviésemos enrollando ni nada parecido!
Tenía que pensar algo para finalizar los rumores, pero primero tendría que cumplir mi castigo.
Llamé a la puerta de la sala de castigados, allí estaba la profesora de creo que era de literatura que nos castigó a mi y a Ryan.
-Hola señorita Miller, espere aquí a que venga Collins y les indicará el conserje como y donde deberéis cumplir el castigo ¿de acuerdo?
-Ajá.- respondí.
La profesora abandono la clase dejándome allí sola esperando a Ryan sentada.
Pasaban lo minutos y no venía... No sabía si alegrarme o enfadarme, es decir, no quería cumplir el trabajo sola, ya que sería injusto y mucho mas trabajoso para mi, pero tampoco tenía ganas de tener que aguantarle y arriesgarme a ser castigada de nuevo.
Diez minutos mas tarde Ryan entró en clase sacudiéndose el pelo. Echó un vistazo a la clase.
-¿Estás sola?- dijo Ryan.
-No, como puedes ver la clase está llena...- dije irónicamente ante el visible hecho de que efectivamente estaba sola.
-Ja-ja.- dijo él que no le había hecho gracia.- Quiero decir que si no hay ningún profesor.
-Si hubieses llegado a la hora acordada y no diez minutos tarde sabrías que el conserje está por venir y que nos mandará el trabajo que tengamos que hacer.- respondí.
-Vaya, que lástima, tenía esperanza de poder continuar lo que dejamos a medias ayer en el armario.- dijo esbozando una sonrisa.
-No habrás ido diciendo por ahí que nos enrollamos ¿verdad?- dije algo molesta.
-Yo no he negado nada... Que la gente piense lo que quiera. Nosotros no tenemos nada que ocultar.- dijo aun con esa sonrisa.
-Cierto, por eso deberíamos decirles a todos que entre tu y yo no hay absolutamente nada.
-No sé me da bien mentir...- picó, con esa sonrisa que sabía que me molestaba tanto. Tal vez porque me encantaba, pensé, y en seguida eliminé ese pensamiento de mi cabeza.
-Está bien, en ese caso di que al menos por mi parte no hay nada, si tu estás enamorado de mi no es mi problema. Así no tendrías que mentir.- dije y él soltó una breve carcajada.
-Sé que estás loca por mi... Hoy has sido la envidia de toda las chicas en el instituto ¿verdad?- dijo él.
-¿Por estar castigada y tener que soportar a un chulo engreído? No lo creo.- dije levantándome y dirigiéndome a la puerta.
¿Donde estaba el maldito conserje? ¿Es que no pensaba venir nunca?
-Muchos se morirían por estar por estar en tú lugar ahora mismo.- dijo agarrándome por la cintura y pegándose a mi- Deberías de sentirte afortunada.- dijo susurrando a mi oído y provocándome un escalofrío.
Lo peor de todo es que era cierto, TODAS la chicas babeaban por Ryan ¿por qué? Porque era guapo, con dinero, popular, estaba en el equipo de fútbol... Entre otras cosas. Si no fuera tan gilipollas yo también babearía por él, pero no era el caso.
Le aparté de mi con un codazo y salí de clase en busca del conserje, Ryan me seguía.
Llegué a la conserjería y allí estaba el maldito conserje.
-Por fin llegáis.- dijo él conserje entregándome un juego de llaves.
-Se supone que ibas a venir tu...- dije y él me ignoró.
-Bien, ir al gimnasio y ordenar todo en el pequeño almacén, los de primer curso han tenido clase a última hora y han dejado todo patas arriba. Esas son las llaves, si termináis pronto venir y os daré mas trabajo.
Era mejor que lo que pensé que haríamos. Creí que nos darían fregonas y nos harían limpiar las clase y despegar los chicles de debajo de las mesas, lo cual era realmente asqueroso.
Caminé sin decir nada mas al gimnasio detrás de Ryan que ya había emprendido su camino hacia allí. Sería fácil y rápido, ordenaría aquello y después me iría, lo malo es que sería así hasta vacaciones de navidad...
Llegué al gimnasio que se dividía en varias partes. Estaba lo que era el gimnasio en si, con espejos a los lados y bastante buenas instalaciones, los vestuarios divididos en chicas y chicos con las duchas y el pequeño almacén.
De vez en cuando también hacíamos gimnasia en el estadio de fútbol, pero eso lo solían reservar para los entrenamientos de animadoras y de fútbol. El estadio era enorme, con césped bien cortado, las gradas extensas, y la pantalla donde ponía el marcador.
El fútbol americano era muy importante en prácticamente todos los institutos y se dejaban bastante dinero en los uniformes, instalaciones y demás.
Además el equipo de nuestro instituto era bastante bueno los Blue Devils, antes me solía tragar todos los partidos y algunos entrenamientos de los Blue Devils al estar saliendo con Ryan, pero en cuanto lo dejamos no he vuelto a ver ninguno, ni tengo pensado hacerlo.
El gimnasio no estaba tan desordenado como creí que estaba, solo había un montón de balones en el suelo, algunas colchonetas descolocadas, raquetas en sitios que no deben... Y bueno, no mucho mas.
Fui hacia el almacén para abrirlo con las llaves que me había entregado el conserje, mientras Ryan cogía una pelota de baloncesto y con destreza la lanzaba a canasta consiguiendo introducirla.
El juego de llaves tenía muchas llaves... Y no sabía cual era la indicada, así que tendría que probar con todas...
Ryan vio mis torpes intentos por abrir la puerta y se rió de mi. 
-¿Necesitas ayuda?- dijo aun mofándose.
-No creo que tu puedas hacer mucho mas de lo que yo estoy haciendo.
-Yo creo que si.
Ryan se acercó a mi y se colocó a mi lado mirándome. Yo lo seguía intentando con las diferentes llaves y nada.
-¿Me permites?- dijo él extendiendo la mano para que le entregase las llaves.
-Deleitame.- dije entregándoselas y sabiendo que él tampoco lo conseguiría con esas cantidad de llaves.
-¿Sabes que Alison?- dijo mientras ojeaba las llaves.
-Que.- dije, y él escogió una llave y la introdujo sin problemas en la cerradura abriendo la puerta.
-Pues que las llaves tienen etiquetas, en las que dice que puerta abre... Curioso ¿verdad?- él sonrió ampliamente. Me había dejado mal. Yo me puse roja de furia y abrí la puerta del todo y después me giré para coger unos cuantos balones.
Ryan se rió ante mi reacción.
Cogí algunas pelotas de tenis y después me dirigí de nuevo al almacén para guardarlas. Ryan seguía ahí plantado frente a la puerta mirándome. Según entré en el almacén se giró de nuevo para poder mirarme.
Las pelotas de tenis iban en un estante alto, dentro de una caja. Me subí a una silla, pero desgraciadamente seguía sin llegar. Puse un pie sobre el respaldo de la silla y me impulsé subiendo hasta arriba.
-Te vas a caer.- comentó Ryan.
No le respondí, abrí la caja y empecé a meter las pelotas en ella, y entonces las patas de la parte delantera de la silla se empezaron a levantar debido al contra peso. Ryan tenía razón, me iba a caer.
La silla se derrumbó en el suelo mientras yo caía en lo brazo de Ryan. Había sido hábil y me había atrapado antes de caer al suelo.
-Gracias...- murmuré.
-De nada.- dijo sonriendo.
Genial, hoy estaba que me lucía, primero las llaves y ahora eso. Él me dejó en el suelo y volví a levantar la silla y de nuevo salí del almacén a seguir recogiendo.
Entre Ryan y yo conseguimos recoger todo el gimnasio en veinte minutos. Habíamos acabado pronto, lo cual significaba que tendríamos que volver para que nos mandaran mas trabajo, lo cual no me apetecía nada.
Me dirigí a la puerta para salir del gimnasio.
-Espera.- dijo Ryan.- ¿A donde vas?- preguntó.
-¿A donde crees que voy? A que nos manden mas trabajo.- dije.
-¿Es que quieres seguir trabajando? Hemos terminado pronto, merecemos un descanso.- dijo él, y era cierto.- ¿Te hacen unas canastas?- dijo levantando una pelota de baloncesto sobre su mano.
-Sabes que no tienes nada que hacer contra mi.- dije arrebatándole la pelota y haciéndola botar hasta la canasta y haciendo un tiro perfecto.- Eso han sido tres puntos.- dije mirándole y sonriendo. Él corrió hacia mi haciéndose con la pelota y yo intenté quitársela.
Eso me recordó a los viejos tiempos, cuando aun estábamos juntos. Él tenía una canasta en el jardín de su casa y siempre acabábamos picándonos y jugando juntos. Yo era bastante buena, y le ganaba en bastantes ocasiones.
Estuvimos jugando y riendo por tres cuartos de hora y cuando pasó una hora desde el comienzo de nuestro castigo guardamos la pelota con la que habíamos estado jugando y no dirigimos a conserjería.
-Que sepas que te he dejado ganar.- dijo él y yo me reí.
-Venga Ryan, no te lo crees ni tu, sabes que soy buena.- dije sonriendo.
-No tanto como yo, pero bueno, soy un buen chico y te dejo que creas que me has ganado.- dijo guiñándome un ojo.
Le entregamos las llaves al conserje y caminamos juntos hasta la puerta del instituto.
-En fin,- dijo él.- Nos vemos mañana ¿no?
-Claro, en el castigo...- dije.
-Genial... Pues hasta mañana.
-Hasta mañana.- respondí y caminé de vuelta a casa.
Era raro, hacía tiempo que no estaba así con Ryan. Resultaba agradable, y eso me asustaba.
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Bueno, pues hasta aquí el capítulo de hoy :)

He estado bastante liada esta semana pero el Viernes me dejaron castigada a última hora en mi instituto y me vino la inspiración y comencé a escribir en clase XD, así que el castigo me sirvió para algo. 
En fin, que espero que os haya gustado y que muchos besos y hasta el próximo capítulo. Se os quiere <3