viernes, 30 de noviembre de 2012

Capítulo 16.

El lunes por la mañana todo parecía mejor. Hacía frío, y llovía, pero yo me sentía mucho mejor a comparación del fin de semana.
Michael actuó como si nada, yo sabía que en el fondo no estaba bien, pero seguro que lo superaría, él es un chico muy fuerte. Y yo por mi parte, había tenido mucho tiempo para pensar, y a pesar de que todavía estaba deprimida por haber perdido a mi mejor amiga y que hubiesen hecho daño a mi hermano, tenía que ser optimista, así que el Lunes por la mañana me levanté con una sonrisa.
Caminaba de hacia el instituto con un paraguas en la mano y cuando llegué al instituto sonó la sirena, justo a tiempo.
Entré en clase y vi a Leslie sentada donde siempre, ni si quiera me dirigió una mirada. Caminé hacia mi sitio junto a Nick.
-Hola.- le saludé mientras me sentaba, él me ignoró. Olvidé que estaba enfadado.
El profesor comenzó sus aburridas explicaciones sobre el proyecto de química que teníamos que hacer ahora. Yo intentaba concentrarme, pero no podía, mis pensamientos si dirigían a otros lados.
Necesitaba mantener ocupada mi mente.
-¿Qué hiciste este fin de semana?- le dije a Nick para intentar romper el hielo y que dejara de estar enfadado.
-Intento enterarme.- dijo él sin mirarme.
Yo suspiré.
-¿Te pasa algo?- dije como si no nos hubiésemos enfadado. Me parecía una tontería que estuviésemos ignorándonos por esa gilipollez, y necesitaba hablar con alguien.
-No, es solo que no quiero ser una molestia. No es necesario que te compadezcas de mi y mi hables si no te caigo bien.- dijo Nick.
Eso debía de ser por el comentario que le dije el otro día sobre ''Ni si quiera me caes bien'', genial, me costaría arreglar eso. No es que Nick me caíga mal, es solo que en ese momento estaba molesta y dije lo primero que se me pasó por la cabeza.
-No me caes mal, Nick, es solo que en ese momento estabas siendo inaguantable y me salió solo.
-¿Intentas arreglarlo diciendo que soy inaguantable?- dijo esta vez mirándome.- Por que si es así eso de arreglar cosas no se te da muy bien.- continuó esbozando una breve sonrisa.
-Ya, lo sé. Está bien, lo siento, no debí de decirte eso.
-Acepto tus disculpas.- dijo sonriendo conforme y volvió a mirar las pizarra.
Acababa de dejar a Nick salirse con la suya ¿cómo es posible que ese chico siempre consiga lo que quiere? Me acababa de disculpar cuando era el quien debía de haberlo hecho... Está bien, no dije nada, no tenía ganas de volver a estropear las cosas.


Unas horas mas tarde sonó la sirena que indicaba el comienzo del tiempo libre. Normalmente en ese tiempo estaba con Leslie y algunas veces mas gente e íbamos a una cafetería o simplemente a dar una vuelta mientras esperábamos el comienzo de las clases de nuevo, pero esta vez no.
Fui a buscar a Harry.
Estaba sentado en un muro en frente del instituto, siempre solía estar ahí. Me acerqué por detrás. Estaba junto a una chica rubia llamada Brittany, ella es animadora, la típica chica con la cabeza hueca. Le tocaba el brazo a Harry y lo miraba con interés, estaba viendo uno de sus tatuajes.
-Vaya, que bonito...- dijo sonriendo.
En el tatuaje de Harry ponía ''Fuck it'', no es algo que realmente puedas decir que es bonito, pero bueno.
Brittany me empezó a mirar, con unos ojos que decían ''no te acerques, es mío'', Harry dirigió su mirada hacia mi para ver que era lo que Brittany miraba y cuando me vio sonrió.
De un salto bajó del muro sin borrar la sonrisa de su cara.
-¡Hola, preciosa!- dijo Harry.
Tuve tiempo de ver la cara de asco que ponía Brittany antes de que Harry me envolviese en un abrazo.
-¿Cómo te fue el fin de semana?
-Pues de eso te quería hablar...
Fuimos juntos a una cafetería no muy lejos del instituto y allí con una batido de chocolate en frente, empecé a desahogarme y a contarle todo lo ocurrido. Él me dio la razón en todo, tampoco entendía que le pasaba a Leslie, y me prometió que intentaría hablar con ella.
Cuando salimos de la cafetería volvimos andando juntos hacia el instituto.
-Gracias por todo Harry, no sé que haría sin ti.
-No es nada, sabes que siempre voy a estar contigo.- dijo, y me dio un beso en la frente.
Después nos fuimos cada uno a nuestra clase.

Pasadas unas horas, sonó la sirena que indicaba el final de las clases. Me había tenido que sentar durante una gran mayoría de las clases con Silvia Poynter, que es realmente una pesada. Y Leslie se había sentado sola en última fila, pude ver como se ponía sus auriculares y escuchaba música durante toda la clase.
Ahora la gente estaba saliendo del instituto de camino a sus casas, pero yo aun tenía que ir a mi castigo con Ryan.
Cuando llegué a la sala de castigados Ryan ya estaba allí, mirando un cubo de agua que había sobre una mesa.
-Hoy nos toca limpiar mesas... Y sacar lo chicles que están pegados debajo...- dijo sin mirarme, creo que se había traumatizado. Quitar los chiles era realmente asqueroso.
-Genial...- dije irónicamente.
-Bueno, repartamos el trabajo. Yo limpio las mesas,- dijo mientras cogía el cubo.- y tú quitas los chicles.- dijo y me dio unos guantes y una herramienta de raspar para que salieran mas fácilmente.
Yo me reí.
-¿Estás de coña? No pienso quitar los chicles yo sola.- dije.
-Lo suponía...- dijo tras un suspiro volviendo a dejar el cubo donde estaba.- Está bien, lo haremos entre los dos...
-Me parece justo.- dije sonriendo.
Él se puso los guantes y yo hice lo mismo. Se sentó en el suelo y miro debajo de una mesa.
-Esto es asqueroso.- dijo sacando el primer chicle.
-En realidad esto deberías de hacerlo tu, ya que si estamos castigados es por tu culpa, pero como soy simpática te ayudaré.- dije sacando uno.
-Oh, que atenta.- dijo con un tono irónico, yo me reí.- Si llego a saber que tendría que sacar yo los putos chicles no habría pegado tantos...
-Que asco... Osea , que probablemente la mitad de estos chicles hayan estado babeados por ti antes de ser pegados.
-Lo mas seguro.- dijo él.
Estuvimos hablando así durante un buen rato, hasta que nos deshicimos de todos los chicles. Probablemente las mesas estarían llenas de ellos otra vez para la semana que viene, y nuestro trabajo habría sido inútil, pero bueno...
-El Viernes es Halloween.- comentó Ryan.
-Lo sé.- dije cogiendo un trapo y limpiando las manchas de boli de las mesas.
-Habrá una fiesta bestial en un campus de no sé que universidad.
-Me alegro por los que vayan a esa universidad.- dije sin saber a donde quería ir a parar Ryan. Todos sabíamos que a las fiestas de los campus de la universidad solo podían entrar estudiantes de esa universidad, miembros de una hermandad, o invitados de la persona que montase la fiesta.
-¿Vendrás?- dijo Ryan.
-No estoy invitada...
-Pero yo si, y si vas conmigo te dejarán entrar.
-No sé... Solo te conoceré a ti... No pinto mucho.
-Estoy invitando a más gente del instituto. Si quieres puedes invitar a tu amigo el de rizos.
-Harry.- le dije y él asintió.
Sé que Ryan sabía perfectamente como se llamaba Harry, por que además de que le hablaba de él cuando aun estábamos juntos, Harry era bastante popular en el instituto y todos conocían su nombre.
-No sé, lo pensaré.- le dije y el sonrió.
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Pues nada :D Espero que os haya gustado mucho ^^ Dejarme un comentario, y un beso enorme!! Se os quiere <3

martes, 27 de noviembre de 2012

Capítulo 15.

-No lo sé...- murmuré secando mis lágrimas. Aunque lo sabía perfectamente, había perdido a mi mejor amiga, probablemente para siempre.
Ryan se sentó a mi lado y me estrechó con su brazo.
-Sea lo que sea no te preocupes, se acabará arreglando, y si no se arregla lo acabarás olvidando.-dijo él.
Yo alcé la vista mirándole a los ojos. Parecía otro, ya ni si quiera se parecía a ese chico creído y egocentrista que ha sido siempre. En sus ojos veía que era sincero.
Abracé a Ryan, era lo que necesitaba, un abrazo. Me quede mirando sin soltarle hacia la casa de Alex, estábamos lejos, pero aun se podía ver. La gente salía de la casa rápidamente ¿habría terminado la fiesta? Tal vez habían llamado a la policía... Gracias a dios yo ya estaba fuera de la casa y libre de problemas. Entonces vi humo saliendo de las ventanas de la casa de Alex, mucho humo, demasiado para que fuera por los cigarros encendidos.
-¿Que ha pasado?- le dije a Ryan apartándome de él lentamente y deshaciendo de las últimas lágrimas que quedaban en mis mejillas. Tendría que estar horrible... Seguro que se me había corrido todo el maquillaje.
-¿Que pasa de que?
-El humo, tal vez se haya incendiado la casa...- dije algo asustada.
-Bueno, que importa, no hay nadie importante allí.- dijo él levantándose de la acera.
-No digas eso.- dije.- Puede haber gente en peligro...
-Da igual ¿Nos vamos? Te acompaño a casa.- dijo él algo incomodo.
Entonces caí en la cuenta de algo.
-Ryan... ¿En que consistía tu supuesta venganza por lo de que Alex te hubiese robado?- dije imaginado lo peor.
-Te dije que no querrías saberlo... Venga vámonos.
-No, ahora quiero saberlo.- insistí.
-No...
-¿Has incendiado la casa de Alex?- pregunté esperando equivocarme.
Él no respondió y se limitó a mirar al suelo. Siempre hacía eso cuando se sentía culpable o cuando no quería mentirme.
-¡Has incendiado la casa de Alex!- dije esta vez afirmándolo.
-Vamos Alison, no es para tanto. Solo ha sido una habitación, supongo que se le quemarán algunos muebles y la casa se llenará de humo, pero no morirá nadie. Y ahora vámonos antes de que alguien nos vea y piense que hemos sido nosotros.
Me levanté de la acera.
-Estás loco...
Ryan agarró mi mano despacio y comenzó a andar hacia mi casa. Yo le solté, no sé que manía tenía con agarrarme de la mano ¡Se andar! No me voy a perder...
Él me miró y al ver que no tenía pensado darle la mano de nuevo se metió las manos en los bolsillos y siguió andando.
Estuvimos todo el camino en silencio, pero no fue un silencio incomodo, al menos no para mi. Estaba demasiado ocupada pensando en todo lo que había pasado esta noche, sobre todo el lo de Leslie que todavía no me entraba en la cabeza.
Sin darme cuenta ya estábamos en frente de mi casa. Me sequé una lágrima que había caído por mi mejilla sin yo notarlo.
Subí las escaleras del porche y Ryan conmigo.
-Oye Alison...- dijo mientras yo buscaba mis llaves.- Lo siento.
-¿Por qué?
-No sé... Supongo que por todo.- dijo mirándome fijamente.
-Es igual...- Conseguí las llaves y abrí la puerta.- Nos vemos el Lunes...
Él asintió con la cabeza.
Yo hice una amago de entrar en casa, pero Ryan me agarró la mano antes de que entrase.
Yo le miré. Él cogió un mechón de mi pelo y lo pasó por detrás de mi oreja, después me dio un beso en la mejilla.
-Que duermas bien...- dijo.
Yo sonreí, muy levemente pero fue una sonrisa al fin y al cabo.


A la mañana siguiente me desperté por la luz de la ventana. Miré mi reloj, las cinco y media. ¿Había dormido tanto?
La verdad es que era una cosa que solía hacer, cuando estaba triste dormía todo el día esperando a olvidar lo ocurrido, pero nunca funcionaba, por la mañana siempre me despertaba pensando en eso que tanto me preocupaba o me deprimía.
Entonces recordé algo, Michael debería de estar en casa.
Quise correr al salón para ir a saludarle ya que le echaba de menos... Pero entonces pensé en lo ocurrido con Leslie, y en como estaría él. ¿Que le diría yo ahora? Odiaba a Leslie por haberme dejado así ¿que explicación esperaba que le diese a Michael?
Salí de mi cuarto aun con el pijama. Dejaría que las cosas fluyeran por si solas.
Bajé las escaleras hacia el salón y entré. Michael estaba ahí viendo la televisión con mi madre mientras hablaban.
-¡Buenas tardes!- dijo Mike con una sonrisa como si nada.- Pensé que dormirías todo el día y que no vendrías a verme.
Yo sonreí algo insegura... A lo mejor no había leído el mensaje de Leslie...
-Ya... Tenía sueño.
Mike sonrió y se levantó a darme un abrazo. Abrazos con mi hermano, eso era realmente raro. Supongo que él también me habría echado de menos.
-Te he dejado la comida en el microondas.- intervino mi madre.
-Gracias mamá.
-Bueno, ¿y que tal todo? - me dijo Mike.
-Bueno...- dije andando hacia la cocina mientras él me seguía.- Oye Mike, respecto a Leslie...- comencé a decir sin saber muy bien que diría a continuación.
-Es igual...- dijo mas serio.- No quiero hablar de eso.- continuó y dejó de mirarme.
Eso me asustó. Michael estaba realmente mal. Igual que cuando murió mi abuelo cuando Mike tenía diez años, ellos estaban muy unidos y cuando se murió se negó a hablar de ello con nadie. Fingía estar bien todo el tiempo, cuando alguien sacaba el tema de conversación el desaparecía de la habitación o cambiaba de tema, y todas las noches le escuchabas llorar. Decidí no insistir.
-Está bien... ¿Que tal en la universidad?- dije cambiando de tema tal y como él quería.
Entonces me volvió a mirar intentando recuperar la sonrisa.

Me hablo del campus, de las clases, de sus nuevos amigos... Y yo le escuché atentamente. Cuando le conté sobre mi, sobre el instituto y todas esas chorradas que realmente no importan a nadie intenté evitar a toda costa el nombre de Leslie, era tabú.
Cuando mi madre preguntó si no íbamos a invitar a Leslie a casa, la cara de Michael cambió y miró al suelo en seguida, él intentaba se fuerte, la quería de verdad. Yo estaba destrozada, era mi mejor amiga, y me había dejado tirada.
Mi madre captó nuestras miradas en seguida sabiendo que algo malo pasaba y no insistió más.
Posiblemente con el tiempo se nos pasaría a los dos y conseguiríamos olvidar todo lo relacionado con ella. Michael se enamoraría de otra chicas y yo encontraría una nueva mejor amiga, no podíamos hacer otra cosa.

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Hasta aquí el capítulo :)
Se que es un poco corto, pero es que si añadía lo del siguiente capítulo en este sería demasiado largo...
Así que supongo que pronto habrá un nuevo capítulo ^^
Muchos besos y hasta pronto ^^ Se os quiere!

jueves, 22 de noviembre de 2012

Capítulo 14.

La semana pasó volando. Mi castigo diario con Ryan no resultó tan terrible.
El segundo día nos mandaron de nuevo recoger el gimnasio y cuando terminamos volvimos a jugar al baloncesto, tal y como el anterior día.
El resto de la semana estuvimos limpiando diferentes clases, mientras hablábamos sobre diferentes temas como si fuéramos amigos, como si nunca hubiese pasado nada, como si nunca me hubiese roto el corazón. Había momento en los que parecía que incluso... ¿Tonteábamos? No sé, en cualquier caso él no me gustaba, es decir, lo pasaba bien cuando estábamos juntos, y es evidente que me parece guapo pero no me podía permitir volver a pasar por lo de la última vez... Aunque tal vez en estos años Ryan ha cambiado... No sé, no quería pensar en eso, sería mejor dejar las cosas fluir a su manera.
Con Nick todo era una mierda, por algún motivo que no entiendo había decidido hacerme el vacío durante todas las clases. No es que antes fuéramos super amigos, pero al menos nos hablábamos... La verdad es que no entendía nada relacionado con Nick.
Ahora era Viernes por la noche, y me dirigía con Leslie a la fiesta de Alex, cosa que no me apetecía nada, pero lo hacía por ella.
Estaba feliz por una parte, ya que volvía a estar bien con Leslie a pesar de que ella había cambiado un poco aun éramos amigas. Seguía fumando y dejándose influenciar por Alex y todas su gente, vistiendo como ellos, frecuentando sus sitios en los suburbios hablando como ellos... Y esas cosas, pero en el fondo seguía siendo Leslie, así que intenté no darle importancia.
Llegamos a la casa de Alex y Leslie empujó la puerta abriéndola sin necesidad de llave y entramos a la fiesta. ¿Cómo podía dejar la puerta de su casa abierta? ¡Podía entrar cualquiera!
Pasamos a su casa y en seguida pensé que el hecho de que algún extraño entrase en su casa era el menos de sus problemas.
La música estaba a un volumen exagerado, la gente bebía sin control mezclados con pastillas que no eran especialmente para el dolor de cabeza, cigarros y humo por todas partes, fabricados con todas las hierbas que puedas imaginar.
La casa de Alex sobrepasaba la locura, muebles en el suelo, grafitis en las paredes y... Jeringuillas usadas en el suelo. Tenía que salir de allí. Lo peor es que yo era la única que parecía espantada.
-Leslie, vayámonos.- dije convencida.
-¿Qué? Acabamos de llegar, busquemos a Alex.- dijo sonriendo.
Yo suspiré deseando salir de allí cuanto antes.
Leslie me agarró la mano y me dirigió por las habitaciones buscando a Alex. Algunos ya conocían a Leslie y la saludaban amistosos. Tres chicos llenos de pircings nos ofrecieron bebidas y Leslie aceptó encantada, yo cogí el vaso, pero no pensaba bebérmelo ni loca, podía haber cualquier cosa en ese vaso, tampoco tenía pensado beber ni una gota de alcohol, esa fiesta necesitaba al menos a una persona ebria. Los tres chicos no indicaron donde estaba Alex y fuimos.
Él estaba en el salón fumando un porro, Leslie sonrió y él la miró.
-¡Leshy!- dijo levantándose del sillón.
-Hola Alex.- dijo Leslie cogiendo el porro de su mana y dándole una calada.- Mi amiga Alison,- dijo señalándome.- ya la conoces.
-Si, hola.- dijo él esbozando una sonrisa.- ¿Quieres algo de beber, de fumar?- me dijo.
-No, gracias.- respondí.
Él me miró con desdén, comos si yo fuera la persona más aburrida del mundo.
-En cualquier caso, si cambiad de idea te puedes servir tu misma.
-Ven Alison, te presentaré a más gente. Ahora venimos.- dijo Leslie agarrándome la mano y acercándome a un grupo de chicos.
-Ey Leshy.- dijo uno de ellos rodeando la cintura con un brazo.
-Hola James.- dijo Leslie.- Esta es mi amiga Alison.- dijo.- Y este es TJ, Sam, David y Tom.- dijo señalando al resto de chicos.
-¿Quieres que te líe uno?- dijo el chico que se llamaba TJ, señalándome su cigarro.
-Emm... No gracias.- respondí.
TJ tenía el pelo castaño claro con ojos verdes, no llevaba ningún picing a diferencia de la mayoría de los que estaban en la fiesta, pero tenía todos los brazos tatuados y seguro que debajo de su ropa había aun mas tatuajes.
Miré hacia Leslie, pero ya no estaba allí ¿Por qué me había dejado solo con todos esos imbéciles?
Genial... TJ me cogió de la cintura con sus dos manos colocándome en frente suya y me tiró el humo en la cara sonriendo... Como si fuera agradable que te hicieran eso. Giré la cara molesta y exageré dos tosidos, pero el no pareció darse cuenta. Acercó sus labios a mi oído, apestaba a porros y alcohol.
-¿Quieres que vayamos a un sitio mas íntimo?- dijo en un susurro y pasó la mano por mi pecho.
¿Que cojones hacía este tío? Aparté sus manos de mi y forcé una sonrisa.
-¡Claro!- dije aun sonriendo.- Espérame arriba, yo voy un segundo al baño.- dije guiñándole un ojo.
El hizo una sonrisa triunfal creyendo que había ligado conmigo o algo. Yo estaba jugando con él, obviamente no iba a ir a un sitio mas íntimo con ese desconocido. Le deseé suerte encontrando la planta de arriba, ya que no había y desaparecí de allí.
Ahora iría a buscar a Leslie, intentaría convencerla de irnos y si no lo conseguía me pegaría a ella durante toda la fiesta.
Crucé el salón lleno de gente bebiendo, fumando y drogándose, estaba espantada. Chicas y chicos bailaban restregándose aun sin conocerse de nada.
Vi a Evelyn a lo lejos, la amiga de Leslie y Alex. Me acerqué a ella para ver si sabía donde estaba Leslie.
-Hola Evelyn.- dije, ella estaba con un grupo amplio de personas riendo.
-¿Te conozco?- dijo ella mirándome fijamente.- ¡A si! Tu eres Alicia, la amiga de Leshy ¿verdad?- dijo rápidamente al caer en la cuenta.
-Alison.- le corregí.
-Como sea.
-¿Has visto a Leslie?- dije ignorando su comentario.
-¿A Leshy?- preguntó y yo asentí.- Pues no.- dijo.
-De acuerdo...- dije.- Gracias igualmente.- sonreí forzadamente y desaparecí de allí.
¿Dónde podía estar Leslie? La casa no era grande, no podía estar muy lejos.
Me apoyé en la pared cansada, parecía que llevaba allí una eternidad cuando solo llevaba allí unos minutos, media hora, cuarenta y cinco minutos como mucho.
Me giré apoyando la cabeza contra la pared, a nadie le pareció raro, pensarían que había bebido demasiado o que me había tomado alguna pastilla que me había dejado tocada.
Cerré los ojos intentando decidir que iba a hacer, podía irme y librarme de problemas, ir a mi casa, tomarme un colacao y dormir toda la noche, pero no quería dejar a Leslie allí sola, podía buscarla y obligarla a salir de allí, pero acabaría enfadada conmigo a pesar de que yo hacía lo mejor para ella, también podía simplemente coger un cigarro y disfrutar de la fiesta como si solo fuera una más, pero no pensaba hacer eso.
Así que lo único que me quedaba era encontrar a Leslie y asegurarme de que no hiciera ninguna locura y que llegase sana y salva a casa después de la fiesta.
Entonces alguien tiró de mi mano bruscamente haciéndome girar, cuando estaba a punto de soltar una buena patada a la persona que había hecho eso vi quien era.
-¿Que coño estás haciendo tu aquí?- dijo Ryan cabreado. Yo abrí los ojos de par en par.
-La pregunta es ¿que hace TU aquí?- dije recalcando el ''tu'' sin comprender nada.- ¿No se supone que te llevas a matar con Alex? No sé si sabes que esta es su fiesta.
-Pues por eso mismo.- dijo y yo seguía sin entender nada.- Escucha Alison, tienes que salir de aquí, esto se va a poner peligroso.- dijo con tono preocupado, poniendo una mano en mi mejilla.
-¿Más peligroso de lo que ya es? Lo dudo.
-Si Ali, más. Salgamos de aquí.- dijo cogiendo mi mano y arrastrándome hacia la puerta.
-Yo no me voy a ninguna parte.- dije.
Ryan se giró para mirarme. Estaba muy guapo, tenía el pelo revuelto con una de sus chaquetas universitarias de color negra y roja. Ryan era un pijo, y llamaba la atención en esa fiesta ya que nadie más llevaba ropa de marca.
Él me miró seriamente y se acercó a mi. Puso las manos en mi cara... Oh dios mío, me iba a besar ¿que iba a hacer yo? ¿Le rechazo? ¿Le beso? La verdad es que me apetecía besarle... pero... Entonces el subió las manos hacia mis ojos y los empezó a abrir más.
-¿Te has drogado?- dijo mirando mis pupilas.
Vaya, pues no me iba a besar.
-¡Claro que no, imbécil! ¿Quien te crees que soy?- dije apartando sus manos de mi cara.
-Pues la verdad es que no lo sé, no te reconozco. Se supone que tu odiabas todo lo relacionado con estas fiestas hace unos años y ahora te encuentro en una y me dices que no te quieres ir ¿en que te estás convirtiendo?
-¡Dios, eres un completo idiota!- dije.- ¿Te crees que vengo aquí por gusto? Leslie me ha obligado y no me quiero ir porque no quiero dejarla sola ¿de acuerdo?
-Sabía yo que tu amiga esa te llevaría por el mal camino. Está bien, la buscamos y nos vamos.
-Bien. ¿Y se puede saber que haces tu aquí?- dije mientras empezábamos a andar buscando a Leslie.
-¿Recuerdas la fiesta en mi casa? Alex se llevo algunas cosas de mi madre, creí que se lo habíamos quitado todo, pero no.
-¿Y vienes a buscarlo?
-No, no es tan importante, solo quería vengarme.
-Ya te vengaste... Le distéis una paliza. ¿Sabes que si te pilla aquí te mata? Además aquí están todos sus amigos y te dejarán destrozado.
-Por eso mismo me quiero ir...- dijo despacio.
-¿Cómo te vas a vengar?
Cruzamos el salón, Leslie no estaba allí, en la cocina tampoco, ni el comedor... Tenía que estar en las habitaciones.
-Prefieres no saberlo. Tenemos que darnos prisa.- dijo.
-Tiene que estar en las habitaciones.- dije abriendo una puerta. Nada.
Abrí otra puerta que daba al baño, tampoco estaba, solo había una chica vomitando mientras otra le sujetaba el pelo.
Entramos en otra habitación que debía de ser la de los padres de Alex ya que era las más grande. Y por último abrimos la última habitación que quedaba sin registrar.
Allí estaba Leslie, en ropa interior con Alex. Ryan y yo nos quedamos asimilando la imagen, en cuanto Ryan reaccionó salió de la habitación ya que Alex no podía verle si no quería recibir una paliza. Se quedó quieto tras la puerta esperando a que yo sacara de allí a Leslie.
Pero yo estaba en sock... Leslie estaba poniendo los cuernos a Michael... Con ese gilipollas de Alex.
Cuando Leslie me vio se vistió en cuestión de segundos y Alex parecía molesto de que les hubiésemos interrumpido.
-Vayámonos.- le dije a Ryan.
-¿No vas a llevarte a Leslie?- dijo Ryan y yo le empujé a para que entrara dentro del baño para que Alex no le viera ya que iba a salir de la habitación.
Alex salió cabreado y se fue de allí, Leslie se quedó sentada en la cama esperando a ver si le decía algo. Ryan salió del baño cuando Alex estuvo suficiente lejos y se puso junto a mi.
-No, estamos enfadadas.- dije.
-Da igual, será mejor que te la lleves. Ya lo entenderás...- dijo Ryan.
Yo miré a Leslie.
-Nos vamos.- la dije y ella se levantó. En otro caso no me habría hecho caso, pero ahora se sentía culpable.
Ryan cogió de mi mano y me dirigió hacia la puerta rápidamente evitando encuentros con Alex o cualquier otro de sus amigos que lo reconociera. Salimos a la calle, la música solo se escuchaba un poco.
-Iros a casa, ¿vale? Yo tengo que entrar otra vez.- dijo Ryan.
-Vale...- murmuré, no entendía nada, pero el Lunes le pediría que me explicara todo.
Ryan entró de nuevo en casa de Alex y Leslie y yo comenzamos a caminar hacia casa. Yo no la dije nada, quería que fuera ellas la que comenzara a hablar.
Tenía mucho que explicarme. Estaba realmente enfadada con ella, había cambiado, había cambiado mucho, no la reconocía. Había puesto los cuernos a Mike, cuando hace a penas unos meses estaba completamente enamorada y ahora aparece el tal Alex a joderlo todo.
-No le digas nada a Mike...- dijo Leslie.
-¡Claro que no! Porque se lo dirás tu.- dije.
-¡No! Yo no le diré nada y tu tampoco.- me dijo ella cabreada.
-Si no se lo dices tu se lo diré yo Leslie.- dije muy seria.
-¿Estás de coña? ¡Yo no dije nada a Will cuando le pusiste los cuernos con Deryck este verano! ¡Soy tu amiga, Alison!- dijo gritando.
-¡No es lo mismo, Leslie! Michael es mi hermano.
-¡Si es lo mismo! Yo soy tu amiga pese a todo ¿Me vas a dejar tirada?
-¿¡Dejarte tirada!? Soy yo la que te ha dejado tirada cuando eres tu la que me ha llevado a esta fiesta de mierda y me ha dejado completamente sola con todos esos mierdas de drogados. ¿En que te estás convirtiendo Leslie? Tu antes no eras así.- dije gritando yo también.
-Soy la misma de siempre, ¡solo estoy cansada de nuestra aburrida vida! ¿¡Piensas que me voy a pasar toda la vida viendo películas contigo o yendo de comprar!? Soy joven, joder, y quiero que disfrutar de la vida.- respondió.
-Lo que eres es una puta imbécil.- estallé.- te comportas como si fueras la mas guay solo por juntarte con esos gilipollas a los que llamas amigos.
-Seguro que ellos no se chivarían a Michael, eso es lo que hacen los amigos.
-Una amiga no trataría así a mi hermano... Le has puesto los cuernos con el idiota ese, a pesar de todo lo que habéis pasado. Y Michael como un idiota esperando a volver a verte mañana y tu mientras en la cama con otro. Mañana irás a verle, y le dirás lo que ha pasado.
Leslie respiraba muy fuerte, estaba enfadada. Sacó su móvil del bolsillo y empezó a escribir un mensaje. Cuando terminó me mostró la pantalla ''Se acabó, estoy cansada de tu aburrida vida y de la zorra de tu hermana, no quiero volver a saber nada de vosotros dos. No me llames.'' después le pulso a enviar. Enviando a Michael... Ponía en la pantalla.
-¿Contenta?- dijo mirándome.
Sin querer yo había empezado a llorar, me sequé una lágrima rápidamente. Estaba destrozada porque Leslie hiciera esto, y porque le hiciera esto a Michael. Leslie también estaba a punto de llorar, sus ojos estaban a rojos pero las lágrimas aun no caían.
-Si, me alegro de haberme dado cuenta de lo gilipollas que te has vuelto.
-Coincido contigo.
Entonces Leslie se giró y empezó a andar hacia su casa. Yo me quedé sentada en la acera y dejé que las lágrimas cayeran por mis mejillas.
Ryan apareció andando y se sentó a mi lado.
-Ey...¿Que ha pasado?- dijo.
Resultaba curioso, hace unos años había pasado justo lo contrario, Ryan me había hecho daño y Leslie vino a consolarme, ahora era al revés... El mundo da muchas vueltas.

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Hasta aquí el capítulo de hoy :) Espero que os haya gustado muchoo, dejarme un comentario pliiss.
Besos, se os quiere!

sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 13.

Cuando sonó el timbre que finalizaba las clases por hoy me dirigí a la sala de castigados. La gente me miraba mientras pasaba, en esos momentos estaba confirmando los rumores. Era cierto, me habían castigado por esta con Ryan en el armario de la sala de profesores, ¡pero no porque nos estuviésemos enrollando ni nada parecido!
Tenía que pensar algo para finalizar los rumores, pero primero tendría que cumplir mi castigo.
Llamé a la puerta de la sala de castigados, allí estaba la profesora de creo que era de literatura que nos castigó a mi y a Ryan.
-Hola señorita Miller, espere aquí a que venga Collins y les indicará el conserje como y donde deberéis cumplir el castigo ¿de acuerdo?
-Ajá.- respondí.
La profesora abandono la clase dejándome allí sola esperando a Ryan sentada.
Pasaban lo minutos y no venía... No sabía si alegrarme o enfadarme, es decir, no quería cumplir el trabajo sola, ya que sería injusto y mucho mas trabajoso para mi, pero tampoco tenía ganas de tener que aguantarle y arriesgarme a ser castigada de nuevo.
Diez minutos mas tarde Ryan entró en clase sacudiéndose el pelo. Echó un vistazo a la clase.
-¿Estás sola?- dijo Ryan.
-No, como puedes ver la clase está llena...- dije irónicamente ante el visible hecho de que efectivamente estaba sola.
-Ja-ja.- dijo él que no le había hecho gracia.- Quiero decir que si no hay ningún profesor.
-Si hubieses llegado a la hora acordada y no diez minutos tarde sabrías que el conserje está por venir y que nos mandará el trabajo que tengamos que hacer.- respondí.
-Vaya, que lástima, tenía esperanza de poder continuar lo que dejamos a medias ayer en el armario.- dijo esbozando una sonrisa.
-No habrás ido diciendo por ahí que nos enrollamos ¿verdad?- dije algo molesta.
-Yo no he negado nada... Que la gente piense lo que quiera. Nosotros no tenemos nada que ocultar.- dijo aun con esa sonrisa.
-Cierto, por eso deberíamos decirles a todos que entre tu y yo no hay absolutamente nada.
-No sé me da bien mentir...- picó, con esa sonrisa que sabía que me molestaba tanto. Tal vez porque me encantaba, pensé, y en seguida eliminé ese pensamiento de mi cabeza.
-Está bien, en ese caso di que al menos por mi parte no hay nada, si tu estás enamorado de mi no es mi problema. Así no tendrías que mentir.- dije y él soltó una breve carcajada.
-Sé que estás loca por mi... Hoy has sido la envidia de toda las chicas en el instituto ¿verdad?- dijo él.
-¿Por estar castigada y tener que soportar a un chulo engreído? No lo creo.- dije levantándome y dirigiéndome a la puerta.
¿Donde estaba el maldito conserje? ¿Es que no pensaba venir nunca?
-Muchos se morirían por estar por estar en tú lugar ahora mismo.- dijo agarrándome por la cintura y pegándose a mi- Deberías de sentirte afortunada.- dijo susurrando a mi oído y provocándome un escalofrío.
Lo peor de todo es que era cierto, TODAS la chicas babeaban por Ryan ¿por qué? Porque era guapo, con dinero, popular, estaba en el equipo de fútbol... Entre otras cosas. Si no fuera tan gilipollas yo también babearía por él, pero no era el caso.
Le aparté de mi con un codazo y salí de clase en busca del conserje, Ryan me seguía.
Llegué a la conserjería y allí estaba el maldito conserje.
-Por fin llegáis.- dijo él conserje entregándome un juego de llaves.
-Se supone que ibas a venir tu...- dije y él me ignoró.
-Bien, ir al gimnasio y ordenar todo en el pequeño almacén, los de primer curso han tenido clase a última hora y han dejado todo patas arriba. Esas son las llaves, si termináis pronto venir y os daré mas trabajo.
Era mejor que lo que pensé que haríamos. Creí que nos darían fregonas y nos harían limpiar las clase y despegar los chicles de debajo de las mesas, lo cual era realmente asqueroso.
Caminé sin decir nada mas al gimnasio detrás de Ryan que ya había emprendido su camino hacia allí. Sería fácil y rápido, ordenaría aquello y después me iría, lo malo es que sería así hasta vacaciones de navidad...
Llegué al gimnasio que se dividía en varias partes. Estaba lo que era el gimnasio en si, con espejos a los lados y bastante buenas instalaciones, los vestuarios divididos en chicas y chicos con las duchas y el pequeño almacén.
De vez en cuando también hacíamos gimnasia en el estadio de fútbol, pero eso lo solían reservar para los entrenamientos de animadoras y de fútbol. El estadio era enorme, con césped bien cortado, las gradas extensas, y la pantalla donde ponía el marcador.
El fútbol americano era muy importante en prácticamente todos los institutos y se dejaban bastante dinero en los uniformes, instalaciones y demás.
Además el equipo de nuestro instituto era bastante bueno los Blue Devils, antes me solía tragar todos los partidos y algunos entrenamientos de los Blue Devils al estar saliendo con Ryan, pero en cuanto lo dejamos no he vuelto a ver ninguno, ni tengo pensado hacerlo.
El gimnasio no estaba tan desordenado como creí que estaba, solo había un montón de balones en el suelo, algunas colchonetas descolocadas, raquetas en sitios que no deben... Y bueno, no mucho mas.
Fui hacia el almacén para abrirlo con las llaves que me había entregado el conserje, mientras Ryan cogía una pelota de baloncesto y con destreza la lanzaba a canasta consiguiendo introducirla.
El juego de llaves tenía muchas llaves... Y no sabía cual era la indicada, así que tendría que probar con todas...
Ryan vio mis torpes intentos por abrir la puerta y se rió de mi. 
-¿Necesitas ayuda?- dijo aun mofándose.
-No creo que tu puedas hacer mucho mas de lo que yo estoy haciendo.
-Yo creo que si.
Ryan se acercó a mi y se colocó a mi lado mirándome. Yo lo seguía intentando con las diferentes llaves y nada.
-¿Me permites?- dijo él extendiendo la mano para que le entregase las llaves.
-Deleitame.- dije entregándoselas y sabiendo que él tampoco lo conseguiría con esas cantidad de llaves.
-¿Sabes que Alison?- dijo mientras ojeaba las llaves.
-Que.- dije, y él escogió una llave y la introdujo sin problemas en la cerradura abriendo la puerta.
-Pues que las llaves tienen etiquetas, en las que dice que puerta abre... Curioso ¿verdad?- él sonrió ampliamente. Me había dejado mal. Yo me puse roja de furia y abrí la puerta del todo y después me giré para coger unos cuantos balones.
Ryan se rió ante mi reacción.
Cogí algunas pelotas de tenis y después me dirigí de nuevo al almacén para guardarlas. Ryan seguía ahí plantado frente a la puerta mirándome. Según entré en el almacén se giró de nuevo para poder mirarme.
Las pelotas de tenis iban en un estante alto, dentro de una caja. Me subí a una silla, pero desgraciadamente seguía sin llegar. Puse un pie sobre el respaldo de la silla y me impulsé subiendo hasta arriba.
-Te vas a caer.- comentó Ryan.
No le respondí, abrí la caja y empecé a meter las pelotas en ella, y entonces las patas de la parte delantera de la silla se empezaron a levantar debido al contra peso. Ryan tenía razón, me iba a caer.
La silla se derrumbó en el suelo mientras yo caía en lo brazo de Ryan. Había sido hábil y me había atrapado antes de caer al suelo.
-Gracias...- murmuré.
-De nada.- dijo sonriendo.
Genial, hoy estaba que me lucía, primero las llaves y ahora eso. Él me dejó en el suelo y volví a levantar la silla y de nuevo salí del almacén a seguir recogiendo.
Entre Ryan y yo conseguimos recoger todo el gimnasio en veinte minutos. Habíamos acabado pronto, lo cual significaba que tendríamos que volver para que nos mandaran mas trabajo, lo cual no me apetecía nada.
Me dirigí a la puerta para salir del gimnasio.
-Espera.- dijo Ryan.- ¿A donde vas?- preguntó.
-¿A donde crees que voy? A que nos manden mas trabajo.- dije.
-¿Es que quieres seguir trabajando? Hemos terminado pronto, merecemos un descanso.- dijo él, y era cierto.- ¿Te hacen unas canastas?- dijo levantando una pelota de baloncesto sobre su mano.
-Sabes que no tienes nada que hacer contra mi.- dije arrebatándole la pelota y haciéndola botar hasta la canasta y haciendo un tiro perfecto.- Eso han sido tres puntos.- dije mirándole y sonriendo. Él corrió hacia mi haciéndose con la pelota y yo intenté quitársela.
Eso me recordó a los viejos tiempos, cuando aun estábamos juntos. Él tenía una canasta en el jardín de su casa y siempre acabábamos picándonos y jugando juntos. Yo era bastante buena, y le ganaba en bastantes ocasiones.
Estuvimos jugando y riendo por tres cuartos de hora y cuando pasó una hora desde el comienzo de nuestro castigo guardamos la pelota con la que habíamos estado jugando y no dirigimos a conserjería.
-Que sepas que te he dejado ganar.- dijo él y yo me reí.
-Venga Ryan, no te lo crees ni tu, sabes que soy buena.- dije sonriendo.
-No tanto como yo, pero bueno, soy un buen chico y te dejo que creas que me has ganado.- dijo guiñándome un ojo.
Le entregamos las llaves al conserje y caminamos juntos hasta la puerta del instituto.
-En fin,- dijo él.- Nos vemos mañana ¿no?
-Claro, en el castigo...- dije.
-Genial... Pues hasta mañana.
-Hasta mañana.- respondí y caminé de vuelta a casa.
Era raro, hacía tiempo que no estaba así con Ryan. Resultaba agradable, y eso me asustaba.
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Bueno, pues hasta aquí el capítulo de hoy :)

He estado bastante liada esta semana pero el Viernes me dejaron castigada a última hora en mi instituto y me vino la inspiración y comencé a escribir en clase XD, así que el castigo me sirvió para algo. 
En fin, que espero que os haya gustado y que muchos besos y hasta el próximo capítulo. Se os quiere <3

martes, 13 de noviembre de 2012

Capítulo 12.

A la mañana siguiente después de preparar todo para ir al instituto me quedé sentada en el salón esperando a que Leslie llamase a la puerta como siempre hacía para ir juntas al instituto.
Nos habíamos enfadado un poco, pero no lo suficiente como para que no viniese. Siempre nos pasaba, nos enfadábamos por cualquier tontería, pero al día siguiente ella siempre estaba en la puerta de mi casa, con una sonrisa, como si nunca nos hubiesemos enfadado, pero ahora no estaba segura de si iba a venir.
Pero como siempre, a la hora justa sonó el timbre de mi casa y me levanté a abrir aliviada de que Leslie y yo siguiéramos siendo amigas.
-Buenos días.- dije mientras habría la puerta, sonriendo.
-Hola.- dijo Leslie mientras soltaba un bostezo.- Oye Ali, siento lo de ayer...
-Es igual- dije.- Hagamos como si no hubiese pasado.
-Genial.- dijo ella sonriendo y me dio un abrazo.
Caminamos juntas hacia el instituto hablando animadamente, yo lo conté lo que me había pasado ayer con Ryan y ella me dijo sobre una fiesta el Viernes.
-¿Crees que podrás venir conmigo a la fiesta?- dijo mientras entrábamos en el instituto.
-Seguramente ¿donde es?
-En casa de Evelyn, también estará Alex. Y antes de que digas nada, dales una oportunidad... Ahora ellos también son mis amigos.
-Está bien, está bien. Iré.
Ella sonrió. La verdad es que no me apetecía nada tener que ir, pero Leslie tenía razón, ahora ellos también eran sus amigos, y yo tenía que darles una oportunidad, seguro que no eran tan horribles. Además, tenía que ir, para asegurarme de que Leslie estaba bien.
Caminamos por los pasillos del instituto, cuando empecé a notar algo raro, todo el mundo me miraba.
-Leslie...- dije en un tono un poco bajo para que toda la gente que me miraba no me escuchase.- ¿tengo algo en la cara? ¿O me ha bajado la regla y estoy manchada o algo?
-No, ¿porque?
-Todos nos miran...
Leslie echó un vistazo al rededor y según pasábamos la gente iba cuchicheando, no sé el que, pero por algún motivo o Leslie o yo o las dos eramos la comidilla del instituto o circulaba un rumor sobre alguna de nosotras.
Esto pasa muchas veces en el instituto, aunque normalmente pasa con gente super popular. Chicos del equipo de fútbol como Ryan y sus amigos o chicas animadoras, no con Leslie ni conmigo.
Alguna vez había pasado con Harry. Empezó a correr el rumor de que había dejado embarazada a una chica de primer curso, pero era mentira, Harry siempre usa protección, según dice.
Valery pasó por mi lado y sonrió.
-Hey, Ali, después me cuentas con detalles.- dijo Valery en un tono de voz para que solo yo la oyera y después siguió de largo dejándome con la palabra en la boca.
¿A que se refiere? ¿Que ha pasado?
No entiendo nada...
Sonó el timbre que indicaba el comienzo de la clase y fuí a mi sitio junto a Nick.
-Buenos días.- le dije y me senté a su lado.
-¿Ya no estás de mal humor como ayer?- dijo él.
-No ya no.- dije sonriendo y pensando en que había hecho las paces con Leslie.
-No me extraña, ayer estuviste buscando consuelo...
-¿A que te refieres?
-No te hagas la tonta, ya me lo han dicho.- respondió.
-Decirte el que.
-Lo tuyo y lo de Ryan, ayer.
-¿El que mío y de Ryan? - dije empezando a imaginar de que hablaba.
-Ayer os enrollasteis ¿no?
-¡No!- dije.
-¿Cómo eres tan mentirosa? Ayer me mentiste cuando dijiste que no te gustaba, y ahora me mientes en la cara.- dijo él algo enfadado.
-No te miento. Y aunque estuviese mintiendo ¿a ti que coño te importa? No tengo ningún compromiso contigo, no tengo porque contarte mis cosas y mucho menos decirte la verdad sobre mi vida, ¡ni si quiera me caes bien!- dije cabreada.
La profesora llegó a clase y Nick se quedó en silencio sin responderme y levantó la mano.
-¿Si Señor Carter?- dijo la profesora.
-Quiero que me cambie de sitio.- dijo él.
-¿Por qué?- dijo la profesora.
-Tengo problemas con mi compañera...- dijo él.
-Genial, yo también pido un cambio.- intervine yo.
-Bueno, si tienen algún problema razón de mas para que se sienten juntos y así puedan arreglar sus diferencias.
Yo suspiré, genial, ahora tendría que sentarme de por vida con Nick.
La clase pasó muy despacio. No hablé con Nick ni una vez, lo cual fue complicado ya que teníamos que hacer las prácticas de laboratorio juntos, pero nos las arreglamos como pudimos para no tener que hablar.
Unas horas mas tarde teníamos clase de tutoría. Un clase realmente inútil con nuestro tutor el Sr. Fellon, donde lo único que hacíamos era comentar los problemas de clase, y hablar sobre la importancia de cuidar el material escolar y respetar las normas.
Me senté con Leslie y le conté lo ocurrido con Nick en la clase anterior. Llegamos a la conclusión de que el rumor que corría por el instituto sobre mi era de que había vuelto con Ryan y que nos habíamos estado enrrollando en la sala de profesores...
-Los profesores de guardia me contaron sobre un incidente que ocurrió ayer después de clase en la sala de profesores. Cierto alumno o alumna de esta clase entró ayer en la sala de profesores, que por si no lo hemos dicho ya suficientes veces esta estrictamente prohibida a alumnos, para ''besuquearse'' con otro alumno o alumna de otra clase. No diré nombres ya que eso a mi no me corresponde.
-Como si no lo supiéramos ya.- soltó Amber, una animadora pija de mi clase.
-Solo quería decíroslo para que recordéis que está prohibido y que toda persona que lo haga será castiga ¿De acuerdo?- dijo el Sr. Fellon ignorando el comentario de Amber.
Genial, por si no tuviese ya suficiente de que todo el instituto hablase de mi, ahora también lo hacían los profesores...
Lo peor es que todo el mundo pensaba que era cierto cuando en realidad no lo era ¡Yo no me había besado con Ryan! Al menos no desde hacía ya bastante... En cuanto viese a Ryan le cantaría las cuarenta, estaba harta de que circularan tantos rumores sobre mi.
Miré a Nick que estaba en última fila, me estaba mirando, pero en cuanto le miré retiró la mirada. Estaba enfadado.
No es que me importase, pero no quería que pensara que era una mentirosa, aunque igualmente ¿a él que le importaba lo que hiciese yo con Ryan? Es mas, ¿por qué no dejo de preocuparme por lo que Nick piense de mi?

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¡Hasta aquí el capítulo!
De verdad que siento haber estado tanto tiempo sin subir capítulo las anteriores semanas, pero como ya os dije se me rompió el ordenador. Pero ya lo he recuperado, así que volveréis a tener capítulo cada menos tiempo ^^
Muchas gracias por lo comentarios, en serio, me motivan un montón a seguir con la novela, y cada vez que leo un comentario vuestro me entran ganas de ponerme a escribir ^_^
En fin, nada mas que decir :) Muchos besos y hasta el próximo capítulo que espero que sea pronto :) Se os quiere <3

sábado, 10 de noviembre de 2012

Capítulo 11.

Ryan sin decirme nada se giró y empezó a buscar algo en los cajones de la sala.
-¿Que haces?- dije mirándole sin entender nada.
-¿Que coño crees que hago? Robar los exámenes. ¿Quieres vigilar?- dijo mientras seguía buscando.
-¿Y por que me tenías que traer a mi?- dije mirándole sin vigilar.
-Eras la primera persona que pasaba por ahí.- dijo y yo suspiré.
-Yo me voy- dije.
Abrí la puerta dispuesta a salir de la sala pero vi como una profesora venía directa. Mierda. Cerré la puerta rápidamente deseando que la profesora no me hubiese visto.
-¡Ryan, viene una profesora! ¿Que hacemos?- dije nerviosa.
El esbozó una breve sonrisa ante mi reacción y luego tiró de mi mano y se metió conmigo en un armario.
-Ryan, nos va a pillar y estaremos castigados de por vida.- dije hablando muy rápido, cosa que me suele pasar cuando estoy nerviosa. Ryan puso una mano en mi boca para que cerrara el pico.
-Si no paras de hablar estoy seguro de que nos pillaran.- dijo él sin rastro de nervios en su voz.
Entonces oímos como la puerta de la sala de profesores se abría dejando paso a la profesora. Nosotros nos quedamos en completo silencio esperando a que se fuera. Estábamos en un armario lleno de papeles y archivos y Ryan se giró buscando el examen que quería robar. Oí como la cafetera se encendía, lo cual significaba que la profesora se iba a quedar ahí un buen rato, genial.
Empezamos a oír ruidos de fuera y Ryan dejó de hacer lo que estaba haciendo y pegó su oído a la puerta intentando descubrir si la profesora se iba ya o que estaba pasando, yo hice lo mismo.
No sé oía mucho así que miré por la rendija de la puerta y vi a la profesora besándose con el profesor de Educación física sobre la mesa. Miré a Ryan con los ojos muy abiertos aun flipando y le hice un gesto para que mirara él también. Ryan miró y empezó a reírse y ahogó la risa con su mano, yo aun seguía flipando ante tal imagen. Los dos volvimos a apoyar el oído en la puerta.
Entonces la profesora abrió la puerta del armario y Ryan y yo nos caímos al suelo. Mierda, estábamos jodidos.
-¡¿Que hacen ustedes aquí?!- el profesor de Educación física permanecía recto detrás de la profesora de lengua.
-Nos quedamos encerrados.- improvisó Ryan y yo asentí.
-Este armario no tiene llave, y en el caso de que fuera verdad ¿como han llegado hasta aquí?
El único plan que se me ocurría en esos momento era huir, y la verdad, no era muy bueno.
-Bueno...- dijo Ryan.- Nos pasó lo mismo que a vosotros.
-¿Cómo?- dijo la profesora. Yo tampoco le había entendido.
-Ya sabes... Nos dio el calentón y tuvimos que entrar en el armario a enrrollarnos.-dijo y yo me quedé en silencio deseando matarle, pero no dije nada.- Tranquila profesora, nosotros no diremos nada sobre su desliz con el profesor de Educación Física si usted no dice que estuvimos aquí.- dijo con una de sus sonrisa que te convencen de todo.
-Señorito Collins, no tenemos nada que ocultar, nosotros estamos casados.
-Vaya ¿en serio? Que cagada...- dijo Ryan.- ¿Estamos castigados?
-Si, estáis castigados hasta las vacaciones de navidad limpiando las aulas después de clase, por entrar en la sala de profesores a ''enrrollaros'' y por intentar chantajear a una profesora. ¿Le parece bien?
-Pero...- dije yo.
-Está bien.- me interrumpió Ryan.
-Bien,- dijo la profesora.- ahora salir de aquí.
Ryan y yo salimos de la sala de profesores y Ryan soltó una carcajada.
-¿De que te ríes?- dije yo enfadada, aunque a decir verdad la situación había sido graciosa.
-No sé, ha sido divertido.
-¿Divertido? Estoy castigada todo un trimestre por tu culpa, eso no tiene nada de gracia. Además ¿porque has tenido que decir que nos estábamos enrrollando?
-Yo que sé, me pareció buena idea.
-Pues ya ves que no, si te hubiese callado no estaríamos tanto tiempo castigados.
-Es igual, ha merecido la pena. Tengo el examen. - dijo sonriendo mientras lo sacaba de su bolsillo trasero.- Ahora lo venderé y me forraré, además estaré aprobado.
-Pff, eres insufrible ¿que he ganado yo con todo esto?
-Mi compañía todos los días después de clase, considérate afortunada.
Caminábamos hacia la puerta, los pasillos ya estaban vacíos, todos se habían ido hace un rato a su casa.
-Eso no es nada positivo, de echo creo que es como un castigo extra.
-Venga Alison, no te engañes. Sé que te encanto, de echo el Viernes estuviste a punto de besarme ¿no es cierto?
-No, has debido de confundir la realidad con tus sueños.- mentí.
Él se rió.
-Ya... En fin, me voy Alison. Nos vemos mañana después de clase.- me guiñó el ojo y se fue en dirección a su casa.

Por la tarde ese mismo día ya en mi casa cogí el teléfono para llamar a Harry.
-¿Si?- dijo la voz de su madre tras el teléfono.
-Hola ¿Esta Harry?
-Si un segundo.-dijo su madre.- Harry, es para ti.
-Si es una chica di que no estoy.- dijo él. Se supone que yo no tenía que haber escuchado esto, pero Harry gritó mas de la cuenta.
-Lo siento, no está.- dijo su madre.
-Dile que soy Alison.- dije.
-Un segundo,- dijo su madre, la verdad es que disimular no era lo suyo.- dice que es Alison.- dijo su madre a Harry.
-Ah, entonces si.- dijo Harry cogiendo el teléfono.-Lo siento, creí que eras una de las pesadas que no paran de llamar.- dijo él.-¿Que tal?
-Mal, no sé que le pasa a Leslie. Parece otra...
-¿Es por el pircing ese? La verdad es que le queda un poco raro... Pero si le gusta que se le va a hacer.
-No es solo por eso. Desde que se junta con Alex parece otra...
-No sé, no he tenido mucho tiempo para hablar con ella...
-Pues ya te lo digo yo, ahora no tiene tiempo ni para ni ni para Mike, además fuma.
-Serán tonterías, se le pasará en unos días.
-No sé yo...- dije.
Estuvimos hablando por una rato mas, el me contó sus dramas con las chicas que no dejan de llamarle y me dijo que debería de empezar a usar números de teléfono inventados. Y yo le conté todo sobre el motivo por el cual estaría castigada por el resto del trimestre, Harry no hizo mas que reírse.
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Siento haber tarado tanto en escribir este capítulo :( Pero es que se me ha roto mi ordenador y tanía escrito el capítulo ahí pero como ya no le tengo pues lo he tenido que volver a escribir entre otras cosas.
Pero bueno, intentaré ser mas puntual la próximas vez ^^
Dejarme un comentario si os ha gustado, y si no os a gustado también XD.
Muchos besos y hasta la próxima :33

martes, 23 de octubre de 2012

Capítulo 10.


Estaba mirando el teléfono fijamente, esperando que sonara.
-Suena, teléfono, suena.- dije sola en mi habitación.
Era Domingo, ayer estuve todo el tiempo llamando a Leslie por teléfono sin recibir respuesta. Estaba preocupada, quería saber si había conseguido salir de la fiesta sin que la pillase la policía o por lo contrario estaba en un buen lío.
Bajé las escaleras rápido, cansada de esperar una llamada que no parecía llegar nunca. Cogí me chaqueta y abrí la puerta.
-Mamá, voy a casa de Leslie. Vuelvo en un rato.- dije sin mas y salí de casa.
Caminé ligera hacia casa de Leslie, aun preocupada. Tras unos minutos caminando allí estaba, las luces estaban encendidas así que seguramente habría alguien dentro de la casa.
Lo mas probable sería que la hubiesen pillado y ahora estuviese castigada de por vida, sin móvil entre otras cosas, por eso no respondía mis llamadas.
Subí al porche de su casa y llamé decidida al timbre. Esperé unos segundos y abrieron la puerta. Era la madre de Leslie.
-Hola, ¿está por ahí Leslie?- dije algo tímida esperando que me dejara verla a pesar de que estuviese castigada según mis suposiciones.
-Lo siento Alison, ha salido.- dijo su madre.
Eso me dejó descolocada. ¿Había salido? ¿No estaba castigada? ¿No la habían pillado? Entonces... ¿Por qué no respondió ni una de mis llamadas?
-De acuerdo, ¿la puede decir que he estado aquí y si es posible que me llame?
-Claro, Alison, se lo diré.- respondió ella amablemente.
-De acuerdo. Gracias, hasta pronto.- dije y me giré de vuelta a mi casa.
Caminé despacio, pensando que podía haber pasado. Tal vez tuviese el móvil en silencio, sin batería o roto y por eso no respondió mis llamadas. Hablé con Harry, que había salido airoso del problema de la fiesta, y me dijo que él también había intentado llamar a Leslie y que tampoco la había respondido... Aun así era raro. Leslie siempre solía estar en contacto conmigo las veinticuatro horas del día, ya fuese por Skype, twitter, facebook o el móvil, pero esta vez no había dado señales de vida por ninguna de esas. Tampoco podía estar enfadada conmigo, no había pasado nada.
Llegué a casa y me tumbé en mi cama, mirando al techo, aun pensando en Leslie, no entendía nada, así que decidí esperar a verla en Lunes en el instituto o a que me llamase por teléfono.
En ese momento mi móvil comenzó a sonar, yo me levanté corriendo y respondí segura de que era Leslie.
-¿¡Leslie!?- dije rápidamente.
-No, soy yo.
-... ¿Y quien eres tú?
-¡Pues quien voy a ser inútil! - era Mike.
-Perdón idiota, no te había reconocido la voz.- dije suspirando.
-¿Me voy unos días y ya no te acuerdas ni de mi voz?- respondió él.
-Está bien, está bien, lo siento. Ha sido un lapsus.- contesté.- ¿Que tal la universidad y el campus?
-Genial, solo que no mola ser novato.- dijo.
-Me imagino.- respondí.
-¿Esperabas que fuera Leslie?- dijo cambiando de tema.
-Si... Llevo todo el fin de semana intentando hablar con ella y no ha habido respuesta. ¿Has hablado tú con ella?
-No desde el Viernes, a mi tampoco me coge el teléfono...- dijo.- Por eso te llamaba, pensé que estaría contigo, pero ya veo que no.
-Ya bueno, hace un rato he ido a su casa y su madre me dijo que había salido...
-Bueno... Estará ocupada. ¿La verás mañana?
-Si, supongo que en el instituto ¿Quieres que la diga algo?
-Si, dila que este fin de semana tengo pensado pasarlo allí y que si puede quedar ¿De acuerdo? Y si es posible que sea desde por la mañana mejor. No podré ir mucho a visitaros por el tema de la gasolina el dinero y tal, así que cuanto mas tiempo pase con ella mejor. Y luego la noche la pasaré con vosotros, me quedaré a dormir y el Domingo por la mañana vuelvo al campus ¿Os parece?
-Genial, seguro que Leslie y papa y mama se alegran.- dije.
-Lo sé, os echo de menos.
-Y nosotros a ti, y eso que solo llevas una semana fuera. La casa sin ti está demasiado silenciosa...- dije y él se rió.
-Está bien Ali, tengo que colgar, no vemos el fin de semana que viene ¿no?
-Seguro.- dije.
-De acuerdo, pues hasta entonces enana.
-Adiós caraculo, te quiero.
-Y yo.- dijo y colgamos el teléfono.
Era cierto, echaba mucho de menos a Michael, es mi hermano, es tonto y no le aguanto, pero cuando se va se nota su ausencia y me doy cuenta de que le quiero mucho mas de lo que pensaba...









A la mañana siguiente mi despertador sonó a las siete de la mañana. Cuando estuve preparada para irme al instituto me fui al salón a esperar. Normalmente Leslie pasaba a recogerme y después nos íbamos las dos juntas al instituto, pero no sabía si esta vez pasaría lo mismo al haber estado todo el fin de semana ilocalizable. Esperé sentada, y cuando ya no podía esperar mas abrí la puerta de mi casa y salí para ir sola hacia el instituto.
Pero allí estaba Leslie, a punto de pulsar el timbre de mi casa.
-¡Llegas tarde!- dije furiosa.
-Lo siento...- dijo.- Como te pones...
-¿¡Por qué no me has cogido el teléf... ¿Que tienes en la cara?
Leslie sonrió. Se había hecho un picing en la nariz, el típico al que solíamos denominar ''pircing de toro'' pero que en realidad se llamaba ''septum''.
-¿Te gusta?- dijo sonriendo.
-No.- dije y comencé a andar hacia el instituto.
-¿Porque? - dijo ella desilusionada.
-No sé, simplemente no me gusta.
-Bueno, es igual, a mi me encanta.- dijo sonriente.- Alex me convenció de que me lo hiciera, y ahora que lo tengo pienso que es increíble  Me lo hizo Evelyn con una aguja, fue realmente doloroso. No veas como se puso mi madre cuando lo vio...- dijo riendo.
-Estas loca.- dije tras un suspiro.
-¡Hay que hacer locuras!- dijo aun sonriente.
-En fin, ¿se puede saber porque no me has cogido el teléfono este fin de semana? Me tenías preocupada.
-Estuve ocupada, quedé con Alex y sus amigos, son realmente geniales, hicimos un montón de cosas...
-El que ¿drogaros? ¿fumar porros? Porque el lo único que sabe hacer esa gente, Leslie, en serio, no son buenos...
-¡Joder, Alison, otra igual! Creí que tu me comprenderías... Pero ya veo que eres otra aburrida como mi madre.
-¿Aburrida? ¿Es que por no juntarme con esa chusma soy una aburrida?- dije parándome en seco y mirándola.
Ella alzó la ceja y sacó una especie de cigarro de su bolsillo, lo encendió y lo metió en su boca.
-¡¿Desde cuando fumas?!- dije y ella me echó el humo en la cara provocando en mi un ataque de tos. Ella se rió.
-No sé... Venga Ali, no te enfades ¿Quieres una calada?
-No.- dije y empecé a andar de nuevo.
-¿Y tú que has hecho este fin de semana?- dijo cambiando de tema.
-¿Además de preocuparme por ti?- dije y ella suspiró.
-Si...
-Hablar con Mike, y él también estaba preocupado.
-¿Si?- dijo indiferente.
-Si, te echa de menos y a ti parece no importarte. Dice que vendrá este Sábado y que quiere verte.
-Vaya, no puedo...- dijo como si nada dándole otra calada a su cigarro.
-Solo podrá venir este fin de semana. ¿No puedes aplazar lo que sea que tienes que hacer?
-No. Alex me invitó a un concierto, los conciertos no se repiten.
-Alex, Alex, Alex ¿Es que solo sabes hablar de él? Nadie diría que Michael es tu novio...
-Venga, Alison. Deja de quejarte, es un buen amigo...
-¿Y vas a dejar plantado a Mike por él?- ella me miró.
-Joder, está bien. Que pesada eres, en serio.
Entramos en el instituto y dejamos de hablar. Entré en clase y caminé hacia mi sitio en última fila con Nick, con la mala suerte que tropecé con una mochila y estuve a punto de caerme al suelo, genial, ahora me llamarían abraza suelos o cualquier otro mote. 
Por si no había tenido ya suficiente con el comportamiento de Leslie ahora tenía que soportar a Nick y sus extraños cambios repentinos de humor.
No entendía que le pasaba a Leslie, en serio. No parecía ella. Desde que se juntaba con Alex, fumaba, tenía pircings, escuchaba música diferente a la que solía escuchar, y además no dejaba de comportarse como una autentica estúpida. Alex y sus amigos la estaba cambiando, y yo tenía que hacer algo, para que volviera a ser la Leslie de siempre, pero no sabía el que.
Me senté en mi sitio y Nick esbozó una sonrisa.
-Buenos días patosilla.
-Hola imbécil- dije sin rastro de buen humor.
-¿Alguien no ha tenido un buen fin de semana?- preguntó.
-¿Alguien quiere una patada?- contesté y él se rió, a pesar de que yo lo decía totalmente en serio.
-¿Que te ha pasado?- dijo mas serio.
La verdad es que no le incumbía para nada lo que me pasara o me dejara de pasar, pero la verdad es que necesitaba desahogarme, y ahora mismo Nick era la única persona a la que se lo podía contar.
-Leslie está muy rara desde que tiene esos nuevos amigos...
-¿Que amigos?
-Alex Black y su gente...
-¿El tío que robó en la fiesta de Ryan?- preguntó.
-El mismo.
-Vaya, lo siento. Es tío es un cabrón. Aunque creía que te caía bien.
-¿A mi? ¿Es niño? Ni de coña...
-Ya me extrañaba, dicen que tu le colaste en la fiesta o algo así... Pero yo sabía que no podía ser, siendo la chica de Ryan.- dijo Nick.
-No soy la chica de Ryan.
-Venga Alison, sé que salíais juntos hace unos años, y es obvio que aun te gusta.
-¿Y tú que coño sabes?- respondí algo molesta.
-Os he visto hablar, además justo antes de que entrara en la habitación a salvarte el culo en la fiesta estabais a punto de besaros.
-¿Nos estabas espiando?- dije mirándole fijamente.
-No, solo pasaba por ahí. No tengo ningún interés en espiar a dos pijos como vosotros...
-Ya...
-Bueno, entonce dices que no te gusta Ryan ¿no?
-Si, de hecho no le soporto.- dije a pesar de que en la fiesta tuve ganas de besarle.
-Vale.- dijo sin mas.
Las clases pasaron muy despacio, el día se estaba haciendo eterno, y cuando al fin sonó la sirena que indicaba que podíamos ir a casa fui a buscar a Harry, necesitaba hablar con él, creo que él sería el único que podía entenderme en esos momentos.
Atravesé el pasillo por el que pasaba la gente para ir hacia casa. Leslie se había ido sola, estábamos un poco enfadadas así que sería mejor no hablarnos hasta que se nos pasara.
Vi a Harry a lo lejos, pero él no pareció verme a mi. Entonces sin previo aviso una mano tiró de mi brazo y me metió en la sala de profesores. La sala de profesores estaba prohibida para los alumnos desde siempre, todo el mundo lo sabía, y si entraba allí debía ser con un profesor, si no estabas en un completo lío. Así que yo estaba oficialmente en un completo lío, ya que la mano que tiraba de mi no era especialmente de un profesor, si no de Ryan Collins. El día mejoraba por momentos.
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¿Os ha gustado? Espero que si :DD No olvidéis comentar y nada, muchoooos besos!